Es la sombra perfecta(azuka)

Desde aquella gloriosa noche roja las cosas habían cambiado un poco… el hecho de que los bersekers se saliesen de control no estaba planeado; pero no era algo que la perturbase demasiado, a final de cuentas, de una u otra forma podría sacarle ventaja a tal situación… ya que bueno, los bersekers, a pesar de su fuerza descomunal, no mantenían su apariencia bestial todo el tiempo, por el contrario… dado el momento volvían a su apariencia humana, donde eran igual, e inclusive más débiles que un humano promedio.

A su debido tiempo encontraría la forma para tornarles bajo su control a todos ellos… ya sea buscando tomar un lazo sanguíneo, o bueno… si se convertían en un estorbo para sus planes simplemente eliminándoles, en su forma humana eran sumamente frágiles y fáciles de eliminar, y claro que esto sería algo que probablemente no sólo ella tomaría en consideración… este y otros temas variados hablaban en la reunión de aquella noche… al salir de la sala de conferencias, casi como costumbre últimamente revisó su móvil… había unos tres mensajes de voz en su bandeja de entrada…

Una vez que estuvo nuevamente en su alcoba, sin nadie cerca que pudiese escuchar (tienen un oído sumamente agudo), se dispuso a escuchar los mensajes que tenía… el primero que escuchó era de Román, uno de sus subordinados, encargado de una misión de infiltración dentro del gobierno… él no era un vampiro, pero si un fiel vasallo, para obtener la información necesaria, y también uno que otro documento para permitirse el libre paso, los subordinados de ésta índole eran simplemente necesarios… en su mensaje la ponía al tanto de lo que estaba sucediendo internamente… al parecer el gobierno había llamado a un grupo de revolucionarios para deshacerse de los vampiros… esto no era precisamente bueno, pero, confirmaba que los humanos ya no confiaban en los brotherhood.

El segundo mensaje era de Odisea, al parecer la escena que había observado la noche en que la zona cero se formó había traído algunas repercusiones para la joven… es probable que esto la orillaría a por fin tomar una decisión, y el hecho de que la llamase le decía que así era… si no, quizá tenía dudas que aclarar al respecto, y por eso era que la contactaba… y la soledad, eso no era algo que los mortales aceptasen muy bien, aunque para ella no significase mayor problema, ya que los de su estirpe solían ser seres que en la soledad vivían gran parte de su existencia, y claro que ella no era la excepción.

El último mensaje de su bandeja de entrada era de Kyle, un joven inmortal encargado de rastrear a los bersekers, para ubicar sus actuales “madrigueras”… al parecer había sido atacado por uno de ellos y por poco no sobrevive, pero estaba sumamente cerca de encontrar el sitio donde se mantenía la mayor cantidad de estos seres y luego de una adecuada recuperación con un poco de sangre fresca continuaría con su misión… era un joven y bello inmortal bastante confiable… luego de hablar con un par de subordinados para que fuesen en su ayuda, decidió ir hasta el museo, para encontrarse con Odisea.

Gracias a otro vasallo, en condiciones similares a las de Román, tenía una muy adecuada documentación, por lo que con un poco de actuación, o con un poco de sus habilidades para controlar las mentes mortales, el libre paso por la ciudad no sería un gran problema… al llegar a la entrada del museo un joven guardia hizo la inspección, y luego de observarla minuciosamente decidió darle libre paso al local…

Una vez dentro, el aroma de la joven fue sumamente sencillo de localizar… era uno que había memorizado, se dirigió hasta la sala donde se encontraba, la de las obras más resientes del museo… la encontró al pie de un cuadro… valla que se sorprendió al verlo… se reconoció en la imagen, y al joven en el mismo, Frederick… había sido uno de sus vasallos en el pasado, y recordaba muy bien la habitación donde la pintura había sido realizada, el chalé de la mansión que había habitado en sus primeros años como inmortal… a manos de su padre, a quien le parecía sumamente bello cuando su hija se alimentaba, ese cuadro había sido creado… aquello le pareció sumamente nostálgico… y claro que sorpresivo el hecho de que aquel cuadro hubiese llegado hasta manos mortales, y mucho más aún en un museo…

Sonrió por lo bajo, en sus adentros, acercándose hasta la joven… fue claro que su mano había sufrido graves repercusiones durante el ataque, y se lamentó por un instante de no haberla prevenido de lo que sucedería, ahora bien… que algo así no era un mal irreparable, pero es probable que la joven pensaba lo contrario… o bueno, para los mortales normalmente lo sería… y era bueno que no estuviesen al tanto de que un par de gotas de su sangre podría sanarles de cualquier tipo de enfermedad o mal, claro, mientras que no fuese una amputación o algo más radical.

Cuando la joven se percató de su presencia se giró para hablarle… y era verdad lo que decía, su muerte estuvo demasiado próxima aquella noche, y la decisión debía de estar ahora mucho más cercana.

-El tiempo para elegir se agota… has decidido ya pequeña?...

Cuestionó, pero realmente no esperaba una respuesta inmediata, centró su mirada en aquel cuadro, transportándose hasta la noche en que el boceto fue tomado… su padre tenía un gran talento, y ese no había sido el único cuadro de ella que había tomado en el pasado.

-Ha captado muy bien la luz de los rayos de la tormenta aquella noche…

Dijo haciendo referencia al cuadro, donde se notaba una luz muy distinta a la que los candelabros hubiesen podido obsequiar.

Aún con la mirada en el cuadro la joven mujer comenzó a hablar, diciendo que nada de aquello le parecía una casualidad, afirmando un par de verdades, aquella mujer pintada hacía tanto tiempo atrás era Azuka, y Frederick, era sumamente bello, aunque realmente al tomar esa escena no estaba muerto, tan sólo inconsciente, era su vasallo después de todo, una fuente de diversión y alimento, a la cuál mantenía con vida mientras le fuese interesante…

Odisea se había dado vuelta luego de aquel comentario, tomando asiento en una de las bancas cercanas a una fuente, central en aquella sala; para luego platicarle sobre lo que le había sucedido en el festival, Azuka la había visto sumamente herida, pero supo también que estaría bien en aquel momento, aunque con sus estimadas repercusiones luego… le platicaba también que los sueños se acercaban cada vez más cercanos a la época actual, y que eso solamente podía significar que el momento de su elección o su final llegaría pronto… pero antes de nada, quería hablar nuevamente con Vladimir, cosa que no veía mal.

La escuchaba hablar nuevamente, parecía un tanto desconcertada, tenía muchas dudas en su mente, y claro, un criterio erróneo sobre la vampiresa… buena, en absoluto sería una palabra que la describiese a ella, pero bueno, era algo de Odisea no sabía… y es probable que se enteraría demasiado tarde, ya que si bien pensaba darle la inmortalidad, el beber sangre de bolsas no sería algo que estimaba para su hija, por el contrario… dejaría que la joven diese rienda suelta a sus instintos, para que fuese una inmortal en toda la extensión de la palabra, aunque claro, le mantendría oculta su posición dentro de los Cainitas, hasta cerciorarse de que esta fuese una inmortal de confianza, antes no… primero habría que ver cómo reaccionaría su ser ante el cambio.

El hecho de no querer convertirse en monstruo, era cuestión de perspectivas, puesto que para muchos Azuka podría ser llamada monstruo, por el hecho de carecer de piedad o sentimientos, de poder aniquilar niños y adultos por igual sin la menor contemplación… es probable que esto la convertiría en monstruo… aunque, desde su punto de vista, era solamente cuestión de supervivencia del más fuerte, el ciclo de la vida… la cadena alimenticia cumpliéndose en todo su esplendor… ellos eran depredadores, y claro estaba que para los ojos de la presa eso los convertía en monstruos… pero hasta ellos tenían sus enemigos y depredadores… y aunque generalmente un cazador no se alimentaría de ellos, un vampiro tampoco podría verles como monstruos, aunque claro, los inmortales no eran presas precisamente sencillas, por lo que convertir al cazador en presa resultaba siendo algo realmente natural.

La vampiresa había tomado asiento a un lado de Odisea, estaba por hacerle un comentario al respecto de lo que le decía, cuando un mortal se acercó hasta ellos, por las prendas que vestía era sencillo deducir que se trataba de un guarda del museo, pronto les había pedido identificaciones… Odisea por su parte mostró la suya, para luego de cierta manera tratar de evitar que Azuka tuviese que entregar una, probablemente con el temor de que no portase una propia… comentando luego que el guarda era raro, aunque por lo que pudo leer en sus pensamientos no lo era tanto, realmente estaba sacando conclusiones de que la mujer frente a sí tenía un parecido sobrenatural con el de la nueva pintura del museo, que habían encontrado en unas catacumbas en Inglaterra hacía unos años atrás.

-También me ha sorprendido el cuadro, es por él que mi hermana y yo hemos decidido venir al museo… nuestra madre estuvo aquí hace un par de días, y luego de una investigación dimos con que éste cuadro es de nuestra ancestra… es increíble cómo pueden viajar los genes entre generaciones, ¿no le parece?...

Hizo este comentario utilizando un tono de voz que parecía sumamente humano, pero realmente utilizaba sus encantos para “embrujarlo”, viéndolo directamente a los ojos… con esto Odisea se daría cuenta de la excelente actriz que tenía a su lado, o del monstruo sobrenatural que era, al tiempo que le hablaba ,Azuka sacó de entre sus prendas la identificación que su vasallo había hecho para ella… el mismo era perfecto, puesto que aparte del hecho de que los datos en el mismo eran falsos, todo lo demás estaba totalmente en regla… había sido creado en el mismo sitio donde creaban todos los documentos para el resto de la población… con datos totalmente falsos, lo único verdadero en él aparte de la calidad de la tarjeta y los sellos de seguridad era la fotografía en la misma.

El guarda pareció convencerse con el comentario de la vampiresa, disculpándose para luego retirarse donde su compañero… el agudo oído de Azuka se percató de que le platicaba a su colega lo que la vampiresa le había dicho sobre su ancestra en aquel cuadro, al parecer le era sumamente sorprendente este hecho, pero no dudaba al respecto… las palabras de la vampiresa y su encanto habían bastando para que todo resultase demasiado convincente… una vez estuvo lejos se dirigió a Odisea, hablándole nuevamente con tono de voz usual.

-Tienes que entender pequeña, que lo que les dejamos ver es sumamente reducido…

Hizo una leve pausa, mirándole directamente…

-Tras la masacre en la zona cero hay más cosas en juego de las que puedas pensar… hay una guerra desde hace ya demasiado tiempo… y esa noche no murieron solamente mortales… vampiros y licántropos también perecieron…

Casi pudo adivinar su siguiente pensamiento… para los mortales los licántropos no eran más que un mito…

-Sí pequeña mía… existen… prácticamente todas las leyendas surgen a partir de algo real, aunque claro, se ven modificadas… podría decirse que un 50% de lo que escuches es verdad, y la otra mitad es fantasía del narrador, distorsionando la realidad a través del tiempo, esto claro, nos favorece…

Pasó su helada mano, cubierta por un fino guante sobre el rostro de la chica, en una caricia…

-Si decides convertirte en mi hija, te enterarás de todo, a su debido tiempo…

Hizo otra pausa, dejando su mirada en otro cuadro frente a ellas…

-Las cosas llegarán…

Escuchó a la joven seguir el hilo de lo que había dicho antes de que el guarda desapareciera, inventando antes una excusa ante la evidencia de que físicamente no eran tan similares… pero bueno, esto no sería problema, hay demasiados casos de hermanos que no se parecen en absoluto… espantándolo aún más con su agudo comentario sobre su apariencia, los humanos tienen un nivel de superficialidad un tanto elevado, y de seguro eso lo había incomodado, aunque no sería suficiente para orillar a un profesional en su trabajo a abandonar una sospecha, no obstante lo que ambas le habían dicho resultaba suficiente para que se tragase la historia, ahora que, probablemente ese hombre tendría que asistir a tratamiento psicológico en algún momento, que una chica bonita le diga algo así sería suficiente para crear inseguridad en cualquier mortal.

-Trato de que no sea así…

Le susurró ante el comentario que hizo sobre que a ella nada la sorprendía, ciertamente no podría ser capaz de premeditarlo absolutamente todo, pero, siempre trataba de que no la tomase nada por sorpresa… en su puesto actual, dejar pasar un detalle podría significar un desastre para sus planes y los seres que tenía bajo su comando.

-Como te he dicho antes, hay muchas leyendas… pero sí, existen, y con ellos una cierta repulsión entre razas…

Decía esto, no obstante para conseguir fines mayores, ahora el aliarse con los licántropos sería una puesta en marcha que estaba considerando seriamente… hasta donde tenía entendido habían cuatro tipo de direcciones que tomaban… fenrir, fianna, garras rojas e independientes… hasta el momento había pactado con algunos independientes que eran llamados ya sea por fines monetarios o por el simple placer de asesinar.

-Esos seres no eran licántropos… eran bersekers, actualmente andan rondado la ciudad, así que ten cuidado con ellos… son híbridos, vampiros infectados por el virus de un hombre lobo…

Le decía esto, pues, era mejor que supiese a lo que se enfrentaba, después de todo si pensaba convertirla en su hija, era natural que quisiese asegurarse de que conservase su vida el tiempo necesario hasta que ella la tomase, brindándole una nueva.

-De seguro con el caos no prestaste demasiada atención, pero varios licántropos tuvieron que adoptar su forma lupina ante el ataque de los bersekers en el festival…

En algún momento llegaría a reconocerlos con facilidad, si se decidía a transformarse en vampiresa, el entrenar sus sentidos para poder diferenciar las distintas especies sería de las primeras cosas en enseñarle…. La joven le preguntaba por la hermandad, era claro que para ella y el resto de mortales, normalmente sólo existían los brotherhood; pronto se enteraría de cómo eran realmente las cosas.

-Sí querida, los vasallos son prioritariamente esclavos… solamente que su nivel de fidelidad para con su amo es incuestionable…

Sonrió suavemente, por la ironía de que a los insulsos brotherhood se les considerase realeza, cuando realmente no eran más que traidores ante los más antiguos y poderosos inmortales vampíricos, pero no era el momento de hablarle al respecto, no sería bueno que se enterase de los hijos de Caín, si no hasta que al ser la hija de la líder se convirtiese automáticamente en miembro del clan… y es que puede que los humanos no lo sepan, pero un vampiro es fiel a su sangre, y el mandato que le dé su creador es simplemente rotundo e ineludible.

La chica al lado de la vampiresa guardó silencio y luego un temor que muchas inmortales antes de que el don cayese sobre ellas habían tenido antes surgió sobre ella… el poder procrear una familiar, y ver crecer un niño dentro de su vientre, aunque parecía no incomodarle demasiado ese aspecto, ya que después de todo Azuka sería su madre, estaría ahí para guiarle siempre y en algún momento sería capaz de tener su propia progenie, brindándole la inmortalidad a alguien que creyese digno… es más, Vladimir era una traba que realmente le hacía pensarse las cosas…

-Sé que Vladimir es importante para ti… hace tiempo le conocí… y puedo asegurarte de que para él la belleza de las féminas de nuestra especie es embriagante… de seguro le encantará el verte como inmortal…

No le mentía con esto… luego de su encuentro con él hacía tiempo atrás, se había percatado de ello… era probable que el ver a la chica transformada en inmortal sería algo que lo tomase por sorpresa, no obstante sería algo que resultaría de su agrado…. Escuchó luego el comentario que ella hizo sobre las pinturas… que la amaba, es probable que así fuese... un enorme sentimiento nostálgico cayó sobre ella… caminado hasta el cuadro, cerrando sus ojos al estar frente al mismo, imaginándolo a él, su padre, frente a sí captando la escena en el mismo.

-La mano maestra que captó esa escena querida mía… fue la de mi padre…

Dijo abriendo sus orbes azulados nuevamente, dejando su vista fija en el cuadro…

La chica analizaba lo que la vampiresa le había dicho, en realidad eran temas de lo que los mortales no tenían idea, a menos claro que se tratase de un cazador, ellos por razones obvias si estaban algo informados sobre las distintas razas, sus debilidades y el cómo atacarles … lo que decía era verdad, era esta la decisión más importante a tomar en toda su vida, el resto de su existencia dependería de ello, pero, debería de estar consciente de que era ésta, la primera vez en tantas vidas anteriores, que la oportunidad palpable de terminar con toda la agonía de sus existencias por fin tocaba a su puerta.

Le escuchó decir que en su rostro se había notado el afecto que sentía por su padre, cosa que naturalmente le sorprendió, porque consciente o inconscientemente ella no era un ser que demostrase expresiones… pero bueno, el hablar de su padre no era algo que hiciese seguido, y era él, un punto de suma importancia en su existencia… después de todo el lazo que unía a un vampiro con su progenie era irrompible… después de todo la sangre es la base de su estirpe, por lo que al compartir la sangre con otro ser, quedaría unido al mismo por siempre…. De hecho en las sociedades vampíricas el creador de un vampiro es responsable por éste durante los primeros siglos de existencia… hasta que su padre o madre procure que está listo para otorgársele una total independencia… no obstante, el respeto y obediencia para con su creador era algo ineludible, sin importar el tiempo que transcurriese.

Inocentemente la joven preguntaba por la ubicación de su padre, cosa que realmente no fue demasiado de su agrado, porque le hizo caer en la realidad de que él probablemente aún dormitaba en algún lugar, lamentándose una vez más por no haberlo encontrado… pero no demostró en su exterior la mezcla de frustración y dolor, si, un poco de dolor, que le hizo sentir este comentario; controlando completamente sus gesticulaciones y expresiones ésta vez, ella no era alguien que se dejase llevar por los impulsos, mucho menos solía demostrarlos.

Sintió la mano ajena, sujetando la propia cubierta por un guante de encaje negro, correspondiéndole la mirada directamente a los ojos… escuchando las palabras que había comenzado a pronunciar, sin parpadear si quiera, ahí frente a ella, pudo haber parecido quizá una muñeca de porcelana o de mármol probablemente.

Odisea por fin aceptaba su destino, decidiéndose a terminar con ese ciclo de monotonía sangrienta al que estaba condenada… pensando que podría ser alguna clase de vampiro que no hiciese daño a los demás… ah, que pensamiento más dulce, pero indudablemente un pensamiento humano, pues, cuando la sangre eterna domine su ser, los instintos lo harán también, deseando la sangre más que a cualquier otra cosa en el mundo, pudiendo llegar hasta el punto de no distinguir bien de quien se alimenta, si opta por reprimirse y no beber… sin lugar a dudas era mejor aceptar lo que se es, y cazar a sabiendas de quien se alimentan, antes de llegar a alimentarse de alguien que podría ser importante para ellos.

Sentía su corazón latir con mucha fuerza, y la sangre acelerada en su recorrido por arterias y venas, demostrando con esto que los nervios se apoderaban de su ser, aunque el tono de su voz también lo denotaba, a pesar de la seguridad que pretendía demostrar con las mismas.

-No tienes por qué temer pequeña mía…

Le dijo acariciando su rostro nuevamente… bajando su mano con suma suavidad por sobre su cuello, acariciando también su hombro al bajar…

-Si estás lista ésta misma noche podré darte el don…

Le comentó con su tono de voz frío y gutural, sin dejar de ser sensual y femenino… sabiendo que probablemente la idea de que sucediese esa misma noche la asustaría más… pero era mejor así, la chica se arriesgaba a morir si le daba largas al asunto…

La joven guardó silencio por un momento, como analizando la propuesta, cosa completamente esperada, pues, a pesar de haber tenido el tiempo suficiente anteriormente, ahora tenía la elección frente a sí, demasiado real, y demasiado palpable, pero, a pesar del miedo ineludible que pudiese sentir, ella sabía que no debería de escapar ya más de su destino, ¿para qué repetir tal ciclo de horrores?, era el momento de detenerlo, y de que su destino por fin pudiese llegar a culminarse… y sería en manos de Azuka, quien la guiaría para que fuese una inmortal en toda la extensión de la palabra (aunque esto significase alimentarse de humanos, cosa que no podría resistir, los instintos son superiores).

Finalmente comenzó a hablar, pidiéndole como un favor el no dejarla transformarse en un monstruo como los bersekers, y ciertamente la vampiresa repudió la idea, pues, aún entre los vampiros, esos híbridos eran despreciados, completas aberraciones, y el ver a su hija en la inmortalidad convertida en tal cosa sería algo intolerable sin lugar a dudas… al menos en un monstruo de ese tipo podría tener la seguridad de que no la dejaría convertirse.

Le decía que cualquier noche estaba bien para ella, pues, por lo que decía se encontraba completamente sola en el mundo… pero no más, ahora tendría una nueva familia, una para siempre, además de un clan al cuál pertenecer, sería bien entrenada y guiada, tendría el mudo ante sí, para hacer de él lo que desease, moldearlo a su forma, siempre contando con el apoyo de su madre en la inmortalidad, no?... pronto se daría cuenta de ello.

-Ahora yo seré tu familia mi pequeña… no temas…

Dijo pasando sus brazos por la espalda de la joven, correspondiendo al breve abrazo, pero sin ejercer fuerza alguna sobre ella (pues podría dañarla con facilidad), solamente dejándola sentir su apoyo en ese instante… pues asía que su tierno y mortal ser era lo que necesitaba para sentirse segura y dejar el temor de lado… la joven no parecía tenerse demasiada fe… pero por el contario a lo que ella pudiese creer, Azuka estaba segura de que sería una espléndida inmortal; después de todo la que debía ser entregada a Lilith como su hija, no sería cualquier humana cualquiera… claro que no, de lo contrario la vampiresa ni si quiera hubiese contemplado la idea de ofrecerle la inmortalidad.

-Resulta hilarante que una persona que ha reencarnado tantas veces me haga esa pregunta…

Musitó observándola a los ojos, respondiéndole a su cuestionamiento sobre la reencarnación, al tiempo que la escuchaba hablar, parecía estar aún terminándose de convencer a sí misma, pero a pesar de eso, parecía sumamente segura de que esto era lo que realmente deseaba para sí.

-Te enseñaré todo lo que necesites saber pequeña mía….

Dijo tomándola de la mano con suavidad…

-Ahora ven, es tiempo de salir de este lugar…

Le dijo llevándola hasta fuera del museo, haciendo un leve ademán con su cabeza al guardia que las había importunado con anterioridad, en pos de despedida. Una vez afuera del museo, la vampiresa tomó su móvil, encendiéndolo solamente para mandar un mensaje de texto… cinco minutos más tarde, bajo aquella noche ventosa, una enorme limosina negra se hizo presente… trasladándolas hasta el sitio donde la “magia” sucedería.