Luna Cambiante

Brooklyn Bridge
25/febrero/2013
19:30 pm

Era una noche fría en la ciudad, pero eso no importaba, llevaba en mí una duda que necesitaba sacar de mí ser, además era momento de encarar las cosas. Había citado a Arthur a presentarse en el lugar, la única pista que había dado era que usaría un clavel blanco en mi pecho. Llegue al lugar un poco más temprano de lo habitual pues no me molestaba esperar lo que viniese, estaba mirando hacia el río, su calma, el reflejo lejano del cielo en el mismo, opacado por las luces de la ciudad.

Tras lo sucedido en el Winter Festival, había cosas que los licántropos teníamos que tener en claro y no era un momento para dudar o pensar solo en la neutralidad. La muerte de Anhete era algo que me había lastimado bastante, sabía que los Garras Rojas eran más que nosotros también, de ellos no se sabían mucho pero lo que mi instinto decía era que ellos no eran de mucho fiar. Sangre, eso era lo que percibía en su ser cuando tenía uno cerca y era mucha sangre la que olfateaba en casi todos los licántropos que había podido tratar. Me sentí un poco extraña, quizás debía ser más cautelosa pero era el momento y lo esperaría, Arthur debía presentarse y debíamos hablar.

Coloque mi mano sobre el puente mirando a la distancia, cerré un poco mis ojos, buscando en el ambiente un poco paz, de calma de sosiego. Recordé que hace solo unos días la noche siguiente al Winter Festival había celebrado los funerales de Anhete y alguno que otro Licántropo que pude encontrar en medio del caos. Tenía mi brazo derecho vendado, los moretones habían curado, una de las ventajas de ser un licántropo, pero el brazo necesitaría un poco más de cuidado. Espere alerta, no podía ser ingenua ni mucho menos esperar una bienvenida y presentación amigable, aunque no buscaba problemas solo respuestas, pero tenía que ser cautelosa.

Creo que naturalmente no podía evitar eso en su ser, es todo lo que pensé al escuchar sus palabras, la verdad no tenía nada en su contra, pero si sentía algo de rabia por lo sucedido en el Winter Festival, pero era el momento preciso de demostrar mi capacidad y mi posición. Lo mire fijamente y sonreí, confieso que su comentario me causo mucha gracia, era orgulloso, eso se notaba muy bien, pero de qué sirve el orgullo en estos días, si lo único que hace es causar interferencias en lo que en realidad buscamos.

- Es bueno verte Arthur –mencione, ignorando sus comentario, me desagradaba un poco su forma de expresarse, pero pues que más podía esperarse de alguien tan lleno de rencores y ansias de poder- No te amilanes no eh venido a pelear, pero si a hablar –lo mire a los ojos de frente posando mis manos sobre la baranda, mire la luna resplandeciente en el cielo y luego me apoye en la misma mirando hacia el río, la luna resplandecía hermosa sobre el río, las ondas de agua hacían que ella pareciera moverse en medio del agua.

- Me preguntaba que tanto estas dispuesto a perder, los licántropos todos nos cuidamos entre si … antes que nada eso hacemos –me di vuelta hacia donde él estaba posando mi mano opuesta sobre la baranda, mirándolo con detenimiento, quería percibir lo que sus palabras podían responder, era el uno de los culpables de la tragedia y lo que más me molestaba era el hecho de que en ese lugar no solo se perdieron vidas humanas y vampiros, se habían perdido hermanos en batalla. El cuidar de cada uno de nosotros entre si era una de las principales leyes y preceptos de vida en la manada pero el al parecer pensaba pasar encima de todo para mantener su dominio, se sentía orgulloso de lo que había logrado.

Lo miro sin expresar emoción alguna, era obvio que siempre le causaba molestias hablar con él, el no disimulaba su incomodidad al estar hablando con ella. Sus palabras me mostraron algo que mis fuentes me habían mostrado como una lejana posibilidad pero el acababa de confesar, una honda de rabia me inundo. Cerré mi mano con fuerza el mismo barandal se torció un poco, pero lo que el acababa de confesar no haría que yo perdiera la compostura, me importaba muy poco si el me respetaba o no ya había demostrado con esto que era alguien que no vacilaría en nada para obtener lo que deseaba, eso podía sentirlo. Quizás no era todo lo que él esperaba de una licana, quizás no era lo que él quería de una líder, pero eso no me importaba.

- Los pecados que cometemos contra Gaia, ella misma se encarga de cobrarlos … Creo que conociste a Anhete, así como muchos de los hermanos muertos en el Winter Festival … enorgullécete si de algo, de darles una muerte digna –mencione con firmeza, respirando hondamente, quizás no tenía un control de los elementos consiente, por lo menos no tan fuerte en estas situaciones, pero las ondas del agua se movieron aún más agitadas que lo normal. Al parecer no noto que el barandal del puente había sido deformado, esperaba que no, pero el resto de sus palabras me causo una profunda sensación de lastima, no tenía visión más allá de lo que su corazón le había hecho pensar.

- Es para ti entonces un orgullo vivir del pasado … vivir con los rencores y fantasmas de lo que paso con tu esposa, acaso no crees que ella estaría más feliz si tu solamente continuaras con tu vida –no teníamos una buena relación ni como la de líderes, ni siquiera una amistad, eso era lo molesto para mí, ver su arrogancia, estaba dispuesto a pasar sobre cualquiera para lograr lo que buscaba y no estaba dispuesto a perder nada. Sus últimas palabras mostraron lo frio de su ser, respire levemente escuchándolo por última vez y en ese preciso momento buscaba solo decirle algunas cuantas cosas, sus acusaciones no me molestaban, su actitud sí, pero tenía que dejarle en claro algunas cosas- Eres increíble … puedes ser dramático, sincero y objetivo en el mismo instante … Yo no vivo del pasado Arthur, quería saber que esperar de ti, porque veo que no estás dispuesto a buscar el bien de los nuestros … si eso significa que dejes de exterminar a los vampiros … Las almas de los muertos necesitan descansar en paz y haremos una ceremonia para ello a la que espero asistas … Dante debería estar aquí, si no quiso venir es asunto suyo –me acerque entonces un poco más hasta él y le susurre al oído- Te estaré vigilando Arthur, pero deja la psicosis, no quiero matar a uno de los míos aunque sea un líder que vive del pasado –di unos pasos alejándome de él y dándole las espaldas, suspire y sonreí levemente, mientras me le había acercado, le deje en su mano una hoja de papel, un informe que había conseguido de los vampiros, no precisamente oficialmente, sino más bien, extra oficial, sobre lo ocurrido. El mismo informe mencionaba que no se conocía de quien más había colaborado con los Hijos de Caín pero que solos no lo hubieran podido haber hecho. Me detuve entonces a unos pasos.

- Gracias, por ser tan sincero, nadie se enterara de lo que hiciste por lo menos no por mi … la ceremonia de funerales se aproxima, te la informare, por favor asiste, no por mi … sino por los hermanos que murieron … Anhete te admiraba de alguna forma, demuestra tu aprecio a la raza –en ese momento el viento soplo con fuerza, acomode mi cabello y lo mire de reojo alejándome del lugar, era obvio que ya no había más que hablar, él había sido ya muy claro, para él la única forma de llegar a la paz era exterminar a los vampiros. No pensó en que si ellos desaparecieran los humanos nos tomarían como su objetivo principal, todo el esfuerzo en ser menos evidentes sería una tontería innecesaria. Era hora de irme, sin querer había conocido quien más había participado en el plan de los vampiros, aunque con sus palabras quizás no lo hizo voluntariamente.

Mantuve mi mirada fija en el agua al escucharlo, estaba molesto, lo entendía, después de todo alguna vez me sentí como el, parecía un adolescente, un lobo adolescente pretendiendo provocarme, hacer que perdiera la compostura. No podía creer que su gran temple de líder estuviese siendo aquí mismo nada, me había excedido acaso al hablar de Paula, pero quizás no era así, no la conocía mas que el, pero si la había visto a lo lejos un par de veces y había sabido de ella por mis maestros. Era obvio que ella con lo que era no desearía que el estuviese haciendo lo que ahora mismo hacia, pero eso él no podía entenderlo, no porque aun necesitaba dejar el rencor y pasar al perdón, su alma aun no había alcanzado ese estado en la que la mía se encontraba.

- No tengo nada que ver con los vampiros … créeme que se mejor que tu lo que sientes ahora mismo … se te olvida o quizás no lo sepas … yo misma procure destruir a los licanos y a los vampiros, el día en que por su culpa perdí a mi prometido y mi vida mortal … Arthur no soy la traidora que quieres ver, pero si eso te complace … piénsalo … –levante la mirada manteniéndola fija en el espacio vacío sobre el agua, luego me di vuelta y lo mire a los ojos, no te esa furia que emanaba de su ser, no me molestaba que me dijese traidora, que me ofendiese, no eso no me molestaba, el no había visto las cosas que había visto yo, la destrucción que el hombre, que los seres humanos pueden causar, no había visto lo que mi propia mano una vez hizo hace tanto tiempo, antes de poder encontrar el perdón en mi ser, de entender que hay cosas que nos sobrepasan. Cosas mas allá del orgullo y el dolor, cosas que son mucho mas altas que un sentimiento o una emoción, cosas que el parecía no entender, pero que en ese momento no había tiempo para explicárselas.

- Si Arthur, antes de tomar mis palabras como una amenaza o traición … piensa en algo … yo en el pasado quise acabar con todos los licanos y con todos los vampiros … y lo hice, lo hice en un lugar determinado … deberías dejar de ver al enemigo donde no esta, porque no son los vampiros los que pueden acabar con nosotros Arthur … en tu caso serás tu mismo quien lo haga … en mi caso, ya se la respuesta … Toma mis palabras como muestra de traición si así lo deseas … porque mi alma ya esta en paz, ya mate vampiros … aun sigo purgando las culpas de mis errores al dejar morir a licanos … espero no te pese tanto como a mi … Paula, sabes hasta admiraba su forma de ser, lastima no conocerla tanto como mis maestros, pero si sé que ella no quería verte así … –solo le di una mirada de pies a cabeza y luego sonreí levemente, alejándome del lugar, era ya todo lo que podía decir, no había una palabra mas que pudiese mencionar. Sabia bien que lo que le había dicho quizás podría causarle un mayor resentimiento a mi persona, pero con el nada se sabe, se deja dominar tanto por las emociones.