Memento Mori |
Tras el festival |
Fue un mes de locura, el que transcurrió luego del Festival de Invierno, luego de los cepelios de las víctimas, el poder quedó en las manos del Gobernador, Everett Goodweatherm tendría el control total sobre la ciudad, pero Azuka había logrado parte de su objetivo: Los rumores de que el gobierno de Washington ya no estaba tan convencido de compartir el poder con los vampiros; la situación se estaba saliendo de manos, y los cainitas y garras rojas parecían estar ganando la partida. Pero ninguno de los artífices de la destrucción, pensaron que los berkeser se volverían un problema para todos, porque los vampiros que no fueron asesinado por ellos, se transformaron en berkeser, que se han transformado en una manada que deambula por las alcantarillas atacando a quien se les enfrente o quien esté en su menú del día. Humanos y Vampiros ya no tenían una alianza tan sólida como antes, y las desconfianzas estaban surgiendo. Mientras que en medio quedaban los licanos, o por lo menos, parte de ellos, Fenrir y Fianna, pero quien padeció la peor parte fueron los Fenrir que en el atentado perdieron a su líder, del que jamás encontraron el cuerpo. Quedaría en manos del nuevo líder de los Fenrir y de Gissiel Earhart, determinar el destino de su clan y tradiciones, pero entre los licanos, se sabía la atrocidad cometida por las Garras Rojas, comandados por Arthur Redclaw, que se habían vuelto muy fuertes. Por su parte, los rebeldes, el pequeño grupo de disidentes ya no parecían estar tan solos en su lucha, el gobierno de Washington los contactaría extra oficialmente para conseguir sus fines: controlar la ciudad, de una o de otra manera. Etienne LeBlanc, tendría que decidir.. |
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Murmullos en el ocaso
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Murmullos en el ocaso
5:50 pm
Calles de la Ciudadela
Comenzaba a morir la tarde de aquel día , los últimos rayos del sol reflejaban tonos naranjas y ocre sobre los cristales de los edificios , en el horizonte la niebla se hacía más espesa y ganaba terreno cabalgando sobre la oscuridad , las personas que se encontraban aún en las calles , apuraban su paso para llegar pronto a sus destinos mientras dedicaban una mirada curiosa a aquel personaje extraño que no parecía preocuparse por la inminente caída de la noche.
El ángel continuo caminando observando aquel lugar donde que la raza de los hombres ahora llamaba hogar , raza que el ángel amaba profundamente , este decidió tomar asiento en una pequeña banca que se orientaba al horizonte . Mientras observaba una lagrima corrió por su mejilla derecha , la culpa lo azotaba cruelmente , pues él podía escuchar los murmullos de aquellas personas que habían muerto , la voz de sus risas, llantos , sueños y esperanzas que se perdieron en la inmensidad del tiempo , quizás si él hubiera venido antes habría podido salvar miles de vidas o inclusive evitar el advenimiento de los portales .
Se culpaba porque mientras miles morían , él se mantenía al otro lado del mundo velando por la protección y seguridad de un solo mortal , al que amó inmensamente ,por el que dejo los cielos después de escucharle pedir ayuda en una oración ,el ángel se inclinó ,se llevó las manos al rostro y comenzó a llorar amargamente ……
Última edición por Thyrum el Dom Feb 03, 2013 2:51 pm, editado 1 vez
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Re: Murmullos en el ocaso
No sabía exactamente porque se encontraba allí, tal vez por un llamado de los que solía oír cuando dormía, como si de un sueño se tratase, pero sabía que el llanto de muchas almas no se podía acallar haciendo oídos sordos. A veces conversaba con ellos, la tristeza entonces se transformaba en la suya propia, inevitable para alguien que podía sentir y percibirlo todo de otra manera.
Para ese instante, el cielo se había oscurecido, los colores del anochecer se habían esfumados y se regañó en no haberlo visto debido a su distracción, estar en ese lugar no era la mejor de las ideas, sabía que si alguien la reconocía no estaría en la mejor de las posiciones luego de escapar aquella fatídica noche cuando el portal se había abierto. La apertura del resto de los portales era otra historia de la que no sabía mucho, pero si intuía que había algún tipo de plan macabro detrás de todo eso, incluso de lo que sucedía ahora.
Pensó en Dios y en su amor por el ser humano, de ninguna manera creía que aquello era un castigo divino como muchos pensaban, los había oído mientras seguía su camino sin llegar muy cerca de la ciudadela. Pensaba que para todo había un plan y seguiría teniendo esperanza incluso cuando todo pareciera perdido.
Observo la ciudadela a lo lejos y se preguntó si sería correcto ir con ellos, con los suyos. Pero luego pensó en el dulce rostro pálido de mejillas sonrojadas y hermosos ojos grises de su hijo. Él le necesitaba más que nadie, pero su madre comenzaba a pasar por un periodo donde sus propios cuestionamientos, nada extraño en ella, la acosaban más que nunca. ¿Quién soy? Su pregunta como siempre no tuvo respuesta, volteo para marcharse tan silenciosa como había llegado cuando escucho un llanto, el sonido no muy distinto a otros lloros, era desgarrador en cierto sentido. Camino directamente y observo a un joven cuya aura a su alrededor, primeramente casi invisible a sus ojos sino hasta que se concentró, brillaba como con luz propia, irradiando paz y seguridad. Sencillamente hermoso.
-Increible…
Invitado- Invitado
Re: Murmullos en el ocaso
Al cabo de unos instantes reacciono y se vio envuelto en aquella oscuridad , si la tarde de aquel día había muerto ya. De pronto su instinto le advirtió de la cercanía de un alma humana , pero no un alma ordinaria . Así que dirigió su mirada a la fuente de aquel poder.
-------Hola niña como estas, no crees que es un poco oscuro para caminar por estos rumbos , especialmente para alguien de tu clase le hablo el ángel a la chica dedicandole una amplia y serena sonrisa
Invitado- Invitado
Re: Murmullos en el ocaso
-Podría decir… que mis pasos me han traído hasta aquí aunque la verdad no sé exactamente porque… – sonrió con suavidad mirándolo fijamente – si pensara en el destino, diría que estoy aquí porque así debía de ser.
Se acercó a él sentándose en el suelo a su lado, él seguía de pie con su sonrisa serena y le trasmitía cierta calidez – yo podría hacerle la misma pregunta, pero mejor comienzo de otra manera. Mi nombre es Lilith… si me permite, es un gusto conocerlo… nunca había estado en presencia de un ángel...
Sonrió ampliamente, su apariencia irradiaba tanta paz que parecía en cualquier momento dejaría de preocuparse por lo que estaba sucediendo, la vida estaba siendo bastante cruel con los humanos en estos momentos, pero su sola presencia le hacía recordar que aún había esperanza, sin embargo el que estuviera allí también le producía inquietud porque sinceramente las cosas estaban poniéndose cada día peor.
Invitado- Invitado
Re: Murmullos en el ocaso
----Un placer Lilith (levantándose y haciendo una profunda reverencia) mi nombre es Thyrum joven mortal , y veo en ti mucho poder hasta apostaría que sabes que no soy humano (sonriendo a la chica) y si bella niña muchas veces nuestros pasos nos llevan sin pensar al lugar en el que verdaderamente debemos estar , no lo crees personalmente pienso que las concidencias no existen -----
El ángel con un gesto le invito a acercarse
Invitado- Invitado
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