Todo esfuerzo tiene su recompenza//Privado//

El invierno por fín había terminado dando paso a la primavera, ese día el clima estaba bastante alocado por que hacía calor pero también estaba lloviendo creando un arcoíris que pintaba el cielo, al menos eso le regalaba un poco de felicidad a New York pues después de lo que pasó en el Winter Festival muchas cosas habían cambiado en aquella ciudad. Los humanos ya no podían salir de noche a menos de que quisieran ser comidos por los vampiros además de que debían llevar identificación, Time Square ahora era llamada la zona cero después de lo mal que había quedado el lugar no había mejor nombre, las entradas de NY estaban totalmente cerradas y por si no fuese suficiente ahora había que cuidarse de la manada de Berkeser que deambulaba por las alcantarillas. Para los rebeldes estaba siendo una temporada muy pesada pues a pesar de que el gobierno ahora les apoyaba, en aquella masacre habían perdido muchos integrantes y ahora estaba siendo dificil sobreponerse. Alex había quedado paralítica y no sabían en cuanto tiempo se repondría si es que lo hacía, Robyn sin embargo había logrado recuperarse al igual que Etienne.

Kendal estuvo al lado de Alex a cada momento aun que después de lo que había sucedido antes del Winter a ninguno de los dos le parecía muy cómodo, sin embargo, después de ver lo cerca que había estado de la muerte no quería desperdiciar su tiempo con rabietas de niño pequeño así que dejó todo el enojo atrás y en vez de eso mejor cuido de Alex. Alex tardó en despertar una semana completa, aun recordaba ese día por que Kendal se había rotado con Eduardo, el amigo de Alex, para cuidarle y ese día le había tocado descansar, cuando recibió la llamada de que por fin había despertado llegó lo mas rápido que pudo al hospital y en cuanto vió a Alex despierta no pudo evitar sentir alivio pero ella no estaba bien, su mundo se había quebrado en cachitos y su estado de ánimo se fué hacia los suelos, ella no aceptaba ayuda de nadie pero a pesar de que le rechazara varias veces Kendal nunca se rindió.

Durante mucho tiempo Alex se la pasó en cama sin querer salir mas que un par de veces con Eduardo, su amigo, pero con Kendal nada, su carácter poco a poco se fué haciendo mas intenso, cada vez Alex le agredía mas pero eso nunca le importó mucho pues le comprendía totalmente y siempre intentaba ponerse en su lugar en vez de discutir. Después de mucha insistencía y de un poco de suerte logró, sin saber como, sacar a Alex de cama y convencerle de que saliera con él, no en plan de cita si no mas bien con la intención de que no se hundiera en su depresión.

Después de conducir por las calles de New York durante un buen rato logró llegar al lugar, era un local pequeño pero ciertamente no quería un lugar que fuese muy visitado así que decidió ese lugar. Las paredes no estaban pintadas así que se podían ver los viejos y desgastados tabiques rojos, las mesas eran de madera decoradas con una flor morada al centro y la barra de café ocupaba la mitad del local así que no había mucho lugar para transitar pero para su suerte ese día no había gente así que en cuanto entraron pudieron sentarse-Espero que te guste el lugar...en realidad no sabía muy bien a donde llevarte, me recomendaron el lugar así que bueno...-dijo leyendo el menú del lugar impresionado de la gran variedad de cosas que había, era un lugar pequeño pero sin duda el menú era bastante extenso- Por cierto, te ves hermosa esta mañana-cerró la carta y la dejó a un lado, sonriendo a su amiga y mirándole a los ojos. A pesar de lo que había sucedido los sentimientos de Kendal no habían cambiado en lo absoluto solo que ahora trataba de no hablar al respecto, había aprendido de una mala forma que con Alex no era lo mejor pero ese día se veía muy bien y no había podido evitar decírselo.

Rabia contenida, era la única forma de explicar el estado anímico de Alexandra luego del Festival de Invierno. Relegada a una silla de ruedas, con dolores que la acosaban día y noche, y que aumentaba su deseo de sangre. Todo se había ido en picada desde que llegó del hospital, aunque le decían que por lo menos no había quedado estúpida o había quedado en coma, que hubiera sido peor, pero nadie comprendía que estar apresada en una silla de ruedas era casi tan terrible como cualquiera de los otros destinos de los que se había librado.

No había llamado a sus padres, que preocupados llamaban casi todos los días para saber como estaba, ella decia que estaba bien,pero que aun no podía dejar la ciudad, y así cumplió un mes ocultándoles la verdad a sus padres y a ella misma. Lo bueno es que había una persona que aún creía en ella y estaba evitando que se hundiera más en la depresión y en las sombras que parecían envolverla. Kendal....

Sin embargo con Kendal las cosas no eran del todo pacíficas, la relación de ambos había dado un tras pie la anoche antes del Winter Fetsival, cuando quedaban solos, había un silencio incómodo, pero con el tiempo para Alexandra eso fue pasando, estaba demasiado metida autocompadeciendose como para recordar lo que había pasado entre ambos, así que en esas dos semanas, pasó la relación de Alex con Kendal de la tensión, hacia la indiferencia, luego hacia la rabia y luego de nuevo hacia ala indiferencia, cuando se dio cuenta que no iba a sacarselo de encima. Kendal se había propuesto cuidar de ella.

Aquel día no fue la excepción, Kendal estaba con ella, cuidaba de sus heridas, haciendole curaciones, ayudaba a bañarla y se transformó en tan necesario para ella que su humor fue cambiando, lentamente hasta casi volverse mansa con él tan sólo, cuando sentía que ya no tenía ganas para alimentar la rabia acumulada. En las noches, se dormía sobre el pecho de Kendal, a veces sollozando, otras, solo en silencio, compartiendo el peor momento de su vida con aquel amigo que se le había declarado. Para Alexandra, no existía en el mundo un hombre que más la cuidara que Kendal, incluso más que Eduardo, su amigo entrañable, pero él tenía su pareja, también rebelde que requería su atención.

También había perdido la verguenza con Kendal, él la había vuelto a ver desnuda, pero con soturas y heridas, que ya iban sanando gracias a su naturaleza, algo bueno que sacara de ser mitad vampiro, dijo un día, y fue la primera vez que sonrió desde el festival. Pero ese buen humor se volvía tormentas cuando intentaba salir de la cama, y no podía. Aquel día, era uno de ellos, como tantos otros, en que le había dicho cosas hirientes. Se arrepentía mucho de aquello, era su amigo, su compañero, era muchas cosas para ella, porque de pronto, pasó a depender de él. Había meditado todas esas palabras aquel día, cuando Kendal pareció con la idea de sacarla a pasear un poco, Alex se rehusó, era un lastre, un carga, pero Kendal corrió con suelta y sacó un sí de sus labios.

Salieron, la verdad es que no habían muchos lugares en donde estar, el glamuor de New York se había perdido, pero muchos de sus propios lugares se mantenían. Alex iba en silencio en el automóvil, viendo por la ventana, pensando que debería estar caminando, estar corriendo, estar cazando. Sólo desea cazar a los responsable de todo aquello. Llegaron a un lugar, donde podrían comer, Alexandra miró a su amigo, ya estaba arrepentida cuando él la cargó para ponerla en la silla de ruedas.

Sentados, o mejor dicho puestos en la mesa, Alexandra pidió algo de comer junto con Kendal, y se quedó ausente, mirando hacia afuera, por lo menos, su bello rostro no tenía lesiones, pero estas se podían ver en su rostro, en sus mejillas, y labios que no sonreia tanto como antes. Estaba reducida a una pálida imagen de lo que era Alexandra Asimov, aquella mujer que no tenía miedo a nada ni nadie..

-es un buen lugar, me sorprende que se mantenga- giró su rostro hacia él, pareció volver, hasta cuando él mencionó de como se veía. Arrugó el ceño, y sus ojos se tensaron, era evidente que se había molestado, pero respiró profundamente, no quería ser borde con él, no por lo menos ahí
-tú me vestiste, es tuyo el mérito - torció el gesto, y apoyó los codos en la mesa, quedaba un poco más baja que el resto de las sillas, pero no era del todo incómodo para comer
-tú no te resiste en tu cruzada de salvarme... eh - reclama, era un reclamo, comenzaba ya pensar de que kendal debía seguir adelante y dejarla atrás, no perder el tiempo con una enferma como él.

En cuanto ordenaron algo de comer Alex se perdió, su triste mirada señalaba hacia afuera como si no le importara más el estar ahí, desde el día en que había despertado nunca le había visto sonreír mas que una sola vez y todo ese comportamiento cada vez hacía que Kendal se sintiese más impotente pues a pesar de que su cuerpo comenzaba a reparar su estado anímico se iba en picada, es por ello que Kendal nunca le dejaba sola, por que le daba miedo de que Alex hiciese alguna tontería. En los últimos días Kendal ya se había hecho cargo de contratar a alguien que cuidara de la armería pues a el no le había quedado tiempo, siempre se la pasaba cuidando de Alex en todos los aspectos, le bañaba, le cambiaba las vendas y un fin de cosas que hasta cierto punto estaba agradecido de que pasaran pues le habían dado una oportunidad de arreglar todo el desorden que tenía con Alex, aun que la mayoría del tiempo al ver como se encontraba su amiga se arrepentía de pensar en cosas como esas.

De un momento a otro Alex por fin despertó volteando su rostro para encontrarse con el de Kendal que aun le observaba tratando de averiguar lo que sucedía dentro de su cabeza, sin éxito. La mirada de Alex se tornó dura ante su comentario, Kendal sabía bien que en esos momentos ella no se sentía bella pero para él lo seguía siendo sin importar su estado físico, durante esos días en que le había cuidado Alex se había tornado de distintas formas con él por lo que poco a poco se fue acostumbrando a su carácter, ya no le impresionaba y mucho menos le dolía cuando Alex le insultaba o le golpeaba, era como si fuese masoquista pero una vez Alex le había salvado de la muerte y ahora era el turno de Kendal de devolverle todo ello-No me refería al vestido, también es bonito pero yo me refería a ti-sonrió dulcemente, últimamente había ganado cierta habilidad de decirle cumplidos a Alex, aun que aveces se enojaba no le importaba mucho por que en el fondo Kendal sabía que le hacía sentir mejor.

La sonrisa se fué de inmediato de su rostro al escuchar a Alex, muchas veces ella le había pedido que le dejara y que siguiera con su vida pero el no podía, era como si algo le atase a Alex y no le dejara ir-Siempre seguiré a tu lado, no importa lo mucho que me odies mientras lo haga-se encojió de hombros mirando hacia la mesa, de verdad se rehusaba a dejarle sola y mas cuando sabía en el estado en que se encontraba, no es que le tuviese lástima pero quería pasar esos momentos con ella apoyándole como lo hace un amigo-¿Por qué has aceptado a salir?, no es que reclame pero solo sales con Eduardo-volvió a mirarle tratando de cambiar de conversación pues no quería comenzar a ponerse de cursi con ella, siempre que salian a flote sus sentimientos el ambiente se tornaba bastante incómodo y no quería que eso sucediera-¿Estás comoda ahí?-preguntó observando como apoyaba los codos sobre la mesa, la pena se había ido tiempo atrás pues Kendal le tenía que bañar y vestir todos los días, así que ya no le causaba estímulo al sentarle en sus piernas o incluso el dormir juntos, todo eso mas bien ya se había vuelto común ahora que sabía que nada pasaba entre ellos dos.

Guardó un silencio denso, pesado, como si prepara la artillería para atacarlo; alguna frase desagradable, alguna mirada de desaprobación o algún comentario que mermara la confianza y seguridad con la que Kendal la cuidaba. Pero jamás ataco los sentimiento tos de él hacia ella, Alex no era así de cruel aunque lo pensó demasiadas veces, decirle que jamás lo amaría, que perdía su maldito tiempo, y que se largara para siempre, sin embargo era tal la soledad y la vulnerabilidad en la que se veía Alex que no era capaz de articular semejantes ofensas en un momento de aflicion o rabia. Kendal estaba jugando Demasiado bien sus cartas al domesticar a la esquiva Alaxandra, que con sus alas rotas no podía escapar del cariño de otra persona, como siempre lo había hecho. Ni Lucien se había escapado de esa actitud errante de la híbrida que no buscaba nada en la vida mas que una soledad que no le sentaba para nada de bien.

Cerro los ojos, la línea de su bellos labios de suavizo, pero no alcanzo a dibujar una sonrisa, sino que se volvió tierna, soltando sus dientes apretados ante las ganas de incordiar al bueno de Kendal que con sus cuidados se estaba ganando su corazón esquivo. emitió un suspiro y volvió sus ojos a la ventana que daba a un jardín interno del local. Iba a ignorarlo, una actitud que tomaba cuando deseaba pelear pero no tenia las fuerzas para levantar una trinchera y arremeter contra alguien que no iba a defenderse.

- siempre me siento incomoda, tengo que ver el mundo desde esta altura, no sé si me entiendes, creo que no, tu no saliste lisiado de esa locura- ataco al final, y lo miro a los ojos, pero al hacerlo, los tristes ojos azules de Alex se quebraron y debió bajar la vista que ocultar la humedad de sus pupilas - lo siento, sé que no es tu culpa... Deberíamos volver, no ha sido buena idea salir- exclamo dejando que la volviera a ver a la cara, sus ojos estaban enrojecidos, y guardaban las ganas de llorar.

Pero ya era tarde, no podían irse, el mozo llego y tomo el pedido de Kendal que se apresuro a pedir, obligando a Alex a hacer lo mismo, por lo menos, la tendría un poco mas de tiempo fuera de su cama, tomando aire y continuando con su vida, como debía ser. Como todos deseaban.

-tramposo, me obligas a quedarme -sonó a su voz de traviesa, ella luchaba contra su estado de animo para estar de mejor humor con Kendal, se lo debía, se lo debía a ella también - y solo he salido una vez con Eduardo, esta es la segunda vez que salgo de casa, no me reclames atención, sabes que la tienes toda- exclama con desinterés, ocultando en sus palabras el cariño que sentía por él y esos sentimientos que iban cambiando dentro de ella.

- has dejado muchas cosas por cuidarme, Kendal, me preocupa que dejes tu vida por mi, por eso me comporto tan desgraciada contigo pero ya veo que ni te sacare de mi vida tan fácilmente, ¿No? Igual no me importa ya, no quiero sacarte de mi vida- sonríe y alarga su mano hacia la mano de Kendal para tomarla y estrechar sus dedos.

- me podrás perdonar todas las cosas que he dicho y hecho?- pregunta una vez mal al borde de las lagrimas, se había vuelto mas sentimental, con las emociones a flor de piel que no podía ocultarlas como siempre lo hacia.

Kendal había aprendido a volverse un tanto "insensible" ante la situación de Alex ya que si se comportaba optimista y ella nunca se recuperaba del todo sería un golpe muy fuerte para ella, pero bien siempre trataba de responderle lo más delicado posible claro que sin aparentar lástima pues para Kendal, Alex más que en ningún otro momento estaba demostrando lo fuerte que era al pasar por todo ese proceso. Las palabras de Alex le atravesaron como cuchillas por todo el cuerpo forzándolo a que recordara aquella noche en el Winter, un escalofrío recorrió toda su espalda al visualizar a Alex perdiendo poco a poco la vida en sus brazos, todo pasaba en una especie de cámara rápida desde el principio hasta el final del día.

Aún podía recordar a la perfección cuando le dieron la noticia del estado en que se encontraba su amiga, el mundo de Kendal se derrumbó y varios días los pasó odiándose a si mismo por no haber hecho nada para impedir que hirieran a Alex, por eso ahora le aguantaba toda clase de groserías o malos tratos, por que sentía que merecía eso y mucho más, merecía haber sido él el que estuviese en esa silla y no su amada. Los ojos de Alex se llenaron de lágrimas pero bajó su vista en un intento de que Kendal no se diera cuenta de lo que sucedía, como ansiaba el abrazarle en esos momentos pero sabía que no podía y eso le llenaba de rabia-Yo...-antes de que pudiera decirle lo que pensaba Alex se retractó de haber visitado aquél lugar, suspiró mirando los rojos ojos de su amiga que ahora se encontraban llenos de sufrimiento, tal vez a Alex no le gustaba la idea de salir pero Kendal odiaba ver como cada día que pasaba le importaba menos el salir de ese estado anímico que le estaba consumiendo.

Sonrió como cuando un niño logra su cometido en una travesura, no quería tenerle ahí a la fuerza pero si esa era la única manera de verle feliz estaba dispuesto a atarle ahí mismo en ese mismo instante. Se encojió de hombros al escuchar su respuesta y no pudo evitar sonreír un poco, en realidad no había querido parecer que le estuviera reclamando algo pero tenía algo de curiosidad pues siempre que Eduardo visitaba a Alex parecía subirle el ánimo, bien sabía que tenía toda la atención de Alex pero eso no significaba que fuera de su agrado- Ya habíamos hablado de eso antes, te he dicho que mi vida no es nada fascinante además tengo ya un encargado de la armería que me esta solucionando mucho las cosas. Mi vida puede arreglarse después pero si no te apoyo cuando debo de hacerlo entonces me sentiré mal y eso si no tendrá arreglo-respondió alzando una ceja un tanto disgustado, todo lo que hacía por ella no era por que fuese una obligación ni nada parecido, lo hacía por gusto y en esos momentos no le importaba nada más. Sintió su mano sobre la de suya provocando que una sonrisa saliera de su boca, le gustaba sentirle cerca y Alex lo sabía pero no quería cometer los mismos errores de antes así que se limitó a mirar hacia otra parte simulando como si no le sintiera-Yo tampoco quisiera separarme de ti-dijo en un tono seco tratando de no parecer emocional pues no quería que sucediera algo no deseado.

Volvió su mirada hacia la de Alex cuando escuchó su comentario, aquello si que le había parecido demasiado pues nunca antes Alex le había hablado tan...dulcemente, suspiró intentando de averiguar a lo que se refería pues entre tanto que habían pasado ya le resultaba confuso saber que de todo era de lo que se disculpaba, no por que fuera rencoroso si no mas bien por que era todo lo contrario, el nunca se había tomado las cosas personales ni mucho menos...solo cuando se lo tenía merecido pero lo demás le entraba por un oido y le salía por el otro-¿A que te refieres?, tu nunca me has hecho nada malo...no que tengas realmente sentimientos hacia lo que haces, casi siempre actúas impulsiva mente-dijo sonriéndole, en verdad Kendal no tenía ninguna clase de rencor hacia Alex y mucho menos tenía algo que perdonarle-Tu tendrías que perdonarme a mi por ser tan encimoso y terco...y por muchas cosas más-se rió de si mismo, nunca le había resultado agradable el ser dependiente de nadie, ni siquiera soportaba tener a una persona pegado a el más de una semana a menos de que fueran sus padres pero con Alex todo estaba resultando tan extraño por que era como si la personalidad de Kendal cambiara del todo cuando estaba cerca de su amada, había dejado los deportes extremos, su armería, su vida social y muchas otras cosas más por cuidar a ella y lo mas confuso era que no le importaba en lo mas mínimo.

Impulsividad, ese era su gran problema, el mayor de todos, y que al final, la había arrastrado a eso, Si en vez de haberse quedado a pelear hubiese escapado junto con Rob, no estaría ahí, en ese estado, casi muerta de la cintura para bajo. Por eso no hizo más comentarios, porque no encontraba que más decir o defenderse de como él la había destapado. Cerró los ojos, apretándolos con demasiada fuerza, y de sus ojos rodaron dos lágrimas, que ni intentó limpiar. Luego de eso lo volvió a mirar, y deslizó sus dientes por su labio inferior.

-tampoco tengo nada que perdonarte, y lo que pasó entre nosotros...- tocaba aquello que había pasado antes del Winter Festival, y que por poco los había separado -son cosas que pasan, locuras y nada más, ahora es otro tiempo, y tú y yo estamos bien, somos amigos, y creo que siempre lo seremos, por lo menos es lo que quiero - sonrió, y llevó sus manos a su rostro para limpiar el rastro de las lágrimas que habían rodado por sus ojos.

Se quedó en silencio, mirando sus manos sobre su regazo, y al verlo, sonrió, una sonrisa tímida y más jovial, como si hubiera encontrado algo que le diera algo de alegría, y lo había hecho, pensar en Kendal, estar con Kendal, y todo lo que significaba su compañía. Además, tampoco sabía si él estaba interesado en ella, porque en todo ese tiempo, Kendal se había comportado como un leal amigo, sin insinuaciones ni palabras, ni nada que le dijera a Alexandra que aún tenía interes en ella. Quizás si hasta él estaba ahí con ella por pena, o porque sentía que le debía algo, además de la amistad que se mantenía entre los dos.

La comida llegó y se la sirvieron, Alex tomó el servicio y cortó la carne, -jejeje no es porque no me guste lo que cocinen, pero por fin como algo de carne - se rió, llevando el bocado a su boca, había llevado una dieta muy estricta, además, no hacia mucho había vuelto a comer sólidos. Se encogió de hombros y lo quedó mirando -está rico... muy rico, - bebió un poco del jugo y lo quedó mirando -Kendal necesito que tú vuelvas a tu vida normal, a la armería,a ayudar a Etienne, y a Rob, debes volver a tu vida, eso debes hacer, estaré bien, te lo prometo, ya puedo empezar con mi rehabilitación, pero no puedo hacerlo si tú no puedes continuar- apesadumbra, tomó otra vez su mano -no tuviste la culpa de lo que me pasó, creo que hasta cierto punto yo fue la responsable, yo fui muy impulsiva, pensé que podría contra todo eso, pero al final no lo hice, y quedé en esta silla - entrelazó sus dedos con los de él -no quiero arrastrarte en esto, en mi estado de ánimo, no digo que te alejes, digo que sigas con tu vida normal, como era antes de ese día, te quiero demasiado como para cagarte la vida por mi propia mala suerte, o impulsividad.. o como lo quieras llamar- tocar su mano la hizo morder su labio inferior.

Le gustaba Kendal, le gustaba demasiado, tanto que se sentía mal hacerle eso. Se sonrojó, pero guardó la compostura, seguramente Kendal ya no pensaba en aquella noche, que se había repetido varias veces en su cabeza, aquellas noches cuando mas mal estaba, pensaba en Kendal acariciandola, y esos pensamientos se mezclaban con las caricias que el hombre le daba para tranquilizarla y dormirla.

-¿que pediras de postre?- preguntó de pronto, para distraerse, y no ser tan evidente - oye Kendal, es verdad o que dije... quiero que continues...- recalca lo que había dicho antes, ya soltando la mano del hombre y seguir comiendo.

Las lágrimas caían por el rostro de su amada, una tras otra mientras le decía que le perdonaba y que le quería siempre con ella, sonrió tiernamente al escucharle, todas esas palabras se sentían como un gran alivio, saber que todo eso había quedado atrás y ahora podrían estar bien, recordó todas esos días que había cuidado de ella tragandose las ansias por besarle, por tocarle, por decirle que la amaba mas que a nada en el planeta pero no lo hacía por que aún sentía que todo aquello que había pasado antes del Winter estaba fresco en la memoria de Alex y era cierto solo que ahora ella le perdonaba. Suspiró sin saber que decirle pues no se quería sobre pasar, mirándole como se quitaba las lágrimas del rostro volviendo la sonrisa a su rostro, como admiraba todo ese coraje en Alex que le hacía ver las cosas desde una perspectiba que Kendal no entendía muy bien.

Los platillos llegaron a la mesa, Alex había pedido un corte de carne pues después de tantas semanas en dieta ahora lo merecía, aun podía recordar la primera vez que comió después del incidente, como Alex cási había vomitado la comida del asco- Después de comer toda esa mierda te lo mereces-le guiñó un ojo observando la manera en que disfrutaba del platillo, era como ver a un niño comiendo dulces a hurtadillas y eso le alegraba, ver que todo el esfuerzo que estaba haciendo tenía al menos la recompenza de su sonrisa. Por su parte empezó a comer el spaghetti a la carbonara que había pedido, las pastas eran el platillo favorito de Kendal así que siempre que salía a comer pedía eso, su mirada fué hacia la de su amada al escuchar su comentario, no podía ser que no entendiera que no le dejaría, negó con la cabeza aún tragando el pedazo de spaghetti que tenía en la boca-Creo que sabes que no volveré con ellos hasta que tu lo hagas, Alex, no te puedo dejar, entiéndelo-sintió su mano sobre la suya y los entrelazó también, apretando fuerte su mano, cerró los ojos pues la rabia volvía a su cuerpo haciendo que se odiase de nuevo por no haberle defendido aquel día-Yo...también te quiero Alex, tanto que no te dejaría y no me importa, soy fuerte y soportaré todo lo que tenga que soportar hasta que vea que estas de nuevo en pie con la misma sonrisa que tanto me gustaba-murmuró con seriedad abriendo los ojos de nuevo y mirándole, sus mejillas se habían tornado de un color rojizo y ahora mordía su labio inferior como si tramara algo, le sonrió desganado pero no por que estuviese enojado con ella si no por que se sentía demasiado triste como para sonreír de verdad.

"¿Qué pedirás de postre?" dijo su amiga y suspiró tratando de dejar atrás las emociones, la mano de Alex ya no estaba sobre la suya y ahora seguía comiendo-No se, creo que no pediré nada-dijo terminando de comer lo poco que quedaba de pasta en el plato y limpiándose con una servilleta los restos de aceite que habían en sus labios, en seguida tomó un trago de vino que había pedido para llevarse todo el sabor de la boca-Lo intentaré...pero, tendrás que mantenerme informado de todo y si te sucede algo o necesitas de mí estaré en seguida contigo-respondió a la fuerza, no quería dejarle pero después de todo la desisión era de ella y no la podía cambiar, además haría cualquier cosa que ella le pidiese.


-¿Pedirás algo más o estás satisfecha?-preguntó sonriéndole, ahora mas que nada le quería satisfacer en todo el sentido de la palabra, ahora que le veía tan feliz. Ella asintió llamando al mesero el cual llegó en cuestión de segundos-Pastel de chocolate-pidió Alex, el mesero trajo el platillo con un pequeño trozo de pastel que su amada no tardó en devorar, en seguida pidió la cuenta y se paró para ayudar a Alex a llevar la silla de ruedas hasta el coche que se encontraba justo al frente de la cafetería-Alex, me la he pasado muy bien hoy, ha valido la pena toda esta espera-le murmuró al oido cuando le cargaba para ayudarle a entrar en el coche pero antes de que su amiga lograra acomodarse Kendal perdió el control, se logró sostener del asiento para no caer en ella pues sabía que aún le dolía el cuerpo en algunas partes así que tenía que tener cuidado pero no pudo evitar el quedar demasiado cerca de Alex-Lo...siento...-murmuró mirándole a los ojos, sintiendo aquella sensación electrificante por su cuerpo que le impedía moverse, quería hacerlo, besarle y decirle de nuevo cuanto la quería pero tenía tanto miedo de que pasase de nuevo lo que había ocurrido aquella noche que no le daba el valor.

terminó el almuerzo, Alex se habia desenvuelto alegre, casi como si volviera a ser la Alex de antes, riendo y bromeando, haciendo comentarios pesados sobre las personas que parecían demasiado refinadas y que estaban en ese restaurante. Si, aún había gente así en NY, neoyorquinos que se resistían a dejar aquella ciudad, vampiros que no encontraban un mejor lugar donde estar. Se rieron y terminaron compartiendo el postre, el pastel de chocolate que con tantas ganas había pedido Alex para terminar el postre. De ahí, Kendal llevaría a Alex al auto, seguramente de vuelta al refugio donde se estaban quedando, Alex volvía a de caer, le había gustado estar fuera de aquel oscuro lugar, pero tampoco protestó, una parte de ella también ya pedía descanso y sumirse en sus pensamientos.

Callada se fue en la silla que era empujada por Kendal, el se recargaba un poco en ella, y Alex apoyó su cabeza en el pecho de Kendal, iba a decirle que deseaba irse pronto, que ya no quería que la siguieran viendo en la silla, quería dejar de dar pena. Todo lo que había cambiado en ese almuerzo, parecía desaparecer ahora que era empujada en la silla. Se sentía imponente por no poder salir por sus propios medios del restaurante y de ahi su gran cambio de humor.

Ya llegando al automóvil, el joven la tomó en brazos para ponerla en el asiento, pero se resbaló y quedó demasiado cerca de ella, sus caras a unos cuantos centímetros, Kendal se disculpó, pero no se movió de la posición, Alex también lo quedó mirando, con sus pupilas dilatadas y sus labios rojos. "Muevete", pensó, pero no lo dijo, su corazón se aceleraba, sin saber el porqué, antes lo había tenido así de cerca, lo había tenido limpiando sus heridas, bañándola, él conocía su cuerpo, y no debería sentir pudor o nerviosismo, pero lo sentía. Sonrojada, lo seguía mirando, y sus dedos, guiados por el deseo de tocarlo, No lo escuchó, sólo tocó con las yemas, su mejilla y se fue acercando, lentamente muy lentamente, como si le pidiera permiso a la distancia, hasta llegar a sus labios, y besarlo sin premuras, sin presiones, sólo un natural y sencillo beso. Juntó sus bocas, y luego sus brazos fueron a su cuello, jalándolo hacia sí, y seguir con el suave beso.

-discúlpame- musita, el beso se había calmado, y ella apoyó su frente en los labios de él -no debi...- lo fue soltando, nerviosa, sin poder verlo, porque ya pensaba que le diría que no, cobrándole lo que había pasado entre los dos hacia ya un mes atrás.

Kendal no había pensado en ningún momento que pasaría lo que acababa de suceder, creía que todo se acabaría con un mal comentario de parte de alex pero en vez de eso sintió sus cálidos labios sobre los suyos en un lento pero dulce beso,las manos de su amada estaban posadas en las mejillas de Kendal mientras el le tomaba del cuello haciendo que se acercaran aún más, no podía creer lo que estaba sucediendo, después de tantos dias de esfuerzo por fin podía sentirle cerca sin que fuera por ningún otro motivo más que las ganas de alex de besarle. Su corazón estaba a punto de salirse de su pecho mientras aún le besaba agitado, era un beso lento y relajado pero el estaba demasiado feliz. Cuando el beso dio su fin no pudo emitir palabras, se sentía abrumado por que le había encantado pero no sabía muy bien por que lo había hecho Alex hasta ese momento, sólo pudo sonreír antes de que cerrara la puerta para después meter la silla de ruedas en la cajuela y entrar al coche.

Observó a su amiga durante unos minutos sin hacer gesto, sus ojos podían expresar lo que sentía en esos momentos así que guardó silencio-Lo único que pienso en estos momentos es que te agrada verme sufrir al no haber hecho esto antes, pero me gustó-murmuró sonriendo al mismo tiempo que se acercaba de nuevo a ella poniendo su frente contra la de su amada, mirándole a los ojos tocando sus mejillas con las manos-No voy a ser muy cariñoso por que se como eres pero escucha...te amo Alex, lo siento sí esto es demasiado pero utenía que decirlo y no es necesario que me respondas-dijo cerrando los ojos algo des animado ante la idea de que le rechazara otra vez, se acerco aún más mordiéndo el labio inferior de Su amada con suavidad, disfrutando aquel momento, ronrió alejándose de ella para después volver a juntar sus labios besándole con tranquilidad, llevando una mano hasta la parte trasera de Su oreja acercandole, estaba claro que No se sobre pasaría pues en esos momentos lo único que deseaba mas que Nada era besarle.

Fue extraño el beso, como demasiado ansiado, pero al mismo tiempo muy inesperado, sorpresivo. Se besaron y el tiempo se detuvo mientras el beso era el protagonista de la situación, ya al ir terminando, Alex que pensaba que él le diría que no, que no había nada, se encuentra con una mayor sorpresa, él si que lo estaba esperando que había guardado tan bien las apariencias que Alex no lo había notado. Se río cuando él mencionó lo de haber hecho que sufriera.

Ya sentados, siguieron hablando, más bien Kendal el que hablaba y volvía a besar su boquita, Alex sonreía con un gesto de timidez, que despetaba en su cara de felina, los aires de una infancia y hacia recordar de que a pesar de como se comportaba, era una jovensita que le habian tocado vivir muchas cosas. Pero ese rostro se perdió cuando él le dijo que la amaba. ¿Amar? Si hubiera podido correr, lo hubiera hecho, llamar a un taxi para largarse, pero no podía moverse, y obligada, tuvo que enfrentarse a sus sentimientos y los sentimientos de él.

-Kendal...- toma su mano, y entrelaza sus dedos, amar, no sabia si lo amaba, de hecho, estaba su corazón en un gran standby, por lo de Lucien, había pasado tiempo, y él se había desaparecido de su vida, pero el corazón de la joven aún no sanaba del todo -gracias por darme espacio... tiempo para responder, - baja sus ojitos y lo queda mirando de nuevo, acariciando su mejilla, no quería ser cruel, ni tampoco mentirse así misma -te quiero... me gusta tu compañía... tus caricias, me gustas, me atraes... y te quiero no como amigo, pero no sé si amo, aún no sé que siente mi corazón, solo sé que quiero seguir contigo, a tu lado, - se inclinó hacia él, aquello le dolió, pero quedó apoyada en los brazos de él.

-lamento no haberlo hecho antes, pensé que ya no me querías así, que solo me tenías pena... no que sentías lo mismo de antes, o más, ejem, definitivamente soy una torpe para estas cosas - sonrió, y levantó sus manos para poner su mejillas, jalándolo hacia él para besar sus labios, suavemente los besó, acostumbrándose a sus caricias y tenerlo así, tan cerquita -te propongo que veamos... como se dan las cosas, como todo funciona, ya debes saber... que no he resuelto mi pasado, y me siento confundida, pero sé que quiero quedarme aquí, contigo- le dijo, acomodándose lo mejor que pudo para verlo a los ojos, no era iniciar una relación, era más bien ser sinceros con ellos mismos, y poner las cartas sobre la mesa, aunque el juego no estaba terminado.

Escuchó atento la respuesta de Alex acariciando su suave cabello con lentitud, ciertamente no se sentía avergonzado ni desesperanzado pues ahora después de tanto tiempo con paciencia había logrado que Alex le besara y aun que parecía ser un paso corto comparado con el tiempo que había tomado ello no le importaba por que tampoco esperaba que Alex fuese una chica fácil, entre todas las cosas que le gustaban de su amada esa era una de ellas y aun que no le amara en esos momentos ya con el tiempo sabría lo que sentía hacia Kendal.Besó su cabeza sonriendo ante lo que acababa de decirle, no podía creer que Alex pensara que ya no le quería después de todo lo que estaba haciendo por ella, ¿pena?, alzó una ceja disgustado ante esa idea pues no le gustaba para nada que su amada se sintiera de esa forma, no tenía por que pues seguía siendo la misma Alex que antes solo que ahora estaba indiscapacitada pero eso no cambiaba nada las cosas- Sería un verdadero idiota si solo te amara por tu físico, sigues siendo la misma Alex de antes, no ha cambiado nada -murmuró en su oido sosteniendo lo que pensaba sobre ella, sabía que en esos momentos le estaba costando trabajo a Alex aceptarse a si misma pero Kendal no dejaría que ella pensara ese tipo de tonterías.

En seguida sintió sus manos sobre sus mejillas para después volver a sentir sus labios, sin duda podía seguir así todo un día entero sin que le importara lo que pasaba a su al rededor, amaba esos dulces labios pero sobre todo amaba poder besarle después de tantas veces que se había resistido- Supongo que no tengo prisa en saber que pasará con nosotros, tengo lo que me queda de vida y lo que viene cuando me convierta-se rió de su comentario que ahora que había salido de su boca sonaba bastante estúpido, le miró a los ojos y entonces se acomodó en asiento para encender el coche-Ahora ponte el cinturón que te llevo a descansar-dijo acomodando el asiento para quedar a la altura correcta poniéndose el también el cinturón de seguridad, una vez que su amada se puso el suyo condució sin mayor rapidéz hasta llegar al cuartel de los rebeldes, ahora Etienne sabía que Alex y el se estaban quedando ahí pero no había puesto mayor trava.

Aparcó cerca a la entrada del lugar y en seguida sacó la silla de ruedas de la cajuela acomodándola cerca de puerta del auto para ayudar a salir a su amada cargándola en sus brazos y bajándola hasta la altura de la silla no sin antes depositar un suave beso en sus labios-Te quiero-dijo sonriéndole de lado y mirando sus hermosos ojos durante unos cuantos segundos, en realidad ahora estaba pensando que debía dejar por un momento todo aquello antes de que se volviera excesivo. Le empujó hasta llegar a la pequeña habitación en donde dormía Alex, acercándole hasta la cama, ahí ya podía ella misma subirse sin ayuda así que se sentó a la orilla de ésta y suspiró dándose la libertad de tirarse de espaldas para descansar un poco-Este lugar es deprimente sabes?-comentó mirando el desgastado techo, en el lugar había poca luz así que no resultaba muy bonito a la vista.

Kendal llevaría a Alexandra al refugio de vuelta, en el camino sonrieron, y rieron de algunas cosas, aunque la mayor parte de viaje de vuelta Alexandra estuvo en silencio, tomando la mano del hombre, cuando pasaba los cambios, mirándolo con un gesto tierno, sin dejar de ser tan triste. Por lo menos Kendal no estaba tan ansioso por lo que pasaría con los dos, se veía mucho más comprensivo que la última vez, y eso aliviaba a Alexandra, no tendría corazón para una discusión con él.

Llegaron al refugio, Etienne parecía estar más de acuerdo con que los dos estuvieran ahí, porque luego del Winter Festival, no sería de extrañar que las caras de ellos dos fuesen vinculadas a grupos subversivos, Kendal la cargó desde el estacionamiento hasta el refugio y de ahí a su cama, las escaleras en caracol ahora no parecían ser una buena idea, pero era lo que tenían. Llegarían a la cama en donde Alex quedó sentada, apoyada en el respaldo de esta, mirandolo a él.

-si lo es, pero es lo que hay - le respondio Alex, extendiendo su mano hacia sus cabellos, pero no puedo hacerlo, Kendal estaba muy lejos y al intentarlo, cayó sobre la cama, al principio intentó enojarse, pero luego se río, intentando acomodarse con sus brazos, para quedar boca arriba, -es extraño, eres con la primera persona con la que le dijo te quiero, y le doy besos, sin qu a los instantes deba salir corriendo, creo que si pudiera correr ya lo hubiera hecho, que irónico, la vida debió ponerme en una silla para poder estar tranquila con una persona que me gusta - lo quedó mirando, y ahora sí, podía tocar su mano, lo rozó y lo fue jalando hacia ella, para que la pudiera besar.

-¿crees... que podriamos hacerlo ahora? - pregunta, no habia nadie en el refugio y tampoco llegarían, sonrió, sonrojada y algo torpe, cubriéndose la cara con las manos -aww que tonta soy, mírame como estoy y pensando en sexo, bueno...- dejó de moverse y descubrió su rostro para que el la viera -no sexo, sino... hacer el amor... o eso creo - se mojó sus labios, sin levantarse, no podía hacerlo, sin embargo lo miraba con mucha duda sobre lo que estaba pasando, y sobre lo que pasaría.

quedaron abrazados en la cama, no era muy grande así que estaban obligados a estar abrazados, entrelazando sus cuerpos. Kendal los cubriría con una manta, estaba helado ya, y a pesar de que sus cuerpos fuesen de por sí más templados, sufrían del frío. Alex se acurrucó al lado del hombre, aunque cuando comenzó a preguntar tanto, hubiera deseado simplemente ponerse de pie y marcharse. Se separó, y se cruzó de brazos, mirando al cielo raso con un gesto de pocos amigos, a pesar de que haber hecho el amor con Kendal, había suavizado su carácter, este no dejaba de ser endiablado. Bufó, y no le respondió a nada inmediatamente, lo quería, y por eso prefería saber que le respondería, de lo contrario, podría ser demasiado dura, y lastimar a Kendal. Si, tuvo consideración de su amigo/amante/amor. Pero lo que si hizo que se callara, fue el beso dulce y cargado de amor que Kendal le daba.

-realmente pensé que estarías más claro en esto, digo, saber en que terreno estabas pisando- acarició sus mejillas con esmero, mimosa, y dándole besos pequeños en sus labios- no te voy a negar que aún siento algo muy fuerte por Lucien, pero ese amor, es relación por completo estaba destinada al fracaso desde que comenzó, no podríamos estar juntos jamás y aunque nos uniera algo poderoso, ambos no congeniamos, por caracteres... por historias, principalmente por historias, además sufrí mucho por él y no quiero sufrir más... además- besa sus labos jalándolo hacia ella -es verdad, te amo, nunca lo había dicho antes. y creo que fue necesario todo esto para no tener que escapar cuando comienzo a sentir esto, es extraño, pero me gusta - se moja los labios, y acaricia sus hombros.

En ese momento se da cuenta que Kendal se vino dentro de ella, y se pone roja, soltando una carcajada, y abrazando a Kendal, por si se ponia de mal humor, tenía un carácter de aquellos, casi tan explosivo como el de ella.

-oye, irresponsable... te viniste dentro mio, jajajaajaj ¿y si quedo embarazada?- se ríe, la verdad es que tampoco se le hacia una mala idea, la vida de los dos, como humanos era corta, y cuanto antes disfrutasen de ella mejor. Lo abrazó con fuerza, acururcandose en sus brazos -creo... que no me molestaría - susurró, besando su pecho y mirándolo a los ojos, dulcemente.