Sebástian Danesti

- Las armas de cualquier clase, sobre todo las que tienen filo y un extremo para clavar.
-Una cámara fotográfica.
-Una daga de acero, revestida en plata.
-Dos manoplas de hierro pesado, que tienen dos palabras grabadas en los "dedos"...Sit (en la derecha)...Down (en la izquierda).
-Lleva dos espadas cortas, hechas especialmente al estilo de los gladiadores romanos, con las cuales ha entrenado durante años y en sus manos son extremadamente mortales.(Castor y Pólux)
-Lleva un revolver Magnum 45 (Marilyn), con balas de mercurio. Por si surgen encuentros desagradables.

Su visión es...indiferente. Las guerras son las guerras y nadie se salva de ellas o de la muerte por tener una alianza. El lo sabe por experiencia propia. Lo típico, los poderosos luchan por más poder, los débiles por sobrevivir. ¿Que se puede esperar?. Lucha de egos, matanzas, sangre y destrucción, ambición desmedida, sed de grandeza y poder. No hubiese esperado menos de los vampiros, las sanguijuelas que pretendieron y pretenden, liberar un demonio que esclavizará a la humanidad. Si los pocos demonios que hay, no toman en consideración a nadie. ¿El Príncipe de los Infiernos lo hará?, correrán con suerte si no desata sus hordas sobre el resto de las criaturas para que le sirvan de alimentos. Ah no, espera, eso ya está sucediendo. ¿Y así piensas los cainitas que serán una raza privilegiada? JA!, si que son privilegiados, en la estupidez. Lo mejor es mantenerse apartado y por último, agregarse al bando de los que lucharán contra todas las cucarachas cósmicas, realmente importa muy poco de la raza que sean, mientras se unan por la misma causa. Patriótico, ¿huh?. No, es la Ley de la Selva, cruel, real y que te da patadas en el trasero cada día que decides vivir en el infierno.

Recio, decidido y tenaz. Jamás se rinde, ni se doblega. Es un caballero en todo el sentido de la palabra: Educado, galante y un excelente orador. Detesta la hipocresía y las mentiras, prefiere ser directo e ir al grano en una coacción. En cierta medida, es ambicioso y le ha tocado adaptarse a las situaciones que le ha tocado vivir; sobre todo desde que en su vida como demonio, ha hecho lo necesario para sobrevivir en una jungla de leones. Si ha de convertirse en un perro traicionero, entonces será el mejor en ello. No hay mujer que se niegue a sus deseos, ni la habrá y lo sabe, pero pocas veces hace uso de eso, puesto que él ama a una sola mujer y espera tenerla de regreso a su lado algún día. Su palabra es Ley, nadie se atreve a contradecirlo y todavía no existe quien haya vivido para contarlo en un enfrentamiento. A pesar de que posee un temperamento de tormentas, no pierde el control de si mismo, ni siquiera ante la mejor de las provocaciones, es completamente inmutable frente a cualquiera, pero en privado, se transforma en una bestia violenta y agresiva. Es ágil de mente y cuerpo, sus movimientos en una batalla son fluidos y precisos y su estrategia militar nunca falla.

La Casa Danesti pertenecía a la nobleza rumana desde el inicio de los tiempos. Príncipes de Valaquia, Rumanía, pasaron gran parte de su linaje, en una disputa cerrada por el dominio de las tierras con su rival más codicioso, la Casa Draculea. Sebástian Danesti era el heredero de su casa, guerrero,y quien tomó el lugar de su padre, después de que este fuese muerto. Cansado de las continuas disputas entre las dos familias, intentó llegar a un entendimiento y pacto, mostrando que él no tenía interés en prolongar esa guerra y que prefería la paz, antes de seguir derramando la sangre de ambas familias. A pesar de la fama despiadada y cruel de los Draculea y con obvio recelo, aceptaron el pacto de paz, mientras los Danesti se mantuviesen alejados y sus revueltas controladas en contra de su casa.

El pacto para el pueblo estaba asegurado, pero no para Sebástian...

En uno de sus viajes al Castillo de los Draculea, Sebástian conoció a la única hija y heredera de la casa, Anna, de quien quedó prendado desde el primer momento y fue correspondido. Sebástian había firmado un pacto de paz con su padre, pero había encontrado la guerra en su corazón. Sus familias se odiaban, durante años habían llevado una guerra encarnizada y sangrienta por el poder, que él detuvo, al menos por un tiempo, muchos no estaban contentos con la decisión que él había tomado para mantener la paz, considerando que los Danesti debían ocupar el principado y no los Draculea, que ellos eran simples humanos y un linaje tan antiguo de Licántropos poderosos no tenía por qué rendirle cuentas, pero esa no era la mayor de sus preocupaciones, sino la mujer detrás de las murallas.

Un amor imposible, prohibido pero que como todos, encontró el escape oportuno para crecer y afianzarse con una fuerza insuperable. Los amantes desafiaron todo y lograron burlar a ambas familias durante meses, con temor a que una nueva guerra pudiese desatarse y que el padre de Anna tomara represalias contra ellos, Sebástian y Anna decidieron casarse en secreto, a escondidas, para que su padre no pudiese deshacer el matrimonio.Cuando el secreto tocó la luz, el infierno se desató. los Draculea lanzaron sus ejércitos contra Danesti, alegando que este había secuestrado y mancillado, obligado a su hija a huir con él y contraer matrimonio y así acceder al poder y derrocarlo directamente. En realidad buscaban solo una excusa para cazarlos abiertamente.Sebástian no intentó mediar en la guerra, sabía que era imposible y que si llegaban a atraparlos, tanto su hija como él pasarían por un destino que no le deseaba a nadie, se escondieron mientras ideaban una salida de sus tierras. La opción más inteligente, fue fingir la muerte. Sebástian estaba dispuesto a renunciar a todo, su casa, su herencia y a huir lejos de allí, a otro lugar donde su padre no pudiese darles alcance y salir de aquella guerra que prometía muerte. El plan, era simple, tomarían un somnífero poderoso, fingirían sus muertes y una vez enterrados, entonces desaparecerían para siempre. Pero el plan nunca resultó como debía.

-Esta muerta.- le aseguró Sebástian, cuando el padre de Anna la observó tendida en su cama,- Ha sido la fiebre.

-No te creo, tu y tu familia son monstruos, nuestra orden ha pasado siglos exterminándolos y ahora, no te llevarás a mi hija. Me aseguraré que no despierte convertida en la repugnante criatura que eres.- contestó el anciano, desenfundando una daga envenenada y dispuesto a clavarla en el corazón de su hija.

Durante siglos, la Orden del Dragón, en apariencia una organización de caballeros y héroes en Europa, quienes eran cazadores en realidad, se habían dedicado a exterminar a todos aquellos seres que considerasen sobrenaturales y engendros del diablo. Y la familia Danesti, escondía un secreto, descendientes de una linaje antiguo y poderoso de Licántropos,que se radicaron en Valaquia hasta que después de muchas investigaciones se descubrió su secreto y se dedicaron a cazarlos. Que su hija estuviese unida a uno de esos monstruos, era una aberración y debía ser exterminado.

-Déjala en paz, está muerta.- repitió Sebástian, pero la desesperación se reflejó en su voz.

Estaba mintiendo.

-Le perdonaré la vida a mi hija si te vas. Desaparece, deja a tu familia y nunca intentes acercarte otra vez, o los exterminaré a todos y a ella, la empalaré frente a la Casa Danesti como recordatorio. Si la amas, entonces elige su vida, porque prefiero matarla a entregarla a un engendro como tú.

La advertencia era clara, Sebástian estaba indefenso y el Líder Draculea estaba dispuesto a sacrificar a su hija como lección a los Danesti. Nada garantizaba que cumpliese su palabra, incluso si el se marchaba, tanto su familia como Anne estaban expuestas a su crueldad y represalias, pero si no cedía, la muerte de Anne era segura. Derrotado, Sebástian aceptó y se marchó de allí, sin la oportunidad de despedirse de ella y tal vez era mejor así. Como había previsto, no cumplió su palabra y en cuanto intentó salir de Valaquia, envió cazadores trás él para matarlo y desató un infierno sobre su familia. Logró escapar y durante un mes se mantuvo alejado, destrozado por haber abandonado a Anna, acusando la cobardía por no reclamar a su esposa y la mujer que amaba y por dejar a su familia a la suerte de la exterminación. Para cuando decidió regresar, encontró destrozos y los pocos miembros de la casa Danesti que quedaban, permanecían escondidos, como ratas en sus cuevas.Había revelado su secreto y el pueblo que una vez protegió, se les echó encima para cazarlos como animales. Pero la noticia que lo destrozó, fue la muerte de Anna. Durante un ataque a la casa Draculea, fue asesinada por los suyos, un Licántropo dicen, le desgarró el vientre, donde engendraba a su hijo.

Fue el día en que la vida y la existencia de Sebástian cambió completamente. Pero él cobró su venganza contra quienes causaron la muerte de su esposa e hijo.

Se alejó de todo, vagó por el mundo y desató su rabia en cada guerra que pudo alistarse y la muerte se convirtió en el único objetivo y la droga que aliviaba su dolor y frustración. Esperaba morir en alguna guerra, pero parecía que los Dioses nunca escucharon sus plegarias y lo condenaron a vivir con el recuerdo, el dolor y el arrepentimiento por haber perdido a la mujer que amaba y no pelear por ella. Vaga solo por el mundo, lejos de su tierra natal y de cualquier lugar que le pudiese recordar su pasado.