Opera Sangrienta {Mini Trama}

Las cosas no pintaban bien en el Teatro por ahora Nerina y Natasha estaban tiradas en el piso inconscientes afortunadamente cayeron cerca de donde todo empezó, en medio del atrio del lugar donde estaba la orquesta, quizás no han podido cumplir del todo con su objetivo, pero las bestias ya habían matado a algunos seres humanos todo estaba lleno de sangre algunos pocos habían logrado sobrevivir. Las chicas habían recibido severas heridas, los Berserkers las habían lastimado, golpeándolas con brutalidad, pero dada su condición de no vivas, quizás lo mas que recibieron fue una profunda en su abdomen, causado por el choque contra algunos rastrojos de construcción, al caer.

Zadsaquiel mientras no pudo salir de la parte alta de la platea y cuando uno de los Berserkers lo lanzo contra las sillas de abajo, dejándolo, causándole un herida en su espalda.

Las puertas estaban siendo azotadas desde afuera por los miembros militares que se habían percatado ya de lo sucedido. Seth buscaba salir del lugar desde lo alto de una ventana, pero era obvio que con anterioridad a esta acción habia también sufrido una herida en su brazo derecho, el mismo estaba sangrando. Gracias al atuendo quizás Lilith no pudo notarlo en ese mismo momento, pues el vampiro no mostraría molestias pero quizás si una ligera debilidad en sus acciones, ella no deseaba saltar, pero en ese mismo momento noto que la escalera estaba algo deteriorada obviamente eso era parte del plan de los Hijos de Caín para evitar que las autoridades huyeran. Seria necesario que ambos confiaran el uno en el otro, claro esta deberían saltar el metro y medio que quedaba entre el final de la escalera y el suelo. Lilith tenia una herida en su costado izquierdo, causada durante su huida, quizás era algo pequeña pero en ese mismo momento habia ya bastante sangre.

Americus habia conseguido llegar con mucha dificultad ha la planta baja, lo que miro ahí no le fue nada agradable, pero se distrajo un poco con lo que miro. En ese momento un Berserker la lanzo contra la pared haciendo que se golpeara fuertemente contra la pared y en el proceso chocara con una columna saliente, lo que le produjo una herida en su pierna derecha. Se escucho entonces una gran explosión y la puerta de pronto se abrió una guerra mucho peor estallo entre los militares, pero quizás por temor los Berserkers retrocedieron rápidamente, empezando a desalojar el lugar dejando algo más de caos en su camino.

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La soledad y el silencio eran los únicos compañeros fieles de Alesha, en aquella oscura habitación, cuatro paredes y un techo, nada más. Aquella habitación que era testigo de los gritos que daba Alesha cuando despertaba de sus pesadillas, recordando la tragica muerte de su padre, y como un vampiro, un ser como ella, le drenaba toda la sangre a su pequeña hermana, y ella para entonces, sin poder hacer nada. Recuerdos que hace años atormentaban su vida y los cuales muchas veces casi la llevaron a cometer errores.

Otra noche solitaria, el tiempo pasaba lento y sólo se escuchaba el tic toc del reloj al marcar los segundos, aquel encierro la estaba volviendo loca, caminaba en circulo por la habitación, mientras frotaba su cabello, una y otra vez. Al dejar de caminar en circulo, se acercó a la ventana, el vidrio estaba algo empañado por el frío que hacia afuera, tomó una bocanada de aire, y soltó un gran suspiro. El viento llevó un pequeño papel a su ventana, dejandolo pegado al cristal. Alesha abrió cuidadosamente la ventana, y tomo el papel. Era una propaganda que se le hacía a una nueva obra que sería presentada a las afueras de Broadway.

Necesitaba distraerse, olvidarse de tantos problemas, de tantas cosas que atormentaban su cabeza. Colocó el papel en la orilla de su cama, y se dirigió al closet. Era amante de los vestidos, y tenía tantos que no sabía cual usar, sacó una tras otros, se paraba frente al espejo y se probaba uno por uno, y los que no les gustaba los arrojaba en su cama. Al decidirse por el vestido, fue a darse una ducha, durando más o menos veinte minutos en ella.

Procedió a maquillarse, y a vestirse. Un hermoso vestido rojo cubría su cuerpo, llevaba su cabellera ondulada, suelta, sus labios estaban delineados con un tono rosa claro, sus mejillas como siempre las maquillaba con rubor, para que no se notara tanto su palidez.

Vestimenta:

Con rápidez se dirigió al teatro, había tomado un taxi para llegar con rápidez, las calles estaban algo solas, sólo pocas personas transitaban por las aceras, la mayoría de los locales estaban cerrados, ya la ciudad no estaba tan alegre como antes, y era totalmente entendible que los humanos tuvieran aún miedo. El chofer le indicó que ya habían llegado al lugar que ella le habia señalado, pagó lo que el taxista le habia cobrado y bajó del choce dirigiendose a la entrada del teatro. Sus pasos eran firmes, y sensuales, Alesha habia heredado la elegancia y belleza de su madre, entro al hermoso salón, esplendidamente adornado, y subió hasta uno de los balcones, donde podía ver la obra con mucha clarida.

Otro dia mas con una vida ajetreada citas de aqui y haya, llamadas de su manager constantemente, desde que amanecio su agenda apretada la tenia llena de estress, no habia comido nada, su manager parecia su sombra y le habia indicado que uno de los fotografos mas famosos a nivel mundial se encontraria en el teatro de la ciudad por la noche ya que el estreno de una opera se daria a conocer al mundo, como modelo y deseosa de dar a relucir su rostro y figura mientras podia, mientras seguia siendo la Americus que todo el mundo conocia y apresiaban por su belleza.

La noche habia llegado a su morada, las estrellas en el cielo hacian acto de presencia, junto con la luna llena, miraba fijamente desde el gran ventanal envuelta en mi bata de seda color perla, cruce mis brazos soltando un suspiro largo y cansado para ver los autos a gran velocidad pasar por las calles y la gente caminando a prisa ya que el toque de queda para los humanos que conocian la verdad sabian que debian estar a salvo de los muertos vivientes como llegue a escuchar de bocas conocidas. Me di media vuelta para desamarrar el cordon de seda de mi bata dejandola caer en el suelo dejando la desnudez de mi cuerpo al descubierto de mi soledad, camine al gran armario tomando ropa de encaje color negro, medias finas y suaves de el mismo color, me vesti con un gran vestido de noche color negro la cual resaltaba mi piel y la hacia ver atrayente a la vista de otros, el maquillaje fue sencillo y natural exepto mis labios los cuales puse un color carmesi y un peinado recogido sencillo pero elegante.

Una vez lista baje a recepcion donde mi manager me esperaba con la limosina, parecia una estrella como el siempre me decia, le sonrei con ese estilo unico que poseia con sensualidad y carisma al mismo tiempo y tome su brazo caminando hacia la salida. En el transcurso al teatro mi manager llamado Damon me comentaba que en ese lugar estarian gente importante, algunos famosos y gente adinerada, que mi presencia ante la prensa que estaria en ese lugar debia ganarmela, rei levemente ante lo ironico de la vida, hasta cuando duraria esto de la fama como modelo?, solo duraria hasta que mi cuerpo dejara de ser el que solia ser.

La limosina paro frente al gran monumento el famoso Teatro, al bajar muchos flashes eran acompanados de cumplidos y alagos mientras yo simplemente sonreia, eso debia ser en este medio siempre fingir ante los que no me conocian, sin mas pase esa gran multitud y entre dentro del gran edificio el cual estaba elegantemente decorado de tonalidades doradas y carmesi, camine a paso tranquilo a la gran sala donde la funcion daria inicio dentro de poco.

Spoiler:

Abrió la puerta de su vestidor y observo dentro, no podía quejarse, su guardarropa estaba siempre lleno de los vestidos más bellos que podía tener. La elegancia para noches, estaba de un lado, frente a un estante donde los zapatos estaban cuidadosamente arreglados. Del otro, estaba todo lo informal, desde pantalones hasta faldas de corte fino, que no usaba mucho que digamos, prefería las cosas casuales, jeans, botas o zapatillas. ¿Por qué tenía todo aquello? eso era simple de responder, cada cierto tiempo su guardarropas se aprovisionaba debido a la llegada de una o dos vampiresas al servicio de su ama, que por lo general le traían de todo. Dirigió su mirada a un vestido que según su apreciación, sería perfecto para esta noche. Porque esta noche era especial

Había esperado más de una semana, desde que se enterara que la función de una obra en particular, se llevaría a cabo aquella noche. No era una obra como otras que ya había visto, aunque a su juicio, la que más le gustaba era el “Mercader de Venecia”. Pero se decía que esta Opera, era una real obra de arte por su organización y la calidad de sus interpretantes. Su deseo iba dirigido principalmente a la belleza de las situaciones, amaba el arte en su esplendor, además que ir a verlo, le servía para despejarse de sus propios problemas.

Se vistió rápidamente, colocándose un vestido palo rosa corto, algo casual, pero elegante. Adornado de piedrecillas y que caía libre sobre su vientre. Tomó su cabello en un moño simple, dejando detrás de sí una cola de cabello rubio que se movía al compas de su caminar. Esta vez no iría con chofer, tomó un taxi que la dejó en la puerta del teatro y entró con su paso característico, casi en un desfile observando todo a su alrededor. El lugar estaba igual de hermosos que siempre, porque ya era asidua a visitarlo, las tonalidades en rojo y oro, más el aroma característico a madera y perfumería, no le eran desagradables. El sonido de sus pisadas la remontaban a otros días, los primeros días cuando el Teatro se había convertido en su refugio y ahora, en su deleite.

Al tomar asiento, reconoció a algunas personas que ya había visto antes, sus rostros se les hacían familiares, pero no recordaba nombres y donde los había visto, aunque aquello también podía tratarse del producto de todas las veces que había estado allí, con tantas personas que ya estaba acostumbrada a ver. Desvió su atención y se acomodó a la espera de que comenzara la Opera.

Spoiler:

Observaba por la ventana de la limusina con tranquilidad mientras llegaba al teatro, sólo me fijaba en como pasaba todo rápidamente. Las calles estaban un poco más llenas que de costumbre, me agradaba eso, la gente ya volvía a tomar confianza (a pesar de la hora que era) y a olvidar de cierta manera lo que paso aquel día. No quiero pensar en eso. Una nueva obra se había estrenado en Broadway, famosa y a la cual mucha gente acudiría, pero seguro no llenaría el teatro, igualmente esperaba encontrarme con personas que conociera allá aunque lo más seguro fuera que sí. Estaba atenta a todo, a cualquier situación, a cualquier persona y más si era de una raza diferente, especialmente a los vampiros.

Estábamos atascados cerca del lugar, mi chófer no decía ni una palabra, ni tampoco le había preguntado nada y por fortuna era prudente, si no hablaba, él se quedaba callado hasta que muriera si había la oportunidad. En fin. Logró salir de la cola de carros hasta llegar a la entrada. -Gracias, cualquier cosa te aviso. - Le sonreí apretándole el hombro mientras salía.

Mi vestimenta era de gala pero nada fuera de lo normal. Algo cómodo pero atractivo para la situación. Al entrar logré ver que había una buena cantidad de personas ya sentadas y preparadas para que empezara la obra. De una vez noté la presencia de otras razas acá.. Vampiros, humanos (obviamente) e híbridos. Si, fui una ingenua al pensar aunque fuera por un segundo que sería la única que no era normal acá. A lo lejos logré darme cuenta que estaban Alesha y Zadsaquiel presentes, me daba algo de tranquilidad tenía que acotar. Gente que conocía y que tenían mi total confianza.

Sin darle más vueltas me senté en el primer puesto libre que vi como en el medio. Suspiré profundamente cerrando los ojos un momento, estaba atenta a todo pero también quería desestresarme con la obra que seguro estaría muy bien y si se había vuelto tan famosa en tan poco tiempo era por algo.

Spoiler:

Ha pasado una semana desde que una amiga lo ha invitado a la opera, no le es nada molesto ya que es uno de sus entretenciones nocturnas que mas actividad tienen a altas horas de la noche, aun hacen falta tres horas para que baje el sol y pueda salir a la calle, su secretaria siempre diligente se ha encargado de su ropa y preparar todo para la noche, sobre todo porque eso le ha evitado estar sentada frente al computador toda la tarde, verla así como esta le hace pensar que de no ser porque sabe que es humana, la confundiría con uno de los suyos.

Terminando el día la despacha para quedarse arreglando algunos documentos, faltando hora y media para el evento se arregla con un smoking, su amiga le había dicho que llegara formal aclarando que debía ser un smoking por el tipo de evento. Dejando el banco como un día cualquiera, toma su auto hiendo directo al teatro, habían quedado de verse en aquel lugar y espera sea cierto, y antes han tenido discusiones por dejarse plantados el uno al otro, aunque esta vez va decidido a divertirse sin importar si la ve.

El camino que toma se torna tedioso, si bien es la calle rápida se topa con una serie embotellamientos que lo hace descansar en el asiento de su auto, con 15 minutos de antelación llega al teatro donde las personas ya entregan sus entradas, busca a su amiga un poco distraído observando a cada mujer con las característica de su amiga hasta que 6 minutos antes de la función le llama cancelando , ante el teléfono suena tranquilo y comprensivo, pero por dentro anda molesto porque no es la primera vez que pasa.

Sin hacer mas espera ni deprimirse entrega su boleto y pasa al interior del teatro, un acomodador ve su boleto y le indica exactamente donde estará su lugar, en las primeras filas, cosa que no le disgusta porque tendrá una buena vista, lo malo es tener personas a su lado, en especial si son humanos molestos, mira su boleto y luego el asiento que por suerte aun está solo, sin nadie a la par, aunque en frente tiene algunas tentaciones, mujeres con peinados altos mostrando sus perfumados cuellos.

Sin más pasa a sentarse, se acomoda e igual acomoda su ropa deseando morder aquellos cuellos que tan bien hueles, pero solo le toca gruñir y aguantar la tentación, tentación que soporta pensando en la obra y si podrá entrar a vestidores a saludar a la estrella.

De los placeres a los que era terriblemente débil pero eternamente fiel era a la ópera. ¡Oh, maravilla terrenal que seguramente tenía sus orígenes en algún misterio inalcanzable para toda criatura sobre la tierra! Incluso debía ser un enigma para sus autores el efecto tan penetrante que tenían sus obras sobre mortales e inmortales. Cuántas veces no hubiera querido ser intérprete en alguna puesta en escena pero dentro del personaje dudaba que se viviera la misma emoción de la pieza. Así que simplemente la disfrutaba con gran gozo.

Un momento de dispersión era lo que necesitaba con todo lo que había pasado recientemente y qué mejor que una noche de ópera. No llevaría compañía, no conocía a nadie que quisiera ir a pasar un rato ameno con una orquesta y quizá algún número clásico pero no por eso aburrido. Debía admitir que me emocionaba un poco, que se dibujaba una sonrisa en mi rostro ahora cubierto levemente por vello facial que no frecuentaba llevar crecido pero había recibido a la Primavera con una nueva apariencia que no me hacía sentir mejor sino que me tenía un poco descuidado de mi mismo.

Seleccióné como de costumbre un esmoquin, no era muy ostentoso, llevaba una corbata en tonalidad guinda que hacía juego con el pañuelo en el bolsillo del saco. Zapatos negros y brillantes, los bolsillos en el pantalón con una cajetilla de cigarrillos así como un encendedor. No necesitaba más que eso, mi billetera y el boleto de admisión. Tomé camino cuando faltaba todavía una hora, abordé un taxi que me dejó justo en la entrada del teatro que más bien parecía la alfombra roja de alguna premiere: mujeres entalladas en vestidos derrochando elegancia, con un porte exquisito y de belleza indescriptible. Los caballeros desfilaban con trajes finos, expresiones sobrias en el rostro. Sin duda el ambiente de los eventos de ese tipo siempre resultaban igual donde quiera que se suscitaran.

Al entrar al teaatro busqué con la ayuda de la edecan mi sección, al dar con ella me colé entre las filas para ubicar mi asiento que se encontraba entre dos señoritas de rubia melena, una de ellas con un vestido rosa pálido, de facciones angelicales (Lilith), le dediqué una sonrisa mientras me abría paso para sentarme.

-Son muy buenos lugares.- comenté en voz alta y al ver a la otra chica reconocí su rostro pero algo había de diferente.- ¡Odisea! .-Exclamé sin reparar en la reacción de la compañera a mi mano izquierda, totalmente concentrado en la chica a mi derecha.- ¿Te encuentras bien?

Todos estaban llegando, yo caminaba junto a mi Manager quien estaba junto a su prometida la cual estaba sonriendo levemente mientras platicaba con otra mujer de clase alta. Mire a mi alrededor mientras sonreia con esa singular sonrisa seductora pero encantadora la cual atraia la atencion de todos, gire levemente mi rostro a la derecha y mire como un grupo de personas hablaban y se juntaban en unas gradas, no se por que pero tenia la impresion que eran de temerse, los mire unos minutos mas hasta sentir el contacto de mi manager quien me guiaba a unas escaleras arriba las cuales daban a uno de los tantos balcones en el segundo piso, al entrar por la puerta se podia apresiar todo el teatro.

Despues de tomar asiento un momento antes de que empezara la obra, mi manager me presentaba con el director quien me queria en sus proximos proyectos, hablabamos de cosas vanales o inclusive de propuestas de trabajo, pero a un asi tenia un mal presentimiento, mire a la planta de abajo y podia sentir como las energias, y el ambiente sobre algunos era tenebroso, lo sabia no era la unica diferente aqui; entre humanos tambien habia demonios llamados Vampiros, esa sangre la cual corria por mis venas. El lugar empezo a obscurecer lentamente dando a indicar que quedaba poco tiempo para que la obra diera incio, me levante un momento para ver todo nuevamente, tome asiento acomodandome de nuevo viendo las posibilidades de una salida por si llegara a pasar algo.

--Uhm.. la obra dara inicio--dije con ese tono caracteristico de mi al estar con companeros de trabajos, era seductor con invitacion a lo desconocido, mis acompanates asintieron con una sonrisa para girar al escenario donde la voz de una mujer dio inicio a la obra musical.

Las luces se apagan y eso solo hace que se relaje mas, lo segundos de silencio le ayudan a que su agudo oído vibre con las voces de los personajes que se hayan en los balcones. sabe que hay gente importante y buenas victimas a la vez, pero ha llegado a divertirse y dejar los negocios para luego, por ahora se acomoda a disfrutar de la opera, la cantante sale a escena pero en lugar de ver algún solo o actuación de algún relato épico o algo parecido escucha un coro, no es que no le gustasen pero esperaba una opera, a lo mejor es el inicio y lo bueno vendrá luego.

Como cualquier vivo de esos tiempo de los que viven sin cultura, se queda quieto viendo con fastidio que tanto dura el canto, apenas ha comenzado y ya se aburre, recuesta su cabeza sobre el respaldo de la butaca, deslizándola hasta que queda apoyado su cuello viendo hacia arriba, las tenues luces hacen ver las siluetas de algunos de los presentes, atrapa algunos de los aromas sintiendo de pronto uno particular que lo hace ver hacia el frente aunque sin notar que pasa en el escenario.

No se puede creer que la vasalla de Azuka este ahí y sin ella, aunque tampoco lo puede descartar porque tiene sus libertades, niega para no pensar en eso ademas de que es seguro se equivoca, es un vampiro y no un lobo, se saca aquello de la cabeza y se vuelve al frente para terminar de escuchar la apertura de la función.

Observó el movimiento de una persona al pasar intentando no golpear las piernas del resto de los presentes que lo miraban con reproche, se apegó un poco al respaldo de su butaca y corrió las piernas hacia un lado con delicadeza para que pudiera pasar sin problemas. Le sonrio con amabilidad y asentió a su comentario.

-Así es… ha sido increíble encontrarlos debido a la demanda de esta función – observo a la muchacha que estaba del otro lado y le sonrió, regresando finalmente su vista al frente. Justo en el momento que las luces se volvieron más tenues de lo que ya eran.

Se sonrió con entusiasmo al percibir el sonido de las primeras notas, era una apertura, claro, no era para menos, puesto que la cantante era bastante famosa y le gustaba la ostentación en sus obras. Se quedó observando con real interés como la mujer gesticulaba al cantar y el coro le seguía con gran exquisitez, aquello era placer en todo los sentidos, ya que Lilith amaba la música y las buenas presentaciones. la apertura seguía su curso tal y como el rio sigue su curso al mar, sin interrupciones, aumentando y bajando intensidad, desconectando sus sentidos para entregarse a la dulce y potente voz de las cantantes, un timbre más alto y luego uno más bajo, jugando con las notas que viajaban por el aire a velocidad que ella muchas veces había querido explicar. Cerró los ojos hundiéndose en el vacio donde solo la música llegaba, entonces se sintió inquieta.

El sosiego anterior había desaparecido mientras sentía las manos frías y húmedas de sudor, podía ver sombras desiguales cortadas en el aire, vaporosas e inhumanas moverse como si se tratasen de almas impredecibles, no entendía muy bien lo que decían porque todos hablaban a la vez. Uno de desprendió y un grito de horror le trastoco el cerebro. Sintió sus propias manos aferrarse al pasa manos de su butaca con fuerza, mientras los ojos ya lagrimeantes por el esfuerzo se abrían de golpe, como si despertara de un sueño. Como siempre que le sucedía luego de una visión, su corazón se aceleraba y su conciencia viajaba hacia el límite entre ambos mundos, enseñándole pedazos de un futuro cercano. Pero su percepción no era muy buena, porque casi nunca lograba entender que veía. Se removió nerviosa en su asiento, la sensación de que algo sucedería no se le quitó y deseaba con todas sus fuerzas intentar entender lo que había visto. O tal vez sentirse más a salvo de lo que la vulnerabilidad del momento le permitía.

La obra para Lilith había llegado a su final y en su lugar, solo el nerviosismo y las sensaciones que había percibido en aquella ininteligible visión perduraban.

Esa era la noche. Recordaba las indicaciones de Azuka en la fiesta y sobre sus próximos objetivos. Con una mirada frívola, se observó en el espejo y colocándose unos pequeños aros, completó el atuendo de aquella noche. Estaba llegando tarde a la función pero aquello poco le importaba, después de todo no iba a disfrutar de la función, sino a otra cosa. Le sonrió a la imagen que el espejo le devolvía y se encaminó a la puerta.

Llegó al lugar y como se lo esperaba, no había nadie más que un par de guardias cuando cruzó el umbral. Sus encantos felinos hicieron que no le costase demasiado esfuerzo que le permitieran entrar. Aquella sonrisa con promesas implícitas, facilitó el trabajo. Claro que lo que obtendrían a cambio era todo lo contrario a lo que realmente querían.

Se deslizó entre las sombras hasta el palco que solía utilizar las veces que allí se presentaba. Estaba vacío, había hecho los arreglos pertinentes con anterioridad para que así fuera. Se sentó y sin prestarle demasiada atención a la orquesta, paseo sus ojos por el lugar, intentando encontrar en los presentes algún conocido. El aroma a inmortales llegó a su nariz y supo que no estaba sola aquella noche. Aunque eso no era algo que le sorprendiera, después de todo estaba en territorio de los Brotherhood y éstos tenían las misma actividades que los humanos, por lo que la mezcla de las razas no era algo extraño.

Con un suspiró se apoyó en el respaldo del asiento y se dejó llevar un momento por la música que sonada en todo el lugar.

Los gritos de horror despues de la primera apertura se hicieron escuchar en todo el lugar, una bestia conocicda por nombre como Berserker aparecio desde los suelos destrozando la madera de aquella tarima con una mujer descuartizadda, el lugar se puso silencioso escuchando los murmullos de todos los presentes en aquella gran habitacion, me puse de pie al escuchar un grito en la primera planta mirando a cuatro mas de esas criaturas, la gente empezaba a correr horrorizada a la salida la cual estaba bloquedad. Gire a ver a la gente que venia conmigo en su mirada se apreciaba el miedo y la desesperacion de vivir a cuestas de todo. Me dirigi a mi manager quien tomo la mano de su pareja y les indique que debiamos salir y encontrar una salida.

Al salir corrimos por el largo pasillo encontrandonos con una de esas bestias la cual me vio a los ojos y yo a ella avalanzandose sobre uno de mis representates el cual gritaba de agonia, sin mas tome esa oportunidad para correr lejos de esa vestia junto con los que quedaban de nosotros, mire a ambos lados como los cuerpos volaban y la sangre salpicaba por otdas partes, tome una arma que estaba en mi camino para defendernos de los que fuera que pasara.

Ante el primer ataque había esperado comer un poco, pero las malditas bestias no permitían estar en paz sin tratar de matar a todo el presente, los ve molestos logrando comer solo un poco entre sus esquivos, no ayudándolos sino tratando de tener algo de sangre para aumentar su fortaleza, pero no es suficiente mas que para defenderse y sacarse un poco a aquellos seres, desafortunadamente no tiene nada para defenderse mas que sus propias manos que a pesar de ser fuertes no son lo suficiente para derrotar mas que a unos dos con un tubo que arranca de un barandal en su camino, son muy pocos los suyos en el lugar y casi todos ven por si mismos, los humanos no le importan, hay mas ahí afuera, pero su pequeña Lilith que no se la toque.

Entre saltos y dándole de comer al humano que le estorbe en el camino a aquellos seres, llega hasta Lilith que a pesar que sabe defenderse no es fácil lo haga contra aquellos seres, en un salto la toma por la cintura llevándola lo mas lejos posible, pero todo el lugar esta plagado, el mayor problema es que no hay lugar donde esconderse mas que un camerino donde se mete con la chica esperando no los encuentren tan pronto, algo fastidiado por no poder salir de ahí para mantener a salvo a su pequeña, el muro no es débil y lo único que puede hacer es romper una ventana para sacarla de ahí, y así hace logrando tener un respiro momentáneo, menos por el problema de la altura y la cercanía de las bestias que seguro habían escuchar el golpetea porque en algún momento los habían tenido cerca.

Mira al fondo a un gran grupos de militares a quienes comienza a llamar gritándoles, pero no cree que lo escuchen por el ruido ahí afuera, pero al parecer ahí adentro si los escuchan y un fuerte golpeteo mira a Lilith como preguntándole si se arriesga a saltar o si tiene un plan mejor, pero mientras espera la respuesta o lo que les depare el destino toma el tubo esperando no sean tantas bestias o le tocara visitar el hospital y comer como un neofito.

La primera impresión que se llevó, fue que se había desatado un infierno dentro del Teatro. Luego un montón de cuerpos que pasaban volando por sobre su cabeza, uno de ellos le cayó casi encima, manchándola de sangre y notando que estaba parcialmente cercenado. Nunca había estado tan cerca de la muerte, no de esta forma por lo menos. No se dio cuenta que había sucedido con los demás, las personas que estaban a su lado de pronto se habían esfumado entre tantos lloros y gritos. La gente histérica se había agolpado, entregándose unos a otros a las fauces de aquellas bestias que solo había visto en fotografías, nunca de forma tan directa. Sabía que había uno cerca de ella, podía sentirlo y pensó que no podría escabullirse de él, sino hasta que sintió unos fuertes brazos sostenerla por la cintura y alzarla. Su acción inmediata fue un chillido de horror, para luego ser sustituida por el alivio al ver que se trataba de Seth.

Se aferró a su cuello escondiendo la cabeza en su hombro, asustada por primera vez. Pero sabia que no había cabida para ello ahora, tenia que ser fuerte y pensar en que hacer, algo debía ocurrírsele. Se escondieron en un camerino, no hizo mas que dar vueltas pensando, mientras escuchaba los gritos de suplica y terror de las gentes fuera de ese lugar. Se apresuro a correr un mueble hacia la puerta, un ropero grande que le costo en primera instancia, pero arrastrándolo lo logro, luego respiro tranquila un momento, porque eso podría sostenerlos el suficiente tiempo para pensar en algún plan.

La ventana había sido rota y ni cuenta se había dado y solo lo miro. Su mirada le pareció una pregunta y miro hacia la ventana.

-Ni lo sueñes, no… - dijo dando un paso atrás – estamos a más de tres pisos en altura – se colocó las manos en la cadera en actitud desafiante, que acaso pensaba que ella saldría ilesa de una caída así. Debería de haber pensado en que salir ilesa con algún hueso roto era mejor que enfrentarse a esas bestias. Aun así se asomó por la ventana y observo el exterior – Seth… el alfeizar exterior, es bastante amplio, una persona puede caminar por allí – lo miro – además debe ser de hormigón y por tanto resistente… por otro lado, los camerinos están en la parte trasera del teatro, por lo que a la altura de la cúpula deberían haber escaleras de emergencia... ¿y si huimos por allí?

La bestia se abalanzo sobre mi deslizandome por el suelo mas no pudo morderme ya que puse la arma entre nosotros dos... Mire a mis acompañantes los cuals estaban en shock a lo que veían y asustados -- Corran... Huyan..!!-- les grite con dificultad sintiendo el aliento caliente de aquella bestia, una rápida mirada eche a mis acompañantes que entraban a una habitación contigua y regrese mi vista a la bestia para tratar de quitármelo de encima.
Con las fuerzas sobrehumanas que poseía lo hice a un lado estamparlo contra una de las paredes para ponerme de pie, mire mi vestido y suspire cansada para terminar de rasgarlo y darle mas movilidad a mis piernas, la bestia se levantaba con rapidez y tome la arma para disparar en su cabeza, un gruñido sonoro se dejo escuchar alertando a los otros que estaban cercas, me acerque a la bestia y gire su cuello para dejarle caer, mire mi brazo derecho el cual tenia un rasguño, sin mas asegure aquella puerta por fuera para que no le pasara nada a mi manager y esposa. Mire a mi alrededor y salí corriendo planta baja donde el caos era a un mas grande que en la segunda.

Al llegar a la primera planta las bestias corrian de un lado a otro atacando a las personas, cabezas volaban de un lado a otro, sangre se estampaba en mi vestido y en mi blanca piel mas no me importo debía buscar una salida y sacar a mis amigos con vida, mi mirada veia a todas partes y esquivando algunos cuerpos sin vida y algunas bestias que estaban mas concentradas en comerse a las victimas.

Las cosas no pintaban bien en el Teatro por ahora Nerina y Natasha estaban tiradas en el piso inconscientes afortunadamente cayeron cerca de donde todo empezó, en medio del atrio del lugar donde estaba la orquesta, quizás no han podido cumplir del todo con su objetivo, pero las bestias ya habían matado a algunos seres humanos todo estaba lleno de sangre algunos pocos habían logrado sobrevivir. Las chicas habían recibido severas heridas, los Berserkers las habían lastimado, golpeándolas con brutalidad, pero dada su condición de no vivas, quizás lo mas que recibieron fue una profunda en su abdomen, causado por el choque contra algunos rastrojos de construcción, al caer.

Zadsaquiel mientras no pudo salir de la parte alta de la platea y cuando uno de los Berserkers lo lanzo contra las sillas de abajo, dejándolo, causándole un herida en su espalda.

Las puertas estaban siendo azotadas desde afuera por los miembros militares que se habían percatado ya de lo sucedido. Seth buscaba salir del lugar desde lo alto de una ventana, pero era obvio que con anterioridad a esta acción habia también sufrido una herida en su brazo derecho, el mismo estaba sangrando. Gracias al atuendo quizás Lilith no pudo notarlo en ese mismo momento, pues el vampiro no mostraría molestias pero quizás si una ligera debilidad en sus acciones, ella no deseaba saltar, pero en ese mismo momento noto que la escalera estaba algo deteriorada obviamente eso era parte del plan de los Hijos de Caín para evitar que las autoridades huyeran. Seria necesario que ambos confiaran el uno en el otro, claro esta deberían saltar el metro y medio que quedaba entre el final de la escalera y el suelo. Lilith tenia una herida en su costado izquierdo, causada durante su huida, quizás era algo pequeña pero en ese mismo momento habia ya bastante sangre.

Americus habia conseguido llegar con mucha dificultad ha la planta baja, lo que miro ahí no le fue nada agradable, pero se distrajo un poco con lo que miro. En ese momento un Berserker la lanzo contra la pared haciendo que se golpeara fuertemente contra la pared y en el proceso chocara con una columna saliente, lo que le produjo una herida en su pierna derecha. Se escucho entonces una gran explosión y la puerta de pronto se abrió una guerra mucho peor estallo entre los militares, pero quizás por temor los Berserkers retrocedieron rápidamente, empezando a desalojar el lugar dejando algo más de caos en su camino.

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