Memento Mori |
Tras el festival |
Fue un mes de locura, el que transcurrió luego del Festival de Invierno, luego de los cepelios de las víctimas, el poder quedó en las manos del Gobernador, Everett Goodweatherm tendría el control total sobre la ciudad, pero Azuka había logrado parte de su objetivo: Los rumores de que el gobierno de Washington ya no estaba tan convencido de compartir el poder con los vampiros; la situación se estaba saliendo de manos, y los cainitas y garras rojas parecían estar ganando la partida. Pero ninguno de los artífices de la destrucción, pensaron que los berkeser se volverían un problema para todos, porque los vampiros que no fueron asesinado por ellos, se transformaron en berkeser, que se han transformado en una manada que deambula por las alcantarillas atacando a quien se les enfrente o quien esté en su menú del día. Humanos y Vampiros ya no tenían una alianza tan sólida como antes, y las desconfianzas estaban surgiendo. Mientras que en medio quedaban los licanos, o por lo menos, parte de ellos, Fenrir y Fianna, pero quien padeció la peor parte fueron los Fenrir que en el atentado perdieron a su líder, del que jamás encontraron el cuerpo. Quedaría en manos del nuevo líder de los Fenrir y de Gissiel Earhart, determinar el destino de su clan y tradiciones, pero entre los licanos, se sabía la atrocidad cometida por las Garras Rojas, comandados por Arthur Redclaw, que se habían vuelto muy fuertes. Por su parte, los rebeldes, el pequeño grupo de disidentes ya no parecían estar tan solos en su lucha, el gobierno de Washington los contactaría extra oficialmente para conseguir sus fines: controlar la ciudad, de una o de otra manera. Etienne LeBlanc, tendría que decidir.. |
*
Meses | OUTLINE |
Memento Mori |
Memento Mori por Andrea, Nazaret y Melisa se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden encontrarse en Memento Mori.
diseño, códigos y tablas por Faeledhel se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden encontrarse en perfil:Faeledhel.
Dos son multitud {privado}
:: El mundo Antes de Los Portales :: Ciudad de New York, antes de 2014 :: Staten Island :: The Greenbelt
Dos son multitud {privado}
12:09
Miró en todas direcciones, no había nadie, su padre se había ido recién luego de una fea discusión con ella, para variar. La relación entre los dos se volvía día con día más y más tensa, llevando a padre a hija a un punto de no retorno en las rencillas entre los dos. Alma no podía comprender lo obstinado que era su padre en no transformarla completamente, como si fuese ella indigna de ser una lican, ¿cómo era eso posible?. Él había dejado embarazada a su madre, él había tenido una hija con una humana, que no viniera ahora a sentirse responsable o avergonzado de la hija que tenía.
Alma estaba sentada en una roca, inclinada hacia delante, como una fiera al acecho, tensa completamente y buscando algo que cazar, o eso parecía por su postura, mas estaba pensativa, odiando a su padre por no transformarla en un ser completo. Deseaba dejar de ser la mitad de algo, siempre lo había sido y aunque entre los licanos no se hicieran mayores distinciones, ella las sentía. No valía ser la nieta del líder, era una mestiza, y lo sería hasta que su padre decidiera convertirla por completo.
Suspiró, y terminó echándose para atrás, recostándose en la roca, abandonando las guerra mental que había montado contra su padre, para sumirse en un breve descanso. Era temprano para almorzar a pesar de que en en su mochila traía el almuerzo. Era temprano también para cazar vampiros, que parecían estar particularmente inquietos con el comienzo del festival de invierno avecinándose.
Invitado- Invitado
Re: Dos son multitud {privado}
Pero en su interior Lucien no podía evitar sentir una voz que le gritaba que tarde o temprano tendría que volver, tendría que enfrentarse a todo aquello que había dejado atrás. A todo aquello a lo que no podía enfrentarse. Había salido de su apartamento solo para buscar un sitio donde se pudiera sentir mejor. Y lo único que había conseguido era llegar a un campo de golf. No es que odiara el golf, pero no era uno de sus deportes favoritos; aunque nunca había podido entender como a su padre, una persona tan impaciente, podía gustarle. Aunque también tenía que admitir que nunca había entendido la manera de ser de su padre. Ni ese odio que tanto le había inculcado hacía los vampiros. Pero ahora ese era su trabajo, ser como aquel hombre al que en un tiempo casi había llegado a odiar.
No había llegado a aquel lugar con la intención de intentar colar la bola por el agujero, ya que lo veía un soberana estupidez perder el tiempo con un juego tan tonto. Había ido hasta allí por error, por el simple error que siempre cometía; por comenzar a andar sin ni siquiera pensar hacía donde narices quería ir. Por ese simple hecho se había visto medio dentro de un lugar en el que ni si quiera sabía que hacer. Había seguido andando, confuso, intentando buscar otra salida; otro lugar en el que poder encontrar la tranquilidad que había ido a buscar.
Invitado- Invitado
Re: Dos son multitud {privado}
Alma reposaba sobre la roca, disfrutando del bosque y su quietud, quizás así podía serenar su siempre confundido espíritu, pero también servía como un mecanismo de orden a su caótica mente. Había trazado varios planes para conseguir su calidad de licana completa, incluso barajo la posibilidad de buscar a las garras rojas y unirse a ellos. después todo no le debía nada a su padre, ni a su abuelo. Pero habían límites que ni siquiera la caprichosa forma de ser de Alma podían transgredir. Estaba trazando sus planes, cuando un aroma llegó a su nariz. se levantó, olisqueando el aire, y pudo detectarlo, casi reconocerlo.
Era el cazador, Lucien Kendall, miembro de una disque antigua familia de cazadores que buscaba extinguir del mundo los seres malditos o los que amenazaban a los humanos. Puras idioteces que no comprendían el alcance de la realidad, si las únicas aberraciones eran los vampiros, nadie más, esos que deberían estar muertos, aquellos que habían olvidado la regla más importante de la existencia, que se es mortal. Incluso los licanos, eran mortales, aunque vivían varias vidas, y ella, también era mortal, aunque si se quedaba como mestiza, viviría muchos años.
Se puso de pie, y fue entre los arboles, corriendo y disfrutando de esa vitalidad que sólo se puede sentir al ser un lican, hasta dar con el rastro de Lucien. El cazador debía alegrarse, no lo estaban siguiendo, solo ella. Se fue entre los arboles, corriendo más rápido, corriendo hasta dar con él, y pararse delante del cazador.
- ¿tú buscas una muerte pronta?- preguntó, estaba sobre un árbol, justo delante de Lucien, sentada con una manzana en sus dedos - Kendall estas en territorio licano, si te encuentran aquí, te destriparan...¿o eso buscas? - preguntó lanzándole una manzana a su inesperado aliado.
Invitado- Invitado
Re: Dos son multitud {privado}
EL joven había alcanzado a levantar la cabeza del verde suelo, justo cuando la medio licana se paraba delante de él. Casi podía haber chocado con ella, pero eso sería demasiado normal para que le pasara a él. -No sabría que contestarte a esa pregunta, Alma.- Las palabras de Lucien sonaban sinceras y sin emoción, el cazador no se sentía con ganas de hablar o discutir; no sentía ganas de nada a ser sinceros. -Se lo que podría pasarme, pero ni si quiera me había dado cuenta de donde estaba. Además, estaba buscando como salir de este maldito campo.- Dijo intentando aclarar sus ideas y centrarse en otra cosa que no fuera el profundo dolor que estaba comenzando a consumirlo. Era cierto que por primera vez en aquella noche se había puesto a pensar en el simple hecho de porque se había metido en aquel lugar, y en lo que podía pasar le si no salía con tiempo de allí. ¿Pero donde estaba la salida?
Invitado- Invitado
Re: Dos son multitud {privado}
-sea lo que sea que te esté molestando, si que te trae perdido, ni te diste cuenta que estas lejos ya de los campos de golf, por algo te estoy diciendo que estas en los territorios licanos- fue hacia él, y tomó su brazo, jalándolo en dirección contraria a la que estaba tomando - si te lo preguntas, no quiero que te maten, estas loco, eres un buen cazador, y necesito aliados, asi que de momento te quedas vivo, guapo - lo miró, y sonrió, aunque mantenía la gran solemnidad en sus rasgos.
Caminaron, aun no habían licanos dando vueltas, así que al parecer nadie los había notado, su padre había dado órdenes de que no podían haber extraños en los territorios licanos, lo que había pasado en el avión, era demasiado fresco en la memoria de todos.
-¿y bien, quieres hablar o prefieres ir a beber algo? - caminaron a un paso mas lento, Alma, seguía tomada del brazo de él, en su espalda estaba la katana, el arma que por excelencia usaba en las cacerías -o quieres ir a cazar vampiros, los caínitas han estado dando demasiado trabajo, ¿tú papá sigue con las ganas de cazarme? yo ya dije que los veía más como aliados... - se rió un poco, recargándose en su brazo, a veces no ocultaba la inclinación que sentía por el atractivo cazador.
Invitado- Invitado
Re: Dos son multitud {privado}
-Es cierto, Alma.- No había caído en la verdad de las palabras de la joven hasta que se había percatado de lo que estaba rodeando le. -Creo que debería darte las gracias, sino nos hubiéramos encontrado podría haber cometido alguna estupidez. Así que gracias, supongo. - Sus palabras no habían sonado muy animas, pues aun no había conseguido apartar de su mente los malos pensamientos sobre todo aquello que estaba revolucionando su vida. Pero si que había sido sinceras. No sabía muy bien como tomarse las palabras de la joven, quería que él permaneciera vivo por ahora; pero siempre había hecho caso de sus modales. Por lo que ignoro esa parte de la conversación, y continuo caminando a su lado, esperaba que al menos ella pudiera ayudarlo a salir de allí.
A penas se había fijado en nada desde la ultima vez que había decidido salir de su habitación, igual que apenas se había fijado en la dirección que había tomado hoy; pero eso estaba comenzando a ser algo normal en él. -No me importaría ir a tomar algo, pero la idea de salir a cazar me es tentadora. Tengo muchos sentimientos para descargar sobre algo, aunque un saco de boxeo se esta más quito que un cainita.- Sus palabras había sonado casi afiladas, como si realmente sintiera la necesidad de descargarse a golpes contra algo. Nunca antes había utilizado la palabras cainitas, siempre había llamado a esos seres chupasangres con tono despectivo; pero tampoco nunca antes había conocido a alguien como Alex.
Invitado- Invitado
Re: Dos son multitud {privado}
pero el humano no ayudaba mucho, su estado era excesivamente perdido, algo terrible debió pasarle, y lo miró de reojo, con cierto recelo, ya llegando a una parte menos espesa de vegetación, saliendo de los territorios licanos y quedando más seguros, por lo menos, por un rato. Ahí lo soltó más por obligación que por intensión, y llegó sus manos a sus vaqueros, metiéndolas en los bolsillos, y caminando a su lado.
-si me preguntas, no estas en condiciones para ir a cazar, serías presa fácil de cualquier pelagato al que te enfrentes, no estas en armonía, es más, buscas la muerte, así que si me lo pienso mejor, no es buena idea de que vayas conmigo a cazar, y parece que no estás...- se detiene y lo jala del brazo para que la quede mirando - en una misión, de hecho se rumorea que has... desertado, ¿que pasó Kendall?- le pregunta colocando sus manos en los hombros de él, sonriendo suavemente, ya dejando esa coquetería propia de ella, sino mostrándose más bien suave -¿que te pasó Kendall, pareces perdido, ido, y me asusta, nunca te he visto así - se muerde el labio inferior, esperando realmente que le hable, y que le cuente que le pasa.
Invitado- Invitado
» Un poco de Paz {privado}
» Hurricane {Privado}
» Temptation [Privado]
» Asleep {Privado}
:: El mundo Antes de Los Portales :: Ciudad de New York, antes de 2014 :: Staten Island :: The Greenbelt
|
|