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Sipnosis
Memento Mori
Tras el festival

Fue un mes de locura, el que transcurrió luego del Festival de Invierno, luego de los cepelios de las víctimas, el poder quedó en las manos del Gobernador, Everett Goodweatherm tendría el control total sobre la ciudad, pero Azuka había logrado parte de su objetivo: Los rumores de que el gobierno de Washington ya no estaba tan convencido de compartir el poder con los vampiros; la situación se estaba saliendo de manos, y los cainitas y garras rojas parecían estar ganando la partida. Pero ninguno de los artífices de la destrucción, pensaron que los berkeser se volverían un problema para todos, porque los vampiros que no fueron asesinado por ellos, se transformaron en berkeser, que se han transformado en una manada que deambula por las alcantarillas atacando a quien se les enfrente o quien esté en su menú del día.

Humanos y Vampiros ya no tenían una alianza tan sólida como antes, y las desconfianzas estaban surgiendo.

Mientras que en medio quedaban los licanos, o por lo menos, parte de ellos, Fenrir y Fianna, pero quien padeció la peor parte fueron los Fenrir que en el atentado perdieron a su líder, del que jamás encontraron el cuerpo. Quedaría en manos del nuevo líder de los Fenrir y de Gissiel Earhart, determinar el destino de su clan y tradiciones, pero entre los licanos, se sabía la atrocidad cometida por las Garras Rojas, comandados por Arthur Redclaw, que se habían vuelto muy fuertes.

Por su parte, los rebeldes, el pequeño grupo de disidentes ya no parecían estar tan solos en su lucha, el gobierno de Washington los contactaría extra oficialmente para conseguir sus fines: controlar la ciudad, de una o de otra manera. Etienne LeBlanc, tendría que decidir..

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Mi nombre es Ezio y soy un asesino

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Mi nombre es Ezio y soy un asesino Empty Mi nombre es Ezio y soy un asesino

Mensaje por Invitado Jue Oct 18, 2012 9:39 am

Todo comenzo con una traicion...
El entregar una carta me libro de ser encerrado junto con mi padre y mis hermanos, estando libre, pense que aun podia ayudarlos y aun recuerdo el tecto que tenian los barrotes de aquella celda, y la voz desesperada de mi padre y la esperazanda voz que yo le ofreci al gonfaloniere al entregarle, los documentos que tenian que ser la salvacion para todos los auditore.
Me coloque el traje blanco, del cual no conocia su simbolismo, un traje que no se habia tejido para mi, un habito que no tenia que ser para el segundo de los auditore, sin embargo, ese traje, era como un sello en mi piel, era...era mio. Mi piel se acostumbro a el en el primer momento en que me lo coloque, senti como si tuviera que haberlo llevado antes, senti que era un ser diferente con ese traje que solo tenia que lucir unas horas.
La plaza se lleno y los hombres tomaron el lugar de las bestias, para gritar como lobos en busca de su presa, llamaban sangre, pedian justicia sin saber cual era el juicio, insultaban sin saber a quien dirigian sus insultos y mis ojos, solo veian a tres hombres, el que me dio la vida grito su inocencia, mientras el traidor, se rio ante ella...mi hermano permanecia callado con la soga al cuello como ultimo collar que usaria en esta vida y mi hermano menor, simplemente temblaba...
Quise correr entre la multitud, entre las bestias que aclamaban la sangre de los mios y quise arrebatar la barrera humana que me separaba de mi padre y mis hermanos...entonces un ruido sordo termino con todo...
Mi hermano menor murio al instante, federico sufrio mas, casi podria asegurar que con cada pataleo de sus piernas queria responder a cada uno de mis gritos y mi padre aunque murio rapido, pude sentir su mirada...su mirada aun sin vida, sus ojos muertos, me dijeron algo que aun no lograba entender
Como un estupido me crei un titan ante todo un ejercito y como un niño pequeño me quede sin armas, sin nadie a quien recurrir para que me viniera a despertar de aquella pesadilla, no era un niño asustado, era un hombre que acaba de presenciar la ejecucion de su familia, por una vil traicion.
Aun no era consciente de lo que era, mi tio mario me lo explico, yo le oi pero no le escuche, solo queria vengarme, matar al traidor y acabar con todo, a si que volvi a florencia y alli las renegadas, las mujeres mas deseadas pero al mismo tiempo mas rechazadas por todos, me enseñaron a ser una sombra, a moverme sin ser visto a ser un espiritu entre mortales. Ahora nadie podia ver al angel de la muerte, ahora era como ella, la muerte, invisible e inesperada, solo necesitaba un arma mas...
Tuve suerte y el genio de mi epoca, era aunque suene extraño, era el pintor favorito de mi madre, el bueno de leonardo, un hombre capaz de ver mas alla de las prohibiciones y de los rostros, un hombre capaz de ver mas alla de si mismo, un hombre capaz de dibujar una sonrisa tan enigmatica que pasaran siglos y nos seguiremos preguntando si esa sonrisa, es preludio de llanto o carcajada
Gracias a leonardo, ya tenia en mi poder la hoja oculta, el arma de los asesinos, aunque para mi solo fuera una cuchilla era mucho mas y no tardaria en comprobarlo
Habia tanta gente, tantos monjes con sus tunicas y sus capuchas, capuchas como la mia, yo era un monje blanco...pero no puro, solo era una mascara...una piel de cordero que cubria al asesino. Me movi entre las gentes, como si solo fuera la brisa que les azotaba sus cabellos, escuche sus voces, en ellas se escuchaban sus hipocritas palabras dirigidas hacia los mios y hacia a mi, me daban por muerto, un estupido muchacho que pronto etaria muerto, de hecho ya hablaban de mi como si fuera un muerto y tenian razon, ahora era solo un espiritu que podia moverse entre ellos.
Ahi estaba a apenas diez centimetros de mi...el gonfaloniere, podia el sentir el calor de su gran cuerpo y el latido de su corazon mientras su tunica roja como el glorioso rojo de florencia se agitaba ante sus risas, risas que aparecian tras haber insultado a mi padre, entonces extendi mi mano y deje libre aquella hoja afilada hambrienta de sangre, fue tan rapido que sin apenas darme cuenta la calidez de la sangre recorria mi mano y la muerte llegaba a ese ser vil, que aun muerto no reciviria su peor castigo...Alce mi mano como si fuera gloria, mostre su sangre como simbolo de mi victoria y con ella volvi a escribir el nombre de auditore con aclamo
Los auditore no han muerto!!
Todos partieron ante el fantasma, ante el asesino y yo tambien queria partir, pero ya era tarde, aquel traje era mi piel y aquella hoja era una falanje mas de mi cuerpo y entonces entendi que era en realidad.
Somos asesinos y matamos por un bien superior y recuerda...
Nada es verdad, todo esta permitido...honra al credo
*Escribi este pequeño texto inspirandome en una de las escenas del fantastico juego de assasins creed, quise transmitir a mi manera como podia sentirse ezio en su primera tarea, se que no puedo ser ezio ni lo pretendo, pero escribi este texto con todo el cariño y toda mi admiracion hacia esta saga de juegos*
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