Midnight Training [Azuka - Seth]

por Invitado Lun Sep 10, 2012 7:10 am

Greenbelt, cercano a las montañas.
"Mansión Verde" perteneciente a la Líder de los Hijos de Caín.
21 de Marzo de 2013
Medianoche.

Observó con cuidado las facciones de su rostro en el reflejo del agua, sus ojos grises le devolvían una mirada de determinación que evidenciaba su estricta disciplina cuando de preparación se trataba. El agua y su propio cuerpo olían a Jazmín y Vainilla, una mescla fuerte que en su piel adoptaba un aroma peculiar y embriagador que le gustaba, sin embargo, aquel no era un baño común y corriente.

La noche anterior había ido de visita a una de las Mansiones que su ama poseía y que en realidad, era uno de sus lugares favoritos, Greenbelt era un paraíso de frescor y belleza verde por donde se le mirara. Aunque estaba allí no por eso exactamente, desde hacia dias que había deseado ver a Azuka, su ama, porque sentia su ausencia como quien no ve a su madre durante mucho tiempo y como con cada cosa que ella le daba, había elegido como lugar de reunión la Mansion Verde en las montañas.

A la mañana siguiente, bastante temprano al despertar, notó una tarjeta con delicados adornos en plata más una letra estilizada y elegante que sabia le pertenecía a ella y donde le comunicaba que se llevaría a cabo su entrenamiento esa misma noche, en particular porque habría Luna Llena, noche ideal la verdad, debido a la fuerza energetica que se movia en noches de Luna Llena. Había sido una suerte aprovechar esa noche puesto que como algunas veces sucedía, se quedaba a dormir en la mansión por largos días disfrutando de la naturaleza. Amaba su departamento y esa libertad de hacer con ciertos límites lo que desea, pero también amaba estar con ella y compartir algunos momentos antes de dormirse en su regazo. Claro que los entrenamientos eran otra cosa, duros para el cuerpo y el alma.

La habían dejado sola para purificar su cuerpo en el agua y despejar su mente de todo pensamiento. Pero aquello no era una tarea fácil. Primero: el cuerpo es fácil de lavar, el agua y los jabones se llevan con ellos toda la suciedad mundana del quehacer diario; una buena comida nutria el cuerpo y lo preparaba para el resto de la noche, porque para ella “Un alma sana, reside en un cuerpo sano y una mente sana” Y esa frase que escuchara tiempo atrás en la televisión, había condicionado su disciplina y la forma en que llevaba a cabo sus entrenamientos.

Por lo tanto, ahora purificado su cuerpo, mantenía su mente libre de malos pensamientos y luego entraría en aquel transe que siempre antecedía a la necesidad de explorar su propia alma.

La idea de someterse a entrenamiento desde el tiempo que llevaba siendo vasalla de Azuka, había sido de su propia ama. Claro, que aunque fuera rudo, a Lilith no le molestaba hacerlo, porque lo hacía por dos razones: Una, complacer a su ama y la segunda, porque deseaba ser más poderosa. Sus razones por supuesto, eran más complejas que la simple necesidad humana de sobresalir. Su idea de cultivar los tres aspectos del ser humano era porque solo de esa manera podría sobrevivir, idea que le nacía luego de las veces que había escuchado los rumores, rumores que en un principio se había negado a creer, pero que con el paso del tiempo había aceptado como parte de su destino y eso, a pesar de que ella no creía que su destino fuese ser sacrificada o algo por el estilo.

Se levantó de la tina y el agua escurrió por su cuerpo como en una caricia. Lilith era delgada y esbelta, de curvas bien pronunciadas, suaves y delicadas. Su larga cabellera caía por su espalda como una larga cortina de reflejos dorados aun a la luz de las ampolletas y que por demás, cubrían sus pechos de forma virginal. No se podía negar su belleza casi sobrenatural, como si de un hada se tratase, sobre todo ahora que ofrecía una vista pálida y diamantina de su cuerpo desnudo. Pero era un cuerpo que nadie (a excepción de algunas vampiresas al servicio de su ama y la misma Azuka) había visto antes. Alguna ocasional desnudes cuando entrenaba con su ama era principalmente para forjar su carácter y despojarla de toda timidez y pudor, y por alguna extraña razón, su alma siempre vibraba ante esa sensación de libertad, su cuerpo reaccionaba con una mejor disposición al duro entrenamiento y su mente, se abría intensamente ante nuevos pensamientos y recepciones espirituales.

Se desataba. Ese era, justamente el término correcto para describir lo que sucedía cada vez que entrenaba.
Ahora, a medianoche, recordaba el baño purificador y la mente en blanco como un sueño suave y transitorio mientras caminaba por un largo pasillo de la mansión. La escasa luz proporcionada por algunas antorchas no era lo suficientemente fuerte como para medir distancias, pero ella ya conocía muy bien aquel lugar y no le sorprendía que siempre llegara a destino casi sin perderse en el camino. La estancia estaba vacía, como solía ser cada vez que llegaba, porque tendía a prepararlo todo de forma cuidadosa. Lo que allí se llevaba a cabo era importante y hasta cierto punto complejo, requería de previa elaboración, en todo sentido en realidad. Así que como era debido tenía el cuerpo purificado y vestía con una túnica roja que se le ceñía al cuerpo destacando cada curva suave y delicada de su figura.

Abrió la puerta, entrando en aquel lugar frio, seco y lúgubre del sótano, más allá, bajando por las escaleras, sabía que estarían los calabozos, pero no quería pensar en eso justamente ahora, así que vacio su mente, se sentó en medio de un circulo labrado en el suelo, en runas antiguas y se quedó meditando hasta la llegada de su ama.

por Invitado Vie Sep 14, 2012 4:08 pm

La noche había avanzado de la mejor manera, realizando las acciones de costumbre… la fiesta que había ofrecido unas noches atrás había resultado con algunas sorpresas para los asistentes a la muy ameritada reunión, no obstante sin mayores contratiempos; habían asistido puntualmente los seres que esperaba ver en la misma, que fue ostentosa y de grandes proporciones… la sangre claro, no podía haber faltado; fue, en pocas palabras, una gloriosa celebración vampírica… como lo eran todas las que estaban bajo su cargo el ser elaboradas… esa noche, su vasalla Lilith, la más importante de los múltiples vasallos que poseía, y a la única que brindaba atención, información y entrenamiento, se había topado con Seth, el único ser al que le había otorgado la inmortalidad en todo su tiempo de existencia, siendo entonces, su única familia…

Era interesante que se hubiesen topado, pues, en formas distintas, ambos tenían mucha importancia para la vampiresa… Lilith, había sido rastreada por su linaje, siendo acogida por los cainitas por las posibilidades espiritistas que podría ir desarrollando a futuro, siendo acogida por la vampiresa cuando era aún una niña pequeña… pactando en aquel entonces, como las viejas tradiciones dictan, con sangre… convirtiéndose ella en su vasalla, una a la cuál consideró especial desde ese entonces… dedicándose a darle consejo y educación en todas las áreas personalmente (cosa que es realmente increíble), por lo que, hasta cierto punto, había sido Azuka quien le había brindado su educación, además claro, de cumplirle todos sus caprichos; le exigía, porque buscaba la excelencia de los suyos, y aún lo hace, ante los ojos de un espectador de lo sucedido, quizá la vampiresa podría verse como una madre para la bella joven.

Y su hijo de las tinieblas, Seth, por otra parte, el único al que había considerado lo suficientemente digno como para otorgarle la inmortalidad, que además de su propio creador, podría considerársele como su única familia inmortal… era, por demás decir sumamente importante para la vampiresa, su niño… aunque para Lilith, no sería más que un conocido de la vampiresa, pues él, llevaba una fachada ante todos, por cuestiones de estrategia, procurando pasar como un caínita más, sin que nadie se percate de la relación sanguínea que existe entre ambos seres… Él era listo, mucho aún siendo humano, pero no fue solamente eso lo que la llevó a convertirlo en inmortal, si no, porque en él mismo, vio reflejado mucho de ella, y no lo podía negar, también mucho del ser que le había dado la inmortalidad, su propio padre.

Es un secreto, que el mismo Seth desconoce, las razones por las que a su madre se le había otorgado la inmortalidad, ella, lo supo tiempo después… la vampiresa, aún de humana, sentía un gran llamado de la oscuridad, y pensó durante un tiempo que esa había sido la razón por la cual la oscuridad la había acogido, como su hija eterna… pero, el sentir ese llamado tenía razones válidas, y fue tiempo después que se enteró de esto…. Ella, sería en aquel momento, lo que actualmente llaman un híbrido, de madre humana y padre vampírico… claro que fue criada por su padre mortal, y la nueva esposa que éste había adquirido poco tiempo después que la propia muriese durante el parto… lo siguiente en ésta historia, fue a su padre, convirtiéndola en vampiresa, en los momentos cuando los instintos vampíricos recién apareciesen… y si bien era cierto que llegado el momento, sin que su padre interfiriese se habría convertido en vampiresa… de igual forma hubiese envejecido unos años más… su padre la conservó sumamente joven, además de brindarle su propio poder con el cambio, haciéndole suya por siempre.

Habían pasado ya muchas noches, desde la última vez que la vampiresa dedicase tiempo para compartir con su vasalla, las horas de entrenamiento que ameritaba… aunque claro estaba, ella debía de entrenar siempre, aunque la vampiresa no estuviese allí para guiarla; la noche anterior había dado arribo hasta esta mansión, y durante el día siguiente debería de preparar su cuerpo, purificarlo, al igual que su espíritu, un buen equilibrio y pureza era esencial para poder controlar mejor sus habilidades… una fina tarjeta había sido dejada en su habitación, indicándole que el entrenamiento se llevaría a cabo esa noche… y sus sirvientes, se habían encargado de preparar todo para cuando la joven hiciese su arribo.

Dado que los actuales conflictos y planes mantenían su atención un poco más dividida, la vampiresa había pensado en relevar algunas de sus responsabilidades personales a su niño, como el entrenamiento de Lilith (aunque él no la entrenaría precisamente, seguiría las instrucciones de su madre y vigilaría el mismo) y si, Odisea se decidía… es probable que en algún momento le delegaría la responsabilidad de guiarla mientras ella no estuviese… aunque acerca de Odisea no le hablaría, es probable que el sentir su territorio acechado por una mortal no sería demasiado del agrado de Seth… y en dado caso, si sus instintos pudiesen más que él, podría darse el caso de que la eliminase mientras siguiese siendo mortal, asegurándose así el seguir siendo el único heredero del linaje del que descendía.

La media noche acababa de dar, la hora para dar inicio al entrenamiento… Lilith la estaría esperando sobre el círculo labrado en el suelo con runas antiguas sobre sí, con la transparente túnica roja que debía de utilizar para esas ocasiones… la vampiresa avanzó, abriendo la puerta, dándose paso hasta la estancia, observándola ahí… esa noche quería ver que tanto había avanzo desde su último entrenamiento meses atrás… había dado aviso a Seth para que asistiese a ese recinto a la media noche, aunque no sabía que se trataba del entrenamiento de la vasalla espiritista de su vampírica madre… el que Seth acudiese al mismo, sería también una prueba para Lilith, pues la presencia del mismo podría desequilibrar sus pensamientos, y su mente que debería de mantener la concentración en el entrenamiento… la mente es un poderoso emisor y receptor de vibraciones… y ella debería de aprender a no inmutarse ante los imprevistos…

-Buenas lunas pequeña… estás preciosa…

Dijo la vampiresa al observarla con su tono de voz usual, frío y gutural sin dejar de ser femenino y seductor… avanzando lentamente y con gracia felina en su andar.

-Ésta noche, deseo me muestres cuanto has avanzado…

Desde el año anterior no se encontraban… había tenido mucho tiempo para perfeccionar sus habilidades con los entrenamientos e instrucciones que se le habían dictado con anterioridad… además claro, de que su ama le otorgaba mucho material escrito para que nutriese su mente de conocimientos de todas las índoles, lo que ayudaría también en su crecimiento como espiritista.

por Invitado Dom Sep 16, 2012 2:42 pm

Han pasado ya varios días desde que vio a Azuka en la fiesta, ya habían pasado años de no verla en persona y el verla ahora lo hace sentir nostálgico, pensar que solo cuando hay eventos sociales se pueden ver y ya que no han habido muchas novedades no ha sido necesario verse, ademas siempre espera su llamada o una nota que le llame ante su presencia, jugando con un lapicero recuerda lo entretenido que fue estar con los suyos y comen en libertad, como se debe, la chica que conoció y parte de lo que se dio en el evento, mira el lugar fastidiado, esperando la salida, por desgracia Azuka lo había citado para un día de trabajo y aun siendo jefe no se permite pasar de las labores correspondientes, ademas sabe que no es necesario que este al caer la noche sino a la media noche.

Aburrido toma camino a casa de su madre donde es recibido por sus criados que le recomiendan un baño, no se niega a ella y se mete a bañar para relajarse un poco, tranquilo en la bañera mira al techo pensando en que quizás su vida es una de las pocos normales entre su raza, esta entre los humanos y se la pasa planeando como acabar con la vida que lleva a su lado, su postura, sus encubrimientos lo hacen sentir que su mundo esta lleno de falsedades y a pesar de que ya se acostumbro a vivir en ambos mundos no puede dejar de pensar en que sera de estos si descubren lo que pasa, debe lidiar con ese pensamiento a diario, que no lo conozcan, siendo como es de prepotente y caprichoso tiene que luchar por un lugar entre los suyos y no ocultarse en Azuka que a la vista de los demás no tiene a nadie a su lado, tal vez ahorita lo toman como un amante o algo así, pero aunque eso no le molesta hay momentos que quieren que sepa que es su madre, no presumir, sino para que conozcan quien es su madre y no sentir que esta fuera de su vida.

Se revuelca un poco en tina antes de salir, para cuando esta afuera se seca y coloca nuevamente sus ropas, un traje un poco elegante para lo que es su trabajo, va con los sirvientes preguntando por la sala en la que se reunirá con su madre, el sirviente le dice donde es, pero al mismo tiempo insiste en que no debe ir porque ella esta ocupada y que no quiere que la molesten, un hecho que lo hace pensar en decir que no le negara la entrada a su hijo, pero se aguanta y lo convence de mala gana en que ella lo espera.

Un poco molesto pasa al salón al cuando no pone atención en sus arreglos, camina directo a Azuca aunque se da cuenta de la presencia de una joven rubia que esta vestida con telas ligeras, al parecer es con ella con quien tiene esa cesión privada, termina de llegar hasta Azuka y besa su mano como suele hacerlo cuando la ve - buena noche Azuka - como es común la saluda como a una buena amiga que como a su madre, siempre ocultado todo, hasta ahora no conoce de quien no se debe esconder, solo estando a solas tiene la confianza de abrazarla y besarle - señorita - le hace una semi reverencia centrándose nuevamente en Azuka.

Recibí tu nota, pero no me dice de que trata la cita, ¿ella es la causa? - pregunta viendo a la joven que al verla bien nota lo guapa que es, no sabe que es de su madre en si, solo que la conoció en la fiesta y no supo nada mas de ella, aunque analizando ahora las cosas es posible que sea una de sus protegidas, sino no estaría ahí - ¿me presentas de forma apropiada a tu joven amiga?, en la fiesta apenas supimos nuestros nombre - comenta sin decir anda de lo que paso en el balcón, ya si ella preguntaba algo ahora que no debía ocultar las apariencias le diría la locura que hizo.

por Invitado Vie Sep 21, 2012 5:15 am

Sonrió al escuchar la voz de su ama inundando el espacio. Minutos antes no había sentido la puerta abriéndose y las pisadas suaves como de deslizamiento que solía producir su ama cuando se presentaba en algún lugar, sin embargo su presencia traducida en autoridad y su voz, era algo que a Lilith siempre le había gustado, suave y sensual, como música, a diferencia de lo que se decía de ella, su aura solo trasmitía tranquilidad y control, además eran pocas las veces que la había visto estando ella enojada, fastidiada o irritada por algo.

Se irguió para levantarse, pero quedó a medio camino cuando la presencia de alguien más irrumpió en el salón, Seth Tudor estaba allí, con su porte enigmático, bien vestido y misterioso como era. No lo había vuelto a ver luego de la fiesta y su mirada, como en ese entonces, seguía intimidándola, aun así se levanto por completo irguiéndose con delicadeza.

-Tú… - lo miró intensamente abriendo los ojos por la sorpresa, de pronto, pareció darse cuenta que había sido irrespetuosa, debería haberse dado cuenta en la fiesta que aquel hombre tenía que ser cercano a su ama más de lo que había pensado en un comienzo. No solo por la extraña forma de comportarse que no se condecía con la forma en que su aura de comportaba, sino también porque su ama no invitaría a nadie que no fuera de su total confianza a una sesión de entrenamiento, mucho menos mantener a un vampiro cerca de ella.

Tenía unas inmensas ganas de ir con su ama y preguntarle que hacia él allí, pero eso sería tomado como una impertinencia, sobre todo porque él parecia haberse enfrascado en una conversación con ella, no podía interrumpir, aunque notaba miradas de él hacia ella tal vez preguntándose si seria justamente Lilith la razón por la que se encontraba allí.

-Buenas noches, Señor Tudor – dijo llegando junto a ellos y haciendo una leve inclinación de cabeza a modo de respeto. Por fuera su expresión era imperturbable, como siempre que estaba en presencia de vampiros, había sido enseñada de esa manera, pero por dentro se encontraba nerviosa por la presencia de Seth allí, nadie a parte de su ama la había visto en sus entrenamientos ¿Acaso ella quería compartir esos momentos con alguien más? ¿Con él? Lo miro fijamente esta vez inspeccionando su aura, leyendo sus intensiones y estudiando cada capa de energía con una rapidez sorprendente, no le gustaba quedarse viendo fijo porque podían pensar que estaba loca o algo así. ¿Por qué? Esa era la pregunta a hacerse. ¿Qué tenia de especial Seth Tudor para que su ama lo invitara al entrenamiento? – es agradable volverlo a ver luego de la fiesta…

Se quedo cerca de su ama, de pie observándolo a los ojos, tenía una luminosidad y un color que en un comienzo pensó era negro, pero no era así, incluso su físico era impredecible tanto como el mismo.

Y su ama ¿Por qué lo hacía? La observo, pero no se atrevió a indagarla, aquello habría sido una falta de respecto a su confianza, así que aguardo en silencio, si ella confiaba en él, ella también debía hacerlo.

-Si me disculpan… regresare al círculo.

La idea de regresar, era más bien un método de escape a la mirada del vampiro, aquella intensidad que parecia desnudarla no le era desagradable, pero la ponía nerviosa. Ella no debía estarlo y lo sabía, no podía perder concentración, pero por alguna razón tampoco podía quitarse su mirada de encima. “Concéntrate” Se regaño “No pienses tonterías” Se obligo a concentrarse en los símbolos del suelo hasta que estos comenzaron a parpadear, se sonrió concentrada en su meditación.

por Invitado Vie Sep 21, 2012 9:12 am

Poco antes de asistir a su reunión en pos de entrenamiento con Lilith le había llegado la notificación, por parte de uno de sus sirvientes, de que Seth ya se encontraba en la mansión, por lo que era claro que pronto se les uniría… y así fue, poco después de que Azuka se hiciese presente, él por su parte hizo lo mismo, saludando de forma distante y prudente, lo que era usual al no encontrarse ambos en confinamiento solitario… saludando brevemente a la joven dama que se encontraba dentro de aquel circulo con símbolos rúnicos por todas partes para regresar hasta su vampírica madre, cuestionándole sobre la razón de su llamado, al tiempo que Lilith algo sorprendida, pero sin evidenciarlo, saludaba al vampírico caballero que se había hecho presente.

Con la vista puesta en la joven, el vampiro atribuía su llamado a ella, lo que claro, era muy acertado… a él, su hijo, era el único al que podía confiarle cosas que alto rango de importancia para la vampiresa, como sería en éste caso el vigilar un acertado entrenamiento de la joven, ya que la hora final en que traerían a Mammon para cumplir con la ancestral profecía estaba demasiado próxima, y no podía descuidar más el apropiado entrenamiento de la bella espiritista, cuyas habilidades eran mucho más prominentes de lo que podría haber llegado a ser sin que la vampiresa la hubiese tomado como pupila desde hacía varios años atrás.

Lilith se aproximó hasta ellos, saliendo del circulo, reverenciando con su cabeza en un respetuoso saludo… percatándose Azuka de que su pequeña niña estaba analizando a Seth, cosa que le agradó, al parecer había aprendido bien sus lecciones… finalmente, luego de unos instantes de silencio pronunció palabras, con aquella voz algo dulceta, que demostraba un tanto de inocencia que ella poseía; expresando el agrado que sentía al encontrarse con él nuevamente, después de la ostentosa fiesta vampírica a la que habían acudido con anterioridad para celebrar los logros del Winter Festival.

Lilith aún de lado a su ama, observaba a Seth, la vampiresa estaba segura, sin necesidad de leer su mente, de que ella se preguntaba las razones por las cuales aquel vampiro se encontraba ahí; y sus ojos al brindarle una mirada, cuestionaron lo mismo… pero pronto lo sabría… finalmente se disculpó, tomando camino nuevamente hasta el círculo, ahora sería cuando debía demostrar que los percances inesperados no serían obstáculos para mantener su mente concentrada en los objetivos que le fueron impuestos… la concentración era clave para poder mantener un nivel optimo en sus habilidades.

Todo esto había sucedido rápidamente, fue entonces cuando Seth le cuestionó por el nombre de la joven que regresaba hasta el círculo…. Azuka, quien mantenía su mirada en Lilith, la regresó hasta su hijo, para disponerse a hablarle, observándolo con detalle… vestía de forma elegante, como siempre solía hacerlo, su aspecto era sobrio y apetecible, un manjar de inmortal, siempre lo había sido… finalmente la vampiresa se dispuso a responderle con suma calma…

-Su nombre es Lilith… y es mi más preciada vasalla…

Dijo haciendo una pausa, degustando el rostro del vampiro al tiempo que observaba a Lilith con el rabillo del ojo…

-Has acertado, es el motivo por el cuál te he hecho llamar…

Le dijo haciendo otra pausa…

-Estarás al tanto de que las responsabilidades que recaen sobre mi actualmente consumen prácticamente por completo mi tiempo actual…

Devolvió su mirada a Lilith quien seguía en lo suyo sobre el círculo, demostrándole a su ama cuanto había progresado…

-Ella posee capacidades espiritistas, y es la llave para consumar los objetivos primigenios del clan…

Ahora posó su mirada nuevamente sobre Seth…

-Es mi deseo que vigiles su entrenamiento de cerca durante mi ausencia…

Le dijo finalmente, con su tono de voz usual, sin moverse un solo milímetro…

por Invitado Jue Sep 27, 2012 3:39 pm

Su atención pasa de su madre a la pequeña, a que observa entre alzando una ceja, su madre a veces puede ser muy tradicional con esa clase de entrenamientos, eso le recuerda a los tiempos antiguos en lo que a los guerreros para probarlos lo vestían con ropas ligeras para ver que tan buenos eran ya que semi desnudos se notaría una cortada por pequeña que sea y eso les ayudaba a evaluar sus habilidades de pelea, eso le da una idea que lo hace sonreír con malicia sin notar las miradas de ambas, apenas los de la chica que pronto se aparta de ellos alegando que volverá a lo suyo, responde a su saludo de igual forma y se queda luego atento a su madre.

¡Así que su vasalla! - dice para sí mismo volteando a verla por un instante, pasa al lado de su madre observando por un instante el lugar, lo reconoce, es ahí donde lo entrenaba los primeros días de su vida como vampiro, sus pensamientos son interrumpidos cuando su madre le acaricia el rostro haciendo que le tome la mano y la bese dejando que siga haciendo lo que ella desee, entonces llega la noticia, quiere que le ayude a cuidarla por lo importante que le es, petición que no le molestar realizar, le da un pequeño beso en la boca y se aparta de ella viendo a la chica.

Eso es muy interesantes madre, y si no me equivoco también le has enseñado a defenderse, me gustaría probarla y adentrarme un poco al entrenamiento para saber de qué se trata y ayudarla con sus dudas - se saca la camisa como si fuese a pelear con ella pensando en serio en llegar a una pelea de cuerpo a cuerpo, la pequeña parece estar ahora haciendo un entrenamiento espiritual, pero hay algo que quiere saber de ella.

No creas Lilith que quiero saber cómo pelear por probarte y probarme a mí mismo, es porque eso me dará una idea de cuánto te sabes defender, que necesitas y a la vez que tanto te debo cuidar, para mi madre y para mi es primordial que te sepas cuidar además de que guardes la lealtad a la familia, ¿o no querida madre? - se voltea hacia Azuka esperando que lo secunde en lo que tira la camisa a una estatua cercana usándola como perchero.

por Invitado Lun Oct 08, 2012 2:08 am

Seguía en medio de su meditación, analizando a lo lejos las fluctuaciones de las dos auras que se encontraban allí a parte de la de ella misma, tenían algo especial, algo que las hacia parecida, pero al mismo tiempo diferentes, algo de familiaridad que solo había visto antes entre padres e hijos, hermanas y hermano, tíos… etc, familiaridad. Una situación que la confundió un poco, porque no podía haber familiaridad a menos que compartieran sangre.

Cada aura era distinta una de otra, lo era como solía serlo una huella digital, pero sucedía algo interesante con las auras que compartían personas de una misma familia y todo se debía a la sangre. Si lo pensaba bien, dado este fenómeno, ¿Sería acaso que Seth y su ama, Azuka… eran madre e hijo? No en el sentido estricto de la palabra, pero si en haberlo engendrado como hijo de la oscuridad como solían decirse a sí mismos. Los miro de reojo mientras conversaban, tal vez él no se daba cuenta, pero tenía un leve acercamiento corporal hacia ella, exactamente el mismo que tenía su ama hacia él, pequeño e imperceptible, aunque no para sus ojos, que ayudados con sus habilidades siempre veía las cosas de otro modo.

Regreso la mirada hacia en frente y clavo sus ojos azul grisáceos en una aparador, donde algunas armas se mantenían quietas, algunas llevaban siglos sin ser utilizadas. Las cotas de malla, estaban relucientes, al igual que las espadas afiladas y otras armas desconocidas. Algunas katanas japonesas estaban elegantemente sujetas por líneas de metal, todo muy ordenado, porque así las mantenían para darle ciento aspecto primitivo al lugar. Sus ojos se detuvieron finalmente en una Bo, una vara de madera y metal, finamente labrada, que no se rompía con absolutamente nada más por fábrica que por cualquier otra cosa.

Entonces escucho la voz de Seth y su nombre, la combinación no era nada desagradable, pero había un dejo de seriedad, volteo a mirarlo y su corazón dio un vuelco al verlo sin camisa, dio un salto desconcertada, pero recupero inmediatamente su mirada serena, no podía perder concentración y mucho menos demostrarlo, pero es que la verdad nunca había visto a un hombre así, no estaba desnudo y podría decirse a sí misma que era una exagerada, pero se había puesto muy nerviosa por la situación. Sus palabras la sorprendieron aún más que verlo sin camisa. De todo lo sucedido hasta ahora, eso sí que no se lo esperaba y luego, la ratificación de lo que ella había pensado, madre e hijo. No dijo nada con respecto a eso y tampoco diría algo, estaba claro que si nadie sabía que Azuka era madre de Seth, simplemente era porque ellos lo querían así, tal vez algún plan más allá de simples conjeturas.

Asintió – No peleo con puños, sino con armas… claro, si no le molesta – se levantó con parsimonia del suelo y salió del círculo labrado. Al llegar hacia el sitio donde su Bo la esperaba, la acarició con delicadeza para luego tomarla entre sus manos, era un arma común y corriente, sin embargo, sentía una leve familiaridad cada vez que la tomaba, como si aquella fuera una extensión de su cuerpo. La manejo con agilidad entre sus dedos, como si estuviera manipulando agua que se escurre entre los dedos.

Se observó a sí misma, su vestimenta sería un impedimento, así que tomo el borde inferior de la túnica y lo rompió hasta una altura sobre la rodilla que le permitiera liberar movimientos fluidos y miro a Seth, tenía el “presentimiento” que no podría ganarle debido a su evidente fuerza vampírica, pero eso no quería decir que no lograra algo de todo esto, cuando una de las cosas que más le gustaba a Lilith, era aprender.

por Invitado Lun Oct 08, 2012 7:16 am

Recibe el beso de su hijo, dejándolo acercase hasta donde Lilith se encontraba, al tiempo que escuchaba la propuesta que le hacía… la cuál, no le parecía mal, ciertamente sería interesante ver hasta que punto era capaz de defenderse en batalla, porque si bien, su entrenamiento se había enfocado básicamente en sus habilidades espiritistas, un equilibrio de cuerpo y mente era simplemente necesario, por lo que también se le había entrenado en distintas artes marciales, y a manejar gran variedad de instrumentos de combate… ahora sería el momento ideal para probar de que tanto era capaz, al menos físicamente hablando.

-Adelante pequeño… procura no lastimarla más de lo necesario…

Le dijo, teniendo plena seguridad de que a pesar de la chica tuviese muy buenas habilidades de combate, no sería capaz de hacerle frente a Seth, quien, además de también tener excelentes habilidades natas para el combate y su condición vampírica… tenía el linaje de los Von Doom corriendo por sus venas… los cuáles, eran sumamente fuertes, y difíciles de derrotar.

Observa como su hijo de la oscuridad utiliza una vieja estatua, que estaba en muy buenas condiciones como perchero, listo para enfrentarse a Lilith, quien en todo ese tiempo mantenía su vista en ambos vampiros, sin lugar a dudas analizándoles, cosa que no le molestaba, pues; estaba en su entrenamiento básico el analizar siempre todo a su alrededor, cual vampiro, claro… eso era primordial para estar siempre al tanto de contra quien se enfrentan, amigo o enemigo… es imperante estar preparado para lo que sea.

Parecía que la bella y joven vasalla había aceptado aquel reto de buena gana, pues, se acercó hasta donde se encontraba una serie de armas de brillante acero, tomando una Bo, lista con la misma para hacerle frente a aquel vampiro quien en ese instante era el enemigo a destruir… la vampiresa esperaba que Lilith se desenvolviese sin dar la más mínima contemplación, ahora era el momento de demostrar de que era capaz.

-No te limites pequeña… quiero que le ataques con todo tu poder…

Esto le serviría como un muy buen entrenamiento, y bueno, lo que Seth le había dicho era verdad, con esto se darían cuenta que tan necesaria le era la protección… ya que además de la lealtad, que ya de todas formas le debía a la vampiresa por el pacto de sangre que la obligaba a lo mismo… era esencial que la chica fuese capaz de hacerle frente a los enemigos que pudiesen atacarla al darse cuenta de la importante pieza que era.

Azuka se apartó un poco solamente, para darles espacio en su batalla… solamente sería una espectadora, quien observaría la función mientras analizaba a los contramaestres de aquella obra privada de la que era la única juez y juzgado… bajó sus brazos con tranquilidad, expectante de lo que estaba por suceder, sin inmutarse, solamente dedicándose a observarles en aquella pelea, que de seguro se tornaría algo interesante.

por Invitado Sáb Oct 20, 2012 7:17 am

Con la autorización de ambas y deseos de entretenerse se acerca mas a la chica asintiendo a su madre de que no se pasara con ella, la muchacha parece bien entrenada, pero su cuerpo le hace dudar ya que a pesar de que sepa manejar las armas al igual que él, tiene la desventaja de que los movimientos de los de su raza son mas rápidos y fuertes, pero si hay algo que debe tomar en cuenta es que muchos de los de su raza confiados se van a enfrentar cuero a cuerpo con su enemigo humano, recuerda un poco las estadísticas de las variables de fuerzas entre los vampiros y los lycans que le da una nueva idea para probar a la joven que al parecer esta encantada en seguirle al romper sus ropas poniéndose mas cómoda.

Bien muchacha, no sera exactamente igual pero primero podemos simular lo que seria un ataque de un lycan, así que prepárate para un ataque de ese nivel - sin decir mas toma la forma característica de los de su raza mostrando sus colmillos que a pesar que no van a saborear la sangre de su contrincante están ansioso por rasgar lo que tengan en frente, sin dar mas aviso se va en contra de ella atacando como una bestia simulando la actitud mas salvaje que puedan tener los de aquella raza, sin que fuera algo característico de un ataque de vampiros, coge con sus dientes el Bo haciendo la suficiente fuerza para sacárselo de las manos sin importar el movimiento que ella haga porque piensa seguir sus giros para que no lo derribe o lastime a la hora de que lo haga.

Lo logra arrebatar tomándolo con una mano para ayudarse, se aleja de ella con un salto y sin pensar en que el arma puede ser de colección ademas de un castigo de su madre, lo parte en dos mostrandole a la chica que debe estar preparada para pelear no solo con armas sino con las manos - una vez desarmada, ¿que harás?, al menos debes tener un repuesto o la agilidad para tomar otra arma cercana o atacar a mano implica inmovilizando aunque sea un poco al enemigo para tomar tu segunda opción de defensa - se explica dándole un respiro para volver a comenzar dándole a entender que no se detendrá para la próxima - debes acostumbrarte a estilismos de pelea y fuerzas de las razas enemigas como las propias y buscar el mejor ataque y rmas apropiadas, en especial andar una que te ayude contra vampiros y lycans - se explica esperándola aunque no le parece que sera mucho, que simplemente lo esta dejando terminar de aconsejarla.

por Invitado Vie Nov 02, 2012 5:48 am

Sinceramente la sorprendió la velocidad y habilidad con la que él había actuado, y eso, que ni siquiera estaba ocupando ni la mitad de su fuerza. Y vaya que sabía que podía más, lo advertía en su forma de moverse y en las palabras que dedicaba para ella, como si le enseñara. Aquello le encantaba, la emocionaba y la hacía querer probarse más a sí misma. Aunque también debía admitir que sentía cierto miedo, sobre todo al verlo actuar de esa forma tan seria y salvaje, el Seth Tudor que ella recordaba de esa fiesta, era un hombre divertido, infantil y un poco juguetón, no un vampiro serio y peligroso, que enseñaba sus colmillos como si de una bestia se tratase, entonces de pronto recordó que al fin y al cabo, no dejaba de ser un hijo de la oscuridad. No debía engañarse con las apariencias.

Observo con horror como su BO era partida en dos y se sorprendió por demás, actuaba de forma salvaje como un licano, que era lo que quería enseñarle. Su forma de actuar la asusto en un momento, pero recobro la compostura, escuchando aun todo lo que decía reaccionó ante de la idea de que tenía que volver a armarse, la armería estaba justo detrás de sí. No podía perder tiempo pensando que debía hacer si estaba desarmada tenía que pensar en algún método estratégico para derribarlo.

Así que termino de escuchar todos sus consejos. Recibirlos de él se le hacía tan raro y emocionante a la vez que no perdió tiempo en asimilarlos. Lo miro fijamente detallando su postura, él iría enserio, así que ella también lo tendría que hacer. Dio un paso hacia atrás y con rapidez cogió un cuchillo tipo daga delgado y de doble filo, que reposaba en la armería. Tenía que estar lo más libre posible si quería vencer a un vampiro, le sería más fácil alejar a un Licano con un arma de mayor tamaño, pero no a un vampiro, cuyos movimientos más fluidos y elegantes requerían mayor acercamiento.

-Comprendo- murmuro simplemente. Usar fuerza no era opción, él se la triplicaba, jamás podría vencerlo así. Velocidad tampoco, podría distraerlo de alguna forma, pero debía pensar en el tiempo que él llevaba peleando, asi que pensó en algo con rapidez y se lanzó hacia él con la aparente clara intención de atacar su pecho, pero dio un rodeo corto y sorpresivo, para posicionarse en su espalda, pasando un brazo por su cuello ejerciendo cierta fuerza en busca de inmovilizarlo, el cuchillo serviría para perforar su espalda o hacerle creer eso, pero en realidad buscaba su cuello, allí era donde debía comenzar, si cortaba la yugular la sangre saldría disparada en un chorro, eso lo debilitaría rápidamente ya que la sangre era vital para ellos, luego podría decapitarlo. Posiciono el cuchillo en la yugular y murmuro en su oído – si rompo justo aquí, no te haría más daño… pero la sangre saldría disparada a gran velocidad, la falta de ella te debilitaría y entonces estarías a mi merced – aun así eso no la convencía, tenía el presentimiento que él podía dar vuelta los papeles con notable facilidad, pero aun así, no se detendría. Aprendería todo lo necesario aunque saliera lastimada.

por Invitado Dom Dic 30, 2012 11:44 pm

Sigue todos sus movimientos moviendo únicamente la vista, percibe a su madre que al parecer esta atenta, tal vez divertida por lo que ocurre porque a vista de un espectador es un poco tonto que haya imitado a un lycan, pero ya estaba, necesita que la chica entienda de todo un poco para ir aplicando diferentes métodos de defensa, a su ver ella no es una guerrera, pero trata y eso le gusta, la gente con determinación, en especial si es de su gente, un cainita de los que últimamente ve muy escasos - "tal vez no es vampiro, pero indudablemente es una buena pieza para nosotros" - comenta para si en su mente al momento que ella toma la daga que con su fina hoja puede hacer algo muy practico para ella.

La espera parado y retados dejando por un momento que haga su movimiento, se gira un poco como para quedar de frente a ella pero igual ella da un giro rapido que de no ser porque están entrenando y el esta sabido lo que pasa, lo hubiera tomado por sorpresa, pero queriendo ser mas natural actúa como si en serio lo tomara de sorpresa sintiendo en el instante como se aferra a el y explica lo que hará, con un rapido movimiento toma la daga entre el mango y el filo arrebatándola para lanzarla lejos y antes de que ella reaccionara la toma por el brazo alzandola por lo aires para hacerla caer frente a él, no pierde tiempo en dar explicaciones sino que se tira sobre ella inmovilizando el torso de la chica con sus piernas al quedar montado en el abdomen.

Con cierta simpleza toma ambas manos y las retiene con una sola para usar la otra en otro movimiento, la toma por el mentón y la obliga a exponer su cuello mostrando los colmillos para lanzarse contra el cuello y comenzar a succionar la sangre de la joven, pero ella solo sentirá sus colmillos cerca, su aliente en el cuello ya que no la muerde, tal vez un leve cosquilleo nervioso porque si ha tocado con esto la piel de su cuello ya bien posicionados sobre la arteria, aleja su rostro del cuello y la ve aun serio solo soltando sus manos, le muestra la mano con la que tomo la daga notándose una cortada que sangra aunque no profunda - a la hora de ver por tu vida te dejas dañar zonas de tu cuerpo no te llevaran a la muerte, pero claro, siempre buscando a que no sea un daño que de problemas a la movilidad de tu cuerpo, las extremidades son importantes - se levanta de ella y le extiende la mano para ayudarla a ponerse de pie.

Para la próxima no hables si de que puedes hacer, no amenaces al enemigo y menos presumas, solo corta a tu enemigo, si me hubiera cortado solo un hilo la piel me habría dado por muerto, me habrías vencido en apariencia ya que no me matarías por ser un entrenamiento, ademas... - se estira flexionándose un poco hacia atrás para acomodar los huesos de su espalda y luego los del cuello y brazos - tus movimientos han sido un poco lentos, solo un vampiro que quiera presumir te dejaría llegar tan cerca, a uno mas viejo debes engañarlo, debes atacar insistente en especial no solo con un arma a menos que lo cojas dormido, por lo demás no esta mal tu ataque, y siempre analiza a tu enemigo, trata de conocerlo con unos cuantos movimientos y con su palabrerio, la mayoría tiene a soltar la lengua y es cuando muestran su confianza y te puedes aprovechar de eso, sino lo hacen debes cuidarte aun mas - da un salto hacia atrás sumiendo que ella ya no estara adolorida por la caída que le provoco, se pone en posición de ataque y sonrie con suficiencia - atácame Lilith - no pregunta si quiere seguir, seguro para él que si lo desea, aunque no sabe los pensamientos d ela chica, ahora esta de esperar que hará o dirá.

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Midnight Training [Azuka - Seth]

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