Calles luminosas

Lugar: Time Square... calles y bar
Día: 13 de diciembre
Hora: 20:17 pm

Mucho confinamiento terminaba por agobiarla luego de un tiempo, como resultado de eso, esa noche sin decir palabra decidió darse camino fuera de la ciudad... la ventaja del anonimato, al menos en cuanto a quien era, era que no pasaría si no, por cualquier otro vampiro de los muchos que ahora se hacían notar por aquella ciudad... había escuchado rumores por parte de sus subalternos, de que había una nueva médium, cosa que necesitaba comprobar.

Se abrió paso por aquella concurrida ciudad, el pálido de su piel y sus ropas elegantes se hacían notar, no obstante en esa ciudad encontrarse con seres extravagantes era cosa del diario vivir, así que no llamaba demasiado la atención; lo cuál, claro, le agradaba en demasía... andar su trayecto desapercibidamente era lo idóneo para ella... el tacto ocasional con algún mortal que chocaba contra ella con su acelerado paso realmente le molestaba, ¿que le sucedía a éstos humanos?... vivían su vida con tanta prisa para conseguir un objetivo, que se olvidaban de disfrutar del camino... ¡estúpidos!... se daban cuenta de que habían desperdiciado sus existencias justo cuando el momento de la muerte se les cruzaba.

Las marquesinas con luces brillantes eran bastante notorias, al parecer ese nombre que le tenían era bastante propio "la ciudad que nunca duerme"... más ahora, que había salido a la luz que los vampiros habitaban junto a ellos en ese sitio desde hacía mucho, y claro... era algo muy fácil encontrar a los inmortales ocupando influyentes puestos en la sociedad... después de todo cuando se vive ilimitadamente, algo de provecho habrá que buscar para hacer con el tiempo...

Al vivir en ésta ciudad, es de suponerse que muchos de los recién convertidos no extrañen la luz del sol... pero a ella hasta cierto punto tanta luz terminaba por molestarle, ciertamente se sentía más cómoda en ambientes donde la única luz que pudiese notarse fuese la del firmamento.... las estrellas y la luna... Volteó su mirada al cielo, como buscándoles por un instante, recordando entonces, que en ese sitio sería caso imposible verles... las luces artificiales hacían que resultase un objetivo inalcanzable.

Luego de haber entrado en algunos antros, gracias a su muy útil habilidad para leer los pensamientos... que había perfeccionado no hace mucho... pudo escuchar rumores de una chica que estando en un éxtasis con las drogas, veía fantasmas y cosas que no estaban ahí... claro... ellos se lo atribuían a las cosas que se metía... ella por otra parte, sabía que ese tipo de alucinaciones no eran cosa común...

Trató de investigar más a fondo... para tratar de encontrar a la chica... pero siempre la misma respuesta era la que se encontraba... hacía tiempo que no aparecía por ahí... eso la desanimó... había perdido el rastro tan bueno que llevaba.... hasta que escuchó el pensamiento de un chico de aspecto punk luego de ir hasta él y preguntarle por la chica... él claro, le dijo que no la conocía... pero su mente dijo otra cosa... al parecer se había retirado de las drogas, y ahora era parte de una banda...

Quiso investigar más a fondo, pero el chico conocía ésto como no más que un rumor, no sabía quien era ella en persona... al parecer sería difícil encontrarla... pero bueno.... tenía una eternidad por delante... y una buena pista.... si tenía que llegar hasta cada uno de los jóvenes que se dedicasen al mundo de la música en esa ciudad... lo haría... nada la iba a detener pasa conseguir sus objetivos...

Aquel joven no le servía ya más... pero no tenía mal aspecto... así que con sus encantos le propuso subir a una de las habitaciones arriba del bar... él, claro... aceptó desmedidamente, con suma rapidez... una vez estando allí el chico se acercó para besarla... ella bueno, lo apartó... como siguiendo un juego... lo tiró en la cama, una vez allí le quitó la camisa al joven quien estaba visiblemente excitado... Ella pasó suavemente su lengua sobre el pecho ajeno... hasta llegar al cuello, una vez allí sus colmillos se hicieron visibles, y sin darle tiempo de reaccionar le arrancó la vida con una mordida que llevaba bastante fuerza... bebió hasta saciarse.

Tomó una de las copas que habían al lado de una botella de vino, cortesía de la casa, aparentemente para hacer la velada más amena a los huéspedes; y llenó la misma con la sangre que brotaba del cuello del joven... saliendo de la habitación... dejando el cadáver dentro de la misma. Se posicionó en el bar, bebiendo aquel líquido rojo que podría haber pasado por vino mientras observaba a todos los presentes con suma tranquilidad, sentada en una mesa algo apartada de la luz.

El sitio parecía lleno de seres sin mayor importancia, tan sólo humanos, y la mayoría de un no muy buen extracto social… seres en demasía aborrecibles, si los humanos ya por sí mismos eran no más que ganado, al menos algunos poseían un cierto grado de cultura o belleza, que les hacía un bocado apetecible… ésos por otra parte, le resultaban un tanto repulsivos… su sangre sin lugar a dudas tendría un sabor insípido, y dado que su paladar era un tanto refinado en cuanto a gustos se trataba, era probable que aparte de aquel chico del cual aún saboreaba su sangre en la copa que sostenía con delicadeza, no encontraría mayor presa apetecible.

Un segundo vistazo, ahora un poco más pausado, y notó que una chica, en la cual no había reparado detalle ante, le saludaba, cosa poco común… ciertamente hubiese podido leer su mente, pero estaba algo aburrida, y eso arruinaría la diversión… así que de momento prefirió simplemente no hacerlo… notó que escribía algo en una especie de blog de notas… una chica que sale de su casa en medio de la enorme ciudad para escorar en ese bar, situándose a escribir…

Ciertamente le causó curiosidad éste hecho, ¿qué estaría escribiendo?... sería tan sencillo para la vampiresa averiguarlo, pero, las cosas a la antigua en ocasiones rendían mejores frutos… así que… decidió hacerlo de ese modo…. Hizo un ademán al camarero, y le pidió llevase un recado a esa joven dama… el camarero se vio un tanto encantado por la fría pero armoniosa voz de la vampiresa… pero, ella no estaba interesada en él… así que tan sólo esperó a que se acercase a aquella joven con el mensaje que le había encomendado.

-LA JOVEN DE AQUELLA MESA LA INVITA A TOMAR LA BEBIDA DE SU PREFERENCIA, EN SU MESA.-

Dijo el joven, el cual tenía instrucciones de entregar el mensaje y apartarse… si aquella dama decidía acercase, que así fuese… de lo contrario tenía completa libertad de seguir con lo suyo… la verdad Azuka acababa de alimentarse, y no le estaba urgiendo una cacería nueva de momento.

La vampiresa desde su sitio, con el rabillo del ojo observaba la escena aquella, al tiempo que con suavidad llevaba la copa hasta su boca, degustando un nuevo trago de aquella sangre que ahora estaba un tanto fría… perdiendo la calidez que poseía cuando la sacó de aquella arteria sangrante… la verdad no le gustaba mucho cuando perdía el calor… pero, seguía siendo mejor que cualquier bebida alcohólica o no alcohólica del lugar.

A un lado de la joven estaba un humano, su edad rondaría quizá los 30 años, al parecer se había pasado de copas y no conseguía mantenerse en pie… su equilibrio mermado era cosa poco amena a la vista… en ese sitio… en toda la ciudad… los individuos eran variados, pero, muchos resultaban solamente un peso muerto, ni si quiera como alimento eran útiles, al menos no para ella… al menos el toparse con esa joven era un descanso a la vista y al olfato… ya que la misma tenía un aroma un tanto dulce… casi pudo saborear su sangre… y aunque si bien no necesitaba alimentarse en ese momento… nunca se sabe cómo termina la noche… ya vería si esa mujer era digna de seguir viviendo… o sería un exquisito aperitivo…

El camarero había llegado hasta aquella joven cumpliendo con la orden que se le había dado al pie de la letra al parecer… observó como regresaba con la chica para darle la bebida que había pedido… su aguda vista le permitió observar que se trataba de una bebida sin alcohol… lo cual, claro, le pareció una interesante elección.

Posterior a eso se percató de cómo la joven dama tomaba sus cosas, levantándose luego, menos de un minuto y la tenía frente a sí, sentada en su mesa… la vampiresa solamente la miraba con atención… averiguando cada pequeño detalle de su figura… piel blanca, de buen aroma… cabellos rubios, mirada clara, muy acordes con su cuerpo, labios carnosos… en resumen una joven mortal de buena apariencia.

Luego de un suspiro que se escapó de sus labios rosa la escuchó pronunciar palabra… dijo muchas cosas a la vez, al parecer era una chica que iba directo al grano… o tal vez esa manera tan brusca de expresarse era debido al nerviosismo que denotaba estar frente a alguien de su especie… después de todo el palpitar acelerado de su corazón lo evidenciaba; pero aún así le pareció interesante la forma tan audaz con la que se había presentado a hablarle.

Al darse cuenta de que por un momento su mirada se situaba en la copa con sangre que sostenía entre sus finos y delicados dedos… la vampiresa sonrió por dentro, leyendo lo que pensaba sin necesidad de hacerlo realmente, tan sólo su expresión bastó para saber que le aterrorizaba la idea de que eso fuese realmente sangre.
-Puedes llamarme Azuka…

Dijo fríamente con mucha calma mientras la observaba… con aquella voz gutural pero a la vez seductora que tenía la vampiresa, al tiempo que revolvía el contenido de la copa con un suave movimiento, haciendo que el líquido dentro bailase en un remolino suave… un suave remolino de sangre de aquel joven cadáver que se encontraba un piso más arriba… seguramente a la mañana siguiente encontrarían el cuerpo, pero ya a esas alturas la perpetuadora del crimen estaría muy lejos de aquel sitio… y bueno… las heridas habían sido sutilmente borradas, así que solamente quedarían las sospechas en el aire de que un vampiro hubiese sido su asesino.

-No ven lo que no quieren ver… es todo… siempre hemos estado aquí, ahora que nuestra presencia es del conocimiento popular…

Hizo una pausa, asqueada por la idea… ella hablaba con suma elocuencia y calma, pronunciando cada palabra con una paz un tanto perturbadora probablemente.

-No son muchos los que logran reconocernos…

Alzó la mirada que tenía fija en el reflejo de la sangre contra el cristal de la copa para observarla directamente a los ojos… aquellos ojos de un profundo azul que poseía la vampiresa… había escuchado alguna vez el comentario de que parecía ver tu alma con ellos… ella en ese momento quizá no veía el alma de la chica, aunque sin lugar a dudas pudo haber escuchado sus pensamientos, de desearlo… pero no, eso arruinaría su momentánea diversión…

-Dime Odisea….. ¿qué es lo que has escrito sobre mi?...

Cuestionó arqueándole una de sus cejas apenas visiblemente mientras viraba un poco su dorso hacía la chica… bebiendo con suavidad un trago de sangre de aquella copa, degustando el sabor sumamente mientras esperaba por una respuesta.

Escuchó lo que decía en cuanto a su nombre… pues bien, era seguro que no era un nombre demasiado común… se perdió en sus pensamientos por un instante, recordándo cuando su padre inmortal la había nombrado así... es una tradición que probablemente se hubiese perdido con el pasar de los siglos, pero, en la antigüedad, los vampiros, al darle el abrazo a un ser, y darle una nueva vida, también le daban un nuevo nombre.

Para Azuka fue así, ya que su padre, su creador, era (o es, sigue “vivo”, en algún lugar, durmiendo probablemente), uno de esos ya perdidos hijo de los milenios, por lo que claro, las viejas costumbres reinaban sobre él… dándole con su nueva vida, un nuevo nombre… le obsequió eso, entre tantas cosas… su nombre… su apellido… de su antigua vida mortal conservó solamente la ostentosa herencia que su familia poseía… ella como hija única de una poderosa familia, se convirtió en la única heredera que podía recibirlo; claro, porque para los mortales ella seguía viva.

Algunos se preguntaban el porqué durante las ceremonias diurnas no se le había vuelto a ver, tan sólo en los banquetes y fiestas nocturnas, donde llegaba radiante, y acaparaba la atención del público… y él, ese hombre extremadamente bello, siempre la acompañaba… desde que él había aparecido ella parecía un tanto distinta… pero de alguna extraña y retorcida manera, más feliz de lo que nunca fue… y esto, se debía a que ella sintió el llamado de las tinieblas desde siempre, y no fue hasta que la oscuridad la hizo parte de sí, que pudo sentirse completa.

Fue precisamente luego de una de esas fiestas, saliendo con un par de bellas mortales hasta un desolado parque en las cercanías de la mansión donde aquel despliegue de aristocracia se había llevado a cabo, que una de esas bellas niñas preguntó curiosa por el nombre de la vampiresa, por su significado… ella no supo que responder… y su padre, con aquella mirada espeluznantemente gloriosa y labios rosa, entabló una sonrisa dejando ver sutilmente sus perfectos colmillos…

Esa noche terminaron con la vida de las mortales, disfrutándolas con calma… y cuando la sangre ajena había llenado los poros de su piel de algo de color, él se sentó junto a ella… explicándole que en tanto tiempo de existencia, había viajado por todos los confines del mundo… estableciéndose en una época en Japón… aprendiendo su lenguaje, su arte y cultura… y que el nombre que llevaba ahora tiene origen en esas tierras… significaba precisamente la determinación que tuvo que tomar y que tanto vio en ella… Azuka significa decisivo.

La voz de aquella joven mortal hablándole nuevamente la sacó de sus recuerdos, que la viese como lo único interesante en ése sitio no era de extrañarle, siempre había causado ese efecto en los humanos… después de todo, los de su especie estaban diseñados para ser los cazadores perfectos… todo de ellos era atrayente para los mortales, todo para que como frágiles corderos se deslizasen hasta el matadero… a los brazos de la muerte…. Ahhh, ellos, seres oscuros, quizá ningún otro ser está tan cerca de dios como ellos… sirviendo como su mano, para dar y quitar vida a quien lo deseen…

Observó a la joven dama sacar su libreta, y comenzar a leer lo que había escrito sobre ella; prestando atención a cada palabra… viendo con las mismas… el reflejo de lo que Odisea observaba en la vampiresa cuando se percató de su presencia… le parecía algo interesante, verse ante los ojos de esa joven, mediante las palabras que pronunciaba con claridad para ella, a pesar del ruido evidente de aquel sitio, ya que bueno, la vampiresa tenía un oído sumamente agudo.

-En realidad me parece bastante acertado lo que has escrito…

Hizo una pausa, bebiendo un trago del contenido de su copa… de la cual ya no quedaba mucho… mirando a Odisea por el reflejo del cristal, prestando especial atención a sus ultimas palabras.

-Ah sí?... curioso… ¿Quién era?...

Cuestionó aún sin mirarla directamente, con su fría y atrayente voz femenina…

La escuchó hablar nuevamente, había escrito fluidamente lo que observó de la vampiresa, y si en realidad no era intencional, o tal vez si?, el lucir así… lo cierto es que era algo nato, aún antes de su otra vida tuvo ese aire de distinción que solamente se vio incrementado con su nueva naturaleza.

Observó su gesto con la barbilla, que señalaba su copa, un gesto un poco burdo le pareció a decir verdad… no tuvo temor en decirle que su bebida era sangre, la verdad, otro en su lugar estaría horrorizado por la idea… pero a saber?... ahora los humanos buscaban objetivos muy distintos a los de las épocas pasadas… no faltaban los fanáticos que buscaban vampiros para adorarles… aunque es probable que no era el caso de ésta chica.

Sonrió un tanto siniestra ante su comentario, claro, al darse cuenta de que era sangre el pensar en un banco de sangre era la idea más aceptable y menos aterradora… pero no, ese no era el caso de Azuka… ella no gustaba de tomar bolsas de sangre, le parecían un tanto desagradables… la sangre debe tomarse directo de la presa, sentir su calidez, la sangre tibia, su respiración, su temor, su placer ante la mordida… ver como la luz se apagaba de su mirada, hasta que se convirtiese en no más que un despojo de lo que era… un cadáver inservible.

Escuchó con atención la historia que la chica le decía… al parecer su madre se había topado con un inmortal que la hizo dependiente de él… su objetivo, algo un poco inconcluso… pero debía de tener uno de fondo… los de su especie no eran seres que hiciesen cosas sólo por hacerlo, siempre había un motivo de fondo… y bueno, quizá no todos los de su especie, pero al menos ella sí… hoy en día los vampiros no contaban con la guía de los antiguos, por lo que muchas de las viejas tradiciones, costumbres y hábitos se habían perdido… una pena realmente; es por ello que el fuego azul debía de ser traído de vuelta, a reinar.

Observó la reacción de la chica al contar la historia… ciertamente era algo que le afectaba profundamente, recuerdos amargos de su pasado… perder su madre de esa forma… verla como dejaba de ser la que alguna vez conoció, siendo no más que un despojo de ser humano… dependiente… casi pudo imaginárselo… pero eso… la adicción de un inmortal hacia los suyos, claro que conocía eso… no era bien visto que un inmortal diese su sangre; pero… en algunas ocasiones los esclavos mortales eran necesarios, y sí!, esa era una buena forma de conseguir uno que le daría su lealtad total, sin importar que…
Puso la copa con suavidad sobre la mesa, levantando la vista hacia la joven mortal frente a sí, pasando su fina, fría y blanca mano por sobre la mesa, para llegar hasta la mejilla de Odisea, y con su dedo índice detener una lágrima que caía, apartando la mano hacía sí nuevamente sin perderle la vista de encima a la joven.

-No vale la pena el recordar, si eso te hiere tanto pequeña…

Seguía observándola, luego con suavidad llevó su mano hasta la copa sobre la mesa, y dejó caer aquella lagrimilla dentro del contenido de la copa, mezclándola con la poca sangre que quedaba en la misma… acercando la copa una vez más a su boca, para beber todo el contenido de la misma, que realmente no era mucho… y entonces lo supo… no más que un neófito que jugaba a ser un dios… la estupidez a la que llegaban al dejarles sin guía… es por eso que era atrás se aniquilaba a los neófitos sin “padre”; para que por seguir sus instintos sin guía no causasen algo que podría resultar siendo catastrófico para la estirpe… exponerlos, eso era algo que se evitaba a toda costa… pero bueno, ya para ésta era donde todos sabían de su existencia no estaba muy segura de que tanta importancia tenía el dejarlos libres o acabar con ellos… bueno, tomando en cuenta que la especie mermaba con los antiguos en descanso… serían necesarios esos insensatos, al menos hasta que los mayores estuviesen de regreso.

Sabía que lo que había hecho la intrigaría… crearía toda clase de cuestionamientos en su cabeza… bastó con ver su expresión… y poco después los cuestionamientos se hicieron presente, con bastante rapidez a decir verdad. Que no sabían nada sobre ellos, era verdad, era necesario que así fuese, y bueno, era claro que no le contaría nada sobre los suyos, el que el rebaño sea ciego es clave de suma importancia para dominarle y guiarle por donde se desea.

La chica guardó silencio por unos instantes, lapso durante el cual se percató que se perdía en sus ropajes, rostro, como repasándola… es verdad, era atrayente para los mortales; entre más antiguo sea un vampiro, menos rasgos de humanidad queda en la piel… volviéndose su apariencia marmórea y distinta… tan distinta y lejana… ella cada vez se parecía más a su creador… una estatua, sin lugar a dudas podría asimilarse a una estatua labrada en fino mármol, pero de una textura increíblemente tersa, cuál terciopelo.

La vampiresa observó como acercaba su mano para que su tacto alcanzase uno de sus perfectos rizos, luego escuchando su comentario al respecto… no era que la vampiresa cuidase de su cabello, en realidad, la sangre que corría por sus venas le daba esa apariencia de perfección excelsa… todo tan natural, o más bien, innatural… natural para ella, bueno, era su naturaleza, para los demás algo ciertamente antinatural.

Observó una suave sonrisa escaparse de sus labios gruesos luego de ese comentario, tenía una belleza nata, un tanto similar a los muchos de esa nación… habían muchas mujeres rubias en esa tierra… escuchó luego su comentario… puede que tuviese razón, y no mucho se atreviesen a hablarles, pero la verdad, aunque consiguiesen entablar una conversación con uno de los suyos, no es como que si fuesen a conseguir información alguna… vamos, que “the interview with the vampire” era una novela interesante, pero, ese tipo de cosas no sucedían realmente.

Le devolvió la mirada a la chica, directo a los ojos… decía no temerle… que le causaba prudencia, aunque… la verdad hablaba demasiado rápido, parecía divagar un poco, pero al menos no había dicho algo que hiciese enfadar a la susceptible vampiresa, causando algo que podría considerarse, quizá desfavorable, porque bueno… Azuka no era precisamente una amante de los mortales… aparte de cómo bolsas de sangre no les veía, así que el hecho de que se quedase tranquilamente a entablar conversación con un humano era algo poco previsible e inusual.

Escuchó con atención el cuestionamiento que le hacía… crueldad… bueno, eso era algo un tanto típico de los de su especie, inclusive ella misma era lo que podrían caracterizar como un ser bastante cruel, así que el jugar del gato con su ratón resultaba algo bastante común a decir verdad, y ciertamente por lo que pudo percibir, ese había sido el caso… un neófito jugando con el poder que tenía, creyéndose un nuevo dios en la tierra… ahhh… cuantos dioses caminaban como los mortales por las calles, fingiendo ser uno de ellos.

-Por lo que he percibido… el ser del que hablas no era más que un neófito creyéndose un dios, probando su poder, y sintiéndose triunfante por su cometido…

Le dijo pausadamente, un tanto a secas, con su fría voz, haciendo una pausa para pronunciar palabra nuevamente luego.

-Estás en lo correcto en las deducciones a las que has llegado… tu madre no fue más que un simple juego para él…

La miró… probablemente estaba siendo algo cruel al decirle las cosas de esa forma, pero bueno, ella no podía ser de otra manera, no es verdad?... sería algo antinatural en aquella vampiresa ser “bondadosa”… ese papel simplemente no le quedaba… la miraba, sin perder de vista el resto de los seres del local con el rabillo del ojo… pero, todos parecían demasiado ocupados en sus propias cosas, hundidos en el alcohol, algunos jugando cartas y apostando… era bueno que no les prestasen importancia.

-Las lágrimas, no son alimento, pero… los líquidos corporales siempre pueden develar cosas de los seres de los que provienen…

Le dijo esto explicando el motivo por el cual había tomado su lágrima, bebiéndola mezclada con la sangre de su copa hacía unos momentos atrás.

Al principio la chica parecía calmada con las palabras de la vampiresa, pero al cabo de unos instantes una inminente rabia pudo ser claramente perceptible en su expresión, quizá tratase de ocultar lo que sentía, pero para la gélida criatura frente a sí, era más que declaradora la imagen que divisaba… la imagen y su torrente sanguíneo corriendo con fuerza, llenando cada una de sus venas, dejando un leve rosa en sus blancas orejas… la chica se sentía furiosa y el hecho de cerrar sus ojos con fuerza denotaba que trataba de controlarse, al menos frente a la vampiresa, o quizá por estar en público, pero bueno, no supuso que le diese demasiada importancia a ese puño de ebrios.

Aquella joven que la miraba a sus azules ojos, pronunciaba palabra nuevamente, y en estas se denotaba más que la rabia en su rostro, enunciaba tristeza, una melancólica melodía fue la que recorrió los oídos de la vampiresa al escucharla hablar… una sutil pregunta al final de su frase de triste aceptación fue dicha con suavidad, evidenciando sí, que los mortales no conocían mucho al respecto de los de su especie… neófito si se refería a un vampiro joven, pero no es una frase con la que un vampiro se sentiría halagado, se refiere a alguien joven, torpe y sin experiencia, entre los suyos ser llamado neófito podría considerarse como una ofensa.

Estaba por responder a su cuestionamiento cuando el tema del fantasma de la ópera irrumpió en su plática… se disculpó y atendió la llamada… Azuka observaba a los seres del establecimiento mientras de reojo mantenía su mirada en la joven que le hacía compañía… no quiso prestar atención a su plática, pero sus sensibles oídos no pudieron evitar ponerse al tanto de lo que pronunciaba…

Finalmente colgó el aparato ese, la vampiresa no tenía mucho gusto por los mismos, no obstante también tenía uno consigo, no podía negar el hecho de que ocasionalmente resultaban siendo útiles… pero bueno, los suyos siempre habían tenido otras formas de mantener comunicación… éstos métodos modernos, bueno, si eran útiles, pero nada ortodoxos para los de su estirpe, no obstante era innegable adaptarse, siempre había sido así… para sobrevivir había que adaptarse… oh……. Cambiar las cosas a favor, eso era lo que debía hacerse…

La chica hablaba nuevamente, ésta vez le explicaba sobre su plática con esa tal Hannah, fue obvio que se trataba de su jefa, y le pedía realizar un trabajo… ella le contaba que era una entrevista a un vampiro lo que le pedía… el fugaz recuerdo del primer libro de las crónicas vampíricas de Anne Rice cruzó por la mente de la vampiresa… ah Louis, encantadora criatura representada en papel, pero sin lugar a dudas Lestat hubiese sido alguien con quien podría haber entablado una estrecha relación, de ser reales, claro…

Sin lugar a dudas la chica acertaba, no sería fácil encontrar a un vampiro que de buena gana se deje entrevistar y comience a develar secretos… esto además de algo burdo resultaría inclusive hasta peligroso para el vampiro en cuestión, que resultaría probablemente cazado por los de su misma estirpe al enterarse de que anda hablando secretos que deberían de seguir siendo eso, secretos… bueno, a menos que sea uno de los brotherhood, estos parecían tener una buena afinidad con los mortales… pero no por eso significaba que podrían pasar triunfantes, también se les daría caza, sin importar quien fuese… aunque de tratarse del príncipe, estaría un poco más difícil la misma, ya que contaba con mucha protección.

Finalmente la chica se despedía, al parecer era tiempo para ella de retirarse… escuchó como cortaba su frase… y en ese momento no pudo evitar el impulso de leer su mente… pensaba que alguien como la vampiresa sólo podría querer la sangre de ella… pero se equivocaba… podría llegar a ser útil… tener a alguien de su lado en los medios de comunicación podría llegar a ser sumamente beneficioso…

Azuka sonrió ligeramente de medio lado, observándola… al tiempo que respondía a su pregunta anterior…

-Un neófito, sí, podría decirse que se trata de un vampiro joven… uno joven e imprudente…

Hizo una suave pausa.

-Y no dudes de tus alcances pequeña… puedes ser más útil de lo que piensas…

Dijo dejando al descubierto que había leído sus pensamientos.

-Ahora bien, es hora de que Morfeo te lleve a dar un paseo… nos veremos nuevamente… eso te lo aseguro…

Pauso nuevamente sus palabras… es claro que de necesitar a la joven, la vampiresa podría encontrarla fácilmente, pero… para el reciente plan que en su mente maquiavélica transitaba sería conveniente que la joven tuviese también un número al cuál contactarla…

-Sé que en tu medio sueles toparte con cosas interesantes, si pudieses mantenerme al tanto sobre cosas referentes a los de mi estirpe me sería muy útil…

Los medios masivos en algunas ocasiones contaban con información que era modificada y postulada para que todo pareciese a favor de los gobiernos, además de que como se encontraban bajo la persistente influencia de los brotherhood y el gobierno estadounidense, mucha información que podría ser comprometedora no era publicada, por lo que estar al tanto de estas cosas con rapidez resultaría tremendamente útil.

-En cuanto a la entrevista… te resultará algo bastante difícil, por no decir imposible, tienes razón, no somos monos de circo…

Dijo esto con una frialdad demasiado grande en sus palabras, y luego de entre sus ropajes sacó una tarjetilla con un número de teléfono en él… una tarjeta blanca con letras plateadas bastante sobrias, y un borde igual plateado.

-De ser importante podrás dejarme un mensaje a éste número…

Ella generalmente llevaba el aparato apagado, y lo encendía sólo cuando le era necesario utilizarlo, de todas maneras los que tenían ese número eran realmente pocos… pero ella solía escuchar sus mensajes durante las horas diurnas, cuando salir libremente a andar se le imposibilitaba.

Parecía anonadada al darse cuenta de que había leído sus pensamientos, no obstante no pareció escandalizarse por la idea, como muchos mortales había leído sobre los de su especie, no obstante los relatos de los libros, no solían ser todos verdad, claro, se apoyaban en una realidad, como todas las leyendas, pero con el pasar del tiempo las mismas se ven distorsionados... lo que resultaba siendo ventajoso para los vástagos, ya que los mitos que ellos podía probar como falsos cuando se les acusaba de ser lo que eran, eran simplemente una maravilla… como el viejo mito de que no se reflejaban en un espejo, entre muchos otros.

Parecía bastante sorprendida por el hecho de que le diese el número de móvil, pero, esto no representaba ningún riesgo para la vampiresa, y claro, si el hecho de habérselo dado resultaba siendo un problema, con facilidad podría cambiarlo o simplemente desaparecer el aparato ese… de momento le sería útil si aquella joven conseguía alguna información que le fuese de relevancia… siempre era bueno tener contactos en todas las áreas, nunca se sabía cuando podían necesitarse… pero claro, no eran más que simples fichas utilizables.

Tomó el papelillo con el número que le daba, realmente no le era necesario para localizarla, de desear contactarla, los vampiros como ella poseen métodos más sutiles y eficaces, no obstante tomó el papelito y lo guardó entre sus ropajes, luego de verlo… ya lo había memorizado, aunque perdiese el papel no lo olvidaría… la memoria fotográfica que poseía podía resultar siendo bastante útil…. Escuchó lo que decía al respecto de su jefa, los mortales podían ser bastante persistentes; eso quizá resultaba siendo positivo o negativo más bien; ya que… el que busca algo, merece el castigo de encontrarlo…

Escuché lo que decía de ir al museo… hacía un par de días atrás apenas, había estado en uno de los muchos museos que la ciudad tenía, donde se había topado con un peculiar personaje… por otra parte, lo que decía de tomarse una fotografía, no le agradó mucho que digamos, no le resultaba conveniente que los mortales, y más aún los que trabajaban en el ámbito de los medios masivos de comunicación poseyesen una fotografía suya… eso, bueno, en algún momento resultaría siendo contraproducente.

Tal vez decidiese acudir, pero solamente cuando todo el alboroto por cubrir el reportaje terminase… es probable que estaría vigilante desde las sombras, y que la siguiese, sería útil el conocer su lugar de residencia… y era claro que podría haberlo hecho esa misma noche, pero, por esa noche estaba bien, además de que tenía algunos asuntillos que atender.

La vio caminar hasta desparecer por el umbral de la puerta, marchandose de aquel sitio; tal vez ella no se percatase de eso, pero levantaba miradas al pasar, era una joven de apariencia bastante bella, por lo que no era de extrañarse que los mortales se viesen atraídos por su belleza… la vampiresa, una vez la joven se hubo marchado, le dio una mirada a un joven que había llegado al local hacía no mucho tiempo… fue bastante sencillo atraerlo hasta sí…

El joven se aproximó hasta la mesa de la vampiresa… ella lo llevó hasta otra habitación (distinta a la habitación donde estaba el cadáver que había dejado hacía un rato), donde se divirtió un poco con el joven… hasta que decidió acabar con su vida, disfrutando del elixir de su sangre… luego de eso, dejó el cadáver inerte y salió del local… caminando por las calles de la ciudad hasta llegar a su refugio, justo antes de que el amanecer llegase.

FIN