Un paso adelante... "Entrenando" (Libre)

Junio 01 06:00 am
El Bosque. Casa Familia Moon Dead

Un día más que empieza… actualmente la fuerza de los demonios sigue y sigue creciendo, y aunque afortunadamente en estas tierras hasta el momento no hemos tenido que sufrir este tipo de invasión, sería solo cuestión de tiempo y tal vez no estemos lo suficientemente preparados para ello… no menosprecio nuestras habilidades… mas es como todo en la vida… si no se lleva una constancia, se pierde la práctica.

Lentamente me levante, mi querida esposa se encontraba en la cocina preparando el desayuno, me acerqué a ella lentamente y la salude abrazándola por la espalda y besando su cuello –buen día amor mío- le sonreí y me retire rumbo a la bodega. Abrí la puerta y me acerque directamente al armero de espadas, aun en estos tiempos, con los avances tecnológicos y el armamento moderno, no me puedo sentir más a gusto con un arma si no es una espada, de cualquier procedencia y estilo, fiel compañera en el combate, no sufre fallas técnicas ni falta me munición.

Tome una Katana del armero, le admire antes de ponerla en mi cintura. Salí de la bodega, ya Odisea tenía servido el Desayuno en el comedor. Lo tome lentamente mientras mi mente divagaba, no podía dejar de pensar que tal vez los últimos tiempos, nos hemos descuidado un poco, que no estamos preparados ante una posible invasión, o una guerra como lo quieran llamar –mi vida… crees que hacemos lo correcto estando aquí aislados sin preocupaciones?- le pregunte mientras ponía sobre la mesa mi espada.



Termine mi desayuno y le mire fijamente –te gustaría entrenar un poco?- de nuevo le pregunte, ya que tal vez pocos por estas tierras en realidad se preocupen por lo que pasa a nuestro alrededor, -la verdad creo que debemos empezar a prepararnos, no estamos completamente seguros y creo que muchos en estas tierras, se sienten tan confiados, y esa misma arrogancia los llevara a una perdición mucho más rápida- tome de nuevo mi espada y me puse de pie con rumbo a la entrada trasera de la casa –mi linda damita- le hable con dulzura –te espero afuera, creo que debemos entrenar un poco… algo me dice que vienen tiempos duros para todos nosotros y debemos estar un paso adelante-

Salí lentamente de la casa y antes de tocar la tierra me quite los zapatos, camine un poco, cerré los ojos y respire profundo. Lentamente empecé a concentrarme a hacerme uno con el espacio, con la tierra, con Gaia… sentí como el viento juega con los arboles a mi alrededor, como las más mínimas vibraciones en la tierra hacen cosquillas en mis pies, el sonido a lo lejos de un riachuelo imparable, imponente. Lentamente tome mi espada, tenía ya una conexión casi perfecta con la tierra. Así que me deje llevar... varios movimientos casi perfectos, producto del trabajo y estudio del arte samurái fluían como una hoja que se deja llevar por la briza de otoño.

En este momento estaba completamente concentrado, era uno con todo el ambiente y mi espada era solamente una extensión de mi… le vi llegar y oí bromear lo cual me causo gracia y reí un poco –jamás lo seria ante tan bella dama- le escuche con atención, la verdad del que en este lugar se encuentre una diana es porque conozco las habilidades de Odisea con el arco y la flecha, estas eran impresionantes, jamás lo he dudado, era como ver personificada la figura de Robín Hood pero en una bella dama de apariencia dulce y frágil pero tan capaz como cualquier gran guerrero, afortunado soy al tenerla a mi lado –mi vida… no sería capaz de dudar de tus habilidades con el arco- le mire pícaramente –donde pones el ojo pones la flecha- bromee un poco -Claro para mi será todo un placer y adelante, siente la tierra en tus pies, esto de cierta forma te ayudara a ser uno con lo que te rodea… los movimientos con gusto te los enseñare, mas el ser una guerrera… es algo que ya conoces. Un guerrero no se mide por el numero de batallas en las que haya estado, ni mucho menos por las diversas destrezas que posea- la abrace mirando hacia el horizonte –un verdadero guerrero se detecta por cómo afronta los retos que el destino le presenta a diario y es algo que conoces muy bien- le sonreí y bese dulcemente ya que la verdad admiraba a mi esposa, ha enfrentado con gallardía y fuerza los retos impuestos hasta el momento –y no digas que me serás útil- acaricie su rostro –no eres un elemento, no eres un arma… eres mi esposa y mi compañera, no te utilizo… lucho a tu lado, lo cual es muy diferente- acaricie su nariz y nos reincorporamos al entrenamiento.

Mientras veía su demostración… era impresionante su habilidad, su precisión era tal que merece todo el respeto posible, jamás había conocido a alguien con tal destreza mas no negare que a su vez de ve divina, la vi alejar ya que al parecer su último disparo no fue acertado mas si fue con intención, al regresar continuamos –no me molesta que lo hagas, sé que es necesario y me agradaría que podamos cenar juntos, créeme que no me molesta- le sonreí –y claro que lo harás, lucharemos pero más adelante, primero lo primero- tome en mi mano su espada, algo liviana para mí, me aleje un par de pasos y empecé a manipularla, a manejarlas y no fue tan complicado notar que no es una espada que pueda dominar mi esposa, no por el que no pueda, es más bien que será un desperdicio de habilidades y sé que ella cuenta con todas las capacidades para hacerlo.

Me acerque de nuevo a ella dejando caer la espada al suelo en donde se clava lentamente –es una buena espada no te lo negare, mas no es la adecuada para ti- era el momento perfecto para poder entregarle aquel regalo de bodas que tenia para ella –espérame un momento, debo ir a la bodega- le di un tierno beso en la frente, entregue mi espada y me dirigí rumbo a la casa. Entre a la bodega y busque una caja que tenia bien guardada, cubierta por una tela muy delicada de color blanco –aquí estas- la tome y Salí rápidamente al llegar a su lado le entregue la caja –esto es algo que tenía guardado especialmente para ti, sabía que llegaría el día en el que debamos luchar y para mi será un honor unir mi espada a la tuya cuando sea necesario- le sonreí

Vi como abría la caja y dejaba ver una espada de apariencia muy delicada pero mortal, era una espada china flexible y resistente, pensé en ella ya que simboliza a mi esposa, es de apariencia frágil delicada y hermosa, pero es letal al momento del combate –esta es una espada más adecuada para ti, eres muy ágil, necesitas una compañera que sea capaz de llevar tu ritmo-



Vi como la tomo en sus manos y como la admiraba. Me aleje de ella tomando de nuevo mi Katana con la mano derecha –tu espada es una extensión de ti misma, hace parte de tu ser, siente lo que tú sientes- respire profundo cerrando los ojos y moviendo lentamente mi espada en distintas direcciones –un guerrero está en la capacidad de mantenerse sereno en los momentos más difíciles, en dejar sus sentimientos de lado al momento del combate para evitar distracciones- abrí mis ojos y me acerqué de nuevo a mi esposa, guarde mi espada en su funda, me ubique detrás de ella tomándola de sus brazos suavemente –Cierras los ojos… respira profundo y siente todo lo que te rodea… siente la tierra bajo tus pies, siente como el viento juega con tu cuerpo- lentamente empezamos a movernos, suavemente simulando el movimiento del agua, del viento, del fuego –conéctate con lo que te rodea, en este momento eres el viento que recorre estos campos, eres el agua que alimenta los arroyos y el fuego capaz de destruirlo todo con tu paso- le aleje un par de pasos admirándola, viendo su danza al mejor estilo de un maestro del antiguo arte del Kun Fu, -podrás sentir las vibraciones en el suelo, la más leve ruptura en las corrientes de aire- mencione en tono muy suave

Di un par de pasos atrás, tome firmemente mi espada de la empuñadura esperando el momento adecuado, si ha logrado conectarse con su entorno bloqueara mi ataque… lentamente tome posición y le mire fijamente esperando el momento adecuado sentía como la briza jugaba con mi rostro y un eterno silencio se apodero del lugar, sentía como a lo lejos las aves cantaban dando la bienvenida al día… al parecer ya era el momento, con gran velocidad desenvaine mi espada dirigiendo un ataque vertical hacia ella con el lado sin filo de la Katana esperando su reacción.

Me gustaba como me explicaba, su filosofia de lucha, era como si la lucha tuviera un significado mas poetico y hermoso, tal y como hablaba, hacia de la lucha algo hermoso y siempre me daba mi lugar y yo como siempre me sentia halagada por el:

-soy tu esposa y se que me entrenaras bien, pero no se si seras lo suficientemente duro-bromee- es broma se que eres el indicado- en ese momento miro la falcata y no le parecio adecuada para mi, yo pense que al ser pequeña pues bastaria, pero en realidad era bastante pesada- supongo que mi peso tambien debe influir en mi espada verdad? tienes una espada para mi?-le pregunte mientras lo veia marcharse a por la espada,mientras yo me quede esperandolo cerrando los ojos y pensando en ser uno con mi entorno, sentia la brisa...la tierra en las plantas de mis pies, el olor de la hierba, hasta podia sentir el rumor del rio cercano corriendo, parecia mentira que sintiendo tanta paz pudiera pelear mejor

No tardo en llegar y vi que tenia una caja para mi, la tome:

-otro regalo?-sonrei- vaya siempre me estas regalando cosas-sonrei abriendo la caja y viendo dentro una hermosa espada china, preciosa y digna de las espadas antiguas que alguna vez habia visto en museos, tiempo atras cuando todo marchaba mejor, era una maravilla, con un hermoso cordon rojo en su empuñadura, la tome y apenas pesaba- parece que va a romperse enseguida, pero supongo que en eso consiste no?-dije moviendola poco a poco como creando eses entre los movimientos y sintiendo su ligereza

Senti como se colocaba tras de mi para ayudarme a sentir todo a mi alrrededor, cerre mis ojos para solo sentir la magia de esa espada, notar que podia moverla con tranquilidad, que podia ser capaz de empuñarla y defenderme de ella.Con poco tiempo parecia mas bien una danza que una lucha, era hermosa y al moverla sentia como si el viento la golpeara sin dejarlo pasar, pero sin cortarlo, supongo que la sutileza tambien era una de sus caracteristicas

Me sentia agusto con ella, como si nos hubiesemos caido bien las dos, todo marchaba bien hasta que senti que algo se acercaba a mi y sin pensarlo coloque espada frente a mi, mientras la otra mano la dejaba libre juntando mis dedos indice y corazon, mientras aparte con rapidez su katana para dar unos pasos hacia atras y alejarme de el:

-me atacaste sin avisarme...-le dije mirandolo a los ojos- mi amor eso no se hace y si me rompes la cabeza que? es decir yo no uso la espada como tu, no me la esperaba y tu me atacaste, quieres quedarte viudo o que?-me rei y aunque es cierto que no me lo esperaba, vi que lo habia frenado y pense que eso era lo que el esperaba de mi- tu confiabas que lo haria?-le sonrei- confias demasiado en mi-me acerque a el y lo bese con dulzura en sus labios- gracias...es una espada preciosa y siempre me gusto la espada china, pero enseñame mi amor...dime como colocarme, como moverme, sabes que habia una cancion china que salia en una pelicula, y creo que la protagonista usaba una espada china como esta...de hecho casi me incita a cantar la cancion, al ver esta belleza-dije mirando la espada y colocandome junto a mi esposo y abrazandolo con fuerza- te amo, lo sabes verdad?

((cancion a la que se refiere Odisea))

La reacción de Odisea era la que esperaba, al poder encajar tan bien junto a su espada y al entorno que la rodeaba, podría sentir cualquier alteración a su alrededor. Bloqueo por completo mi ataque el cual en otras circunstancias seria mortal utilizando la fuerza adecuada, mas los reflejos de mi esposa, reflejos casi felinos acompañados de un arma adecuada, le pueden dar ventaja en combate, inclusive se me está ocurriendo una idea por si luchamos juntos en contra del enemigo. Me retire un par de pasos guardando de nuevo la catana en su funda –mi bella damita- hable en un tono mucho más serio de lo habitual, tal cual cuando dictaba clases en la universidad de Nueva York antes del “Apocalipsis” –en la vida, como en la lucha… debes estar cien por ciento atenta, así tanto las cosas, como los ataques inesperados no te tomaran por sorpresa-

Le mire atentamente y el semblante de maestro serio desapareció al escucharle reclamar, se que lo hacía bromeando, mas su dulzura era algo que sacaba lo más bello en mi cono una sonrisa -muero el día en que te pase algo, y si no solo confiaba que lo hicieras, es mas debía confirmar algo de lo cual estoy en lo cierto; tu reflejos, y movimientos son naturales, eres una guerrera nata así que se te facilitara el arte de la lucha… un guerrero completo se encuentra en paz consigo mismo y su entorno- de nuevo le hable en tono muy serio –después de la aventura en la Umbra, logre tener esa paz de la que te hablo, el entender que solo debes asesinar en combate estrictamente cuando sea necesario, el guerrero no lucha por amor a la sangre y respeta al máximo a su oponente; desafortunadamente pocos piensan así – la sentí a mi lado y al tocar sus dulces labios, solamente respire profundo, un suspiro para ser más exacto y es que el estar con ella solamente me producía felicidad y paz absoluta –claro que lo sé, al igual yo y no te imaginas cuanto, moriría el día en que el alba llegue por la ventana y no pueda verte a mi lado- la abrace con fuerza y di un tierno beso en su frente.

De nuevo me aleje un par de pasos desenvainando mi espada, le mire fijamente mientras movía alrededor de mi cuerpo mi espada -hay varios estilos según la espada que utilices, mas lo ideal es combinarlos, no “casarte” con uno solo ya que tu combate se puede volver predecible- toma su espada y hace un ataque frontal –hay ataques que dependen de la fuerza- mueve su espada con gran velocidad –otros de la habilidad- hace bloqueos seguidos –y estilos en donde una buena defensa es tu mejor ataque- de nuevo guarde mi katana en su funda y la mire –más uno de los estilos más efectivos estratégicamente hablando es el utilizar la fuerza de tu adversario a tu favor- me acerque a ella tomando su espada con cuidado –un arma como esta es exigente ya que su mayor fortaleza es la velocidad con la que puedes atacar-

Me aleje un par de pasos moviendo con gran velocidad su espada, saltando y girando en el aire –en principio debes aprender a atacar haciendo que tu cuerpo se convierta en un arma, me explico… si atacas con tu espada quedan libres tus piernas, así si bloquean tu primer ataque, podrás desestabilizar son un golpe que no se esperan, a su vez si esa es su intención es atacarte de esa misma forma, pobras utilizar tu cuerpo como defensa- de nuevo me acerque a ella y para entregarle su espada –vamos a empezar con un ejercicio básico. Son 5 ataques y 5 bloqueos- tome mi fiel Katana poniéndome en posición –te atacare en el siguiente orden 1.arriba, 2. Abajo, 3. Derecha, 4. Derecha, 5 abajo procurando no dar más de 5 pasos… después de que bloquees atacaras… el orden no importara mas utiliza todos tus recursos, un dato para ti, pocos maestros de la Katana la utilizan con solo una mano… en este ejercicio utilizare las dos, esto para qué? te preguntaras, te dará ventaja al defenderte utilizando todo tu cuerpo y así buscar el mejor momento de un ataque sorpresa… luego me atacaras en el orden que prefieras, recuerda que puedes atacar con todo tu cuerpo, eso sí, otro dato importante, siempre el último ataque debe ir seguido de un movimiento defensivo- me acerque y le di un beso apasionado y luego bromee un poco –mi pequeña saltamontes en este momento empieza el entrenamiento, tienes los conocimientos necesarios ya que los llevas en tus genes, en tus vidas pasadas, así que vamos a explorar con todo y dejar salir el arte de la batalla que hay en ti-

De nuevo me aleje y prepare mi ataque según el orden acordado respire profundo y la mire –lista amor mío?- mire fijamente y empezamos 1. Arriba… -vamos más firmeza en la defensa- 2. Abajo –muy débil… se que puedes- 3 derecha –así es pero aun falta- 4. Derecha con más fuerza –no te confíes- 5 abajo –no temas herirme-

justify]Habia llegado hace apenas unos minutos pero me habia quedado mirando desde un rincón, sin que ellos pudiesen notarme, me pareció un poco cómico que Araphiel nos llamara a entrenar, hace tiempo que no entrenaba con el pero bueno era obvio que para él era mejor aprovechar el tiempo y pasarlo con su esposa. A pesar de eso heme aquí mirándolos a la distancia algo divertida, pero pensativa porque aun me preocupaba lo que pudiese pasar una vampiresa y un licano pues es una pareja demasiado dispareja y a la vez siempre quedaban riesgos latentes, dejando de lado esas ideas era bueno poder conocer mejor a la vampiresa que habia demostrado no ser como otros vampiros que habia conocido parecía ser mucho mas una humana. Me quede un poco pensativa y recordé que al parecer ella era la nueva hija de Azuka, una vampiresa recién convertida tiene muchas dudas y muy probablemente ella tenia eso en su mente.

- Insisto en lugar de entrenar tanto porque no mejor aprovechar el poco tiempo libre y lo disfrutas con tu esposa … además como quieres que ella se concentre … ni tu creo que podrías del todo –mencione caminando despacio en medio del salón, hasta salir un poco a la luz y quedar a una distancia prudente de la pareja, sonreí levemente y levante una pequeña caja envuelta en una manta de tela, era un pequeño aperitivo que me habia tomado la molestia de preparar, siendo invitada en la casa de mi amigo Araphiel y mas aun en una casa de un nuevo matrimonio, creo que era lo menos por hacer, pues no les habia regalado nada.

- Traje algo de comer … quizás si te agrade Eurídice … por cierto saludos de los niños y Úrsula … con permiso –mencione sosteniendo el paquete con una de mis manos mientras hacia una leve reverencia para sentarme en uno de los lugares cercanos. A mi parecer habían entrenado mucho y era momento de un descansó y bueno habia traído algo de sangre fresca para Eurídice y algo de pescado estofado para comer. [/justify]

Lentamente estábamos tomando ritmo en el entrenamiento, mas los movimientos de mi querida esposa eran algo leves, en su rostro se notaba algo de desconcentración, lo cual de no estar en un entrenamiento seria tomado a favor del adversario. La mire y escuche atentamente, no jamás me atrevería a juzgarla por el hecho de ser una vampiresa, era mi esposa, la mujer que amo y a quien acepte sin prejuicios y demás. Acaricie su rostro mirándole fijamente a los ojos, y le hable de una forma franca y al punto sin adornos dado sus argumentos los cuales entendía por completo lo que jamás entendería es que ella aun llegue a creer que yo la llegue a ver como un monstruo. –el miedo es algo que te acerca a tu lado humano, mas si me golpeas será normal, ya que el adversario no tendrá consideración contigo, pero lo que en este momento me duele y hasta molesta, es que creas que yo siendo tu esposo y después de pasar lo que hemos vivido juntos, creas que te vería como un engendro, un chupasangre- acaricie su rostro suavizando un poco la voz –jamás podría verte de ese modo- le bese dulcemente la frente y retomamos el ejercicio.

Lentamente tomamos de nuevo el ritmo, su concentración crecía cada segundo y al parecer su confianza igual, no me gusta ser muy duro con ella pero llegara el día en que debamos afrontar las dificultades –lo estás haciendo bien- le decía mientras bloqueaba sus ataques, los cuales cada segundo eran mejores, la mire atento notando las pequeñas falas que cometía mas mi concentración se disipo un poco al perderme en sus ojos, y es que no podre evitar caer en su encanto, dado que le amaba y por mas ruda que se viera luchando, para mí siempre será mi pequeña damita. Este pequeño descuido provoco que su espada rozara mi brazo, nada grave solo un pequeño rasguño pero al parecer para ella fue como si en verdad me hubiese hecho gran daño –no te preocupes mi vida no fue nada- con cuidado guarde mi espada en su funda mientras recibía los cuidados de mi querida esposa –mi pequeña, solo recuerda que el enemigo no tendrá compasión contigo- le dije mirando fijamente a los ojos mientras acariciaba su rostro.

En eso la euforia de mi esposa me tomo por sorpresa y es que su impulso hiso que cayéramos al suelo, solo escuchaba cuanto me amaba y lo feliz que se sentía al no creerse un monstruo –jamás he creído que lo seas- sonreí encantado ya que me gusta estar así con ella, ya que hace de cada espacio un momento especial. En eso escuche a lo lejos una voz familiar, lo cual me costó creer que estuviera en este lugar. En eso Odisea fue a recibirla, se con total cortesía mientras tomaba de nuevo mi Katana –bueno Odi ya te dio una bienvenida más que adecuada- le sonreí –querida amiga es un total honor que nos visites, la verdad creí que no vendrías pero tal cual dice mi querida esposa, no sabemos que nos depare en un futuro y ahora siendo un hombre de familia es mejor estar un paso adelante- le mencione mientras me acercaba a ellas –tu más que nadie y ahora siendo madre entiendes este punto- en eso abrace a mi esposa por la espalda besando su mejilla –tiempo hemos tenido y tendremos de sobra para disfrutar nuestro matrimonio, el hecho de que ahora estemos casados no implica que bajemos la guardia ni que me dedique solamente a mi esposa, sabiendo mi responsabilidad con la manada o no es así querida Líder-

Le hable con total franqueza si perder el respeto ante ella, -se que somos amigos desde hace mucho tiempo, mas ahora eres la líder y mereces nuestro respeto y total lealtad así que las puestas de nuestra casa están abiertas cuando lo requieras- la mire mientras observaba con curiosidad la caja que traía en sus manos… Odisea la tomo llevándola a donde pertenece mientras me ubique al lado de Gissiel –querida amiga, la verdad no pensé verte el día de hoy, como está tu esposo?- le pregunte mientras veía a mi esposa acercarse y tomar asiento en mi pierna. El ambiente era agradable y familiar ya que para mí era muy grato tener a mi esposa y a mi gran amiga juntas en plan completamente fraternal.

Después de unos cuantos minutos de tranquilidad y relajación total en donde disfrutamos de la merienda traída por mi querida amiga, mi mente empezó a trabajar, los momentos vividos hasta ahora son gratos y dignos de guardar en la memoria, las proezas logradas en tantas batallas junto a Gissiel dignos canticos de juglares antiguos, las batallas vividas junto mi amada esposa son míticos poemas de guerra, mas tanos momentos tienen algo en común, hemos aprovechado nuestra fuerza, nuestros músculos y habilidades así que de nuevo les hable -queridas damas, somos guerreros fuertes, con habilidades notables en lo individual, mas quiero decirles, en especial a ti Gissiel, como líder del grupo, que en lo colectivo, como manada, como fuerza notable de combate, el desorden, la falta de coordinación y el conocimiento de las debilidades y fortalezas de quienes luchan a nuestro lado, juntando sus espadas en un grito de guerra y somos testigos de los errores garrafales y pérdidas importantes en donde al día de hoy nos ha llevado a un número reducido- con mucho cuidado con tal de no incomodar a mi esposa, me puse de pie y les di la espalda viendo el horizonte. –las perdidas en el winther festival, las perdidas en el festival de cerezos, son las consecuencias del desconocimiento de nosotros como fuerza…- me gire y les mire fijamente –aquel que no conoce su historia… está condenado a repetirla- tome firmemente mi espada desenvainándola –no estoy dispuesto a perder a perder a los que amo, a viejos y nuevos integrantes del grupo ya que todos ahora somos una familia-