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Tras el festival |
Fue un mes de locura, el que transcurrió luego del Festival de Invierno, luego de los cepelios de las víctimas, el poder quedó en las manos del Gobernador, Everett Goodweatherm tendría el control total sobre la ciudad, pero Azuka había logrado parte de su objetivo: Los rumores de que el gobierno de Washington ya no estaba tan convencido de compartir el poder con los vampiros; la situación se estaba saliendo de manos, y los cainitas y garras rojas parecían estar ganando la partida. Pero ninguno de los artífices de la destrucción, pensaron que los berkeser se volverían un problema para todos, porque los vampiros que no fueron asesinado por ellos, se transformaron en berkeser, que se han transformado en una manada que deambula por las alcantarillas atacando a quien se les enfrente o quien esté en su menú del día. Humanos y Vampiros ya no tenían una alianza tan sólida como antes, y las desconfianzas estaban surgiendo. Mientras que en medio quedaban los licanos, o por lo menos, parte de ellos, Fenrir y Fianna, pero quien padeció la peor parte fueron los Fenrir que en el atentado perdieron a su líder, del que jamás encontraron el cuerpo. Quedaría en manos del nuevo líder de los Fenrir y de Gissiel Earhart, determinar el destino de su clan y tradiciones, pero entre los licanos, se sabía la atrocidad cometida por las Garras Rojas, comandados por Arthur Redclaw, que se habían vuelto muy fuertes. Por su parte, los rebeldes, el pequeño grupo de disidentes ya no parecían estar tan solos en su lucha, el gobierno de Washington los contactaría extra oficialmente para conseguir sus fines: controlar la ciudad, de una o de otra manera. Etienne LeBlanc, tendría que decidir.. |
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Como ladrón en la noche
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Como ladrón en la noche
por Invitado Dom Sep 09, 2012 6:49 pm
junio 24 (off: si te incomoda esta fecha o algo, me avisas y cambio)
20: 00
Había pasado un buen rato desde la última vez que había visto a Azuka. Aquel evento al que me había invitado y al que había ido sin mayores novedades. Bueno, al menos por mi parte ya que fui y cumplí mi pequeño cometido. Nada más que felicitarla por haber logrado entregar un mensaje con éxito durante el Winter Festival, además de alterar dramáticamente la situación de la ciudad de paso. Ahora, si bien no habíamos hablado desde entonces, me las arreglaba para enterarme por distintos medios sobre ciertas cosas que pasaban en la ciudad en caso de que alguna me llame la atención.
En ésta ocasión había algo que me había cautivado. Una linda chica que al parecer tenía cierto significado para el príncipe Everett Buen Clima. Se me ocurrió que podría intentar atraparla y llevarla como un pequeño presente a mi amiga. Y si no, bueno, habían muchas otras cosas que se podían hacer con una chica consciente o inconsciente. Había traído mi machete de plata, mi desert eagle con balas de punta hueca y mi estaca de madera oculta bajo mi chaqueta. Sabía que quizás era demasiado armamento para capturar a una pobre doncella, pero no podía estar seguro de que no fuera a intentar ayudarla algún tercero entrometido. Además, ninguna de estas herramientas era mi arma clave con la que pretendía concretar esta pequeña misión que yo mismo me había auto-impuesto por puro ocio. Guardaba un par de sorpresas bajo mi chaqueta. No, no era más armamento. No, tampoco una bazooka. Vestía un abrigo negro que me había ganado en una apuesta contra una víctima hace algún par de días (algo como el del avatar, pero no estaba pintada la cara de la misma manera), y ya había vuelto a mi color natural de pelo (negro). Aposté a que él no sobreviviría sin sangre y, bueno, gané el lote.
Me acerqué a la dirección que había conseguido de ella, sin llegar hasta la casa. Me planté en la esquina observando el lugar tranquilamente. Tenía información de que vivía con a lo menos una persona más, que seguro no sería problema. Esperaría un rato de brazos cruzados en esa posición con una actitud como si esperara a alguien, atento con mi visión periférica puesta en la fachada de la casa donde se suponía se encontraba esperando percibir algún movimiento. En un buen caso salía por las buenas y me ahorraba trabajo y tiempo. En el mejor de los casos, además podría estar cocinando o prestando atención a algo importante. De preferencia algo que incluya fuego y un potencial incendio. Sabía que probablemente no pasaría, pero no puedes negarme que sería una sexy escena.
20: 00
Había pasado un buen rato desde la última vez que había visto a Azuka. Aquel evento al que me había invitado y al que había ido sin mayores novedades. Bueno, al menos por mi parte ya que fui y cumplí mi pequeño cometido. Nada más que felicitarla por haber logrado entregar un mensaje con éxito durante el Winter Festival, además de alterar dramáticamente la situación de la ciudad de paso. Ahora, si bien no habíamos hablado desde entonces, me las arreglaba para enterarme por distintos medios sobre ciertas cosas que pasaban en la ciudad en caso de que alguna me llame la atención.
En ésta ocasión había algo que me había cautivado. Una linda chica que al parecer tenía cierto significado para el príncipe Everett Buen Clima. Se me ocurrió que podría intentar atraparla y llevarla como un pequeño presente a mi amiga. Y si no, bueno, habían muchas otras cosas que se podían hacer con una chica consciente o inconsciente. Había traído mi machete de plata, mi desert eagle con balas de punta hueca y mi estaca de madera oculta bajo mi chaqueta. Sabía que quizás era demasiado armamento para capturar a una pobre doncella, pero no podía estar seguro de que no fuera a intentar ayudarla algún tercero entrometido. Además, ninguna de estas herramientas era mi arma clave con la que pretendía concretar esta pequeña misión que yo mismo me había auto-impuesto por puro ocio. Guardaba un par de sorpresas bajo mi chaqueta. No, no era más armamento. No, tampoco una bazooka. Vestía un abrigo negro que me había ganado en una apuesta contra una víctima hace algún par de días (algo como el del avatar, pero no estaba pintada la cara de la misma manera), y ya había vuelto a mi color natural de pelo (negro). Aposté a que él no sobreviviría sin sangre y, bueno, gané el lote.
Me acerqué a la dirección que había conseguido de ella, sin llegar hasta la casa. Me planté en la esquina observando el lugar tranquilamente. Tenía información de que vivía con a lo menos una persona más, que seguro no sería problema. Esperaría un rato de brazos cruzados en esa posición con una actitud como si esperara a alguien, atento con mi visión periférica puesta en la fachada de la casa donde se suponía se encontraba esperando percibir algún movimiento. En un buen caso salía por las buenas y me ahorraba trabajo y tiempo. En el mejor de los casos, además podría estar cocinando o prestando atención a algo importante. De preferencia algo que incluya fuego y un potencial incendio. Sabía que probablemente no pasaría, pero no puedes negarme que sería una sexy escena.
Última edición por Demian Malkavian el Miér Sep 19, 2012 12:23 pm, editado 2 veces
Invitado- Invitado
Re: Como ladrón en la noche
por Temperance Brunswick Miér Sep 12, 2012 4:32 pm
Había ido a dejar a Oditte a Alexis, que deseaba pasar el fin de semana con él y la joven había accedido, era extraño, realmente funcionaban como una familia, de esas en la que los padres estaban separados, pero que funcionaba de todas formas, ambos le daban amor y los cuidados que necesitaba, además Vladimir era todo un caballero con ambas y cuidaba de las dos chicas como un hermano mayor, y, porqué no, como un padre de la pequeña, y como el compañero de Temperance.
Llegaba la joven justo cuando terminaba el toque de queda, aunque ya debería estar dentro de su casa, sin embargo, estaba fuera de la escalera, y buscando en su bolso las llaves, que siempre olvidaba dejar a mano. Revolvía todo en su bolso y tuvo que agacharse para buscarla, pero entre todas las cosas que llevaba no las podía encontrar.
- nunca las guardas bien, Temperance- al lado de la chica, la figura fantasmagórica de un hombre delgado aparece, apoyado en la pared, la chica levanta su vista y le sonrie.
-vaya, hace tiempo que no te veía, Tomas- la chica parece muy feliz de ver a su fantasmagórico amigo, El fantasma se inclina y roza la cara de la niña, como si fuera a arreglar su cabello pero no puede hacerlo - ¿ha pasado algo? los espíritus han estado muy... silenciosos - la chica se va poniendo de pie, sin dejar de hablar con el fantasma, después de todo, nadie los estaba viendo.
- es que has estado algo dispersa, niña, tu alma y tu cuerpo están en lugares distintos, por eso te has sentido así - le dice, y lleva su mano translucida hacia el pecho de Temperance atravesando, eso no fue sólo un roce, Temperance siente como la traspasa y la gelidez de su toque. Queda sin aire y levanta sus ojos hacia el fantasma que aprieta su corazón - te perderás si sigues así... nada detendrá lo que vendrá, y menos contigo rota por la mitad - apretó un poco más hasta desaparecer, Temperance queda sin aire, y tosiendo se apoya en la pared, deslizándose sin comprender que es lo que había pasado, pero si creía que tenía más lógica que ese silencio en que la habían sumido los fantasmas.
Helada, se desliza hasta quedar sentada en el suelo, con la cabeza sujetada con sus dos manos, eso si lo había notado, su aura estaba rota y no lograba componerla, asumía que era por la pena, pero no era por eso, llevaba mucho tiempo así, eso era por otra razón aún desconocida para la joven.
Llegaba la joven justo cuando terminaba el toque de queda, aunque ya debería estar dentro de su casa, sin embargo, estaba fuera de la escalera, y buscando en su bolso las llaves, que siempre olvidaba dejar a mano. Revolvía todo en su bolso y tuvo que agacharse para buscarla, pero entre todas las cosas que llevaba no las podía encontrar.
- nunca las guardas bien, Temperance- al lado de la chica, la figura fantasmagórica de un hombre delgado aparece, apoyado en la pared, la chica levanta su vista y le sonrie.
-vaya, hace tiempo que no te veía, Tomas- la chica parece muy feliz de ver a su fantasmagórico amigo, El fantasma se inclina y roza la cara de la niña, como si fuera a arreglar su cabello pero no puede hacerlo - ¿ha pasado algo? los espíritus han estado muy... silenciosos - la chica se va poniendo de pie, sin dejar de hablar con el fantasma, después de todo, nadie los estaba viendo.
- es que has estado algo dispersa, niña, tu alma y tu cuerpo están en lugares distintos, por eso te has sentido así - le dice, y lleva su mano translucida hacia el pecho de Temperance atravesando, eso no fue sólo un roce, Temperance siente como la traspasa y la gelidez de su toque. Queda sin aire y levanta sus ojos hacia el fantasma que aprieta su corazón - te perderás si sigues así... nada detendrá lo que vendrá, y menos contigo rota por la mitad - apretó un poco más hasta desaparecer, Temperance queda sin aire, y tosiendo se apoya en la pared, deslizándose sin comprender que es lo que había pasado, pero si creía que tenía más lógica que ese silencio en que la habían sumido los fantasmas.
Helada, se desliza hasta quedar sentada en el suelo, con la cabeza sujetada con sus dos manos, eso si lo había notado, su aura estaba rota y no lograba componerla, asumía que era por la pena, pero no era por eso, llevaba mucho tiempo así, eso era por otra razón aún desconocida para la joven.
Temperance Brunswick- Admin
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Re: Como ladrón en la noche
por Invitado Miér Sep 19, 2012 6:50 pm
(off: muahahahaha me puse a ver gifs de mi ava original de malkavian y siento ese desquicio recorrer mi cerebro nuevamente hahahahahaha!!!! XD igual post cortito. no hay mucho que decir)
La chica había llegado. Era el momento de actuar. Mientras tanto había sacado la botella de cloroformo y la había vertido sobre un pañuelo de 30x30 cm. Una vez cerrada la botella, no sería perceptible por las narices de alguien a más de 10-30 cm de distancia, a menos que se trate de un hombre lobo o un vampiro. Era distancia suficiente para que la víctima no alcance a reaccionar con suficiente rapidez gracias a la fuerza del shock del efecto "tengo a alguien atrás y no viene a venderme galletas de exploradoras". Todos los cálculos habían sido fríamente efectuados, todos los factores tomados en cuenta y puestos en una balanza para determinar mis objetivos primarios y secundarios con sus respectivos plazos y... mentira. Todo era pura joda.
Para disminuir la resistencia del viento, me saqué la chaqueta y la dejé en el suelo. Ya vendría por ella. En su lugar quedé con unas ropas más cómodas para éste tipo de trabajo. A mi cinturón estaba aferrado firmemente mi machete y mi pistola enfundados. La estaca de madera estaba oculta en una especie de bolsillo externo en mi pantalón, a la altura de las canillas por el lado derecho de la pierna derecha.
Noté que al parecer hablaba con alguien, pero le resté importancia. No podía juzgarla, yo tampoco era el tipo más cuerdo del mundo. O sí, dependiendo de quien lo diga. Una de las voces en mi cabeza dice que soy lindo, y yo le creo. Comencé a caminar de manera rápida pero con el mayor sigilo posible hacia ella desde la posición contraria a la que miraba, ayudándome de las sombras para ocultarme en caso de cualquier cosa, principalmente para evitar que algún vecino curioso me vea moverme y le de complejo de Ned Flanders e intente ayudar a la pobre e indefensa damisela en peligro. Al acercarme, ante la más mínima señal de sospecha o cualquier cosa, debería sacrificar el sigilo para aumentar la celeridad de un golpe y alcanzarla lo más rápido posible, para ponerle el cloroformo en la nariz. Claro, no la dejaría caer. Debería sujetarla para evitar que golpee el suelo y alerte a uno que otro perro rabioso.
La chica había llegado. Era el momento de actuar. Mientras tanto había sacado la botella de cloroformo y la había vertido sobre un pañuelo de 30x30 cm. Una vez cerrada la botella, no sería perceptible por las narices de alguien a más de 10-30 cm de distancia, a menos que se trate de un hombre lobo o un vampiro. Era distancia suficiente para que la víctima no alcance a reaccionar con suficiente rapidez gracias a la fuerza del shock del efecto "tengo a alguien atrás y no viene a venderme galletas de exploradoras". Todos los cálculos habían sido fríamente efectuados, todos los factores tomados en cuenta y puestos en una balanza para determinar mis objetivos primarios y secundarios con sus respectivos plazos y... mentira. Todo era pura joda.
Para disminuir la resistencia del viento, me saqué la chaqueta y la dejé en el suelo. Ya vendría por ella. En su lugar quedé con unas ropas más cómodas para éste tipo de trabajo. A mi cinturón estaba aferrado firmemente mi machete y mi pistola enfundados. La estaca de madera estaba oculta en una especie de bolsillo externo en mi pantalón, a la altura de las canillas por el lado derecho de la pierna derecha.
- Spoiler:
Noté que al parecer hablaba con alguien, pero le resté importancia. No podía juzgarla, yo tampoco era el tipo más cuerdo del mundo. O sí, dependiendo de quien lo diga. Una de las voces en mi cabeza dice que soy lindo, y yo le creo. Comencé a caminar de manera rápida pero con el mayor sigilo posible hacia ella desde la posición contraria a la que miraba, ayudándome de las sombras para ocultarme en caso de cualquier cosa, principalmente para evitar que algún vecino curioso me vea moverme y le de complejo de Ned Flanders e intente ayudar a la pobre e indefensa damisela en peligro. Al acercarme, ante la más mínima señal de sospecha o cualquier cosa, debería sacrificar el sigilo para aumentar la celeridad de un golpe y alcanzarla lo más rápido posible, para ponerle el cloroformo en la nariz. Claro, no la dejaría caer. Debería sujetarla para evitar que golpee el suelo y alerte a uno que otro perro rabioso.
Invitado- Invitado
Re: Como ladrón en la noche
por Temperance Brunswick Jue Sep 20, 2012 2:12 pm
Temperance llevó su mano a su pecho, estaba agitada y asustada. Se sentó pesando que así recuperaría el aliento, pero no pudo hacerlo, la angustía continuaba afligiéndola, debía mantener la calma, y entrar de una vez por todas, ya debería estar esperándola Vladimir seguramente. Bajó la cabeza y luego colocó sus manos en su mejilla y frente, estaba transpirando helado.
- cuidado...- la voz... la misma voz que escucho el día en que por poco la atropeyan, se gira, hacia atrás, y ve aquel hombre de negro, con aquel rostro horrible, casi tanto como su aura. tanto colores.. tanto. Temperace se puso de pie de golpe y se echó hacía atrás, chocando con la puerta cerrada y el barandal de la escalinata de la entrada.
-¿quien... quien es?- exclama, pegándose más a la puerta que no se abría.
- cuidado...- la voz... la misma voz que escucho el día en que por poco la atropeyan, se gira, hacia atrás, y ve aquel hombre de negro, con aquel rostro horrible, casi tanto como su aura. tanto colores.. tanto. Temperace se puso de pie de golpe y se echó hacía atrás, chocando con la puerta cerrada y el barandal de la escalinata de la entrada.
-¿quien... quien es?- exclama, pegándose más a la puerta que no se abría.
Temperance Brunswick- Admin
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Re: Como ladrón en la noche
por Invitado Vie Sep 21, 2012 6:52 am
Finalmente saldría de las sombras, sacrificando el ya perdido sigilo para acelerar a tope en dirección de la chica que ya se había percatado de mi presencia. Con mi mano libre desenfundaría hábilmente mi machete mientras corría. Necesitaría probablemente más que sólo el cloroformo. Durante mi carrera oiría la pregunta, a lo que respondería estableciendo una conexión psíquica con ella. > ... Si te dijera que soy el cartero, ¿me creerías? < oiría ella en su cabeza, junto con una psicótica carcajada justo antes de sentir el helado filo de plata de mi arma en su cuello, tocando pero no cortando más allá de la primera capa de piel al tiempo que mis ojos se posaban en los suyos para luego proceder a cubrirle rápidamente la nariz con el pañuelo bañado en el líquido adormecedor.
Invitado- Invitado
Re: Como ladrón en la noche
por Temperance Brunswick Dom Sep 23, 2012 5:10 am
Asustada intenta escapar pero no logra ir a ningún lado, la han atrapado del cuello, y jalado hacia atrás, Temperance siente el helado filo del arma en su cuello que hace que se paralice y cierra los ojos, sintiendo el pañuelo en su boca. Mueve la cara de lado a lado, buscando soltarse, pero el filo de esa arma hace que no pueda moverse más.
Gime un poco, y sus manos golpean los costados del vampiro, pero no puede ir a ningun lado, aquel aroma extraño, fuerte, quema sus fosas nasales y la va sumergiendo en un anguistante supor. El cuerpo de la espirista cayó delicadamente en los brazos de su captor, con el cabello revuelto, y la gota de sangre cayendo por su cuello. Esa noche, el destino de la ciudad se marcaria y tomaria un giro que nadie podría realmente detener.
Gime un poco, y sus manos golpean los costados del vampiro, pero no puede ir a ningun lado, aquel aroma extraño, fuerte, quema sus fosas nasales y la va sumergiendo en un anguistante supor. El cuerpo de la espirista cayó delicadamente en los brazos de su captor, con el cabello revuelto, y la gota de sangre cayendo por su cuello. Esa noche, el destino de la ciudad se marcaria y tomaria un giro que nadie podría realmente detener.
Temperance Brunswick- Admin
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