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Tras el festival |
Fue un mes de locura, el que transcurrió luego del Festival de Invierno, luego de los cepelios de las víctimas, el poder quedó en las manos del Gobernador, Everett Goodweatherm tendría el control total sobre la ciudad, pero Azuka había logrado parte de su objetivo: Los rumores de que el gobierno de Washington ya no estaba tan convencido de compartir el poder con los vampiros; la situación se estaba saliendo de manos, y los cainitas y garras rojas parecían estar ganando la partida. Pero ninguno de los artífices de la destrucción, pensaron que los berkeser se volverían un problema para todos, porque los vampiros que no fueron asesinado por ellos, se transformaron en berkeser, que se han transformado en una manada que deambula por las alcantarillas atacando a quien se les enfrente o quien esté en su menú del día. Humanos y Vampiros ya no tenían una alianza tan sólida como antes, y las desconfianzas estaban surgiendo. Mientras que en medio quedaban los licanos, o por lo menos, parte de ellos, Fenrir y Fianna, pero quien padeció la peor parte fueron los Fenrir que en el atentado perdieron a su líder, del que jamás encontraron el cuerpo. Quedaría en manos del nuevo líder de los Fenrir y de Gissiel Earhart, determinar el destino de su clan y tradiciones, pero entre los licanos, se sabía la atrocidad cometida por las Garras Rojas, comandados por Arthur Redclaw, que se habían vuelto muy fuertes. Por su parte, los rebeldes, el pequeño grupo de disidentes ya no parecían estar tan solos en su lucha, el gobierno de Washington los contactaría extra oficialmente para conseguir sus fines: controlar la ciudad, de una o de otra manera. Etienne LeBlanc, tendría que decidir.. |
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Meses | OUTLINE |
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El bello rostro del demonio/ Azuka.
El bello rostro del demonio/ Azuka.
17:55
Pasé gran parte del día en idas y venidas de lo más triviales, desayuné en una cafetería y escuché algunos rumores sobre grupos de varias personas que se hacían llamar rebeldes, me enteré de que había un lado amable de los vampiros o la menos eso decían, supe por Sarah que existía un Príncipe pero también en las calles se hablaba de él. Conocí a un chico que me invitó a comer ya cuando se hizo más tarde, un establecimiento modesto de comida rápida, él era muy interesante, tenía una sonrisa linda y me dijo que había estudiado letras cosa que me hizo distraer de mi compañero porque recordé a Sebastian, ésa era precisamente su especialidad, daba clases de ello en el Instituto y a decir verdad lo extrañaba. El muchacho terminó por irse luego de que se me terminaron los temas de conversación no sin antes darme su teléfono. Fue muy amable.
Ahora seguía caminando, ningún fantasma se había hecho presente y eso me quitaba un peso de encima. No encontraba la galería que había mencionado mi cita inesperada en la tarde, mencionó que había exposiciones muy llamativas pero no me ubicaba todavía en el barrio. Alcancé a ver una silueta a lo lejos bajo una farola que se estaba apagando y de vez en cuando titilaba, al aproximarme noté que llevaba puesto un vestido y con semejante frío me pregunté si no le haría daño. Estornudé a unos pasos de distancia y me pareció que volteaba, al sentir su mirada sobre mí me recorrió un escalofrío la espalda. ¿No sería acaso un espíritu? Ya me había visto y si era uno de ésos ignorarlos no era una opción.
-Buenas noches ¿sabe si hay alguna galería de arte por aquí?- dije tímidamente al llegar a su lado.
En ese momento la luz se apagó por completo y por más que abrí los ojos no pude distinguir a la mujer que me contestaba.
Invitado- Invitado
Re: El bello rostro del demonio/ Azuka.
Los adornos navideños fueron cambiados pronto por lazos de luto, pues, constantes asesinatos estaban viéndose por toda la ciudad, mermados, en lo amplio de la misma, algunos a causa de los vampiros… otros a causa de los licántropos, ciertamente ya no había tanta preocupación por ocultarse, máxime tomando en cuenta de que así toda la culpa caería sobre la hermandad, lo que simplemente era ventajoso para los hijos de Caín.
La vampiresa, durante las horas de sol, justo antes de que cayese la noche, disfrutó de un largo baño de tina con aceites aromáticos… luego se vistió con un precioso vestido negro de encajes en morado oscuro, con corsé a la cintura… se puso un bello collar de plata, con sus respectivos aretes, que tenían bellos zafiros incrustados… lucían muy bellos, resaltando la figura de la vampiresa, quien llevaba su cabello amarrado en un elaborado peinado.
Esa noche la vampiresa salió en caza de una buena presa, apenas si acababa de oscurecer, por lo que en las calles aún habían muchos humanos caminando, el clima invernal aún prevalecía, por lo que los días eran más oscuros, y las noches más acogedoras, heladas, un clima simplemente delicioso; la vampiresa se encontraba bajo una defectuosa farola, cuando a un costado un par de estornudos anunciaban a una bella mortal que caminaba hacia donde se encontraba.
Pronto estuvo muy cerca, y su voz femenina resonó en los sensibles oídos de la vampiresa… la joven le cuestionaba sobre una galería de arte en las cercanías, no hubo ni terminado de pronunciar palabra, cuando la tintineante lucecilla que mantenía visible la carne a ojos mortales terminó apagándose completamente, por lo que claro, aquella chica no podría ver a Azuka, quien, podía verle a la perfección, claro, era un ser de las tinieblas, el ver en la oscuridad le resultaba simplemente natural.
-No recuerdo haber visto una en las cercanías…
Respondió a su cuestionamiento… con su fría, profunda, pero al mismo tiempo femenina y sensual voz, un tanto gutural; al tiempo que la analizaba con profundidad, apreciando cada detalle de ella… su cabello era rubio, su piel blanca y tersa… una hermosa y fuerte joven mortal, que estaba siendo visiblemente afectada por una leve enfermedad.
-Parece ser que te has perdido…
Volvió a pronunciar, valorando la idea de convertirla en su cena, ya que el aroma de esta joven era bastante embriagador, por lo que realmente le apetecía probarla, no estaría mal como su platillo nocturno, y bueno, realmente llenaba los estándares de su selecto paladar, así que la disfrutaría.
Invitado- Invitado
Re: El bello rostro del demonio/ Azuka.
Una brisa helada me dio de lleno en la cara, elevando el color de mi nariz por un tono carmín similar al de mis mejillas, el frío hacia mella y la gripe cada vez se hacia mas presente. Un estornudo que interrumpió el encanto y al siguiente segundo estaba con la vista gacha y las palabras atoradas en la garganta.
-Oh... si... estoy perdida.-confesé exponiéndome totalmente, vulnerable a esta mujer. El encanto seguía ahí.
-No, di que vas a encontrar a alguien en alguna galería de arte y que si no aparecer saldrá a buscarte en esta dirección.- Dictaba Sarah pero no hacia mas que ignorarla, ignorarla como a muchos espíritus que rondaban pero había aprendido a dejarlos pasar.
-No puedo...-comencé con nerviosismo y las manos inquietas- dejar de sentir que usted tiene algo... diferente.- alce la vista para encontrarme con sus ojos penetrantes, buscando alguna pista de los misterios que en tan solo un instante atormentaban mi razón.- Me llamo Amber.
-Si querías tener la oportunidad de conocer a un chupasangre, ahi lo tienes.-se lamento mi guia.- Y aunque no la quisieras...
Sentí como pretendía tomarme la mano pero su consistencia no se lo permitió, esa sensación indescriptible cuando un fantasma te atraviesa me provoco un cosquilleo en los dedos.
-¿Quién eres tu?
Última edición por Amber Louise el Dom Oct 07, 2012 8:45 pm, editado 1 vez
Invitado- Invitado
Re: El bello rostro del demonio/ Azuka.
Y luego, sus palabras denotaban tal nerviosismo mucho más aún, dejando al descubierto que era alguien sumamente perceptible, pues, para los humanos resultaba siendo un tanto difícil aún el reconocer la presencia de un inmortal cuando lo tenían frente así, mucho más cuando se tratase de uno antiguo como Azuka era, pues, si bien eran sumamente excéntricos en sus vestimentas, gustos y formas de hablar, las eras les había enseñado a pasar desapercibidos con suma facilidad… aún sin maquillaje para disimular su palidez, el hacerlo no resultaba siendo gran penuria… máxime en una ciudad tan grande como aquella en la que se encontraban, donde personas con los gustos más extravagantes solían aparecer en cada esquina.
Había terminado su frase presentándose, y en sus ojos la vampiresa supo que estaba diciendo la verdad al decir su nombre, lo que la hacía demasiado sincera, o simplemente alguien inocente, pues, ya había topado con otras mortales, que a pesar de no tener la perspicacia para dar con que se trataba de alguien fuera de los parámetros de lo normal, optaban por mentir descaradamente, presentándose con nombres ajenos a los que realmente poseían desde su natalicio, y por los cuales les reconocían… esto quizá, debido a su naturaleza poco honesta, o simplemente por un instinto previsor.
Unos instantes se mantuvo callada, probablemente esperando a que la vampiresa se presentase, pues era esto lo que correspondía en un caso como éste, cuando alguien más lo hacía, y de hecho eso estaba por hacer, cuando la joven se adelantó, preguntando a secas de quien se trataba… claro estaba, que no le contestaría esa pregunta con la amplitud que podría haberlo hecho… tan sólo se remetería a decirle lo que quería escuchar, su nombre… notando antes de contestarle como una la piel se le erizaba, cosa que le pareció poco usual.
-Mi nombre es Azuka…
Dijo a secas, con su mismo tono de voz, gutural y seductor a la vez, manteniéndole la mirada fija en sus ojos azules, sin inmutarse en lo más mínimo.
-Esta es una zona peligrosa para que una pequeña como tú ande a solas…
Le decía pausadamente, sin cambiar su tono de voz… haciendo una breve pausa luego para seguir hablándole.
-Si me lo permites, sería de mi agrado el poder acompañarte hasta un sitio donde el riesgo no te agobie tanto…
O donde pudiese disfrutarla con más calma… pues, al parecer se había propuesto convertirla en su cena.
Invitado- Invitado
Re: El bello rostro del demonio/ Azuka.
Azuka me daba miedo en realidad., estaba atemorizada como un cachorro a punto de ser arrollado y no hacía nada por moverme de sitio. Me llamó "pequeña" y con esa denominación me hizo sonrojar.
-No estoy sola... vengo con ella.-señalé al fantasma.- Sólo que no todos la pueden ver.-dije casi con ingenuidad. Nunca hablaba de ese don en particular pero con ella me surgió muy natural, ni qué decir de la reacción de mi compañera que se agazapó a mi espalda.
Seguí a la mujer con pasos lentos, colocándome a su lado mientras percibía sus pasos como si en vez de andar, flotara . Era una locura pero su presencia era diferente.
-¿A dónde vamos?-volví la vista a Azuka.- No tengo idea de a dónde me he metido...
A mi alrededor estaba completamente desierto, ni un alma iba pasando, literalmente hablando. Estábamos las tres sin testigos, incluso si Sarah tenía razón aquello podría tratarse del fin. Conforme iba avanzando pensaba las cosas con un poco de claridad. Si me daba la vuelta y salía corriendo probablemente perdería a Azuka pero mi suerte no sería distinta con lo que encontrara pero comenzaba a inquietarme al ir andando sin un rumbo conocido para mí.
-Sa..sabes... Sarah me ha dicho que cree algo de ti...-desenmascarar la verdad podría ser una opción.- Vampiros.-dije sin tino.- Todos sabemos que están entre nosotros... Sarah fue asesinada por ellos y piensa que tú... hmm... eres uno.
Invitado- Invitado
Re: El bello rostro del demonio/ Azuka.
La vampiresa observó a la chica, arqueándole una ceja, mientras comenzaba a andar con suavidad, sería mejor entonces, cumplir con su palabra, y llevarla a un lugar seguro… un hotel cercano sería lo ideal, pero, no era una zona demasiado prometedora, por lo que, quizá lo mejor sería llamar a la limusina para que la llevase hasta algún hotel de siete estrellas.
-No temas pequeña…
Musitó ante sus primeros cuestionamientos, escuchando lo que le decía luego la joven a su lado, sonriendo maléfica cuando le menciona lo que Sarah pensaba.
-Sarah parece ser sabia… si, lo soy…
Le decía sumamente siniestra, esbozando una medio sonrisa, mostrándole uno de los largos, blancos y filosos colmillos en la misma, mientras la observaba de reojo sin dejar de andar…
-He decidido llevarte hasta un hotel, estarás bien ahí… los de mi estirpe no son el único peligro en las calles, así no sufrirás algún percance…
Se detuvo en seco para volverla a ver de frente ésta vez.
-Permíteme presentarme correctamente… Lady Azuka Von Doom a tu servicio…
Dijo haciendo una reverencia, doblando el dorso con suavidad y elegancia al hacerlo, sin perderle de vista un solo instante en el proceso… y sí, es probable que no estaría completamente a su servicio, pero, al tratarse de una espiritista podría contar con que le cumpliría el capricho que quisiese, si con esto se ganaba su confianza y posible favor futuro.
-Estaría bien para usted que la escolte hasta un hotel?... o si lo prefiere, a su hogar, o a una de mis mansiones…
Le decía pausadamente y con suma elegancia, observando cada detalle de su bello rostro.
Invitado- Invitado
Re: El bello rostro del demonio/ Azuka.
Su sonrisa me provocó un escalofrío al notar sus colmillos adornando elegantemente la curvatura en sus labios. Su existencia era un misterio tanto como el de Sarah y los otros espíritus que se acercaban a mí y yo no podía terminar de comprenderlo todo pero al escuchar su presentación tan formal dejé de pensar en todo eso puesto que el tener a una vampiresa rindiendo reverencia era un momento solemne.
-Es un placer, Lady Azuka- agaché la cabeza intentando hacer un gesto similar al suyo sin embargo quería seguir mirándola de frente por lo que el acto resultó algo torpe.- Soy Amber Louise Schmid, estudiante de enfermería... aunque mis desvelos no se deben a mis estudios, sino a mis compañeros incorpóreos. -fue mi nada extraordinaria presentación.- Las calles no son seguras de noche, incluso los mismos humanos somos un peligro entre nosotros... sería un honor ser acompañada por usted aunque a decir verdad no tengo un sitio establecido, un hogar.
Un malestar repentino me hizo sentir vueltas en la cabeza, apreté los ojos y me llevé una mano a la frente: la gripe al parecer se estaba agravando y los indicios de fiebre se hacían presentes, me percaté del calor en mis párpados al contraste con el clima, el frío me hizo encogerme mientras volvía a estornudar.
-Creo que no me siento precisamente bien...-me tambaleé al andar y me sostuve del antebrazo de Azuka.- Lo lamento.-musité. - ¿Podría llevarme con usted?
Invitado- Invitado
Re: El bello rostro del demonio/ Azuka.
No era una mala idea, pero no sabía muy bien si la joven aceptaría tal ofrecimiento… de todas maneras la vampiresa ya poseía a Lilith, a quien había entrenado desde niña, no obstante, no sería prudente presentarlas aún… necesitaba darle un riguroso entrenamiento particular a Amber mucho antes de poder ejercer un entrenamiento simultáneo con su vasalla… pero bueno, estaba atando muchas conjeturas, quizá innecesarias, pues, esto se daría solamente si la joven aceptase ir con ella.
Estaba a punto de comentarle su reciente pensamiento, cuando observó que su enfermedad realmente estaba haciendo estragos con ella, preocupándole por un instante que lo que la aquejaba pudiese ser más que una simple gripa, pues el hecho de que se marease no se le atribuiría normalmente a un resfriado, deteniendo el paso por completo, para observarla de frente fijamente.
-Te es necesario el reposo pequeña…
Hizo una leve pausa…
-Y atención médica adecuada también… lo que no tendrás en un hotel…
Puso ambas manos en los hombros de la chica sin quitar sus ojos de hielo de los de la chica.
-Es de suponer que no confíes en mí, pero me agradaría hacerme cargo de ti, al menos hasta que te sientas mejor…
Sonrió suavemente de medio lado…
-Y si lo deseas posteriormente, hacerme cargo de ti por lo que te resta de existencia…
Quizá una propuesta de esta magnitud podría alarmar a la niña, o a cualquier humano en general, pues, proposiciones de ésta índole no se solían escuchar muy seguido, máxime a alguien que acababa de conocer… pero Azuka, no era humana, y sus convicciones y maneras de actuar eran totalmente distintas a las de los mortales. Ella no necesitaba grandes horas y reiteradas ocasiones de ver y hablar con una persona, para conocerle realmente… le era sumamente sencillo conocer la esencia de los demás, y con esto le bastaba para conocerlos realmente… ahora que, para Amber, el confiar en Azuka, y aceptar su propuesta, sería difícil, y tal propuesta sería un alarmante a sus instintos, no obstante… la vampiresa le era muy sincera en sus palabras, pues, para ella, los espiritistas no eran simples humanos, y merecían un trato mucho más elevado que el que se le da al alimento.
Azuka se separó de ella un poco, sacando de su bolsillo un aparatucho de esos de la nueva era, un teléfono móvil, celular le llamaban… ella odiaba utilizar ese tipo de implementos, pero, en ocasiones le eran necesarios… con una sumamente corta llamada, avisó a su chofer para que viniese por ellas… pocos minutos más tarde una hermosa limosina negra se abría paso hasta donde ellas se encontraban.
-¿Qué has decidido?...
Cuestionó tendiéndole la mano…
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