Adh R. Mayfair

• Dos Kukris medianos.
• Dos Karambit pequeños.
• Guantes de cuero.
• Cuaderno de papiro con un juego de carboncillos.

Adh sabe que cada minuto que pasa algo terrible sucede a su alrededor, entiende que hay un desequilibrio en un mundo que está siendo consumido por la oscuridad y el caos. Quiere que haya equilibrio, que todo se resuelva… no le importa qué medios usar para lograr “justicia”. Como dice el famoso dicho: “Si quieres paz, prepárate para la guerra.”

Puedes mantenerte estático, tranquilo y paciente pero si te encuentras junto con Adh sentirás al instante su tan extraña e impetuosa existencia. Ella es la fortaleza personificada, desinteresada pero no distante. Soberbia, sí, pero solo cuando se trata de sus habilidades, de sus conocimientos porque no duda lo que sabe hacer, no teme a los obstáculos porque crece con ellos. Poderosa… da puñetazos contra los demás y contra sí misma, un carácter que puede causar enormes beneficios o grandes riesgos; Peligrosa, perspicaz pero por momentos precipitada, pierde el genio fácilmente si le disgusta algo. Dominante y atrevida, detesta la dependencia, por momentos demasiado idealista y exigente.

Adh no es cortés ni pretende serlo, aunque si considera que vales la pena o te respeta te tratará amablemente. No le importa lo que creas o lo que hagas, mucho menos lo que pienses de ella, no la provoques o explotará cuan bomba de tiempo. Detesta comunicarse con los demás, no sabe cómo hacer tal cosa por lo que prefiere estar en soledad. No expresa nada, ni alegría, ni tristeza, ni nada que se le parezca. Vive para cultivar sus conocimientos, para ser mejor. Se aventura en los desafíos, juega a ganar y cuando es necesario, juega a perder. Valora la libertad de movimiento, de pensamiento y de vida.

De golpes se trata la vida, de caídas y heridas, es sincera y te dará un puñetazo con sus palabras de ser necesario.

Dicen que cada familia es un mundo y que cada historia es única, es cierto. Adh nació en Bruselas, en fechas festivas, la celebración de Samhain. Única hija de una marine, de padre ausente al que aún no conoce. Se ha criado dentro de un mundo lleno de disciplina, la han entrenado desde que es una niña y pese a que le hubiese gustado pasar una infancia más tranquila e inofensiva, hoy por hoy sabe que todo lo que su madre le enseñó le ha servido y servirá.

Vivió en Bélgica hasta cumplir los diez y seis años, transfirieron a su madre a un nuevo territorio, ambas cruzaron el océano para radicarse en New York. Poco tiempo después y desarrollando una especial capacidad para las cuestiones numéricas, decidió comenzar sus estudios de Ingeniería Mecánica. No tardo demasiado en convertirse en una estudiante exigente, se había ligado por completo a sus estudios logrando dominar desde el cálculo diferencial hasta las turbomáquinas y el análisis numérico.

Puede que los estudios la hayan distraído por un tiempo determinado de sus verdaderas raíces, pero como un animal que no puede evitar correr a la libertad, Adh no pudo escapar de sus verdaderas raíces. De lo que era… desde su nacimiento su madre sabía que ella sería completamente diferente a cualquier otra niña normal, es por eso que la entrenó como a cualquier otro marine, exigiéndole incluso más, siendo cruel en las penitencias, llevando la disciplina a niveles inimaginables.

No pasó demasiado tiempo hasta que decidiera utilizar sus habilidades, quizás por razones equivocadas aunque por el momento no por cuáles ideales luchar, solo sabe que el mundo necesita equilibrio y que la guerra es inevitable. No sabe quién o qué es su padre pero siente que llegará el momento en el que ambos deban encontrarse.