Un pedacito de mi (libre)

Zona Licana // 5 de Abril -2014// 8:30 de la mañana

Otro día más, un nuevo día en el lugar de destrucción. La rubia como cada mañana desde que esta en este lugar, despierta con el temor de no volver a su ciudad, ver a su gente y abrazar a sus padres, aunque su madre le rechace el abrazo. Se sienta, sobre lo que se puede llamar un colchón, estira los brazos hacia el frente, gira buscando a su hermano, quien extrañamente aun duerme. Respira con tranquilidad, se pone en pie buscando sus zapatos, busca entre las pocas pertenecías que posee, algo decente que ponerse, optando por jeans deslavados, una blusa color negro, tenis, mientras su cabello lo sujeta en una coleta; en lo que parece que fue un baño el cual tiene ahora una puerta improvisada, entra para lavarse el rostro, la boca y estar almenos presentable. Moja ligeramente el cabello, observa su reflejo en el espejo roto, y aprieta sus mejillas tratando de darle un poco de color –Vamos Annie, animo, veras que pronto saldremos de este lugar- se mira un poco molesta, porque ya perdió la cuenta de los días, semanas o incluso meses que lleva en este lugar –miralo por el lado bueno Annie ¿Qué es mejor, regresar a casa y que papá comience con los planes de boda con Roderick…o quedarte aquí a una guerra en la que no tiene importancia si participas o no?, ¿Qué es mejor una vida miserable con Roderick, o morir aquí?- difícil elección, almenos para ella.

Sale del baño, su hermano se nota un poco mas despierto. Camina casi de puntillas, haciendo silencio para que no le escuche; llega hasta donde se encuentra tendido y se recuesta sobre él, aplastándolo con su pequeño cuerpo, el cual no le causa ni el menor daño a su querido hermano-Buenos días Asger… saldré un rato, espero no tardar, te aviso para que no te preocupes- su hermano reacciona con un pequeño gruñido, la ojiclara la besa la mejilla y se incorpora de un pequeño brinco.

Camina en dirección a la salida, en la cual tiene que emprender un camino un poco extraño, el edificio donde vive, en algun momento seguramente fue zona de departamentos, los cuales algunos siguen intactos, obviamente en donde ella se encuentra con su hermano es uno de los pocos intactos. Recorre varios pisos, dando brincos por los escalones rotos. Desciende hasta llegar a la primera planta, camina escuchando retumbar sus pasos en el edificio. Sale y siente los tenues rayos de sol, un día sumamente nublado, algo polvoso y húmedo también. Introduce sus manos en los bolsillos de su pantalón y emprende el camino.

Varios minutos transcurren, hasta lograr llegar a una zona boscosa, ahí siente que esta como en casa, como en el campamento al que acudió… siente que hay un pedacito de su hogar en ese lugar. Camina escuchando como el viento mese las ramas de los arboles, se detiene justo en medio, cierra los ojos, saca lentamente las manos del bolsillo de su pantalón, las abre hacia los costados y deja que el viento haga su trabajo; escucha como se mesen las ramas, como chocan unas contra otras, provocando una tenue melodía. Gira un par de vueltas, fusionándose con el viento y con la música que esta manifestando. Por el pequeño mareo cae a la tierra, levantando algunas hojas secas haciendo crujir algunas, sonríe ampliamente y abre los ojos, mirando como las ramas se mesen y chocan unas con otras.