Fin de una vida y el comienzo de otra

Caminaba bajo la nieve buscando una pista sobre algunos vampiros que había estado realizando movimientos sospechosos en el área. Hacía mucho frío, pero no importaba era parte del inicio de mis inspecciones nocturnas, olfatee entonces un aroma familiar, era relativamente nuevo. Mis botas negras están cubiertas de nieve y el piso en la acera era una tanto resbaloso, procure limpiar un poco mis botas, me acerque al lugar donde provenía el aroma.

Tuve mucho cuidado en no resbalar, parecía ser el aroma de un licántropo recién convertido, algunas veces había percibido ese mismo aroma, era tan extraño tenerlo nuevamente en mi nariz y tan cerca. Metí mis manos en la gabardina gris que usaba, camine unas cuantas calles, la vi a la distancia, era una joven pelirroja, camine despacio hacia la misma. Procure acercarme con cautela pues era obvio que ella aun no sabía muy bien que la había sucedido. Me pare entonces detrás de ella, sacando una de mis manos de mi gabardina sonreí.

- Hace mucho frío y en esas condiciones no es bueno que estés sola bajo la nieve –mencione mirándola y levantando mi mano hasta mi cabeza, era la forma más natural que encontré para saludarla y quizás entablar una charla con ella. Necesitaba hacer una buena impresión, no asustarla y así poder saber que era lo que le había sucedido, era tan obvio por sus heridas que uno de los nuestro la había atacado pero ahora era importante determinar que licántropo fue. Orientarla pero con discreción de buenas a primeras no puedes ir y decirle, te olfatee a metros y sé que eres un licántropo.

- Hola mi nombre es Gissiel, estas bien –dije para intentar darle un poco más de confianza para hablar, esperaba que quizás sus instintos se fueran activando y quizás con suerte podría lograr que ella me hablara de lo que la había sucedido.

Sin apenas darme cuenta tenía alguien detrás que comentó el frío que hacía. Me giré todo lo rápido que pude para ver que se trataba de una mujer adulta rubia de ojos azules. Miré a ambos lados para ver que estábamos las dos solas por lo que sus palabras iban dirigidas a mi. No pude negar que me asusté ya que no me esperaba encontrarme con nadie y menos que me dirigiese la palabra. Aquella mujer se presentó como Gissiel y parecía intentar ser amable. - Yo soy Kelly.- Le contesté. Podía haberle mentido y decir cualquier otro nombre pero no veía razón alguna de no decir la verdad sobre mi nombre, a parte que no estaba acostumbrada a mentir a nadie.

Mostré una leve sonrisa, quizá para intentar quitar un poco la tensión que sentía en ese momento por todo mi cuerpo.- La verdad es que sí que hace frío, pero a mi me encanta.- Intenté seguir la conversación que ella había iniciado. De repente sentí la vibración de mi móvil. Hice un gesto a modo de disculpa y saqué el aparato de mi bolsillo. Era un mensaje de mi padre que me pedía que regresara pronto a casa. Suspiré. No tenía intención de quedarme hasta tan tarde andando sola. En invierno anochecía bastante pronto por lo que sobre las 5 de la tarde debía de comenzar a dirigirme para casa. Sabía la preocupación de mis padres, pero quizá yo estaba más aterrada que ellos.

Guardé el móvil en su sitio y volví a mirar a aquella mujer. Estaba totalmente en blanco, no se me ocurría nada para conversar.- ¿Y qué te trae por aquí? ¿Has quedado con alguien?.- No era quien para entrometerme en la vida de los demás pero era lo mejor que se me ocurrió para que el silencio incómodo no se interpusiese entre ambas.

Su franqueza me pareció tan natural, era obvio que ella era una buena persona, alguien que no gustaba de mentir, eso sentí en sus palabras y en sus acciones. Me recordó un tanto a mí, eso es cierto, me vi por primera vez a mí misma cuando todo empezó, me traslade por un momento a esos días hace ya más de 200 años en los que fui mordida y luego empezó todo, recuerdo que estaba sola, ella por lo menos tenía a su familia. Quise decir algo pero la verdad no pude porque en ese momento su padre le decía que debía llegar temprano, me quede sin voz y la deje hacer lo suyo, luego la mire y sonreí.

- No te preocupes, estaba de paso mire que estabas sola y pues me preocupo, hoy en día no es segura estar sola –la mire y sonreí nuevamente mirando la nieve caer, extendí mi mano y tome un poco de ella en mis manos- Aquí en la ciudad la nieve tiene menos belleza que en la vida salvaje, en el campo tiene un mejor aroma, mas frescura –mencione, tenía que ser capaz de darle mayor confianza, sabía que no sería fácil pero debía intentarlo, quizás ahora no lo sabía ni sentía nada pero la próxima luna no estaba lejos a lo sumo una semana, debía ganar tiempo, ella tenía una familia y quizás si se trasformaba en su casa y una catástrofe sucedía, no se lo podría perdonar a ella misma, tome la nieve la olfatee y la partí en mis manos- Al parecer estas herida, disculpa si me entrometo, pero puedo saber que te sucedió, no quiero parecer una intrusa, pero hoy en día con los Licántropos, Vampiros e Híbridos en la ciudad uno debe ser cuidadoso con esas cosas –mencione mirándola con atención, pues me parecía que esa era la forma de quizás insertar en su mente esa idea, mostrarle que una simple herida no era lo que debía preocuparle, sino más bien de dónde provenía.

Era la verdad en esos días eso era lo más problemático, por eso mismo es que su padre la llamaba porque el seguramente tenía la misma preocupación que yo el mostraba, solo esperaba que esas palabras mías no la alertaran eh hicieran que se alejase asustada o confundida, intenta expresar toda la confianza posible, eso era lo principal en ese preciso momento lo demás no importaba. Tenía en claro que quizás eso le molestaría porque definitivamente yo reaccione igual, no fue hasta que me transforme por primera vez que decidí seguir a mi maestro, al primer licántropo que se me acerco. Debía si ser cautelosa en esto, pero con tan poco tiempo para la luna llena también debía ser directo, pero eso no evitaría que fuese comprensiva con la joven.

Miré al cielo en cuanto comenzó a hablar de la nieve. Siempre había vivido en la ciudad así que no podía comparar la nieve de aquí con la del campo, pero seguramente sería tan hermosa como ella contaba. Me fije en un copo que caía cerca de mí. Extendí la mano y dejé que se posara en mi mano abrigada por el guante. Estaba inmersa en mi visión cuando escuché sus siguientes palabras. Se dio cuenta que había sido herida hace poco pero eso no fue lo que me asustó. Sabía la existencia de los vampiros pero ¿licántropos?.

Dejé caer lo que quedaba del copo de nieve y la miré a los ojos. ¿Me estaba diciendo que los licántropos existían?. Mostré una leve sonrisa para después apartar mi mirada y observar los árboles de alrededor. ¿Debía creer en sus palabras?. Aquellos seres eran sólo mitológicos, no existían. Me paré en seco. ¿Por qué no iban a existir? hasta hace unos pocos años la gente tampoco creía en los vampiros y ahora andaban como Pedro por su casa.

Posé mi mano sobre mi brazo herido y la volví a mirar a los ojos.- ¿Licántropos?.- Me atreví a preguntar.

Era apenas normal entender que ella no estuviese consiente de la existencia de nosotros, los licanos, pero eso era apenas natural, pues los únicos en ser descubiertos eran los vampiros, pocos nos habían visto. Claro que para ese entonces ya era más evidente la presencia de otros seres que eran solo mitológicos para los humanos. Su reacción me sorprendió, eso dejaba ver bien que ella no estaba muy consciente de lo que le estaba sucediendo.

- Si, se escuchan rumores de ellos, más que nada en las noches de luna llena –agregue ante su pregunta, pero no podía decir mucho sin delatarme a mí misma, pero si debía ir planteando cosas en torno a lo que ella misma sabia porque claro está, la curiosidad es la madre de todos los saberes. En el caso de los humanos en las historias de seres como los licántropos eran parte de su mitología, de las historias que te cuentan para dormir, para atemorizarte y hacer que los niños duerman en paz y no vayan más allá.

- ”Hay mas cosas entre el cielo y la tierra de lo que imaginamos” –mencione mirándola y sonreí, me encantaba recordar esas palabras de Shakespeare, después de todo para los humanos eso encerraba una verdad, el conocimiento de cosas que no existen. El no verlas no te exime de estar preparado para lo que vendrá y mucho menos asegurar que no existen. Pensar en que ella no sabía que estábamos en la ciudad me inquieto pues eso mostraba que hasta ahora todos habíamos logrado ocultarnos muy bien, pero por cuanto más esto podría ser así.

- Seguro sabes algo de ellos –pregunte con cierto aire de duda, pues quería saber si ella dejaba su sorpresa y empezaba a pensar en su mente en ellos, en lo poco que quizás ella sabia de nosotros por las historias que siempre se cuentan los humanos.

La conversación ahora giraba en torno a aquellos seres mitológicos a los que llaman licántropos. Escuchaba las pocas palabras que me decía. A pesar de ser una desconocida me emitía una buena sensación.- Rumores.- Intenté hacer memoria de si había escuchado o leído algo que pudiese relacionarlos. Las conversaciones en clase podrían ayudar pero en mi mente no había nada que los pudiese recriminar por algo. De repente volví a acordarme de lo que me había pasado a mí.

Di unos pocos pasos hasta un banco cercano. Quité la poca nieve que había sobre la madera. Mientras intentaba recordar aquella noche escuché sus próximas palabras. "Hay mas cosas entre el cielo y la tierra de lo que imaginamos". Le volví a dirigir la mirada. ¿Estaba intentado decirme algo?.

- Supongo que se lo que todo el mundo sabe.- Parpadeé varias veces y comencé a ordenar mis ideas.- Son criaturas que tienen forma humana y que cuando hay luna llena se convierten en bestias muy feroces.- No sabía nada más. Dudé durante unos segundos pero al final me armé de valor para preguntar.- ¿Me vas a decir que los licántropos existen?.- Mostré una leve sonrisa, quizá por mostrarme de mejor animo aunque me encontrase igual.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Podía confirmarme aquella pregunta, pero me harían falta pruebas. Responder a una pregunta de ese tipo es bastante sencillo y fácil de mentir.

La duda empezaba a aflorar en su mente, eso era bueno, pero a la vez riesgoso para mí, pues procuraba mantenerme junto a ella para ser su guía y eso no lo lograría diciéndole de una buena vez, si eres una licano, lo sé por tu aroma, has sido mordida por uno de los nuestros. Debo admitir que decírselo era lo que más deseaba pero no podía hacerlo. La mire con detenimiento y le acerque a la banca, apoyándome en la misma metí mis manos en los bolsillos de mi gabardina.

- Claro, rumores, porque si los vampiros existen, no crees que en ese caso también muchas otras de esas criaturas pueden existir en este mundo –agregue como intentando a empezar a responder todas sus dudas, pero de forma sutil para no tener que impactarla demasiado, después de todo me preocupaba también el hecho de que en pocas lunas más ella estaría empezando a sufrir los estragos de su primera transformación, que suele ser un momento de profundo cambio.

- La posibilidad de su existencia en las actuales circunstancias es de un 50% dado que ya sabemos que los vampiros existen … bueno no son tan fieros que dicen la televisión, en lo personal a mí me gusta mucho leer de esos temas y leo mucha mitología … los licanos son lo que mencionas seres que en luna llena se convierten en lobos, no digamos bestias feroces porque eso es muy general, se convierten en lobos o similares a estos … lo que sé es que en sus primeras transformaciones y primeros años de vida, hasta poder aprender a dominar sus instintos, son en verdad descontrolados y si podría decirse que fieros … pero con el paso del tiempo y si algún otro licano los guía apropiadamente, pueden llegar a controlar sus transformaciones a voluntad, al punto de transformarse cuando lo deseen … hay también algunas leyendas de ellos en Europa, incluso aquí mismo –mencione, hablando lo más claro que pude y en tono hipotético, pues era también trascendental que ella supiera algunos detalles importantes de la raza aunque sea en forma de simples datos que uno encuentra por ahí, porque así quizás sabría mejor que hacer en un futuro y más evidentemente en la próxima luna llena. Entonces me quede observándola, porque no pretendía asustarla, pero la verdad pensé que todo lo dicho era suficiente como para aparentar ser una persona común que le encanta leer de esos temas y cuando le mencionan la palabra suelta un poco de información y luego al darse cuenta que es demasiado, se queda callada esperando que la otra persona responda algo.

No podía negar la afirmación que acababa de hacer. Si los vampiros existían ¿por qué no otros seres fantásticos?. Aún así no confirmó su existencia pero parecía estar más puesta que yo en el tema.- A mi me gustan mucho los lobos. Me parece un animal fantástico, pero siempre que tengo que pensar en un licántropo no veo a ese animal, veo a una bestia.- Hice una pequeña pausa.- Parece que estás bien informada sobre estos seres.- Hice una mueca. Aunque la conversación me empezaba a resultar agradable a pesar de no tener conocimientos, el dolor no quería tomarse un descanso. Daba igual lo que hiciese o dejase de hacer, recorría mi cuerpo sin previo aviso.

- ¿Los licántropos nacen como tal o se convierten igual que ciertos vampiros?.- La curiosidad estaba empezando a florecer como tantas otras veces me había ocurrido. Todo el mundo sabía que si un vampiro bebía toda la sangre de un mortal y después le hace beber sangre este se convierte en un nuevo vampiro. Me resultaba extraño ya que por más que me imaginaba si a una persona se le quitaba toda la sangre moría, al menos yo pensaba que instantáneamente moría.

Puse mis manos en ambas rodillas. Abria y cerraba la mano derecha. Por suerte, a pesar del dolor que me producía tal acción me alegraba saber que podía mover cada uno de sus dedos aunque había perdido algo de fuerza y tendría que recuperarla con el tiempo.

Pues creo que había logrado llamar su atención, pero aun debía mantener cierta distancia en las cosas que podía decir y las que no, pero debía aprovechar el momento. Era importante darle toda la información posible, era la forma en que debía orientarla para lo que estaba por venir, la luna en que ella se transformase seria la luna en que ella misma se perdería, podría en ese momento sentir deseos de matar, actuar como la bestia que mencionaba y lastimar a los que amaba.

- Los licanos pueden convertirse como los vampiros y también nacer como tales –me senté junto a ella en la banca, y busque algo en mis bolsillos, saque una de mis tarjetas de la misma y se la di- Mira no tengo los libros que e leído aquí mismo, pero si gustas puedes visitarme en esta dirección –mencione despacio señalando mis datos en la tarjeta, tenia la dirección de mi oficina y mis demás datos, eran tan útiles tomando en cuenta que como era detective era la forma en que mis clientes podían localizarme.

- Solo por favor llama antes de ir … bueno mira los licanos como te decía, cuando se transforman … es por que otro licano muerde o lastima a un humano y este sobrevive y en la siguiente luna llena el empieza su transformación, durante estas primeras transformaciones, si son como bestias, porque son animales … y como eso generalmente sucede en un ambiente cerrado, tiene la necesidad de salir y luchan por eso, es como pensar en un león enjaulado … me comprendes … sienten miedo, angustia … buscan la luna –mencione mirándola con atención, pues intentaba hacer que ella me entendiste y pudiese comprender lo que le decía, porque en parte era lo que yo había sentido, era lo que intentaba recordar de esos días, de mi primera transformación- En esa primera noche son como bestias, pero con el tiempo logran controlarse y pueden controla su transformación y contenerse … bueno y otros licanos nacen de padres licanos, ellos aprenden un poco mas rápido, porque sus padres los guían … vez no son algo tan monstruoso como dicen –sonreí mirándola mientras en eso pose mis brazos sobre mis rodillas y luego apoye mi rostro sobre mis manos mirando la nieve y luego la mire a ella.

Gissel se sentó a mi lado en el banco y continuó con la conversación. Me confirmó que los licanos podían ser naturales o creados como los vampiros no puros. Hice una mueca con la boca y miré mi mano vendada abrigada por el guante. Yo había sido atacada por un animal, pero ¿y si hubiera sido un licántropo?. Me aterraba la idea de que habría sido una criatura como tal. Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando me ofreció una tarjeta de contacto. Estaba escrito sus datos más importantes. Le miré, sonreí levemente y le agradecí la tarjeta la cual guardé en un bolsillo de la chaqueta.

Mientras escuchaba las siguientes palabras de aquella mujer me iba imaginando cada una de las escenas. El cómo un licántropo se transformaba de un ser humano a una bestia enorme y feroz. Ya me había dicho antes que no todos podían llegar a ser así pero no podía cambiar la forma de imaginármelos en tan sólo 5 minutos que llevásemos hablando. Siguió contando sobre el control de los primerizos. No pude evitar recordar nuevamente las diversas heridas que tenía por el cuerpo y la cabeza de que un licántropo sin control podía haberme hecho semejante barbaridad iba tomando más fuerza. Quería preguntarle sobre eso, pero ella no tenía porqué saber lo que me ocurrió. Tampoco tenía pistas y yo no tenía recuerdo alguno, tan sólo lo que ocurrió antes y después pero no durante.

La miré nuevamente para después regresar mi mirada a mis manos que estaban apoyadas sobre mis rodillas. Acababa de conocer a Gissiel pero me daba una sensación de tranquilidad y de confianza que sólo podía llegar a notar con mis más allegados. Cerré mis puños y me armé de valor para preguntarme. Podía pensar que estaba completamente loca pero también necesitaba contárselo a alguien que no fuesen mis padres.- ¿Yo he podido ser atacada por un licántropo?.- Una lágrima salió a toda velocidad de uno de mis ojos. Me quité uno de los guantes y dejé ver las vendas que me cubrían las heridas.

La mire algo preocupada, al parecer la pequeña niña frente a mi había logrado entender que los licanos no eran una ficción y que ella era la candidato mas cercana ha convertirse en uno de ellos eso. La mire fijamente a los ojos, intentando ser lo mas sincera posible, en ese momento mi expresión cambio y se volvió a un mas seria, no podía estar inventando excusas o intentando no saber lo que hacia.

- Si es posible que un licano te haya mordido –seque sus lagrimas con la manga de mi gabardina y la mire algo preocupada, me conmovió el ver a la pequeña llorar, sabia que todo esto no estaba siendo fácil para ella, pero no era hora de lamentaciones sino de continuar adelante con lo que nos corresponde. Coloque mi otra mano sobre sus heridas y la mire como una madre mira a su pequeña, sabiendo que no puede hacer más que darle ánimos para continuar. Entonces tome sus manos y sonreí un poco mirándola.

- Hay que esperar a la luna llena para saberlo Kelly, porque si así fue en ese momento te transformaras, creo que seria prudente de tu parte, procurar ese día salir de casa, si gustas yo puedo ayudarte, buscar un lugar seguro y cerrado para que pases la noche –agregue mirándola aun con preocupación, intentaba darle ánimos, pues sabia bien que ella misma no quería lastimar a sus familiares, eso era lo que podía suceder si no tenia cuidado, pero quizás poco a poco ella se daría cuanta de lo que en verdad sucedía. No podría hacer mas que ayudarla y apoyarla como me fuese posible para que ella se sintiese mas segura- Es lo mejor que puedes hacer por seguridad, solo hasta entonces sabremos, no llores, no se terminara el mundo, no hagas conclusiones antes de tiempo –volví a hablar, era lo mejor por hacer, en ese preciso momento no era pertinente mencionarle todo lo que con llevaba su nueva vida y lo que vendría, pero por su propia seguridad, su calma y por ella misma era mejor no adelantar nada, dejar que todo siguiese su curso porque no habia nada mas que hacer y teníamos una eternidad para continuar.