When the sun goes down (Odisea)

17-Diciembre.2012 19:30 p.m.

Sobre la ciudad empezaba a reinar la oscuridad. El sol ya se había ocultado y por fin podría salir a la calle. Era una pena que desde hacía ciento veintitrés años no hubiera podido exponerme al sol. En el fondo echaba de menos aquella vida en la que tenía una familia y amigos. Ahora vivía buscando al que en un tiempo fue mi hermano, y pensaba que seguía vivo, siendo como yo. Temía que si seguía con vida se hubiese unido a los que se hacían llamar "hijos de Caín".

Caminaba lentamente frente al Central Park. Muchas personas paseaban por allí a diario, y bastantes vampiros decidían ir allí a buscar su comida, pero ese no era mi cometido hoy. Veía a muchas parejas andar por allí, y también a personas pasear a sus mascotas. Entre tanta gente seguramente nadie se daría cuenta de lo que yo era, o tal vez si.

Bastantes cazadores rondaban por los lugares mas transitados de la ciudad, en busca de criaturas que matar. Algunas veces hacían bien matando vampiros de los que mataban por gusto, pero otras veces atacaban a vampiros que no hacían mal a nadie, o por lo menos eso creía yo. De todas formas no me importaba demasiado mientras que a mi no me cogieran.

Off: Lo siento por el post tan malo, pero es que ando algo justa de inspiración T_T

No esperaba hacer nada extraordinario aquella noche, así que seguí caminando sin rumbo fijo. Había mucha gente allí, pero algo me llamó la atención. Una chica en zapatillas que parecía buscar a un gato. Me acerqué allí para ver mejor que estaba haciendo aquella chica cuando de repente comenzó a hablarme. La miré algo sorprendida, ¿de verdad creía que iba a morderle? La verdad es que si quisiera podría hacerlo perfectamente, pero en este momento no tenía hambre.- Tranquila no te voy a morder.- Dije entre risas.- De todas formas aunque te mordiera no te dolería.- Terminé de decir mientras miraba a aquella chica que parecía asustada.

La observé mas atentamente y me fijé en sus zapatillas. Rojas y negras, con un dibujo en la parte de delante.- Bonitas zapatillas. ¿Cómo te llamas?- Esperaba que no se asustase y saliese corriendo. No acostumbraba a hablar con los humanos, solamente intentaba mantenerme al margen. La verdad es que la razón por al que no hablaba con ellos era que temía ganarme su confianza y después acabar mordiéndoles. No era mi estilo. Aunque tampoco es que muchos humanos se habían ofrecido a hablar conmigo. Temían a los vampiros y evitaban todo el contacto con ellos. Pero tenían razones para temernos.

La chica aun no se fía de mi completamente. Como dice ella la podría mandar al otro barrio, pero no lo voy a hacer. Quién sabe si por aquí ronda algún cazador, no me gustaría tener que pelear delante de tanta gente. Sonrío ante el cumplido que me hace y tal como me indica me acerco a ella, dejándome al descubierto de todas las personas que pasan por allí. Miro hacia la derecha y consigo ver a una pareja que pasea por allí. El chico parece un par de años mayor que ella. Ambos tienen el cabello de un color similar, algo así como castaño claro. La chica viste unos vaqueros oscuros, un gorro de punto color ocre y un abrigo beige; el chico también lleva vaqueros y, a diferencia de la chica, una chaqueta gris oscuro. Van cogidos de la mano y caminan con paso rápido. Ambos giran la cabeza hacia mi, e inmediatamente vuelven la vista al suelo y hacen como si nada hubiese pasado.- Bueno, tal vez nos volvemos guapas cuando nos transforman.- Respondo a la vez que río. Veo como ella se sienta en un banco y yo hago lo mismo. Me siento junto a ella y paso las manos sobre los vaqueros que llevo puestos.

Vuelvo la mirada hacia ella y la miro mas detenidamente. Ojos azules y cabello rubio. Es bastante guapa, seguramente si se arreglase un poco bastantes chicos se fijarían en ella, si es que no lo hacen ya. Escucho como se presenta, parece que ahora confía un poco mas en mi.- Odisea... bonito nombre. A mi me puedes llamar Sienna.- Respondo. Parece haber visto bastantes vampiros por aquí, pero seguramente no ha hablado con ninguno hasta hoy. Mas que nada por la pregunta que me hace.- Bueno, podría decirse que a la mayoría nos gusta salir a comer solos.- Espero no haberla asustado. Evito contestar a la anterior pregunta, ya que no recuerdo cuanto tiempo llevo aquí. Veo como Odisea fija la vista en un grupo de chicos y miro hacia allí. Vestían vaqueros y chaquetas negras. Algunos de ellos dejan entrever cadenas que cuelgan de sus cuellos. Se acercan con paso decidido hacia el banco donde nos encontramos sentadas y escucho a Odisea hablar. Si, probablemente no esperen que yo sea un vampiro, pero una cosa esta clara: Si intentan hacernos algo les daré su merecido.