Tu visión de lo que sucede
Para él nada es lo que parece, ha visto que los humanos pueden ser peores que cualquier demonio, ha visto que un corazón muerto puede valer más que decenas de ellos aun vivos... La guerra es algo que no le concernía hasta que se vio convertido en un vampiro más, nunca quiso formar parte de ella pero peleará por su libertad y la de Ethan, sea como sea luchará por lo que le importa.
Descripcion Física
Mide alrededor de 1'80 m, delgado y fuerte, pasó casi toda su vida bailando y cuidándose todo lo que podía. Tiene los ojos rasgados y de un color caramelo, una nariz bien formada y pequeña, sus labios suelen llamar la atención cuando sonríe. Su piel es considerablemente pálida y sus rasgos delicados por sus raíces asitáticas. Tiene manos de guitarrista y una agilidad de la que está orgulloso.
Su pelo castaño suele ir cuidadosamente despeinado y corto aunque más de una vez lo ha dejado crecer hasta los hombros.
Descripcion Psicologica
A simple vista es un chico dulce, sus ojos castaños son intuitivos, inocentes y soñadores. Nada más lejos de la realidad, se ha convertido en alguien reservado, observador y distante.
Es más complicado de lo que parece a simple vista, su mente puede resultar más intrincada de lo que él mismo imagina y sus emociones demasiado fuertes, en ocasiones le arrastran. A veces parece despistado, aunque nunca baja la guardia, intenta no llamar demasiado la atención es gracioso cuando quiere serlo y algo irónico o frío cuando desconfía de alguien o de una situación.
Fuerte, el tiempo le ha hecho fuerte y su pasado es una cicatriz que le acompaña cada día de su vida. Luchador por naturaleza, defensor a toda costa de lo que le importa y jamás dejará que nada ni nadie le pisotee de nuevo.
Es más cariñoso de lo que le gustaría, a veces le gusta perder el tiempo soñando, recordando o bailando como solía hacer cuando estaba vivo.
Biografía
-¿Por qué estás llorando?- preguntaba un chico cuya piel, tan pálida, parecía propia de un fantasma aun con la escasa luz nocturna.
-¿Y a ti que te importa?- se enfurruñó Liam subido al columpio y balanceándose mientras intentaba calmar sus histéricas lágrimas. El vampiro sonrió ante la expresión del niño que no debía de tener más e 10 años.
-Si no me importara no te lo preguntaría.
-Mi hermano está muerto.- dijo simplemente con la voz rota y las pequeñas manitas ancladas a las cadenas del columpio con fuerza.- Le ha matado.
-¿Quién?
-Mi padre o eso dice que es pero es mentira.
No dijo nada más, siguió columpiándose hasta que calmó el llanto y el vampiro no se movió de su lado, se quedó mirando como aquella pequeña criatura lidiaba con un dolor demasiado intenso para su corta edad.
-¿Cómo te llamas?- se sorprendió al escuchar la voz del niño.
-Ethan ¿Y tú?
-Liam.
-¿Vas a volver a casa, Liam?
-Tengo que volver… tengo que volver.- parecía que repitiendo aquella frase se convencía a si mismo.- Si no vuelvo iré al orfanato otra vez.
Aquella noche sin nada de especial se encontraron y después de aquella en los años siguientes volvían a encontrarse, siempre hablaban, hablaban de todo y de nada mientras Liam crecía y cambiaba. Años tardó en confiarle sus secretos, secretos que consiguieron helar el corazón muerto de Ethan.
Tanto Liam como su hermano mayor, William, fueron adoptados por una familia cuando este tenía 3 años. Todo iba bien, vivían con una buena familia, recibían una buena educación y a simple vista, todo pintaba bien para los dos jóvenes ahora bajo en apellido Grey. A simple vista así era.
Dentro de las paredes de aquella preciosa casa se masticaba una tensión insoportable. El hombre de aquella familia, Alphred, tenía una idea perturbada de lo que significa ser el padre de aquellos dos niños y se tomaba la libertad de despertarlos por las noches, de hacer con ellos lo que le venía en gana desde los abusos hasta el maltrato convirtiendo así sus vidas en una continua desesperación. Y así pasó el tiempo, con encuentros cada vez más grotescos y perversos, convirtiendo a William en un chico frío, de mirada perdida y que solo reaccionaba ante Liam, su dulce e inocente hermano pequeño. Se protegían el uno al otro con una fuerza incansable, sobrevivían juntos y se aferraban a su cariño para sobrellevar todo lo que se les venía encima noche si y noche también.
Hasta el día en que Will quiso huir y los golpes de aquel día terminaron con su vida. Liam gritó y gritó, solo tenía 10 años, no podía salvarle.
El día en el que todo cambió Liam dormía con los cascos puestos y la música susurrándole en los oídos, ya no era un niño ni mucho menos, pero estaba cansado y no pudo evitar que Alphred se abalanzase sobre él de nuevo con aquella sed animal. El susto y el asco que sintió le hicieron gritar, revolverse, golpearse con la mesilla en la cabeza. Gritaba, no podía evitarlo, tenía demasiado miedo, demasiado odio corriendo por sus venas y sacó fuerzas que no sabía que tenía. Se lo sacó de encima, empezó a golpearle de forma descontrolada haciéndose sangre en los nudillos, en los labios al morderlos con rabia.
De repente unos brazos rodearon los suyos desde atrás, anclándole a la realidad. Alphred estaba muerto en el suelo, sus manos le habían arrancado la vida a su “padre” como él se la había arrancado a Will.
Y ahora Ethan estaba ahí, había entrado por la ventana y ahora le abrazaba.
-Pequeño…
-¡Suéltame! Yo… yo… le he matado.
-Mírame Liam.
-No puedo…
Se dejó caer al suelo, Ethan le acompañó y le giró obligándole a mirarle. Los ojos del vampiro se fijaron en la sangre que adornaba su labio inferior y asomó la lengua para limpiarla haciendo que el otro temblara.
-Quiero que seas mío.- confesó Ethan.
-¿Porqué?
-Porque así serás libre.
Su primer beso supo a lágrimas y a sangre.
-No…nh…- intentó resistirse Liam cuando ya era tarde, ya notaba los dientes en su cuello y la vida se le escapaba.
-Tranquilo pequeño, nada volverá a hacerte daño.
-Tú lo estás haciendo ahora…
-Solo yo, solo yo seré tu único dolor.
Cerró los ojos, se dejó llevar con el último latido de su corazón que tenía el nombre de William y el sabor dela sangre y los labios de Ethan.
Años han pasado desde aquel día, años en los que ha aprendido a vivir y a actuar como su nueva condición ordena... Años en los que ha sobrellevado el miedo y los recuerdos, en los que Ethan no ha hecho más que apoderarse más y más de él aunque no ha hecho más que intentar resistirse. Su corazón ya no late ¿Porqué debía entregárselo entonces? Eso piensa, de eso intenta convencerse, pero la tentación es demasiado fuerte y sabe que no puede evitar dejarse caer.
Datos Extra
Trabaja como modelo y estudia Bellas Artes.