Lleuad City (Afiliación Normal)

En el año 1403, en la antigua ciudad de Lleuad, hombres y mujeres convivían en tranquila harmonía. Las risas de los niños llenaban cada calle, los cantos de los pájaros cada rincón del bosque. Pero aquella ciudad remota, escondida entre las más apartadas montañas de California pronto recibiría un duro golpe, pronto dejaría de ser tan pacífica. Algo que no sabían los habitantes de Lleuad es que aquella tierra, aquel lugar había sido durante mucho tiempo consagrado a la Luna. Muchos se reían de las historias que algunos abuelos contaban, historias que parecían sacadas de los cuentos de hadas, pero que resultaron ser ciertas. Aún se pueden escuchar algunos cánticos que recuerdan a aquella historia.



Cuenta la leyenda que en la antiguedad el primer hijo de cada matrimonio en aquella ciudad era sacrificado a la Luna. Consideraban a éste satélite cómo una diosa, por ello los sacrificios, creían que así los hijos venideros serían mucho más fuertes, sanos y tendrían una vida feliz. Pero la tradición acabó por romperse en 1403 con la rebeldía de tres de las familias de la ciudad. Los Morgan, los McIntyre y los McMillan. Los tres matrimonios tuvieron sus primeros hijos durante el mismo mes. Un único hijo varón, unos mellizos varón y mujer y dos gemelos varones, respectivamente. A pesar de todo, consiguieron no sacrificar a sus hijos aunque desde entonces se dijo que aquella ciudad caería en una maldición. Y aunque el pueblo empezó a dividirse en opiniones, al parecer las cosas para estas tres familias no iban a ser especialmente fáciles. Los tres hombres de cada matrimonio empezaron a pasar más tiempo juntos. Tanto es así que empezaron a mantener una relación a escondidas en la que llegaron al acuerdo de que jamás se acostarían entre ellos si no estaban los tres juntos. Para su suerte, o más bien su mala suerte, la traición fue descubierta por una de las mujeres.

Las tres mujeres se reunieron considerando aquello como pecado, una traición que ninguna estaba dispuesta a aceptar. La señora McIntyre escribió una carta haciendose pasar por su marido en la que supuestamente él confesaba sentir más amor por John Morgan que por Owen McMillan , cosa que celaría enormemente a Owen. Asímismo, la esposa de John Morgan dejó por accidente una prenda interior de su marido en la cama de Carl McIntyre sabiendo que Owen buscaría alguna prueba incriminatoria además de la carta. La venganza sólo debía seguir su curso, y con un plan tan simple las mujeres lo consiguieron. Owen leyó la carta que por equivocación había acabado en sus manos. Muerto de celos se dirigió a casa de Carl, el cual había salido por indicación de su mujer con una excusa tonta. Tal y como planearon, Owen encontró aquella prenda en la cama. No podía creer que sus amantes le hubieran traicionado por lo que en aquella noche, cuando la Luna estaba completamente llena los citó en el bosque como de costumbre. Allí asesinó a Carl McIntyre llevado por los celos. John no podía creer lo que estaba viendo y desesperado cogió la mano de Owen que sostenía el mismo cuchillo con el que había matado a Carl e hizo que se lo clavara también. Cuando ambos cayeron muertos las tres mujeres, que estaban escondidas presenciandolo todo, salieron para reirse de Owen explicándole lo que había pasado y lo que había hecho. Owen no pudo resistir la culpa y la pena, pero las tres mujeres tenían aún un último as bajo la manga, un bote de veneno para que Owen acabara con lo que había empezado. Y así fue, Owen se tomó aquel veneno cayendo muerto en ese mismo instante.




2012, seiscientos años después nada se sabe de aquella ciudad en la que aquel trágico suceso acabó con la vida de los tres amantes. Nada ni nadie se acuerda ya de aquellas leyendas. Pero algo misterioso está a punto de pasar. Los descendientes de los Morgan, McIntyre y McMillan han aparecido de nuevo en Lleuad, algo nuevo empezó a pasar. Llevados por un extraño sentimiento de nostalgia, sin saber muy bien por qué, reconstruyeron la ciudad. Está prohibida la entrada a mujeres desde que descubrieron que sus antepasadas habían asesinado a sus maridos. Cómo medida de prevención hicieron esta ley prohibitiva. Poco a poco los lazos entre aquellos tres hombres se fueron estrechando cerrando aquel círculo que hacía tantos años había sido truncado. Los tres comparten un amor a tres, como sus ancestros. Cada uno de ellos tomó un lugar distintivo en la ciudad, además de ser alcaldes desde el año en que recostruyeron la ciudad con su propio dinero. El joven Arleigh, titulado en medicina, se encargó de dirigir el hospital, controlando así la sanidad. Kevin McIntyre se encargó de la seguridad de la ciudad siendo el jefe de policía de Lleuad y Francis McMillan se puso al frente del periódico para controlar la información.

Un año después, 2013, las cosas parecen ir bien, la prosperidad de la ciudad es considerable. Aunque siempre habrán problemas y misterios que envuelven a la ciudad y a su unión con la Luna.