El Hijo del Ragabash (Priv. Sarah Pharaohn)

En algun punto del parque Wolfe´s Pond

7 de Mayo del 2014

00.35 am

Vuelve el hijo prodigo a su hogar... a pisar las tierras de los que podia llamar ironicamente sus hermanos, aunque sabia que esos territorios perrunos no siempre les podia llamar sencillamente un hogar. Era un caminante errante y sin hogar, un nomada entre la bruma de aquella noche de primavera, la media luna se posaba entre ligeras nuves en el firmamento yo yo como un infame retornaba luego de haber entrado a los territorios humanos con una facilidad que cualquiera de estas abominaciones querria hacer.

Ya habia cumplido con la tarea del dia, envie el telegrama con destino a la CIA y tome un camino alternativo para rodear State Island con tal de llegar por el sur, me encontre de frente con este paisaje e improvisados bosques donde de vez en cuando se podia escuchar el canto de alguna lechuza que se haya ido de caza a esas alturas de la noche...

Era tipico saber por las pisadas que los centinelas Crotanos solian dar rondas por el lugar, y mi plan estaba dando resultado, nada parecia salir de su lugar, no parecia haber imprevistos, me limpiaba las manos ensangrentadas entre tronco y tronco, no hace mucho cargaba una encomienda con 10 cabezas humanas adentro, la sangre suele filtrarse y escurrirse con rapidez, de verdad lo hacia para limpiarme, y dejar un deliberado rastro...

Y tal como supuse, unas pisadas rapidas se acercaron a metros detras de mi y apenas gire mi infame rostro para ver quien se aproximaba con ese ritmo...

-Identificate forastero!!

Vaya... era un joven crotano, habia olfateado la sangre humana, pense que los centinelas mas viejos vendrian al encuentro, es una verdadera lastima acabar con vidas tan jovenes hoy en dia... las brisas heladas y los susurros comenzaron a gobernar en una angustia al joven centinela cuando comence a girarme a su encuentro de brazos abiertos, mientras mi gabardina se batia al viento.

-Sabes perfectamente quien soy Jack... se que tuviste que matar a un pequeño licantropo de tan solo 12 añitos cuando los cerberos infernales lo acorralaron esa noche en la zona oscura... eso les paso por traviesos... sabenque los demonios rondan a estas horas, y tuviste que sacrificar al niño para que no sufriera Jack... eso es triste...

-c...como... como sabes todo eso idiota?? Grrrrrr... *comienza a gruñir*

-Se muchas cosas Jack... las almas me lo cuentan todo... y me dicen de que es hora de que te reunas con el pequeño...

En un abrir y cerrar de ojos mis cuencas eran tan negras como el abismo del infierno, mis ojos eran cuencas vacias, y mis fauces eran dientes aserrados como tiburon que se avalanzaron rodeado de una niebla color purpura sobre el joven licano. Solo basto una estocada con las enormes garras sobre su estomago para partirle la coyuntura y asi el torax en dos mientras la sangre chorreaba en una grotesca explosion...

-Laralaa... laraliii laralaaa...

Canturreaba mientras veia el cuerpo del joven licano partido en dos y bastante frio, la mano se me tiñio de morado por tanta sangre acumulada, y sobre el piso comence a escribir una pequeña leyenda en sangre...

-Cerdos Crotanos!!... State Island es nuestro... Garras Rojas...

Y suspiraba con algarabia, sabia que mi trabajo habia terminado mientras reia en carcajadas bastante ligeras, estaba seguro de que en esos instantes de delirio nadie me estaba espiando al menos, ningun testigo... sin embargo, debia apresurarme, ya que pronto el resto de los centinelas notaria la usencia de uno de los suyos, por lo que luego comence a levantarme del piso reincorporandome lentamente.

-Tal como decian los Romanos "Divide e Impera" jejejeje.. *sacudiendose la mano ensangrentada*

El sonido de sus botas rebotando contra el suelo, entre las pajas y hojas secas al bajar de un árbol demasiado alto. En un salto ruidoso, provocó que algunas aves nocturnas que estaban alrededor alzaran vuelo ante el impacto producido. Se enderezó completamente tirando de sus cabellos rubios hacia su espalda, mirando a su alrededor entre la acumulada cantidad de arboles, vigilando alguna presencia aparte que de su propia sombra entre la oscuridad de la que no era capaz de confiar.

Pasó saliva despacio llevando su mano derecha hacia su espalda para comprobar que su ballesta estuviera en su lugar, exactamente cargada y preparada para atacar con un ágil movimiento. Su vestimenta era bastante rustica; cuero negro, ajustado, cubriendo gran parte de su cuerpo y algunos correas, donde colgaban algunas navajas de plata, la daga del demonio especial en su cintura, una arma externa a la que llevaba en su mano, cargada con algunas balas de plata, otros objetos necesarios religiosos para casos especiales que colgaban en su pequeño bolso de su hombro, demasiado ligero para moverse con facilidad ante el ataque del que deba enfrentar, además del colgante de estrella de plata en puntas de su cuello.

Se había metido en una zona altamente riesgosa, donde no iba a encontrarse más que simples humanos como ella. ¡No! Precisamente Wolfe's Pond Park, por su características peculiares y con la situación en que se encontraba todo New York, lo que iba a encontrar allí era peor que los propios vampiros.

Demoniacos fríos del infierno

Pensó con repulsión.

Los lobos eran otra calaña de la cual no tenía que subestimar en ningún momento, fieras de luna llena que perdían el control o parte de ello, en sus trasformaciones espantosas. Un solo rasguño de esas bestías, en un descuido y podría ser uno de ellos.

Antonn

Lo nombró en sus pensamientos recordando por unos fugaces segundos lo que sucedió hace muchos años atrás en su infancia, mientras con la mandíbula apretada y su mirada gélida se dirigía a pasos cautelosos y seguros ante lo que observó minutos atrás a una distancia considerable.

Sarah no tenía dones especiales como algunos humanos que ahora consideraban una amenaza de nivel alto pero al mismo tiempo seres a proteger, los que con su habilidad especial percibían cuando era un humano y cuando no lo era.

Espiritistas

Masculló y volvió a tragar saliva.

Pero la experiencia de combate con alguna bestias le prepararon un olfato infalible para detectarlos como si fuese un radar; los vampiros frios y pálidos más que todo tenía algo más que los hacía fáciles de detectar, pero un licántropo era de temer, podrían confundirla hasta cierto punto, pero a estas alturas para ella todo se consideraban sus enemigos.
La zona que pisaba era precisamente la cueva de seguramente alguna de las reservas de todos los licántropos que se concentraban en este territorio. Cualquiera diría que era una loca para aventurarse a esa zona.

Jah, no estaba loca para hacerlo meramente por diversión, lo que la llevó precisamente ahí, fue Logan Conterbort, un adolecente de 17 años, precisamente se encontraba en una edad de rebeldía. Específicamente el chico problema que le gustaba meterse en lios, hacer lo que malditamente le daba la gana. Aquel niño que rescató de uno de los edificios abandonados de lo que alguna vez fue Manhathan. Estaba en su custodia, se lo había prometido a la madre del adolescente en unos minutos antes de que dejara un último suspiro en este mundo podrido de plagas. Él adolescente se le había escapado de su alegada protección con el propósito de morirse en manos de cualquier impetuosa bestia con ánimos de saciar su apetito. Entendía que el adolescente estaba deprimido y meramente trastornado psicológicamente, no lo culpaba, pero no debía ser tan estúpido para querer buscar la muerte, pasó por una situación espantosa de eso Sarah sabía perfectamente. Por lo que siempre estuvo vigilándole pero había confiado demasiado en el joven, se había ganado su confianza que hasta a la propia Luana fue parte de su burla. Se le había escapado y le siguió el rastro, estuvo casi pisando sus talones pero el muchacho fue astuto, un grupo de licántropos específicamente merodeando entre los bosques le hicieron perder el rastro. Claro que lo eran…

Ella no saldría de allí hasta dar con el adolescente, si era necesario movería cielo y tierra para encontrarlo…

Caminó deprisa entre el espeso bosque y ante la sorpresa de una carcajada retrocedió, era demasiado tarde estaba a tan solo diez metros a las espaldas de un hombre alto, vestido con una gabardina oscura, un cadáver en el suelo.

Apretó los dientes con más fuerza y sus puños se cerraron entorno sus manos.

Logan

Susurró con dolor al mirar al suelo, levantó la mirada hacia la espalda del hombre que empezaba a moverse para dirigir su camino.

Maldito

Masculló, preparando su brazo para apuntarlo con una bala directa al corazón, pero se detuvo en cuanto se apartó el hombre. El cadáver en el suelo, con su cuerpo separado en dos, no pertenecían al adolescente.

En su pecho se instaló un astibo de alivio pero la ira recorrió por sus venas.

¿A quien precisamente mató este maldito?

Se preguntó mentalmente, ocultándose entre el tronco. No iba estar detrás de allí por mucho tiempo, no era cobarde. Lo apuntó con su arma rápidamente mientras que una fina capa de sudor cubrió su rostro.

¿Y si era uno de ellos mismos? ¿Otro de su manada? ¿Para que demonios me voy a meter en temas que no me importan?

¿Lo voy a dejar ir?

¡No! De ninguna manera, el puede encontrar a Logan antes que yo lo haga.

Todas aquellas palabras cruzaban con rapidez por su mente.

-Se que no es bueno atacar por la espalda pero en este mundo las reglas me valen – sus palabras fueron soltadas después de que Sarah lanzara con fuerza y tiro directo hacia el omóplato derecho casi cerca del corazón del hombre, un disparo certero, la bala de plata se disparó silenciosa ante el artefacto colocado en la punta del arma con una velocidad monstruosa. Si era un licántropo como ella lo sospechaba, percibiría el peligro y la bala lograría rasgar su brazo ante el movimiento de defensa, pero no le importaba estaba preparada para disparar con más.

Seguia canturreando por lo bajo mientras recorria lentamente y a paso firme las lomas que se encontraban mas adelante, intentando ocultar mi mano ensangrentada con la sangre ajena de un hermano licano caido... era una lastima para mi pensar en lo macabro que fui, pero como se dice en el budismo, a veces la felicidad pequeña se debe sacrificar por una felicidad mayor, espero que su familia lo entienda a final de cuentas.

Yo por mi parte debia comprender que debia desaparecer de esos territorios tan pronto como fuera posible, ya que el resto de la cuadrilla de centinelas notara en algun minuto que alguien falta en su grupo y es ahi cuando la gran sorpresa se avecina...

Estaba tan embriagado en mis propios analisis mentales que no me habia percatado de mi alrededor, apenas deje de divagar cuando los susurros infernales me agobiaban nuevamente, me hacian agitarme, escuchaba esas mismas voces sufriendo en el fuego del averno, las suplicas y congojos que me hacian sudar la frente en un delirio bastante demencial, apoye una de mis manos sobre el tronco de un arbol para detener estas sensaciones que me azotaban por dentro cuando senti a lo lejos el crujido de un par de ramas, mi oido se movio por instinto y luego el aire que se iba cortando rapidamente me hizo reaccionar, me voltee en menos de un par de segundos hacia mi izquierda notando la rafaga a quema ropa de un proyectil de plata que termino de impactar sobre las hojas de una de las lomas unos metros mas adelante.

-Maldicion!!

Era una bala percutada con silenciador, quien quiera que fuera estuviera intentando darme caza, aunque en una fraccion de segundo y pensandolo bien un cazador en territorio de Lobos era un acto suicida, no podia concebirlo sencillamente, comence a escalar entonces a traves del tronco mas cercano en direccion hacia la copa de los arboles frondosos, ocultandome entre las sombras de las hojas mientras mis pupilas se volvian doradas, sabia que el individuo que disparo estaba a mis espaldas, y debia desviarle el blanco para descubrir quien realmente esta disparando, solo deseaba que no se me derramara ninguna gota de sangre mientras permanecia en silencio, esperando al menos que se asomara, mientras gruñia por lo bajo producto de la adrenalina de tan subito ataque...

-Grrrrrreeeaaarrrr...

La bala impactó directamente con otro blanco, el sonido fue bastante fuerte, imposible que pase desapercibido.

Sarah maldijo por lo bajo ante la facilidad con la que él hombre se movió, confirmando acertadamente que se trataba de un licántropo y uno altamente astuto. Aún oculta detrás del tronco, se apoyó sobre el mismo, llevó su arma a la altura de su cabeza, observando como el individuo escaló el tronco perdiéndose seguramente entre las copas de los árboles. No tuvo oportunidad de disparar por segunda vez y eso la frustró al límite.

¿Pero qué estaba haciendo? ¿estaba huyendo como niño asustado?

¿Le habría herido? ¡ No! Por supuesto que no lo hirió.


Ella no tenía la certeza, pero para que el lobo haya subido al árbol, no sufrió impacto mayor y eso ella lo supuso en el momento que lanzó la primera bala.

Tragó saliva.

Había sangre regada en el terreno que pisó aquel hombre, giró su cabeza hacia donde se encontraba el cadáver, podía ser del cuerpo.
No podía dar marcha atrás, lo atacó y tendría que darle muerte. Aunque de esta podría ser probable que no saliera ilesa.

¿Qué tramaba el hombre?

Pensó analíticamente.

Sacó una botella de cristal colocando un pañuelo dentro de ella dejando un tramo fuera de la punta, bañada en kerex. Un frasquito que con suerte llevaba de reserva.

Sarah salió del tronco con pasos precipitados, exponiéndose ante los que fueran los ojos de su oponente. Sea como sea, él estando literalmente sobre su cabeza, aquello para él tenía sus ventajas a diferencia de Sarah quien pisaba terrero, pero no le duraría por mucho.

Las ramas no soportarían mayor peso por mucho tiempo. Por lo que sino bajaba por las buenas, lo obligaría hacerlo por las malas.

-Eres bastante escurridizo ¿estás esperando una invitación formal para salir?- habló con un tono de voz bastante firme y alta para que el adversario la escuchara, manteniendo la mirada en el frente.

Estaba plenamente alerta de que él a esas alturas la había visto. No escuchó movimiento alguno pero una gota de sangre descender sobre su la tela de cuero de su hombro, retrocedió alerta, estaba subestimando a su oponente y esa no era buena señal.

Lanzó la botella con fuerza a dirección del centro de la copa del árbol donde suponía estaba el hombre y antes que llegara al punto exacto disparó con su arma, el contacto de la bala de y la botella de cristal con el pañuelo bañado en kerex, provocó un estallido fuerte, expandiendo su fuego y arrasando con todo lo que tocara. El fuego ardió gran parte de las ramas y hojas de la copa del árbol donde estaba el individuo, obligándolo a que bajara sabiendo que él no sufriría daño pero si forzándolo a dejar su escondite si no saltaba antes que llegara a tocarle el fuego.

Supongo que debieron de haber pasado unos pocos segundos desde que escale el tronco de aquel arbol, incluso se me paso por la mente saltar a la otra copa del arbol siguiente pero eso seria un movimiento bastante predecible, mi presencia al menos ya la camufle entre las ramas cuando volteaba mi ceño fruncido a revisar el hombro derecho, y note que paenas una linea de polvora se demarcaba en mi gabardina, polvora quemada en el trayecto de aquella bala y que dejo una estela ardiente sobre mi gabardina desgastada, mas no tenia ninguna herida superficial, fue un buen consuelo...

Aun asi me sentia bastante molesto y gire mi rostro evocando un sutil gruñido al revelar mis fauces a contraluz nocturna, los caninos estaban bastante puntiagudos cuando el tono grave de aquellos gruñidos eran similares a una bestia infernal a medida que la figura del atacante se iba acercando paulatinamente, mis pupilas doradas le comenzaron a contemplar la figura femenina contorneada que le demarcaban las caderas y el traje de cuerina que le daba cierto toque sensual a la luz de la luna amagada por las ramas sucecivas de cada arbol...

-Vaya..vaya... es una cazadora...

Ladeaba el rostro mientras me vibraba el torax con cada sutil gruñido al ver a la estilizada mujer de rubios cabellos acercarse mientras cargaba un arma con silenciador en una mano y una pequeña botella en el otro, sospeche que querria sacarme de aqui arriba a la mala por que cubri mi rostro con el antebrazo al fijar mi mirada sobre sus claros orbes y las delicadas facciones niveas de su rostro, una descendencia caucasica y exhotica que llama la atencion de cualquier inmortal incluso del mio. Me habia distraido lo suficiente cuando note que lanzo la pequeña botellita al aire en una fraccion de segundo mientras aun contenia mi rostro cubierto, y de un certero disparo la revento en mil pedazos mientras el contenido comenzaba a inflamarse en una gran llamarada que pulverizo un monton de hojas y ramas a su paso... era kerex.. el viejo truco militar de dispersion, ahogando un poco al blanco para hacerlo salir, en ese segundo donde la llamarada se expandia salte hasta la otra copa y como si una bruma negra me escoltara cai a las espaldas de la bella cazadora mientras la espalda se me inflamaba en algunas llamas que me habian alcanzado el cuerpo.

Rugi con una potencia grave que podia escucharse a kilometros a la redonda, lo suficiente para llamar la atencion de la chica que tal como supuse, se giro apuntandole, asi atrape el cañon del silenciador para apartar la trayectoria y con la mano derecha le tome del cuello mientras le impactaba la espalda en un tronco cercano a medida que las flamas seguian expandiendose sobre mi espalda. Lnace lejos el arma que le habia arrebatado mientras mi manzana de adan comenzaba a vibrar cuando acercaba mi boca hacia la suya demarcada por un labial color carmesi, boca cuyos colmillos aserrados como las fauces de un tiburon en tonos amarillentos y verdosos se hacian notar mientras expelia el aliento helado en una sutil rafaga de humo, y los ojos oscuros como cuencas abismales se acercaban para mirarle su ruborizado rostro por el esfuerzo que hacia al respirar cuando la sostenia de su femenino cuello...

-Vaya... que tenemos aqui??....

El aspecto demoniaco de mi rostro se hacia evidente con las flamas que se albergaban en mi espalda producto de la explosion anterior y lentamente mi expresion iba cambiando y los colmillos iban desapareciendo para observarla con una mirada lupica de pupilas doradas mientras le sonreia dejando entrever unos puntiagudos caninos entre mis infames labios al presionarle el cuello un poco mas con intenciones de inmovilizarla o... extrangularla...

-Acaso no sabes que por las noches te puedes encontrar con el Diablo, cariño???...

El estrepitoso sonido a las espaldas de Sarah llamó su atención girándose sobre sus talones rápidamente, el sujeto no le dio opción de actuar a libertad puesto que la forzó aferrándola bruscamente con el primer tronco cercano, su espalda rebotó ante el impacto, sus ojos camaleónicos enfocaron la oscura mirada de su oponente con ira contenida.

Las tocas manos del licano rodearon el cuello de Sarah con una fuerza brutal donde parecía que estaba por cortarle la respiración. Apenas pudo darse cuenta de que su arma ya no se encontraba en su mano pero eso no la hizo sentirse vulnerable. Como cazadora debía siempre tener un segundo plan en mente cuando las cosas se ponían turbias.

Lentamente el licano mostraba sus colmillos en una sonrisa victoriosa buscando intimidarla. Sarah se mantuvo seria, con la mirada fija y gélida en su oponente haciéndole notar que no le tenía miedo alguno, si algo aprendió en el pasado; es que jamás debía mostrarse débil aunque estuviera muriendo en las manos de su enemigo.

El aliento del hombre inundó sus fosas nasales y por unos segundos la marearon, la cercanía de su rostro le recordaron a Anton y la forma en como murió, aumentaron su valentía. Antes que el terminara por ahorcarla pensó rápidamente como quitárselo de encima.

El dardo

Recordó cuando Luana le había preparado uno por si las cosas se salían de control. Pero hacerlo era precipitado, pero a esas alturas ya había llegado lejos con el hombre, podría ser que él tuviera intenciones de matarla.

-¿Cariño?- arqueó la ceja derecha aun a pesar de estar siendo casi asfixiada pudo articular palabra – Eso está por verse – le sonrió entre dientes mientras en un ágil movimiento con rapidez, su rodilla derecha golpeó fuertemente su entre pierna y en el mismo momento que el hombre receptaba el dolor natural.

Sacó a velocidad un dardo con somnífero que estaba depositado entre las correas de su cintura, incrustándoselo en el cuello sin que el tuviera opción de reaccionar. El hombre estuvo tan concentrado y confiado en que inmovilizándola por el cuello la tenía acorralada, pero había ignorado erróneamente que Sarah estaba literalmente bañada en plata, inclusive que de su cuello colgaba una estrella en puntas, algo que a cualquier Licano por lógica siempre tiene presente.

-Tranquilo, solo he sedado una parte de tu cuerpo por unos treinta minhutos, puedes hablar y respirar con libertad, mas vale tenerte inmóvil que con la libertad a atacarme- le sonrió mordaz .

- ¿Entonces tengo que temerle al diablo? – miró a su alrededor localizando con la mirada su arma.[b]

En un abrir y cerrar de ojos todo fue vertiginoso, apenas senti que la chica ponia resistencia por evidente logica mas no me habia inmutado ante su impronta hasta que una de sus rodillas me impacto la ingle con vehemencia, tuve que soltarle el cuello sin remedio, a veces la sensibilidad masculina de aquella area es una debilidad que ni los peores demonios podran reforzar, y asi me tambaleaba mientras exclame un expontaneo y estruendoso rugido al sentir ese impacto.

-Hija de p--

Apenas murmure entre dientes cuando senti un fuerte clavado en el cuello lo que me saco de quicio. volvi a rugir aun mas fuerte, tanto que algunas hojas y ramas se desprendieron de los arboles para caer por doquier. Me quite el objeto del cuello con algo de violencia mientras tenia el rostro enrojecido y venoso, con los colmillos aserrados y la mirada oscura, me percate que tenia un dardo entre mis manos...

-Maldicion...

Me meti entre los arbustos para alejarme del lugar a medida que las piernas no parecian responderme, y las rodillas comenzaron a arrastrarse a unos metros de distancia, debia pensar rapido... mientras me temblaban las manos busque en los bolsillos de mi gabardina un par de clavos negros ensangrentados y los lance al piso cuando parecia balbucear...

-Anubarak....ghh...exiliae... az....azazel...


Exhalaba mientras caia mi cuerpo sobre los clavos como si fuera un pesado bulto, ya el sedante estaba haciendo efecto y me encontraba bastante incomodo, asi senti sus femeninos pasos acercarse para rodearme mientras evocaba alguno que otro gruñido y luego comence a soltar alguna que otra carcajada siniestra.

-Cielos... esto es bastante divertido... yo pensaba hacer esto de la forma que lo hacen los chicos de hoy, invitarte a una cita bien entretenida.... y luego, quizas un buen revolcon para que no me olvides cariño...

Aun mantenia una sonrisa maliciosa sobre el rostro cuando ella parecia preguntarme por el Diablo. Y agitadamente intentaba responder a su provocativa consulta.

-Eso deberias saberlo tu.... nunca sabes cuando corrompera tus convicciones o... de verdad... te pondra una trampa jejejeje


Comenzaron a sentirse y escucharse en el ambiente una serie de aullidos desde los
distintos puntos cardinales de aquel bosque y quebrazon de ramas que iban y venian, bultos grotescos y gigantes con bastante pelaje a contraluz parecian avalanzarse, algunos caminando de manera simiesca y otros en cuatro patas, los ojos color blanco resaltaban sobre la oscuridad y al asomarse a los halos de luz de la luna se revelaban sus fauces Lupicas y bastante amenazantes, era una manada que parecia rodear aquel perimetro y se acercaba a ellos...

-Lo ves preciosa?? jejeje... no me costara nada decirles que tuviste el descaro de matar a un joven licano y partirlo en dos con tu cuchillo que llevas colgando en tu segunda correa, no me tomo mucho tiempo mancharlo con la sangre del pobre Jack mientras te sostenia en aquel tronco, te imaginas si esas veinte bestias olfatean esa sangre y sacan sus propias conclusiones?? jejejeje... me pregunto a quien le creerian mas?? a una cazadora, o a alguien de su propio clan... hahahahaha... puedes ser demasiado habilidosa, pero con toda una manada a la vez puedes terminar destrozada... hahahahahaha

Lanzaba carcajadas demenciales al contemplar la mirada de sus claros orbes algo molesta de la chica, parece algo sorprendida y eso me volvia mas agasajado mientras parecia buscar su arma entre la malesa.

-Claro... puedo ofrecerte un trato... yo puedo sacarte de aqui facilmente pero... debes procurar que me mantenga sano y salvo, dejandome con vida... debe ser dificil dejar asi a un blanco, pero es la vida tuya o tus convicciones... ya ves?? tienes apenas un minuto para decidir... y yo puedo confiar en tus capacidades negociantes y sacarte antes de que lleguen aqui... Sarah...


Sonreia un poco mas tranquilo cuando los susurros fantasmagoricos comenzaron a repletar el ambiente como si el aire se volviera denso e insoportable a medida que mis pupilas doradas brillaban al clavarle la mirada sobre sus claros ojos evocando una sonrisa maliciosa y siniestra.

La abrupta sugerencia del licántropo le hizo analizar rápidamente los movimientos que hace pocos minutos empleó con aquellos clavos sacados de su gabardina y junto a ello un idioma que solo los lobos entre sí conocían.

¿Era eso? O ¿Qué más los traería a ellos?

Cuando Sarah se mezcló en el territorio de los lobos a los inicios de sus tierras, se tropezó con un grupo de ellos perdiendo por completo el rastro de Logan. Sin embargo jamás se percataron de su presencia tomando un camino diferente.

¿Este hombre los había llamado? ¿Qué rayos estaba pensando?

El estrepitoso ruido de lejos en cuanto a las sacudidas de los árboles junto a los aullidos no la amedrantaron, si era posible se enfrentaría a cuantos lobos hubiesen, lo que menos tenía Sarah era miedo a morir, sencillamente el miedo no cabía en su cabeza. Pero la razón por la que no podría permitirse a ponerse a jugar con unos cuantos perros era Logan. Ese adolecente por el cual se encontraba ahora tentada a pactar con su enemigo era lo que la hacía entrar en una batalla interna.

Sus fosas nasales inhalaban y exhalaban el olor indescriptible a lobo muy cerca y no es que ella tuviera alguna habilidad especial pero la evidencia a la realidad le hacían despertar su sexto sentido del peligro.
Tomó el arma rápidamente, observando al hombre desvalido en el suelo. Le sonrió mordaz.
─ Deja de delirar con citas casanova, jamás saldría con los enemigos a las que debo cazar, eso es una aberración a la humanidad. ─su sonrisa desapareció con rapidez cuando la cercanía en cuanto sus números problemas estaban por mostrar sus intenciones, pero sus ojos no contemplaba aún su presencia.

Se inclinó flexionando su rodilla derecha mientras su izquierda se apoyaba sobre la tierra colocándose frente al hombre quien estaba recibiendo los efectos del sedante muy rápidamente, tomándole del mentón firme para que no le quitara la mirada mientras hablara.

─No me creas tan estúpida, yo no hago tratos con los enemigos a los que debo matar, pero,para que me hagas esa propuesta es porque tienes miedo de correr con la misma suerte que yo, estoy segura que entre los licántropos, están divididos por clanes y esos no deben ser los tuyos─ arrastró las últimas palabras.

Observó detenidamente sus ojos dorados y la tensión marcada en su mandíbula.

─ Puedo matarte en estos momentos con mi arma en menos de un segundo ─guio el revolver hacia la sien del hombre─ luego puedo huir y en el camino si me alcanzan enfrentarme con esas bestias, hay muchas maneras aunque riesgosas para enfrentarlos. Sin embargo no puedo irme de aquí, debo encontrar a un niño que se mezcló en este territorio del cual perdí el rastro… es posible que lo hayas visto. Por eso aceptaré tu trato… bajo una condición pero antes…

Era astuto se había dado cuenta pero luego lo que más le llamó la atención era el haberla llamado por su nombre que hasta ese momento estaba olvidando.

─ ¿Cómo rayos sabes mi nombre? ─apretó los dientes clavándole la mirada ─ ¿Me conoces acaso? ─entrecerró los ojos, mirándole.

El lobo sonreia bastante provocativo a las actitudes determiantes e inquiebrantables a pesar de todo, que ella mostraba al mirarlo de esa manera tan cerca de su rostro, tomandolo del menton de esa forma, tenia una integridad y un temple bastante envidiable, se le volvia atractivo a esas alturas y solo se dedicaba a contemplarla, sobre todo cuando apunto su arma a la sien, no se inmuto en despegar las doradas pupilas de sus ojos color cielo...

-Veo que me has confundido...

Comentaba con cierta provocacion, en seguida la chica se puso tensa por el hecho de saber su nombre de manera practicamente incogniscible y expontanea, la desconcerto de tal manera que no se despego de el.

-Vamos por parte Sarah *sonrie* yo... en primer lugar, no soy tu enemigo cariño, asi que tus conjeturas respecto a lo que cazas estan totalmente equivocadas, en segundo lugar... *saca algo de Azufre de uno de sus bolsillos* en segundo lugar tu y yo somos personas sin miedo, los licanos son mis hermanos al fin y al cabo... y tu eres osada para venir aqui a buscar a ese niño... lamentablemente esto fue un mal entendido nada mas*en una leve agitacion vierte el azufre sobre los clavos negros* deberiamos comenzar de cero cariño... en tercer lugar, debes saber que no soy una presa, espero lo comprendas con el tiempo... *el paso y los rugidos por doquier se sienten bastante cerca, a unos metros*....como comprendo que eres muy habilidosa y talentosa, sin embargo no eres una chica superpoderosa para enfrentarte a todos mis hermanos *replica en un tono ironico* si necesitas ayuda simplemente quitame el sedante y te explicare como se que te llamas Sarah... por cierto, es un bonito nombre...

Comenzaba a reir a destajo, una carcajada siniestra repleto el ambiente cuando se podia divisar la silueta de numerosas bestias en forma de Crin rondar en un radio bastante amplio aquel bosque a medida que el tiempo se agotaba.

-Que esperas amor?? quitame el sedante antes de que no pueda ayudarte a encontrar a ese muchacho...

Las palabras del licantropo no la convencían del todo, Sarah tenía una leve impresión de que no debía confiar plenamente en él, era probable que el licantropo se las valiera de todo al verse a su merced.

Para eso meditó por unos segundos sus palabras y actuó rápidamente sin perder tiempo.

─ Basta que seas un licantropo, para considerarte mi enemigo ─ respondió mirándole con la ceja levantada, alejando la arma de la cabeza del hombre y guardándola en su cinturilla de correa. sus cejas se juntaron al ver lo que sacaba con sus manos ─ y no me considero superpoderosa, soy sencillamente Sarah. En cuanto al niño, es mi responsabilidad pero es algo que un sujeto como tú, nunca entenderías ─ se levantó

Sarah debía elegir la opción que le estaba dando el hombre no podía ponerse a vacilar, pero si él intentaba si quiera hacerle una mala jugada ella no dudaría dos veces en partirlo en pedazos.

─ Así que no piensas revelarme el hecho de como sabes mi nombre aún. Ese no era el trato, pero ya que los problemas están aproximándose ─ sacó una pequeña jeringa perfectamente protegida y cubierta entre un estuche negro de su bolsa, rapidamente lo regresó a su sitio y le adicionó el fluido del líquido en una pinchada rápida en la vena de su brazo derecho, después de haberse inclinado hacia el hombre, se levantó.

─ Por cierto tienes una risa bastante escandalosa , intentas intimidar porque a mi me causa risa ─ le sonrió ladina. Giró la muñeca de su reloj y el sonido de las jauría de las bestias se hacía más fuerte.

─ El sedante terminará su efecto en... 5,4,3,2,1... ─levantó la cabeza rápidamente hacia el hombre bajando el brazo, tomó su arma de nuevo revisando que esté con las balas suficientes ─ Veamos,que puedes hacer contra tus hermanos licanos ─ le lanzó otra arma de sus armas que estaban anexadas en su pierna izquierda ─ úsala bien ─ le advirtió con seriedad preparándose para lo que venía.

Lentamente las extremidades que senti estaban tullidas comenzaban a estirarse nuevamente, un alivio goberno mi cuerpo, tanto que asimile el sedante y el antidoto mezclandose en mi sangre como una perfecta danza natural cuando parecia gruñir y volver a levantarme nuevamente.

-Me encanta llegar acuerdos contigo cariño, ya veras que la mejor parte siempre llega despues...

Me puse en cuclillas cuando parecian acercarce raudos, la luna ya revelaba sus figuras de lobo avalanzarce casi a pocos metros, respirandoles el aliento, de manera sopresiva recibi una de las armas de la chica a lo que acepte amablemente y guarde en mi gabardina con total naturalidad.


-Guardemos un poco de balas linda, ahora demosle paso al... señor de las moscas!!!...

Se me fruncio grotescamente el ceño y eleve las cejas en una mueca bastante terrorifica y aque mis ojos volvieron a ponerse de un profundo color negro, horrendas cuencas vacias aparecieron en vez de pupilas y las fauces con tremendos colmillos aserrados y amarillentos evocaron unas palabras al viento como si fueran una maldicion.

-Anubarak exiliae Azazel Lupica Daemon!!!!


Una voz gutural y estremecedora abarco el lugar y los lobos que parecian acercarse sin misericordia lentamente iban desapareciendo en una nube negra y espesa que aparecio de entre los arboles camuflando sus cuerpos en aquella nube que se expandio por todo el lugar, me gire de inmediato para tomar a la chica por las espaldas y lanzarla al piso en fracciones de segundos mientras la nube se acercaba a nosotros, la nube compuesta por miles de moscas negras y monstruosas que en enjambre parecian nublar todo el lugar.

Luego de un instante alce la mirada y luego la volvi a enfocar bajo de mi cuerpo, estaba alli la cazadora que parecia algo desconcertada por lo ocurrido, apenas senrei y sacudi mi gabardina para levantarme lentamente.

-Observa...

Le dije, apuntando a mi alrededor, un paisaje gris, donde los arboles carecian de hojas y sobre el suelo los huesos de un monton de licantropos esparcidos alrededor con un olor pestilente a muerte, algunos mosquitos seguian posandose sobre sus costillas de manera grotezca y yo parecia tambalearme un poco por el esfuerzo espiritual realizado...

-Haaa... sera mejor que comencemos a movernos cariño... haa...haaa...

Cuando le había lanzado el arma le quedo mirando por unos breves momentos en cuanto la guardó como si fuera un objeto inservible al que le podría estorbar en plena escena de enfrentamiento.

¿Pero qué demonios estaba pensando?¿Pretendía luchar así? Eran muchos ¿Cómo rayos iba a deshacerse de ellos .


Seguramente era un insulto haber dudado de su fuerza al ofrecerle un arma pensó Sarah
Dejó de mirarlo y rápidamente elevó su arma hacia a la altura de su cabeza, no prestó mucha atención a qué se refería con el señor de las moscas solo hasta cuando una oración volvió a ser invocada por los labios del hombre en ese idioma tan extraño que le era imposible descifrar, desvió la mirada hacia el licano mientras se ponía en guardia.

Su rostro se trasformó en una figura macabra y ahí es donde todo sucedió tan rápido. Primero una nube negra provocando un sonido extraño desvanecía a los lobos como arena y luego ella fue empujada al suelo antes de ser siquiera tocada por unos centenares de moscas abominables como si de una polilla se tratara.
La cara de Sarah se desfiguró de horror y repugnancia, su ceño fruncido junto con su nariz trató de no respirar un aire contaminante por otra lado estaba asombrada en demasía.

¿Cómo demonios había logrado traer a tantas moscas? Eso no era normal ¿qué clase de especie era el licano que estaba casi encima de ella?


Cuando el hombre se había movido le dio libertad entre el espacio que había en los dos para observar como si una plaga de malaria hubiera matado toda la madre naturaleza, como si una parte del infierno abrazara con hambre insaciable la poca vegetación dejando un ambiente en sequía y cadáveres de los animales de la luna terminados en consumirse a cenizas entres las calaveras gigantes y blanquecinas.

Llevó la mano a su boca sin poder evitar sentir un estrago de repugnancia, enfocó la mirada camaleónica en los ojos oscuros del individuo, mostrando debilidad ante el esfuerzo que tuvo que valerse para terminar con eso.

¿y si era un truco?

Se levantó observando al hombre que parecía mostrarse débil y guardó su arma. Iba contra su moral brindarle la mano a uno de los seres que le juró exterminación. Estaba por entrar a una lucha de su yo interno y sus convicciones entre lo bueno y lo mano.
El licano enfrente de ella sabía alguna clase de magia oscura o algo relacionado a ellos,, porque no cualquiera abriría tan espectáculo.

Estiró la mano hacia el suelo donde se encontraba el lobo, en su rostro había decisión.

- ¿De dónde has aprendido hacer eso? – le presionó mientras buscó su mano –¡ Levántate! – esperó que el se apoyara de su mano .

Si bien, convocar a un señor del infierno era motivo de anulacion total, tenia suerte de tener conmigo una naturaleza licana que hizo que resistiera un ritual conciso de tal envergadura, mucho tiempo los espiritistas fueron considerados vulnerables pero se confundia con una etiqueta de debilidad, al ver que un licano especialista en espiritismo demonologico era practicamente una blasfemia andante. Una blasfemia que sorprendio a la cazadora que parecia desconcertada al reincorporarse y observar el lugar.

-haaa... te adverti....haaaa... que no me tomaras a la ligera cariño... haaa...

Ella parecia extenderme la mano, y yo no dude en entregarle la mia para reincorporar lentamente mis fuerzas mientras tomaba los clavos del piso y los depositaba en un bolsillo de mi gabardina.

-Es un maleficio que durara poco tiempo... debemos movernos a un lugar seguro...haaa

Apuntaba hacia un sector hacia el norte de aquel territorio para comenzar a caminar a paso lento mientras sacudia la gabardina dandole menor importancia al hecho, alli escuche la duda de la muchacha que aun parecia perseguir mis oscuros ojos con su mirada color cielo.

-Soy una caja de sorpresas primor... estas maldiciones me tomo aprenderlas durante muchos siglos *sonrie dejando entrever los caninos entre los labios*

Sarah le sonrió mordaz al escucharle presumir su habilidad. Aquella que no era partidaria de cualquiera aplicada. Sabía bien que el hombre manejaba un poder especial y eso pudo descifrarlo al analizarlo cuidadosamente.

- No alardes tanto., recuerda que aún estás débil y estás bajo mi merced- le sonrió maliciosa.

Le ayudó a levantar tomando un fuerte impulso he hizo que su cuerpo se recargara sobre ella, colocando su brazo derecho sobre el hombro de Sarah, le sujetó de la cintura y su mirada fue guiada hacia la dirección que le proporcionaba el lobo. Ella se dio una mirada a sus atuendos y observó que todo estaba en su lugar más aún el colgante de plata que podía claramente provocar un efecto en el lobo que sostenía con fuerza.

- Sigamos tu camino y espero no sea el equivocado - le advirtió fijando la mirada con la ceja enarcada por una milesisma de segundos. Caminó a pasos seguros pero lentos debido a la la poca energía que tenía el lobo.

¿Realmente estaba haciendo bien? ¿por qué no le mataba? Su lado cazador y sus pensamientos precarios la asediaban. No era correcto hacerlo, después de todo le debía en algo. Esfumó esos pensamientos, sin dejar de observar el camino a medida que se alejaban de la malesas asquerosa que se presenciaba y respiraba, añadió ya estando bastante lejos de la escena ocurrida anteriormente.

- Tu poder me es muy similar a lo que algunos humanos poseen... - le miró analizadamente mientras seguían caminando, hasta que terminaron por alejarse de esa zona y llegar a algo que parecía un lago. Le hizo sentarse sobre una roca. Se alejó de él después de lo hecho para liberar el peso de su maletín y ballesta sobre la tierra para sentarse sobre otra roca enfrente. Le hizo una seña con la mano hacia el agua que había en el lago

- Adelante bebe si es que tienes sed.... luego Necesito hacer algunas preguntas- le mencionó

La chica me cargo unos kilometros al sur, unas napas subterraneas desenvocaban en un modesto lago cuya luz de luna se reflejaba en las ligeras ondas que se le demarcaan en la superficie, alli aquellos tubos de esas napas que transportaban algo de agua potable cuyas fuentes se remitian a la devastada Zona Cero formaban una pequeña cepa bebestible que no dude en utilizar para saciar mi propia sed tan pornto como fuera posible agachandome entre los arbustos y beber a destajo mientras una sonrisa se me dibujaba cuando los colores ya me adornaron el rostro una vez mas.

-Haaa... perfecto, justo lo que el medico me recomendaba...

Volvi a sentarme en aquella roca mientras gozaba del relajo del momento y evocaba una profunda exhalacion cuando aun me goteaba un poco la barbilla con esa falta de modales bastante caracteristica.

-Este lugar esta perfecto para una entrevista personal, creeme que contestare tanto como me sea posible...

Ladeaba un poco el rostro con aquella sonrisa infame que siempre tenia la costumbre de dibujarse en mis facciones y le quede observando, clavandole directo la mirada a sus claros ojos brillantes como si empezara a escarbarle la mente muy despacio...