donde NO debería estar - Temperance Brunswick

Iba dando vueltas mientras observaba todo con una cara de boba que de seguro le causaba una risa a mas de alguien, bueno, si es que hubiese alguien en aquel lugar. un OOO mucho estaba tanto en mi rostro como en el de Gus y es que todo en ese lugar era nueva pero viejo y algo desgastado.

Me paré en seco mirando a ambos lados, nada, ni mis amigos fantasmas estaban conmigo, como si decidieran alejarse de mi apenas crucé una linea invisible

- oye Gus a donde se habrán ido? este lugar es enoooorrrrrmmmeeeeeee - me quedé callada esperando un eco que no llegó así que lo formé yo mismo - enorme enorme enorme - susurré mientras Gus soltaba una risita algo burlesca, lo miré de mala gana antes de reír junto con él mientras ambos repetíamos "eco eco eco" en susurros.

Me senté en uno de los tantos bancos dejando la mochila y a Gus a mi lado, el silencio no me iba mal pero el de ese lugar era casi ensordecedor, para hacer algo de ruido comencé a cantar a todo pulmón dejando mis pies meciéndose en el aire y mis manos bajo mis piernas

- no crees que es algo mmm gris todo? - pregunté a mi osito mirándolo con una ceja levantada - lo se, a lo mejor es porque no estamos en el bosque y se nota - sonreí nuevamente, aquello era lo que estaba buscando, explorar, conocer y ahora me quejaba, en que fea persona me estaba convirtiendo!!!. Giré la cabeza negando en forma enérgica, no debía pensar así sino que estar feliz de recorrer todo ese nuevo paraje, grandes travesías habíamos pasado antes de poder llegar a donde estábamos, no era bueno quejarse cuando el aire sopla y nos da la brisa decía mi papi y bien que lo entendía ahora.

Me paré de un brinco llena de energías nuevamente
- ven Gus vamos a explorar más - tomé mi mochila, mi osito y comenzamos a caminar. Saqué la vieja cámara fotográfica de mi madre para capturar todo lo que veía, sabía que no podría ver nunca lo que en su interior llevaba, nunca entendí como funcionaba del todo, pero el sonido que dejaba salir al hacer clic y esa lucecita que aparecía cuando todo estaba oscuro me provocaba un júbilo distinto nuevo y emocionante.

Llegamos a un centro rodeado de enormes casas gigantes, edificios se llamaban parece y parecían aún mantener vida en su interior, me pareció que eran enormes bocas buscando tragar todo a su paso y yo deseaba ser tragada por lo que, satisfecha, caminé a uno de ellos que parecía estar abierto

- cálmate Gus que nadie nos dirá nada...creo yaa y tu espíritu de aventura donde está? mmm que solo es mío? mentiroso - tuve que sobornarlo con una pastilla para que me acompañara y es que igual me daba algo de miedito ir sola, por lo menos con Gus nos acompañábamos mutuamente. Caminé paso a pasito olvidando el miedo apenas puse un pie en aquel lugar, estaba lleno de mucha ropa!!! nunca en mi vida había visto tamaña cantidad de cosas

- mira mira Gus podemos encontrar algo para los dos - y,nuevamente tarareando, comenzamos a buscar algo lindo para los dos

La chica caminaba con aquellas calles sin luz que antes eran el símbolo de una ciudad pujante y cosmopolita como era New York, pero todo cambió tiempo atrás, cuando los portales fueron abiertos, casi como los sellos del apocalipsis, y todo comenzó, dejando a aquella ciudad en lo que era hoy en día, uno de los últimos bastiones de la humanidad.

Pero desde las sombras la chica era acechada, aquella calle no estaba libre de peligros, y sólo podría escuchar un gruñido, y el aullido de una bestia casi tan grande como un licano transformado. La joven solo pudo escuchar el grito de un fantasma que le decia "corre".

De un callejón oscuro, los ojos rojos y carmesía la miraban, y salió de las sombras, era un can del infierno, un perro enorme con fauces enormes de las que salía una baba color amarillo sanguinolento, seguramente recién se había alimentado. Aulló nuevamente, y emprendió la carrera hacia la chica, sus agarras dejaban marcas en la tierra mientras corría hacia la chica.

Sería el fin de la pequeña espiristista, si no fuera por una mano que de la nada apareció, Kael vería la melena negra y larga de una mujer que la jalaba y la hacia correr a toda velocidad por la calle, hasta meterse detras de un auto caido. El perro saltó sobre este y siguió corriendo, sin darse cuenta que sus presas lo habían engañado. Se giraría en la misma carrera perdiendo un poco el control y azotándose contra un autobus abandonado, abollando aún más las latas. La mujer de cabellera negra, aún en silencio, se puso de pie y usando un arma, disparó tres tiros contra la cabeza el animal que lo hicieron retroceder.

-corre... no mires strás- le dijo a la chica y comenzó a correr, llevando a la chica de la mano por un pasillo, detras de ellas podían escuchar los aullidos del animal y sus garras haciendo contacto con el asfalto. Sólo debían correr, correr, hasta cuando al final del callejón vieron una iglesia en donde entraron cruzando las puertas. La mujer realmente lanzó a la espiristista dentro de la iglesia cristina y se giró para volver a disparar al animal, antes de entrar a la iglesia.

-dime... ¿qué hacias en este lugar sola? - le preguntó, agachándose para ver a la chica, -¿estas herida?...- sonaba preocupada, y la miró a los ojos, de inmediato supo de que tipo de persona se trataba, acarició su mejilla, y se sentó en el suelo, recuperando el aliento -es un lugar demasiado peligroso para.... ir sola por ahí...- miró su arma, y le colocó el seguro, dejandola en el suelo, pero cerca de su mano.

En un momento estaba a punto de convencer a Gus que se probara ropa conmigo, me estaba costando otra pastilla,pero un ruido que parecía provenir del exterior llamó mi atención tomé a Gus para caminar a la entrada que acababa de atravedar pero cuando salí a mirar y sin poder visualizar mucho me sentí jalada por unas manos mas fuertes que yo (para poder jalarnos así debía de ser) y puesta a correr como alma que lleva el diablo, no entendía porque corría y porque ella, lo supuse por su cabello, me llevaba no se a donde pero corrí, más porque Gus gritaba despavorido y acababa de aparecer otro fantasma con cara de "corre por tu vida" así que la seguí hasta quedarnos atrás de un auto. Allí, en silencio trate de mascullé varias palabras pero nada salió de mi boca hasta que escuché disparos, solté un gritito inconsciente mientras le tapaba los oidos a Gus y a mi

- pero pero es - me asomé a ver que era - un animal??? he? - nada más pude decir cuando estábamos nuevamente corriendo, me llevaba casi a rastras y de esa manera poco menos me tiró dentro de un recinto raro.
Otro gritito se escapó al escuchar nuevos disparos, encogí mis piernas abrazando a Gus con mas cara desorientada que asustada, ya había escuchado balasos antes, así mi padre cazaba animales pero siempre por necesidad no por placer. Esperé que ella se sentara para soltar las preguntas, la miré algo molesta, no por arrastrarme sino por querer matar un animal sin tener porque pero su cara de preocupación me desconcertó un poco

- no, no estoy herida pero puede que a Gus le cuente un poco recuperarse - le señalé a mi osito que mantenía acunado en mis brazos

- estaba paseando porque? no se puede? es malo? - pregunté bien confundida ladeando un poco mi cabeza no me gustaba hacer cosas malas a nadie le agradaba hacer aquello.

Esperaba respuestas mirando a mi alrededor cuando noté la falta de mi bolso

- hay no hay no, se me perdió, mi bolsi y y - busqué en los bolsillos mis tesoros, el reloj y el anillo estaban ahí - haaa - suspiré - no importa buscaré agua en otro lado, soy Kael y el es Gus mucho gusto - le tendí mi mano y sin esperar siquiera le tomé la suya y la moví enérgicamente, así, según mi padre, se demostraba compañerismo - donde estamos? me parece una mmm Gus como se llama ... a si iglesia - me levanté del piso aún con Gus en brazos observando todo a mi alrededor, se veían imágenes raras y cruces más raras aún, abrí mi boca para volver a hablar pero un gruñido mas cerca de lo que pudiera imaginar me desconcentró

- haa que alivio, está bien, me alegro mucho - aplaudí como pude ilusionada y mas tranquila por lo que volví a sentarme a su lado

Temperance quedó sentada, mirando desconcertada a la joven ¿un año y no sabe lo que está pasando?, eso le hacia recordar al licano que hacia unos meses había conocido, pero ahí estaba, delante de una chica que no tenía ni una soberana idea de lo que estaba pasando. Temperance suspiró, había encontrado una veta de pedagoga, pero la verdad es que correr por su vida, cuando un can del infierno te perseguía no te dejaba demasiadas ganas como para explicar con tranquilidad el hecho que el mundo estaba en medio del apocalipsis.

Además la miraba mejor ¿le hablaba al oso?, pero el oso no tenia ningún espíritu, o se daría cuenta de ello, era un juguete tan solo, pero era mejor seguirle la corriente, sacarla de allí y llevarla con los Brotherhood, porque su mente parecía estar delicada, y nadie quería otro portal descontrolado. Además su los humanos la encontraban, seguramente la encerrarían. Masculló algo, luego sonrió a la chica.

-es un pésimo lugar...- pasó su mano por sus propios cabellos, para apartarlos de su cara y ver mejor a la chica -no sé si sabes, pero llevamos ya casi un año en medio del apocalipsis y estabas paseando por un territorio lleno de demonios... ¿donde vives? ¿en el fuerte humano?- le preguntó de improviso, aunque imaginó que le diría que no porque sino, no la hubiera dejado salir por ahí sin protección.

-es peligro, como viste, lo que nos atacó era un can del infierno, un demonio terrible que devora a sus presas - le sonrió con el afecto que una madre le sonrie a un hijo pequeño, era más que imperioso sacarla de ahí. Los portales se abrían cuando la energía de un espiristista se descontrolaba, y ella lo sabía perfectamente porque era precisamente por su epilepsia, que Russell, aquel terrible cainita, había descubierto la forma de abrir portales al infierno.

-me llamo Temperace, y soy como tú... puedo ver fantasmas y hablar con ellos, ya no estas sola Kael, ni tú, Gus- les sonrió y se colocó de pie, extendiendo la mano a la joven -ven acerquémosno al altar, ahí ningún demonio puede llegar a nosotras- la invita a seguirla y que le cuente quien era y que hacia en ese lugar.

-¿en donde ha quedado tu bolso?, luego podría ir por él, pero... antes necesito saber de donde eres, Kael- llegarían ante el altar y Temperance miraría la cruz, rozándola con los dedos, la santidad de aquel lugar las protegería el resto de aquella noche.

Me quedé mirándola mientas hablaba y las preguntas se agolpaban en mi cabeza como pequeñas bombitas o pulgas en una oveja ¿de que me estaba hablando? no estaba entendiendo ni la mitad de sus palabras. La vi levantarse y extenderme la mano, se la tomé aún desorientada cargué a Gus y la seguí hasta lo que, escuché de ella, era el altar de la iglesia, apenas allí moví la cabeza de un lado a otro tratando de aclarar mi mente y vomitar las preguntas pero todo lo que salió fue un balbuceo que me hizo reír junto con Gus. Me detuve levanté los brazos aspirando aire unas tres veces y sonreí mirándola directamente a los ojos

- mmm creo que me perdí etoo haaa mi mochila se quedó en un edificio, estaba allí con Gus tratando que se probara ropa conmigo y oimos un ruido, cuando salimos bueno tu mano me tiró y corrimos y bum bum bum y corrimos de nuevo y luego aquí - expliqué actuando cada suceso bien detallado para que todos entendiéramos bien lo que sucedió

- heee que es apocalipsis - pronuncié con dificultad - y eso de can del infierno? demonios? - mi cara debía decirlo todo, de verdad no entendía casi nada pero ella parecía algo preocupada o a lo mejor necesitaba ir al baño como yo. Comencé a mirar a mi alrededor a ver si veía un lugar para hacer pis pero nada ni un simple agujero en el piso

- haaaa pero lo de fantasmas entendí, en mi casa siempre habían muchos de visita mi mamá y mi papá me dijeron que era normal que los viéramos - sonreí ante el recuerdo moviendo mi mano. quitándose importancia a ese hecho, todo el mundo podía verlos sino como la gente tenía amigos transparente o se guiaba?. Ubiqué a Gus en una mesa arriba de ese altar y me senté al lado de él

- yo vivía muyyyy lejos de aquí, con mis papás y Gus y mis amigos fantasmas que a veces te dicen su nombre y a veces no en un bosque pero mis papás murieron y un hombre los visitó varias veces y ahora estamos de viaje con Gus - resumí rápidamente los pocos meses que llevábamos viajando - y tú donde vives? - le miré la pistola que llevaba en su mano, a mi nunca me habían gustado esas cosas pero entendía que eran necesarias para algunas cosas como ¿matar can de demonio había dicho cierto?
- espera dijiste que nos comería ese lobo? porque? tiene mucha hambre? - nos miré a ambas y a mi osito - Gus!!! no quiero que se lo coman - susurré abrasándolo

La reacción de Temperance fue de suma perplejidad al escuchar las escuetas explicaciones de la joven que no tenía realmente ninguna idea de lo que estaba pasando en aquel lugar. Temperance se encogió de hombros y lamentó realmente sacarla de su ignorancia que le brindaba algo de tranquilidad. Dichosos los ignorantes que no temen a nada. De pie ambas, la espiristista se giró hacia la extraña con el peluche, realmente era muy joven, aunque tan sólo unos años menos que ella..

"mi alma ha envejecido demasiado..." se dijo así misma porque reconoció en aquellos ojos marrones, la misma inocencia infantil que tuviese antes de que todas esas cosas le pasaran, incluso, antes de amar. La joven que tenía delante de ella era pura, pero lo sería por muy poco tiempo, porque la única forma de sobrevivir en aquel lugar era dejar que la oscuridad corrompiese, era la única forma.

[b]-vivo con los vampiros, con la hermandad, pero creo que no debes tener mucha idea de lo que te estoy hablando -[b] se encogió de hombros la chica, ni siquiera se aventuraba a preguntar su la extraña niña que tenía delante de ella sabía sobre los vampiros, ¿pero en doce años jamás tuvo conocimiento de ellos? [b]-realmente... has estado desconectada y ajena a todo, me sorprende, ya no son muchos los que pueden jactarse de ello, pero ahora estás aquí...¿por qué has dejado tu santuario?-[b] preguntó la joven, ya cercanas al altar en donde buscaron refugiarse detras de él, en donde podrían descansar.

[b]-el apocalipsis es el fin de los tiempos, lo que los ángeles revelaron a san Pablo... de como sería el juicio final y cuando el infierno se abriera y Santanas sería encerrado en los avernos de lava y azufre por la eternidad, pero este apocalipsis es a la usanza vampirica... se ha adelantado y nada de la profecía escrita.. se ha cumplido, sólo la destrucción y devastación que ahora ves... y sí, aquel perro era un demonio, un cruel demonio que devora y rompe los huesos -[b] fue demasiado dura, en otros tiempos no lo hubiera sido, pero en aquel escenario, eufemismos solo llevarían a una muerte segura.

[b]-puedes venir conmigo, estarás segura, los humanos desconfían de nosotros, nos desean muertos... Kael, porque somos las llaves al infierno -[b] extiende su mano a la joven esperando que acepte [b]-te juro que nada te pasará... lo juro -[b] le sonrie suavemente, mirándola intensamente a los ojos.

Asentí a su afirmación, la verdad es que no tenía mucha idea de que hablaba, la palabra vampiro me parecía familiar pero no sabía de donde y hermandad, bueno sabía lo que significaba pero nada más, de verdad estaba tan desconectada, tan poco sabía del mundo que me rodeaba. Solté un gran suspiro colocando ambas manos en mi cintura, poco me importaba no saber nada yo ahora estaba bien, con ella y Gus en un lugar muy bonito

- mi santuario? haaa te refieres a mi casa? es que mis papás murieron y me dijeron que era mejor para mi que saliera con Gus a recorrer el mundo así que les hice caso y nos fuimos, ha sido muy entretenido y dificil, sobre todo tengo hambre pero nos apañamos bien - recordé que toda la comida estaba en la mochila ¿que le daría a Gus para comer mas tarde? porque yo podía pasar con hambre pero el no, se podía enfermar o algo y nunca permitiría que algo le pasase.

Detuve mis pensamientos para escuchar sus palabras, me hablaba de demonios, el diablo, destrucción y muchas cosas malas, parecía una historia de terror para la noche, de esas que me dejaban temblorosa hasta el otro día pero mi papá decía que solo eran historias, que nada era real, estaría mal Temperance? a lo mejor no sabía que aún era de día o yo no sabía que era de noche, con lo de rompe carnes me aferré mas a Gus un poquito asustada

- nos desean muertos? porque? yo no se hacer llaves y Gus tampoco - titubié un poco pero mi osito me dijo que ella era buena así que debía confiar, sonriente tomé su mano aún con el en mis brazos - pero Gus también viene cierto? puede venir? sin él no voy a ninguna parte - eso era obvio para mi y no pensaba que ella diría que no. Un golpe a la parte lateral, muy cerca de donde estábamos nosotros provocó un ligero salto de mi parte

- entonces ese lobo come carne no puede entrar aquí cierto porque debemos salir o no - la verdad es que mi cabeza estaba hecha un remolino pero confiaba en ella, me importaba más proteger a Gus que a mi misma, apreté en forma inconsciente su mano cuando otro golpe tronó la puerta que amenazaba con caerse, después tendría tiempo de preguntar todo, ahora debíamos salir bien de todo

- haa espero no se puede dialogar con él? siempre es bueno conversar las cosas podríamos pedirle que nos deje marchar

Suspiró la joven, con todo lo que le había pasado, también su paciencia había mermado, pero la joven requería atención y cuidados especiales porque aquella inocencia la iba salir matando. Es más, era asombroso de que aún estuviese viva a pesar de los peligros que rondan en la zona cero. Le sonrió comprensiva, era de esperarse de que reaccionara así Temperance, algo de lo que era, se veía reflejado en la persona que veía delante de ella.

-nunca intentes dialogar con un demonio, o tendrás una muerte segura, jamás, ¿me comprendes?- su voz sonó bastante dura, para dejar demasiado en claro aquella idea. Jamás dialogar con un demonio, porque o te matará o intentará destruirte de otra manera, eran seres de oscuridad, creados sólo para sembrar el caos y la destrucción.

-y claro que puede ir tu amigo, no ocupa demasiado espacio, y parece ser muy agradable - le sonrie, arreglándose el cabello detrás de su oreja,y tomando en su mano el crucifijo negro que llevaba -imagino que no sabes muchas cosas, y eso puede significar tu destrucción, pero tampoco puedo obligarte a conocer, si puedes volver al lugar en donde estabas y ahi no han llegado los demonios, deberías irte, volver y mantener tu inocencia intacta- le sonrie, cansada, sus ojos lucían ligeramente sombríos, puesto que habia estado en vela la noche anterior y ahora, agotada, iba de vuelta a casa.

-¿que dices?...¿deseas quedarte en este mundo de caos o deseas volver al santuario en donde estabas antes? - -pregunta con gran solemnidad, viendola constantemente a los ojos, sin perder ni un ápice de sus gestos que le anunciaran alguna respuesta velada en sus palabras.

Ladeé la cabeza al escuchar su aseveración, de verdad parecía que era todo muy serio pero según yo cada ser tenía derecho a que lo escucharan y ser parte de un diálogo claro y correcto, mis papás me habian enseñado que todo tiene dos lados y era muy bueno escucharlo siempre antes de juzgar además que no éramos nadie para hacerlo, a lo aquel demonio no tenía comida en su casa o no encontraba comida, con Gus nos pasaba a veces menos mal que mi estomago era algo chiquito pero el de mi osito no y costaba encontrar comida pero asentí majestuosa, de verdad parecía que era algo que debía recordar por la seriedad de ella. Reí ante su afirmación, Gus no era de lo mas compacto, si medía casi 80 cm y eso que andaba sentado casi siempre pero me alegró mucho que lo encontraba simpático y lo pudiéramos llevar a donde sea que fuéramos ahora

- volver a casa? - mira a Gus y a Temperance, ella estaba pensando todo mal - yo puede que no sepa muchas cosas y que me equivoque en otras pero mi casa está con Gus y mientras estemos juntos vamos a estar bien - le sonreí tranquila - además nos queda mucho por conocer!!!!! si no hubiese salido de casa no te conocería ni a ti ni nadie - recordé a Luca y a Rowan - además para conocer necesito salir es feo quedarse en la ignorancia, eso siempre me decía mi papi - mis ojos no reflejaban ninguna duda sobre mi afirmación, yo no quería volver a casa, a lo mejor mas adelante para dejarle flores a mis papás pero a nada más, yo ya no debía estar allí y como siempre mis amigos transparentes me advertían que no volvería junto con Gus me resultaba de lo mas innecesario contradecirlos, yo confiaba plenamente en ellos

- me quedó aquí, en este mundo de caos como le dices tu - apreté su mano en señal de confianza, aún me quedaban muchas muchas dudas pero al parecer primero debíamos salir de allí. La vi apretar esa cruz que llevaba en su mano, al parecer era un arma muy poderosa. Estuve a punto de preguntar como era que servía cuando la puerta del fondo, por donde habíamos ingresado se abrió de golpe y ya no era una de esas cosas grandes sino dos que parecían botar espuma por la boca, se veían bien feas, un escalofrío corrió por mi espada, yo no era mucho de saber, bueno, nada la verdad pero algo me decía que esas cosas eran malas y era mejor correr, la miré con los ojos bien abiertos con una clara pregunta en ellos "que vamos a hacer"