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Tras el festival |
Fue un mes de locura, el que transcurrió luego del Festival de Invierno, luego de los cepelios de las víctimas, el poder quedó en las manos del Gobernador, Everett Goodweatherm tendría el control total sobre la ciudad, pero Azuka había logrado parte de su objetivo: Los rumores de que el gobierno de Washington ya no estaba tan convencido de compartir el poder con los vampiros; la situación se estaba saliendo de manos, y los cainitas y garras rojas parecían estar ganando la partida. Pero ninguno de los artífices de la destrucción, pensaron que los berkeser se volverían un problema para todos, porque los vampiros que no fueron asesinado por ellos, se transformaron en berkeser, que se han transformado en una manada que deambula por las alcantarillas atacando a quien se les enfrente o quien esté en su menú del día. Humanos y Vampiros ya no tenían una alianza tan sólida como antes, y las desconfianzas estaban surgiendo. Mientras que en medio quedaban los licanos, o por lo menos, parte de ellos, Fenrir y Fianna, pero quien padeció la peor parte fueron los Fenrir que en el atentado perdieron a su líder, del que jamás encontraron el cuerpo. Quedaría en manos del nuevo líder de los Fenrir y de Gissiel Earhart, determinar el destino de su clan y tradiciones, pero entre los licanos, se sabía la atrocidad cometida por las Garras Rojas, comandados por Arthur Redclaw, que se habían vuelto muy fuertes. Por su parte, los rebeldes, el pequeño grupo de disidentes ya no parecían estar tan solos en su lucha, el gobierno de Washington los contactaría extra oficialmente para conseguir sus fines: controlar la ciudad, de una o de otra manera. Etienne LeBlanc, tendría que decidir.. |
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Meses | OUTLINE |
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Occultus (Libre)
Occultus (Libre)
Camino lentamente entre los escombros del santuario destruido, las imágenes cubiertas de ceniza y polvo, aun parecían observar críticamente a los intrusos, sus ojos sacros contenían una condena que hubiera esperado lo quemará hasta convertirse en cenizas, pero ese sitio había sido despojado del poder de “Dios” allí sólo había obscuridad y un perceptible vestigio de maldad flotando permanentemente en el ambiente.
Se trepo hasta el pulpito de un salto, allí reposando sobre la madera ennegrecida había una biblia abierta, sus hojas estaban quemadas, pero aun se podía distinguir algunas palabras, paso sus dedos sobre las hojas, como si las acariciara, pero sin llegar a tocarlas realmente. Un desgarrador grito retumbo en su mente “¡DUMNEZEU!” haciendo que retrocediera de inmediato y frunciera el seño molesto.
- Aceasta nu este casa lui Dumnezeu (Esta no es la casa de Dios) – sonrio mientras sus pensamientos volvían a centrarse, no era momento para undirse en recuerdos inutiles, menos aun en los adquiridos como mortal – Tumbo de una patada lo que quedaba del pulpito revelando un hueco bajo este, sobre el cual se inclino escudriñando con sus sobrenaturales ojos el obscuro espacio.
Finalmente introdujo una de sus manos extrayendo de alli lo que parecia ser una caja de madera, cubierta totalmente por angeles tallados en actitudes fieras. Solto una carcajada triunfal al verse recompensado por los riesgos tomados al infiltrarse en ese territorio tomado por demonios.
Aunque habían perdido protagonismo, la orden eclesiástica seguía siendo una fuerza a tenerse en cuenta, muchos tendían a subestimar este factor pensando que pasaban el día orando y elevando alabanzas a un Dios indiferente, pero para quien ha vivido bastante y observado suficiente es imposible creer tales mentiras.
Con facilidad rompió el cerrojo, cosa que hubiese podido causarle problemas si las protecciones puestas en la misma siguiesen funcionando, pero allí ahora gobernaba el mal, la luz se hallaba vetada de ese trozo de New York. Dentro encontró una multitud de papeles bien cuidados, registros actualizados con nombres e información muy exacta, había al menos el nombre de cinco espiritistas, un numero generoso si se tenía en cuenta lo escasos que eran y lo bien que procuraban esconderse, obviamente la iglesia mantenía su ojo atento sobre aquellos que pudiesen detectar, los registros no mentían, había direcciones, anotaciones de sucesos de relevancia, incluso copias de registros médicos
- Amo a estos bastardos - declaro mientras devolvía los papeles a su sitio y guardaba cuidadosamente el cofre dentro de su gabardina de cachemira. Tener a resguardo esa información era el siguiente paso, aun si otros no sabrían darle el uso correcto a ese conocimiento, sin duda resultaría tentador para aquellos que conocen el poder de los espiritistas, tanto aquellos que proclamaban la necesidad de destruirlos, como aquellos que ansiaban usarlos en su propio beneficio.
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Re: Occultus (Libre)
Uno de esos exploradores, tal vez scouts durante su época de humanos, había hecho un descubrimiento particularmente útil. Pero a esos niños no se les debe dar mucha libertad, después piensan que la merecen o que es una especie de derecho, por eso debía ir ella misma a testificar la veracidad de los cuchicheos.
Era cierto: la iglesia estaba relativamente intacta, tal y como le había sido descrita. Archivos, papeles, debían de estar cerca.
Al llegar a su objetivo, la presencia de otro de los suyos se hizo imposible de ignorar. Rechinó los dientes, pues una lucha era el más plausible de los escenarios y Eleonora no era una guerrera; prefería el glacial tacto de un escalpelo, de un tubo de ensayo, el calor de un mechero, antes que una batalla sin sentido.
— Así que no soy la única que pensó en venir aquí —observó, acercándose cautelosamente; no para evitar ser vista, de seguro ya había sido más que notada, sino para evitar mostrarse como una busca-pleitos. La ceniza sirvió de algo, para variar, mostrándole los pasos que había hecho el extraño—. Y tampoco soy la única que vino con ese particular objetivo en mente —chasqueó la lengua, cruzándose de brazos y fingiendo indignación; en conjunto, todas estas acciones le hacían parecer una chiquilla—. Un sincero golpe a mi ego —suspiró, considerando desde ya todos los posibles escenarios y escapes, si es que esta charada no funcionaba; prever era un talento de ancianos.
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Re: Occultus (Libre)
En ese refugio, que era como me gustaba llamarlo, me daba cuenta de todas las energías negativas que sobrevolaban allá afuera y como iban entrando poco a poco al recinto sagrado que alguna vez estuvo cargado con fe y por ello fue un sitio seguro, ahora estaba más cerca del alcance de cualquiera con intenciones de entrar, cosa que ya muchos habían hecho dejando casi en ruinas al templo. Justo encima de mí la madera del suelo había sobrevivido a repetidos incendios de origen demoniaco pero quedado tan dañado que podía ver en ocasiones hacia arriba donde alguna vez estuvo el altar. Aquello era como mi mirilla particular pues alcanzaba a distinguir cuando Vladimir von Dunkel me visitabam después de todo él me había dado ese tipo de protección fortalecida por un pacto entre sus dotes de exorcista retirado del ordenamiento sacerdotal y los míos de espiritista, después de todo por ésto último mi cabeza tenía algún valor pero el vampiro me había dicho que muy difícilmente buscarían en la zona peligrosa como esa y más cuando supuestamente los militares resguardaban a los míos en su ciudadela. Cada cierto tiempo necesitaba reforzar el cículo en el que podía moverme sin miedo a ser vista por los espíritus mal intencionados pero por la creciente ola de maldad contenida en dicho lugar era menor el efecto de ese tipo de rituales. Ahora ya no estaba vigente.
Me encontraba caminando de un lado a otro mucho más ansiosa de lo normal, rezando un padre nuestro tras otro hasta que la rutina fue interrumpida por el sonido de un nuevo atentado con el inmueble sobre mi cabeza. Sobresaltada escuché un par de pasos... ¿de quién se trataba? Seguí desde abajo el suelo de la Iglesia hasta llegar a la tribuna sacerdotal en donde una sombra distorcionada entre los maderos parecía buscar algo.
-¿Vladimir?-susurré con voz ronca pero sin obtener respuesta.
Me aventuré a subir por la escalinata oculta que terminaba en un muro que había de empujar para salir. Normalmente no salía pero tenía la sensación de haber estado esperando algo y ese algo al parecer había llegado. Salí con timidez detrás del altar y la visión del templo destruido me hizo llevarme las manos a la boca, con expresión de asombro. Mis ojos, aún desorbitados, se toparon con un hombre en pleno acto de hurto, guardaba él algo en esa gabardina larga y por unos instantes nos miramos sin acción alguna.
-¿Qué eres?-fue lo que salió de mis labios, bastante adecuado a la situación de ese lugar en especial. Ya no era de primera importancia saber un nombre sino la clase de peligro o de mano amiga que podría representar.
Última edición por Amber Louise el Dom Oct 21, 2012 11:30 am, editado 1 vez
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Re: Occultus (Libre)
- Señoritas… acudiendo al servicio de medianoche? – interrogo con un tono burlón mientras enarcaba una de sus pobladas cejas – me temo que llegan un apocalipsis tarde – cerro su gabardina con medidos movimientos, no quería iniciar un alboroto alterando a las mujeres, el ruido en exceso podría atraer a los demonios y convertir esa excursión en un auténtico infierno.
Inicialmente el plan era entrar sin ser visto y salir del mismo modo, rápido y sin dejar rastros, lastimosamente alguna fuerza universal parecía confabularse en su contra poniéndole una vampira en la salida rápida y una humana de sanos pulmones a su espalda, tendría que encontrar una manera discreta de solucionar ese inconveniente.
- Bien señoritas, puedo ayudarlas en algo? – pregunto esbozando la sonrisa más encantadora que se podía permitir – Oh! Mis modales son terribles, no? Soy Velkan Feroce – hizo una leve inclinación de cabeza hacia cada una - A sus órdenes – no pudo evitar poner una nota siseante en esa ultima frase.
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Re: Occultus (Libre)
— Eleonora —dijo en susurro, entre dientes, como una niña a la que le obligan a introducirse a la sociedad educada—. Y si puedes ayudarme en algo —añadió con una sonrisa, quizás podía ganarse algo de simpatía si actuaba inofensiva, aunque no sabía exactamente cómo sería percibido su gesto; no era una persona emocional, empática, siempre resultaba insincera cuando intentaba jugar con ellas—. Consideré registrar este lugar, más estable que otros en esta zona, en busca de material —dedicó una mirada inquisitiva en dirección a la joven; qué suerte la suya, una humana escondida en la iglesia, quién lo hubiera pensado, esa joven debía de tener algo especial si había sido resguardada allí. Se ponía cada vez mejor, y al mismo tiempo, el riesgo hacía que sus dedos temblaran en anticipación. Los junto frente a ella, entrelazados, y continuó—: Y puedo ver que tú tienes un objetivo similar, y una cosilla dentro de tu gabardina —dijo, imitando el siseo de su interlocutor.
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Re: Occultus (Libre)
Avancé lentamente hasta llegar a un punto medio entre los dos en donde se percibía un campo de energía diferente; debía tratarse de dos inmortales seguramente y ya que lo comenzaba a sospechar presté mayor atención a su lenguaje elegante que iba ligeramente impregnado de ironía, un acento que los que han pisado el mundo más de lo normal tienen sin poderlo disimular. Me giré hacia la chica luego de escuchar sus exigencias en relación al sitio antes sagrado.
-Tal vez podría ayudarle, si me lo permite, he vivido aquí desde Octubre, he visto pasar de todo por aquí desde entonces.-me encogí de hombros, tímidamente- ¿Qué es lo que busca?
Me giré hacia el hombre mientras la joven de palidez impresionante encontraba las respuestas e hice un ademán con la cabeza a manera de saludo hacia Velkan.
-Soy Amber.- dije con un intento de sonrisa pero mis labios solamente temblaban erráticamente.- Si usted está en busca de lo mismo podríamos solucionar esto los tres, además no estamos solos, ¿saben?-susurré y miré en todas direcciones.- Aquí hay seres que conocen rincones que yo no pero podrían decírmelo si se los pido.- confesé ingenuamente algo que para mi era tan normal como ver espíritus y comunicarme con ellos. Quizá estaba un tanto ansiosa porque tuvieran lo que querían y se marchasen pero también me resultaba enigmática la coincidencia de un par de vampiros bajo el mismo techo, si no iban en pos de encontrar alimento no sabía que podría tenerlos así de interesados.
-Sólo... no terminen de destruir la Iglesia, como les he dicho ha sido y es mi único hogar.-dije con la vista gacha, sonrojada por aquella súplica, esperando conocer sus intenciones.
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Re: Occultus (Libre)
A pesar de que percibía sus palabras casi como un balbuceo, captaba perfectamente lo que estaba diciendo, por lo que una de esas frases logro intrigarlo, respecto a que no se encontraban solos.
Se movió a una velocidad imposible de seguir por los sentidos humanos, quedando frente a la pequeña mujer para luego aferrarla por la quijada con su poderosa mano, movió el rostro de ella a un lado y a otro sin aflojar una pizca su férreo agarre, estudiando con extrema concentración los rasgos de ella. Creía haberla visto antes, quizás en alguno de los papeles que había en la caja, pero sólo les había dado un vistazo muy superficial, por lo que no podía estar seguro.
- Eres una espiritista, muchacha? – interrogo observándola con ojos fríos e impecables, si ella intentaba mentirle lo leería en sus expresivos ojos claros - no te atrevas a mentir, sabré si lo haces y me asegurare de que tu lo lamentes – nuevamente el siseo cerraba su frase, no era una amenaza, sino una advertencia.
No había olvidado a la vampira a su espalda, pero ella no parecía conocer a la mortal, por lo tanto dudaba que interfiriera, aunque existían unas ridículas leyes sobre no hacer daños a los humanos, técnicamente no le estaba haciendo daño, y hasta que se decidiera a hacérselo no estaba violando las normas.
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Re: Occultus (Libre)
Estaba en una ventana de la iglesia y vi como esta estaba rota, viendo los cristales de colores desparramados por ahi, siempre me habian gustado las vidrieras y me parecia un crimen ver una rota, aunque claro aqui habia mas de una. Al entrar alli vi a Amber pero parecia correr peligro, un vampiro la tenia agarrada, pero sin embargo ella parecia tranquila, como si dominase mejor la situacion que yo misma. Podria atacar al vampiro...pero los ataques frontales no me convendrian, tampoco me convenia crearme enemigos a si que simplemente hable:
-no creo que las mentiras valgan en un lugar como este-sonrei- y bueno de todos es sabido que las iglesias estan llenas de seres protectores, de hecho en todos los lugares los hay, solo que no todos pueden verlos, es mas hasta las pocas gargolas que quedan en pie quizas nos protegen-le dije mirandolo sin intentar perder la sonrisa, era un vampiro guapo y me encantaba esa cabellera tan larga, me recordaba a un vampiro de novela- por cierto mi nombre es odisea, es un placer-le tendi la mano
Mientras esperaba que me diese la mano, vi una hermosa cabellera negra unida de hermosos ojos negros, era Eleonor,a le sonrei y la salude:
-que sorpresa verte aqui Eleonora, aunque me sorprende, esta zona es peligrosa, como has estado?-le pregunte sin perder de vista a Amber y al vampiro- ya os conoceis todos? Amber me alegra mucho verte, perdone-mire al vampiro- podria dejarme abrazar a mi amiga por favor?-dije de la forma mas natural del mundo como si no viera que el la tenia agarrada, que se notara que hiba en son de paz
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Re: Occultus (Libre)
Irrumpió con voz serena una tercera inmortal, una rubia a la cual no le prestaba mucha atención hasta que fui reconociéndola: se trataba de la vampiresa que mi vampiro protector había dejado a mi lado la noche del Festival de los Cerezos y con valentía me había ayudado a sobrevivir antes de simplemente marcharse en pos de Vladimir. No recordaba su nombre pero si su rostro. Consternada por lo rápido de la situación mi mirada iba de un lado a otro, con los ojos abiertos enormemente, con una expresión de desasosiego al no comprender la intervención de la vampiresa que parecía conocer a la otra.
-Ho... hola.- dije apenas cuando había logrado desviar la atención del vampiro a quien le lancé miradas llenas de temor como si en verdad él se diera cuenta de mis mentiras. ¿Valía la pena mentir? ¿Podría contar con la recién llegada para salir airosa? Quizá... yo misma podría hacer algo si tan sólo no fuera un frágil cuerpo tembloroso con el inicio de náuseas debido a la hiperventilación.- ...Odisea.- la llamé por como acababa de presentarse con la voz dubitativa.- ¿Acaso Vladimir te ha enviado ésta noche?- fue lo que me saqué de la manga, intentando de ser casual cuando era evidente en mi tono la mentira que seguramente olería aquél vampiro.
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Re: Occultus (Libre)
Pero tenia que hacer algo para que ese vampiro la soltase, no parecia querer dañarla, es decir de quererlo ya lo habria hecho no?, hacia menos de un año que yo era humana como ella y sabia lo fragil que podias llegar a sentirte ante un ser a si:
-Vlad no creo que tarde en llegar, es mas dijo que nos veriamos aqui-me acerque lentamente hacia Amber y el vampiro, colocando mi mano sobre la de este, pero sin forzarle, sin ser agresiva, mientras que con mi otra mano dejaba mi bolso en el suelo, alli llevaba algunas unidades de sangre, que habia comprado, pero nada de mucho mas valor- por favor-le pedi al vampiro- sueltala, mas muertes y mas sangre ahora no nos serviran de nada, si deseas sangre tengo algunas unidades ahi en mi bolsa-mire sus ojos fijamente- se que no es lo mismo, pero sirven igual-hice un poco de fuerza pero sin detonar agresividad, solo para que la soltara, poco a poco me coloque frente a el, haciendo que lentamente la soltara y yo de mientras quedaba frente a el, sabia que nada le impedia volver a agarrar a Amber o incluso a mi, pero quizas no era tan malo como se mostraba- te has fijado que en esta iglesia aun se conservan dos angeles intactos-los señale como cambiando de tema- el ser pequeños quizas los ha salvado, por favor me gustaria saber tu nombre-le dije tomando su mano, sin tener ni idea de su reaccion- Odisea Stain-le sonrei mientras le daba la mano y en ese momento mi vista se fijo justo en un cuadro que parecia estar algo quemado, en el se podian ver, a cain y abel, abel yacia en el suelo y cain corria hacia la oscuridad, en ese momento la parte mas quemada del cuadro parecio tomar vida y por un instante vi a una mujer, con una daga en la mano acercandose a cain, mirandome y susurrando" No servimos a cain". No se si pasaron minutos , segundos o un simple instante, pero estas visiones extrañas ya me cansaban, sobretodo si solo yo era la que podia verlas, deseaba que mas personas las vieran, por que me sentia una vampira loca
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Re: Occultus (Libre)
Sin embargo, no podía descansar en los laureles, sin importar lo entretenido que fuera ver tal demostración de autoridad. Debía poner un fin a esta demostración de violencia insensata, no sabía quién era la joven espiritista (sí, debía ser una) y no metería sus pies en el figurativo barro por una razón tan estúpida como: “me hubiera gustado ver el contraste artístico de las tripas junto a las cenizas.”
Si se hallaba refugiada en la iglesia, era probable que no fuera parte de un bando importante. Esa sería la conclusión más inmediata, pero había algo que no encajaba. ¿Por qué había escogido la iglesia como refugio?
Una voz conocida le sacó de sus ensoñaciones.
— Verte aquí también es una sorpresa, Odisea —expresó con una ligera inclinación, la vampiresa merecía cortesía—. Una agradable sorpresa, debo agregar, pero no, desgraciadamente no nos conocemos en la definición legítima de la palabra —siguió, sacudiendo sus manos en su ropa; negro sobre negro, no haría diferencia.
El estado de sus manos no le había importado, debía distraerse de alguna forma, no sabía si la situación se había tornado más emocionante o más peligrosa; o una mezcla de ambos.
Debía admitir, las manifestaciones dementes de Odisea no habían dejado de parecerle enternecedores y por ende tranquilizadoras. Era un gusto estar en compañía de otra excéntrica. Más que eso, tal vez, si todo se desarrollaba como imaginaba. Odisea podía terminar luchando contra Velkan. La humana no era amenaza alguna. Velkan era un perro de mucho ladrido y poca mordida. Ganara quien ganara, Eleonora se aseguraría de ser la verdadera triunfadora de la noche.
Sentándose calmadamente en un pulpito, se concentró en la escena frente a ella.
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Re: Occultus (Libre)
- LEER en especial Ud. Srta. Euridice:
- Admiti que se uniese a este post Srta. Euridice, y voy a ser paciente y a dejar pasarle por esta vez las dos fragantes violaciones a las normas tacitas y no tan tacitas de un rol.
En primer lugar se debe respetar el orden de participación, postear inmediatamente después de Amber o cuando a Uds. Se le antoje nos impide a los demás jugadores participar, aguarde de ahora en adelante a que todos los participantes respondan.
En segundo lugar, no me agrada que manipulen a mi personaje, en cualquier foro hacer eso esta prohibido.
Si acata esto podemos continuar el post, de otro modo le solicito se manifieste de modo que pueda saber si debo seguir ente tema o solicitar su cierre, para abrir otro desde el punto anterior a su participación, si acaso Amber y Eleonora aun desean rolear en mi compañía.
Su poca paciencia se fue agua abajo cuando apareció la otra hembra intentando sosegarlo como si fuese un perro alterado. La mujer actuaba como si aquello fuese un día de campo, entre más tiempo pasaba en compañía de esas tres más sentía como si estuviese en un hospicio rodeado de personas que precisaban de camisa de fuerza. Miro la sangre dentro de la bolsa, sintiendo apenas bilis, beber de una bolsa era indigno y totalmente inmundo, pero a pesar de ello sonrío, sus rasgos duros se relajaron en una sonrisa amistosa justo antes de que estrellara el dorso de su palma abierta contra el rostro aniñado de la mujer arrojándola a través de la habitación.
Rugió en advertencia hacía ella y la otra vampira, era evidente que los machos de New York no sabían enseñar su lugar a sus mujeres, esperaba que con esa advertencia bastara, ya hacía bastante no arrancando sus bonitas cabezas sólo por interferir en sus planes, pero si querían desafiarlos azotarías sus culos hasta que aprendieran a comportarse.
- Ve y llama a tu Vlad – le espeto, sonriendo de un modo macabro que permitía ver a la perfección sus agudos colmillos – Corre a pedir el auxilio de un macho, mujer, dame alguien a quien al menos valga la pena golpear – la desafío.
Sin embargo su desafío fue respondido por el estallido de unos cristales que arrojo una tintineante lluvia mientras unas garras negras y descomunales amortiguaban el aterrizaje de una horrible criatura, similar a un perro, aunque del tamaño de un caballo, faltándole media cabeza lo que dejaba a la vista sus sesos, el pelaje era hediondo a tal nivel que lo hizo arrugar la nariz y protegerse con la manga de su gabardina, su piel apenas tenía pelo y parecía caerse por zonas.
Gruñidos guturales captaron su atención hacía la ventana donde había al menos otras dos de esas criaturas. Maldijo en su lengua natal, aquello era lo que quería evitar. Se adelanto un paso cuando sintió la caja contra su cuerpo, ya tenía lo que quería, e incluso más de lo que había esperado, no necesitaba gastar sus energías en un combate que lo agotaría y del cual era posible acabase con heridas de gravedad.
Tomo la bolsa de sangre que la mujer dejo caer cuando la golpeo, mordiéndola para luego arrojarla sobre la que se había presentado como Odisea, el aroma hizo a las bestias rugir y babear atraídas por el aroma de una comida segura, mientras el aferraba a la mortal por el brazo, arrastrándola consigo en dirección opuesta.
- Empiecen a correr preciosas! – les grito a las vampiras, mientras rodeaba por la cadera a la humana, soportando su peso como si nada para luego empezar a treparse por los muros.
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Re: Occultus (Libre)
- Spoiler:
- ¿Me toca a mí? El orden me confunde, ha. Cualquier cosa borro.
Eleonora saltó de su asiento, arrojando los restos de una pequeña mesa, levantando cenizas en modo de distraer a las criaturas. La verdad dudaba que poseyeran el raciocinio suficiente como para poder ser distraídos de esa forma, quizás solo se concentraban en atrapar, matar y comer. De ser atrapada, cosa de la que se aseguraría no ocurriera, esperaba que fuera en aquel orden; no deseaba ser comida viva, aunque sería una muerte irónica, menos graciosa que cuando ella no se encontraba en el lado recibidor.
Siguió con la mirada a Velkan, quien trepaba los muros con sorprendente agilidad, y pudo observar que la espiritista estaba siendo secuestrada por él. No podía permitirlo. Ya no era una cuestión de exploración, de búsqueda de artefactos o papiros, esto era obstrucción y una absoluta falta de respeto. Se encargaría de enseñarle modales a ese perro.
Imitó los movimientos del otro vástago, hasta encontrarse más cercana a él, lo suficiente como para que la joven espiritista le escuchara.
— ¡Déjala ir, ella no tiene nada que ver con esto! —exclamó.
Pretendería velar por los mejores intereses de la joven, fingiría que quería protegerla y evitar que aquel vampiro malvado la hiriera; si jugaba bien sus cartas, la chica creería su acto de heroína y confiaría en ella. Con las presas siempre era más divertido jugar de esta forma, era como añejar un vino.
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Re: Occultus (Libre)
Un grito emergió de mi garganta por el estruendo de uno de los vitrales ahora reducido a añicos a causa de la profanación de entes demoniacas, bestias putrefactas entrando lentamente en busca de alimento. Un par de arcadas fueron las que ahora asaltaban mi garganta por el miedo que me revolvía las entrañas y el hedor que despedían. Fui llevada junto al inmortal por sus propios intereses, era evidente que la que tenía mayor desventaja ante lo que fuesen esas criaturas era la humana y me convenía grandemente que me quisieran con vida… al menos por ese momento. Pensé en las bolsas de sangre que probablemente no satisfacían la necesidad del vampiro y querría sangre fresca, pensé también que si le decía que era una espiritista como había cuestionado entonces habría manera de conservar por un poco más esa vida que hasta ahora pendía de un hilo.
La visión desde el muro era casi increíble, en instantes la escena se vestía con algarabía: la sangre regada sobre el cuerpo de la rubia, las bestias hambrientas levantando cenizas con su andar ansioso en dirección a su presa y Velkan aferrándome a él para llevarme por sitios que desafiaban la gravedad a donde pronto llegó también Eleonora demandando mi libertad. A esas alturas me encontraba sosteniendo con fuerza el brazo que me rodeaba, todavía confundida pero adaptándome lentamente a la situación.
-No soy como la espiritista que abrió el Portal, ni siquiera sabría cómo hacerlo… no sé en qué puedo ayudarles.-Dije intentando ver a los ojos de ambos.- Por favor no me suelte.- supliqué a Velkan cuando mi mirada se encontró con el suelo, no era la caída lo que me atemorizaba sino los perros que comenzaban a gruñir desesperados, tan desesperados como los vampiros que luchaban con la mirada suspendidos en las paredes. -Pero… si me dejan vivir… haré lo que quieran. Lo que quiera… Señor.
Sabia la posición comprometedora en la que estaba, en verdad que lo de abrir un Portal, del peligro que se nos acusaba no era algo común pero aún así daba de que hablar cuando se mencionaba a los espiritistas. Intenté recordar alguno de los rezos que Vladimir utilizaba para ahuyentar demonios pero mi memoria maquinaba despacio... ¿Cómo era? ¿Qué palabras invocaban a los espíritus del lugar para defendernos? Debía recordarlo, en cualquier momento y para entonces quizá aumentaría mi esperanza de vida o el inminente fin al develar el alcance de mis habilidades...
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Re: Occultus (Libre)
-muy bien amigos, si quereis que tire de la correa, vosotros os lo habeis buscado-esta vez no seria como en el festival, ahora llevaba una pequeña arma en mi muñeca, la que tenia hace años, pero ahora estaba algo mejor, solo con un movimiento de muñeca surgia una daga y si, saque la idea del juego del assassins creed, pero en fin eso carecia de importancia. Saque mi daga y senti el rugido de uno de esos perros acercarse, salte y me avalance sobre su espalda apretandola con toda la fuerza posible, mientras con la daga heria uno de sus costados , empujando hacia delante. Mire a mi alrrededor buscando algo...algo que pudiera usar y en ese momento lo vi, una pequeña pila de agua, quizas con suerte no la habrian cambiado desde el ataque, la mire y quedaba muy poca, pero aun a si me arriesgue y me quede quieta frente a esa pequeña pila esperando el ataque de ese maldito perro, pero al atacarme se golpeo contra la pila y senti como su piel desprendia humo por los restos del agua bendita. Quizas eso no lo mataria, pero lo tendria entretenido un rato.
Mire hacia arriba y vi como eleonora, seguia al vampiro y amber, y la verdad yo solo queria ayudar a amber, pero la ayuda de eleonora me vendria muy bien, corri hacia ellos y llegue hasta donde eleonora, por suerte la sangre ya no era tan visible como antes, pero seguia luciendo un aspecto asqueroso:
-deja a Amber tranquila por favor-le pedi al vampiro- siento si te ofendi, mira ella es espiritista, pero no puedes hacerle daño, te lo pido por favor, se que yo no puedo ofrecerte mucho, pero te necesito para terminar con esos perros-mire a Amber y a Eleonora- quizas no te diga nada esto pero...soy la hija de lilith-quizas mi gran secreto por fin servia de algo- ella me manda mensajes, se que es casi increible, pero es a si-le mire intentando encontrar algo de compasion, pero en ese momento escuche un suave seseo, no sabia que era y al girarme y ver a una serpiente junto a los canes, no lo podia creer, otro monstruo? por dios no, pero la serpiente solo nos miraba y con sus colmillos remato a uno de los canes, para despues desaparecer, sabia que era esa serpiente, pero en el fondo me daba mucho miedo el saber que era mi aliada- la habeis visto?, la manda lilith por favor, que ganas reteniendo a amber?, dejala en paz o voy a tener que enfrentarme contigo-le mire a el y tambien a amber- se que no podre vencerte, solo soy una neofita, que tu eres mas fuerte, pero ante todo se que no me quedare quieta mientras quieras hacer daño a mi amiga
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Re: Occultus (Libre)
Uno de los canes cayo a manos de una extraña serpiente, pero eso no sería suficiente, todo aquel ruido, los gruñidos, el aroma del miedo saliendo de su prisionera, la sangre derramada, todo era como una enorme campana del almuerzo llamando a todos los demonios de los alrededores a venir a buscar su propio trozo de alimento.
- Blestemul! (maldición!) – exclamo al ver que sus opciones se reducían, si se detenía a luchar con ambas mujeres les daría tiempo a las bestias abisales de reunirse allí, esa era su autentica preocupación, había comprobado con anterioridad que existían distintos niveles de fuerza entre los demonios, eran resistentes y podían seguir atacando mientras aun pudiesen moverse, lo que los hacia difícil de matar, y en grupo esa dificultad crecía desproporcionadamente.
La entrada de otro par de criaturas pestilentes y deformes lo ayudo a tomar la decisión.
- Una tregua… hagamos una tregua – soltó a la humana para dar veracidad a sus palabras – No se ustedes pero no me emociona la idea de ser masticado vivo, así que, si tienen una pizca de sentido común, síganme y no se detengan a luchar – las instruyo antes de volver a su ascenso vertical por el muro, los perro se reunían más abajo, tratando de escalar, sus patas no eran adecuadas para hacerlo, así que estarían entretenidos por un rato hasta que sus agusanados cerebros se percataran de que habían salido fuera, sólo que para entonces contaba con tener algo de ventaja.
Se encaramo a una alta y colorida vidriera, la cual destrozo de una patada, creando una salida improvisada.
- Por aquí! No olviden a la humana! – dijo saliendo fuera para asegurar que estuviera despejado, lo que vio le hizo tragar saliva, eran casi sombras fundiéndose en la obscuridad, cualquiera hubiese pensado que era apenas la sombra de los edificios con los que jugaba la luz plateada de la luna, pero sus ojos de inmortal veían más allá de las ilusiones, eran demonios, quizás cientos, avanzando hacia la iglesia.
Invitado- Invitado
Re: Occultus (Libre)
Dedicando una última mirada a Odisea y Amber, siguió a Velkan a través de la vidriera; varios pedazos disparejos de cristal aterrizando en su enmarañada cabellera. Cubrió su cabeza con su velo para prevenir más situaciones similares, acercándose más a Velkan, lo suficiente como para observar lo que parecía tenerle repentinamente consternado.
— ¿Ahora cuál es tu plan?
Invitado- Invitado
Re: Occultus (Libre)
- Spoiler:
- Pido una disculpa por mi ausencia, estuve sin acceso al foro un par de días, no se repetirá. Me apena mucho haber retrasado el tema.
Al escuchar la pregunta de Eleonora me di la vuelta al frente para toparme con esa impasible oscuridad que me erizó la piel, sacudiéndome por la fuerza espectral que emanaba de la masa amorfa que poco a poco comenzaba a delinearse como una horda de demonios. Miré a los tres presentes como si buscara a alguien que hiciera algo, una salida triunfal o al menos estuviera menos asustado que yo.
Con el corazón desbocado me solté del agarre de la vampiresa, dando unos pasos separada del grupo hasta llegar a vislumbrar con mayor claridad las formas de esos seres inhumanos, pútridos y con sed de destrucción. Apreté los ojos al murmurar por protección a un Dios que podía o no estar ahí pero daba algo de calma el pensar que alguien me respaldaba arriba.
-Vaga animarum, sanctorum exilium, oculos convertere quia invocent.-dije en voz alta con la mirada puesta en el cementerio, después en la Plaza y en cada rincón de esa zona maldita. Tomé el arma que mi vampiro protector dejó en mi poder la noche del Festival; una daga con la empuñadora en forma de cruz y con ésta realicé un tajo en la palma de mi mano para dejar que emanara la ofrenda para el rito- Offero sanguinem qui effusus, -acuné mi mano herida con la sana para contener la sangre brillante y dejarla caer conforme hablaba.- ...in honorem requiem aeternam, sana peccaverit frater tuus et adju hostium legiones malum et Deum vestrum retribuet.
Extendí los brazos hasta escuchar el vibrar en mi interior que indicaba el efecto de aquél ritual para llamar por los espíritus para defender a quien los invocaba. Dibujé un círculo de sangre y me coloqué en el centro dando mi mano sana al grupo de vampiros.
-Entren al círculo, ellos aparecerán.
Una oleada de voces, gritos y palabras inentendibles me obligó a cerrar los ojos, cuando los abrí fue para encontrarme con un halo de luz que iba en contra de las tinieblas, se trataba de una multitud de almas que intentaban contraatacar a los demonios irracionales, almas que en busca de un descanso, del perdón que los acercara a la luz acudían al llamado de la sangre de quien era capaz de contactarlos y mientras estuviéramos en medio de aquél círculo sabrían por quién luchaban más no sería por siempre.
-Esto... no los detendrá pero nos dará ventaja...-la respiración agitada hacia ver lo cansada que me encontraba al sostener ese vínculo entre espíritus y el mundo mortal.- Cuando vean una... una especie de sendero luminoso debemos llegar antes de que ellos se marchen o pronto nos uniremos a ser almas en pena.
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Re: Occultus (Libre)
- Spoiler:
- No te disculpes mujer, a todos nos puede pasar, no pasa nada, un beso
Estaba cansada de que la pobre Amber fuera de mano en mano, a si que me coloque frente a ella, como si la protegiera:
-ya vale la vamos a marear-dije mientras poco a poco todos intentabamos salir de alli, la verdad es que pense que la iglesia seria un lugar seguro, que almenos por unos dias tendriamos un hogar, pero no duro ni unas horas. Mientras corriamos hacia el cementerio, o almenos eso pensaba por que era la opcion mas logica, vimos como esos seres volvian ante nosotros como si se multiplicaran- son como ratas
En ese momento amber, comenzo a recitar palabras en latin, y aunque no sabia ese idioma mas o menos podia entender lo que decia, esas palabras en alguien con un don como ella, funcionaban, al igual que funcionaban en un exorcista o santero, pero Amber no era ni una cosa ni otra y me preocupaba, ya que al verter su sangre, el conjuro seria mas fuerte, siempre son mas fuertes cuando hay vinculo de sangre, lo aprendi de mi abuela:
-amber, tienes que descansar y ir al cementerio, despues buscaremos un lugar si? pero por el momento es el unico lugar que se me ocurre-pense en todos los lugares que conocia y de repente pense en la catedral de san patricio, era muy grande seguramente que alguien la habria ocupado, pero los demonios no podrian haberla tomado, almenos no del todo- Eleonora, conoces la catedral de san patricio? era muy grande y seguro que ahora esta desmejorada, pero era la mas famosa y la unica catedral gotica de todo nueva york a si que tambien debia de ser la mas protegida, la que contenia mas agua bendita, mas simbolos religiosos, si podemos llegar alli quizas tengamos un lugar, ya que se que posee un sotano, es ariesgado, pero dudo que los demonios puedan estar dentro durante mucho tiempo, pero antes tenemos que ir al cementerio y ponernos a salvo
En ese momento sali del circulo y mire a los demas, para despues concentrar mi mirada en Eleonora:
-por favor lleva a Amber al cementerio y poneos a salvo, alli hay una tienda de comida-estaba debastada, pero quizas aun quedaba sal- mira si hay sal y rodearos de sal, la sal los frenara y con suerte se iran a por otras victimas, teneis que poneros a salvo las dos yo...yo luchare con alguno de ellos, soy una vampiresa, en teoria soy mas fuerte no?-dije intentando convencerme a mi misma- Velkan tu eres el mas fuerte, te pido por favor que me ayudes o si no almenos ayuda a ellas dos-sonrei y avance cerca de los demonios, no podia atacarlos como si nada a si que lo primero que hice fue sacar mi daga y mirarlos, despues comence a recitar el padre nuestro mientras con la daga dibujaba cruces en el suelo, mientras esperaba que almenos eso los confundiera. Por desgracia aun olia a sangre, a si que no seria dificil que me siguieran. Me tope contra un coche, que estaba casi inservible, pero mire su capo y vi que aun tenia gasolina, eso seria una buena bomba incendiaria
Cada vez los sentia mas cerca a si que cerre los ojos sintiendo miedo...tenia miedo, pero almenos podria conseguir que Amber y Eleonora se pusieran a salvo, cuando uno de esos seres se puso frente a mi, sin pensarlo le clave la daga en su estomago, pero eso aun no lo paro, este me agarro de la garganta y aun tenia fuerzas, pero por lo menos mientras se entretenia conmigo, podia ver como las almas que Amber invoco nos echaban una mano y aun no estaban desapareciendo, aunque ya tendrian que partir, no me apetecia ver a mis amigas como almas en pena
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Re: Occultus (Libre)
- No es momentos para actos de heroísmo – dijo agarrando a la rubia de la ropa y tirando de ella hacía atrás.
A poca distancia había una entrada de alcantarilla la cual destapo retirando la pesada tapa de metal.
- Entren allí – sonaba algo irritado y no era para menos, el cementerio estaba a una distancia relativamente grande, más si tenían en cuenta que el camino no estaría precisamente despejado, las alcantarillas eran obscuras, pero ellos tenían ojos que veían aun sin ninguna luz, el espacio reducido limitaría el numero de oponentes a uno o dos como máximo a la vez, y la pestilencia de los desechos humanos enmascararían sus aromas impidiendo que los rastrearan de ese modo – Los perderemos en el laberinto subterráneo – la impaciencia empezaba a apoderarse de el conforme los demonios se acercaban coléricos por los ataques de los espíritus.
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