¿Prejuicios? (Reservado)

La mente de la pelirroja parecía tener un conflicto mental muy grande mientras caminaba por esas grandes calles.

Por primera vez en toda su vida: se sentía débil y con la guardia baja. Aun no superaba la noticia recibida hace un par de días sobre La muerte de su padre: el único ser al cual admiraba y obedecía fielmente había sido atacado por un clan enemigo,. O eso era lo que le había dicho un miembro de su propio clan con el cual había pasado sus últimos minutos de vida.

Pero entonces...¿Porque Rachel no parecía confiar en sus palabras? ¿Porque parecía encontrar palabras ocultas en la historia que le habian dicho? ¿Porque no se imaginaba a su padre desistiendo en una pelea? Facil, no había presenciado su muerte para que terminara por ser verídica para ella.

Por un momento entre sus pensamientos, la joven Lican siguio caminando en esa enorme ciudad, mientras el sonido de unos tacones bajos hacían eco entre las calles. Olvidándose en todo momento que podría encontrarse con alguien que pudiera utilizar su guardia baja como ventaja y terminar con su vida. Pero eso ya no parecía ser un temor para la chica.

Cuando entre las hojas de viento y el aire frío golpeando los edificios: el olor a sangre fresca atrajo la atención de la chica. Por muy satisfecha que estuviera: el olor siempre era atrayente para cualquiera de su raza y por lo tanto: no pasaba desapercibido cuando se encontraba sin razón aparente.

Desvío su camino para encontrarse con un particular lugar turístico. Aquel que muchas personas visitaban para imaginarse como hubiera sido su vida en aquella época, la chica miro pensativa el lugar: imaginándose como ambos padres habian vivido esta época . Ella no tenia recuerdos de tal época, debido a la joven edad y los cambios de siglos antes de su nacimiento. Un suspiro ahogado la hizo pensar que estaba sola: hasta que el viento movió su abundante y rojizo cabello, atrayendo consigo un olor que hizo que frunciera la nariz de inmediato. Sin motivos: avanzo entre los limites de aquel lugar pintoresco, paso entre unos pequeños arbusto y se detuvo en seco cuando sintio la mirada de alguien enfocarse en ella.

Su contorneado y fino rostro se movió a la dirección donde se encontraba tan particular ser: un joven de cabello negro azabache de un tanto largo que parecía haberse percatado de su naturaleza enemiga entre razas. La chica tenso su cuerpo por un momento, mas solo lo miro des preocupadamente: se suponía que en sus instintos estuviera atacarlo y vengar la muerte de su padre. Pero su razón le decía: que tener mas enemigos era una cosa absurda, lo que Rachel necesitaba eran aliados sin importar su naturaleza.

-Buenas noches- dijo la chica con ese tono de voz tan sedoso, dulce y cortes que la caracterizaba. La chica no estaba en condiciones de pelear pero podría ser que no fuera su día de su suerte y su nuevo acompañante realmente deseara buscar una pelea. La pelirroja lo miro sin ningúna expresión en el rostro y avanzo un poco mas para desviar su mirada a tan pintoresco paisaje. Era normal que el olor de el resultara algo negativo para ella, pero su curiosidad era saber ¿porque el no había atacado antes?.

La chica se mantuvo paciente y callada en medio de ese gran silencio.
Su vista aun seguía perdida entre las estructuras de aquellas pintorescas casas, pero con el aroma muy presente de su acompañante. Un aroma al cual tenia un rechazo inmediato: pero por alguna extraña razón, comenzaba a ignorar para solo enfocarse en su compañía: Un vampiro... un enemigo potencial, alguien que sin aun conocerlo: por raíces de descendencia podría atacar sin sentirse culpable. Pero por mas que lo intentara: la chica aun no se preguntaba porque el no daba el primer paso. Porque no se atrevía a dar iniciativa de una mirada fría o la vista de unos colmillos sedientos de lucha.

Rachel giro sus ojos para poder mirarlo disimuladamente pudiendo notar aquella inexpresivo rostro cubierto de una serenidad envidiable. Si no fuera por aquellos cristales oscuros que cubrían sus ojos, ademas del manto oscuro de la noche, Rachel tal vez podría darse una idea de que podría estar pensando con ver sus pupilas dilatarse. Pero no, esta vez la curiosidad inevitable de la lican, no podría ser calmada. Regreso su vista a tan memorizado paisaje: cuando escucho el movimiento de sus zapatos pisar la tierra del lugar y reducir el espacio entre ambos, haciendo que Rachel sintiera un escalofrió ligero recorrer su espalda, una viva señal de alerta que la advertía de la procedencia de él debido a su naturaleza, mas la mente de Rachel aun seguía perdida: casi imposible de reaccionar al momento.

Por lo cual giro nuevamente su rostro y se encontró con el saludo cordial de su acompañante para después escuchar una pregunta que terminaba por parecer una orden. La chica miro detenidamente su rostro, con la curiosidad marcada en sus ojos y mirando aquella postura mas relajada que la de ella. Fue entonces cuando sus labios se curvaron en una sonrisa ironica perfectamente dibujada en aquel rostro contorneado de su cabello fuego: si el no conocia su nombre, era obvio que no conocía su procedencia y como tal no era aliado de Azuka, aquella vampira que odiaba a todo su apellido y que sus aliados conocían perfectamente a la descendiente de Garras Rojas. Escucho cortes mente las palabras de él con paciencia.

- ¿Es un orden?- dijo la chica con un tono mas ligero y un tanto sarcástico con respeto a sus preguntas, pero Rachel estaba feliz de saber que el no sabía quien era ella y por lo tanto no tenia que terminar tan mal aquel encuentro, a menos que todo cambiara y su acompañante terminara siendo alguien difícil de tratar.

La pelirroja hundio sus dedos en aquellos cabellos alborotados que se habían desacomodado debido al aire y los acomodo detrás de su oreja derecho, permitiendo que no ocultaran del todo su mirada y su rostro. -Tengo mucho en que pensar... ¿Es que acaso te molesta mi presencia vampiro? - respondio la chica con respecto al porque se encontraba en dicho lugar y una posible causa de su pregunta, mas por lo menos se sentía mas confiada de pensar que solo eran ellos dos, los únicos presentes. - mi nombre ... es Rachel- susurro Rachel pensativa mientras lo miraba. - ¿El tuyo?- la desconfianza era algo presente ahora en el sistema de la chica.