Søren

Casi siempre lleva en su mochila lo que podría decirse un botiquín: todos aquellos medicamentos y utensilios necesarios para cualquier emergencia médica, además de algunos anesteciantes y antibióticos de respuesta leve. No va limitado, incluso lleva más productos de la cuenta.

Dos pistolas gemelas, simples y automáticas. Con varios cargadores con balas de plata. Y cuando sale de noche suele ir armado también con una lupara mejorada con otros dos cañones y dando posibilidad a otros dos disparos, por lo que sería cuatro cañones y cuatro disparos. Esta última arma, cual carga con balas rellenas de virutas de plata, tiene un gran potencial, y la mortalidad es notable, pero su recarga es mucho más lenta; aunque Sora la utiliza con cierto manejo casi magistral.

De cuerpo a cuerpo sólo suele llevar una navaja suiza, que suele utilizar más para otro tipo de cosas más que para defenderse.

Un collar bastante largo con un camafeo con forma de sol. Dentro de este se puede encontrar una foto de sus padres y otra de su hermano mellizo.

En su “casa” resguarda un piano, perteneciente antes a su madre, decorado con vegetación y grabados en latín tallados a mano por su padre. Además de su violín.

También, allí tiene una habitación habilitada para intervenciones médicas y una caja fuerte escondida donde guarda reservas y bastantes medicinas que ha ido consiguiendo de vital importancia.

Es muy simple: sobrevivir y ayudar a sobrevivir. Teniendo muy en cuenta el hecho mantener bajo alto secreto sus capacidades y “poderes”. El resto le da igual, sabe perfectamente que al menos él sólo no podría enfrentarse al mundo; y mucho menos aun está preparado para hacerlo.

Lo que define técnicamente a Sora es su inteligencia. Con un cociente intelectual de casi doscientos cuarenta puntos su mente es una de esas grandes privilegiadas de la humanidad. Su compresión teórica y técnica es casi instantánea en todos los casos, incluyendo una gran rapidez de memorización y de conjeturar. Con diez años resolvía problemas matemáticos de tercer año de carrera de ingeniería matemática; o con trece consiguió sacarse el título de enfermería, para años más tarde tener el de medicina. Por lo que sin duda, si algo debes saber de él, es que es endemoniadamente inteligente.

El resto de sí es alguien demasiado maduro para su edad, con una moral y una ética bien pavimentada, pero de forma muy complicada. Su cara te mostrará un chico duro, que sabe buscarse la vida y que por mucho que caiga antes de tocar el suelo ya estará intentando levantarse. Sin embargo, en su interior se esconde un chico sensible, acomplejado consigo mismo e incapaz de entablar relación con facilidad; al igual que con ideas espirituales muy basadas en su propio don y en lo que ha ido aprendiendo de la vida.

Sin saber cómo, siempre tiene un consejo que dar, un consuelo que regalar y un coraje que nadie podrá jamás redimir, junto a unas ganas tremendas de vivir, y de ayudar a vivir.

Su destino estaba marcado incluso antes de nacer. Su padre, un espiritista descendiente de un largo linaje de cazadores, no puedo evitar enamorarse de otra esperitista, reconocida entre la comunidad astral por su gran poder y hospitalidad con los espíritus.

La relación pudo imitar perfectamente a una de las mayores obras del gran Shakespeare, pero en cambio el final, cómo podréis imaginar, se desvió por completo de lo que todos creían y ambos pudieron permanecer juntos.

La vida de estos fue complicada, él sin poder evitar tener que dejar la caza para trabajar, y ella terminando embarazada de mellizos. En general, el nacimiento fue fácil, y el principio de la historia de Sora no tiene ningún gran nudo que merezca la pena contar, así que daremos un leve salto hasta el día en el que su vida se vería totalmente marcada.

A los tres años Søren acabó viéndose analizado por un grupo de psicólogos y psiquiatras en diversas sesiones a lo largo de dos meses, hasta que finalmente estos, pertenecientes al programa de superdotados de Estados Unidos, determinaron las capacidades mentales del niño y decidieron introducirlo en uno de los programas más privilegiados para niños con alto cociente intelectual; el programa GATE. Esto evitaría que sus padres tuvieran que pagarle sus estudios, además de que se desarrollarían y avanzarían con mayor libertad y rapidez; pero separaría a Søren de su hermano, quien, a dicha edad no terminaba de comprender que sucedía. Sin embargo con el lento pasar de los años los celos de este se harían notables, cuales se acrecentaron al descubrirse que Søren había heredado las portentosas habilidades de su madre; aunque él había heredado las de su padre.

En cambio, a los cinco años de ambos, terminarían separados. Ya sabemos que sucedió a inicios del siglo XXI y esto sería determinante en la historia de la humanidad, y en la vida de ambos niños. Su padre inició una apurada huida de Nueva York perdiendo a su mujer en el camino, la cual caería en las manos de los Brotherhood.

Søren terminaría en Nevada, con una hermana de su madre, la cual le enseñaría cómo utilizar y desarrollar sus habilidades cómo espiritista. Mientras su padre y hermano desaparecieron para siempre.

A partir de ahí Sora comenzaría a adquirir cierta fama en la comunidad astral, cómo en cierto momento su madre, debido a su buen trato con los espíritus, la definición de sus visiones y los extensos límites del resto de sus habilidades.

Al cumplir sus quince años era lo que podría reconocerse cómo un titulado en medicina y un médium más que experimentado. Llegaría a practicar su vocación como médico dentro del programa con diferentes simulacros, pero nunca a ejercer en un hospital, ni llegaría a tener la oportunidad.

De alguna forma terminó a los dieciséis en un manicomio, por causas que realmente Søren desconoce, dónde le trataron de esquizofrénico, enterándose poco después de que alguien (o algo) había terminado con la vida de su tía. Sus visiones eran cada vez más frecuentes y confusas, quizás alteradas por los tratamientos, hasta que un día, el de su cumpleaños, huyó del reciento, dirigiéndose a Nueva York.

Conseguiría entrar en el estado de forma clandestina y desde entonces, con un nuevo apellido, sobrevive al infierno en el que se ha convertido lo que una vez fue su casa. Lleva dos años sólo, salvando a quien puede con sus conocimientos y sintiendo cómo sus habilidades astrales se desarrollan cada vez mucho más rápido y con mayor fuerza, sintiéndolas a flor de piel.

Ahora, lo único que puedo deciros para concluir la historia de este joven, es que su única preocupación no debería ser el sobrevivir, sino por qué razón acabaría dónde hoy se encuentra…