Intereses Mutuos I parte

Sin duda el mundo había cambiado demasiado, apenas y recordaba lo que había sido mi ciudad natal, el paso del tiempo y el apocalipsis habían traído consigo una horda de destrucción sin fin, para alguien tan antiguo como yo tan solo quedaba recordar aquellos momentos de gloria en los que solía vivir a mediados de mi primer siglo de vida, después de la caída del velo las ciudades habían caído convirtiéndose en ruinas completas, era curioso como en otras ocasiones había visitado aquella singular zona que ahora simplemente se veía envuelta en algunos escombros además claro de los rondines de vigilancia que se volvían cada vez mas constantes.
Aquel día tan solo vestía un delicado atuendo en encaje, medias altas y zapatillas con el mismo color, parecía más una colegiala buscando diversión que una vampiresa de clase alta esperando a su invitado, bien a decir verdad estaba algo nerviosa por eso, si bien estaba acostumbrada a recibir visitas, esta era bastante especial aquel día me encontraría con uno de los vampiros más interesantes en lo que a investigaciones de pócimas se refería, según había escuchado su gran investigación había traído singulares aportaciones a nuestra raza.
El silencio inundaba las paredes de esta gran habitación rodeada de tapices antiguos, era cierto que las afueras estaban más que descuidadas y sumamente dañadas, después de tanto tiempo no era para menos, fue entonces cuando mi espada que se encontraba en uno de los rincones ( Luciferius ) trajo a mi mente algunos recuerdos de los cuales había preferido enterrar en mi memoria pero que aquellos aun seguían aflorando cual manchas indeseables

Flasback: Paris 1994 1:12 am

-Pasos de una mujer y tras ella un hombre.... ambientación noche lluviosa, a pocos metros sobre la azotea d e un edificio ambas figuras se detienen sosteniendo aquellas filosas espadas, cuyo acero hacia sinfonía con aquellas gotas que caían sin parar-

Eloise....... detente

Detenerme? quien lo impedirá? tu Vladimir?

Lo haré si no te detienes ahora

Seguiré con el plan aunque me cueste la vida, no pienses que por ser mi Sire tienes dominio sobre mi -los ojos de la fémina brillan cual estrellas-

No lo entiendes... si sigues en contra de la orden tendré que matarte

Hazlo! -grita la chica- ... así como mataste a mis padres después de todo lo que te dieron eres un malnacido!

-Después de aquellas palabras la ardua pelea se sitúa en aquella azotea, el choque de espadas despliega chispas que otorgan a la noche una belleza sin igual, la lluvia cae por sus cuerpos y los relámpagos en las lejanías retumban en los suelos haciendo cimbrar los edificios, ambos pelean con gran ferocidad y astucia hasta que la morena en un golpe triunfal encaja aquella letal espada en el corazón del vampiro dándole muerte, este con el ultimo aliento le otorga a Luciferus, una espada que sin duda le dará el lugar que se merece y además de eso le otorga el conocimiento que un vampiro tan antiguo como el puede poseer-

Fin del flaschback

Desde aquel entonces aquella espada me otorga un lugar privilegiado en la llamada Brother Hood... sin duda una organización más que aparenta algo que no es o por lo menos hasta el momento ese es mi concepto y no lo cambiare aun cuando las hordas del infierno lleguen por mí... bien tan solo era cuestión de guardar las apariencia y dejar los pensamientos de lado, de momento mi investigación seria guardada en los secretos más profundos del abismo de mi mente, los dejaría simplemente más que ocultos, había logrado aquel arte gracias a mi querida Evangeline, una vampiresa que había conocido hacía tiempo, era sin duda la más increíble investigadora que había conocido, ahora mis experimentos estaban concentrados en aquellas sustancias que hacían débiles a los demonios.
Con paciencia esperaba la llegada del oscuro caballero, en nuestro último encuentro había logrado a intercalar algunas pocas palabras pero había muchas mas por entablar…dudas…aciertos…investigaciones y demás.. estaba ansiosa no lo pida negar y sin duda quería preguntar tantas cosas…tan solo era cuestión de paciencia.

Los minutos habían pasado cuando en la entrada el sonido de un llamado se hacía presente… mi invitado había llegado justo a tiempo, sobraba decir que me sentía emocionada por aquel encuentro, si bien conocía muy poco de aquel vampiro, el lazo que nos unía era más que el de la sola hermandad; uno de los sirvientes se acercó a la entrada abriéndole al joven castaño e invitándolo a entrar el cual tomo las pertenencias del mismo haciéndole la carga menos pesada, fue entonces cuando en un acto de cortesía adelante mis pasos hacia la entrada y recibir personalmente a mi invitado, a quien ofrecí una gran sonrisa y me acerque extendiéndole un gran abrazo

Zadsaquiel …. Es un honor tenerte en mi casa

Era curioso que aquella sonrisa fuera casi como una emoción, quien no se sentiría así al ver nuevamente a un miembro de la familia?, mi abrazo se prolongó tal vez un par de segundos esperando no incomodar al recién llegado, pues mis actos eran acto reflejo de la confianza demostrada desde un principio, si bien la historia era larga no era el momento de recordarla pues el tiempo era poco y seguramente el caballero de la noche estaría bastante ocupado, me separe de aquella fisionomía tan solo un instante después sin dejar de demostrar mi emoción, es curioso cualquiera pensaría que los vampiros no tenemos emociones, sin embargo cuando se trataba de mi gran pasión que era la investigación .. aquella parte de mi humanidad afloraba sin más ante las personas que consideraba interesantes o importantes por lo que demostrar aquellas acciones hacia el vampiro no era nada nuevo en situaciones similares, tan solo un par de segundos después me aleje del joven castaño para mirarle nuevamente.

Acompáñame querido, tenemos, demasiado asuntos y poco tiempo para charlar

Cual serpiente ágil y movediza pase mi mano rodeándole el brazo y así colocarme a la diestra del caballero al cual tenía bastante confianza desde el momento que lo conocí, era una sensación extraña que pocas veces había sentido en mis décadas de vida, algo parecido tal vez sería la sensación que me conferían las divinas Evangeline y Azuka, lo mismo sentí en aquel momento que conocí a Zadsdaquiel en la cónclave; su reputación era grande o por lo menos eso pude saber después de aquella reunión cuando su salida fue tan precipitada después del argumento de su hermano con el que no parecía llevarse muy bien… algo que sinceramente entendía a la perfección por extraños que fueran los motivos, el caballero antes mencionado no era muy agradable en realidad. Mire entonces al castaño en espera de que mi invitación fuese aceptada, antelándome a eso uno de mis sirvientes había recibido la instrucción de montar un pequeño servicio con todo lo necesario para ofrecerle al joven de la cónclave.