Extraños visitantes

por Invitado Vie Sep 21, 2012 1:48 pm

Marzo 15
20:00 pm

Cafetería Delicius

Los recuerdos son constantes en su memoria y cada vez que tiene un tiempo a solas las imágenes de su infancia inundan de pesar su corazón. A pesar de todo lo que ha venido sucediendo y visto delante de sus ojos trata de sacarle el buen sentido a las cosas y sobre todo sacar ventaja de las enseñanzas de las que alguna vez heredó de Norah, la gitana que la crió como si de su propia hija se tratara. Durante el lapso del que lleva teniendo una larga estadía en los Estados Unidos de américa, Dafnée nunca le importó estar temporalmente en diversos lugares. A final de cuentas desde pequeña solía viajar mucho por lo que era parte de su vida.

Hace ya algunas semanas Dafnée llevaba trabajando temporalmente de mesera en una cafetería llamada Delicius, un lugar donde los clientes son muy concurrentes a visitar. Delicius funciona hasta altas horas de la noche para lo que Dafnée no le desagradó en lo más mínimo. Se ha ganado la confianza del dueño y de algunos clientes a pesar que desconocen su condición hasta el propio dueño puesto q ella se ha mantenido bajo una figura de una persona ordinaria. El dueño del local no está acostumbrado a a tratar con vampiros ni algo que se le parezca por lo que se valió de mucha astucia para conseguir el trabajo. Sin embargo no ha faltado los días en los que la sed, su lado depredador ha doblegado ante ella, por lo que le ha resultado difícil disimular. Trata mantenerse ocupada en el trabajo a tiempo completo y muy de vez en cuanto le lee las cartas a ciertos clientes fijos en la cafetería. Hasta ahora todos los clientes que han frecuentado el lugar han sido ciudadanos comunes y corrientes que a pesar de lo que ha pasado durante estos largos doce años, parece que algunos humanos prefieren vivir una vida normal como si las riñas entre vampiros y el dominio hacia los humanos no les importara o solo estuvieran esperando algo.

-Dafnée, tenemos clientes en la mesa cinco, deja ya de estar leyendole la vida a la gente, no son más que pura patrañas .- Se quejó ante mí el señor Dompson, mi jefe. La señora Beth pareció no importarle el comentario de mi jefe. torcí la boca en gesto de sentirme avergonzada cuando el señor Tompson ofendía mi oficio.

Me levanté de la mesa tomando todas mis cartas y guardándolas respectivamente en una pequeña cajita de madera.
-Daffi, no te preocupes querida, yo tengo todo el tiempo del mundo .- me sonrió y yo solo asentí con una tímida sonrisa.

En el momento que me levanté de la mesa me dirigí hacia la barra para tomar los pedidos

por Invitado Vie Sep 21, 2012 5:53 pm

La Av. 1501 Broadway alrededor de las 10 de la noche, un joven de tez bronceada de cabellos oscuros recorrería las calles tambaleándose de un lado a otro, de vez en cuando dando ciertos traspiés, recientemente había culminado una misión engorrosa… desagradable hubiese sido un mejor término a aplicar en esas circunstancias. El velo de la noche mostraba su gran esplendor en conjunto con sus fieles y numerosas acompañantes, deseando ser como este estado desearía mostrar una gran majestuosidad como el tiempo nocturno, no conforme con ello; anteriormente el caballero había ingerido un par de botellas de vodka antes de cumplir aquello que deseaba. Quizás y por esa misma razón, estar ebrio fuese una de sus mejores opciones para separarse de aquello que pudiese ser una simple ilusión o engaño, escapar de la realidad para cumplir sus metas y objetivos para un bien mayor, eso quería creer… en vez de permanecer sobrio, amargado, preocupado y molesto con la simple existencia de respirar el mismo aire que las demás entidades salvo las humanas.

Mi irregular caminar se detendría, al posar mis orbes en un anuncio “Delicious”, un nombre tentador retomaría el paso para dirigirme e ingresar en el local, cruzaría el umbral para buscar asiento, el dulce aroma a comida abriría mi apetito, me tambalearía un poco al disponerme a sentarme, empujando sin querer a algunas mesoneras provocando que tirasen algunos platos y tazas, pediría disculpas y tomaría la responsabilidad por la torpeza de mis acciones en mi estado de ebriedad.

Una vez, logró finalmente sentarme haría una seña para atraer a alguien que me pudiese indicar la especialidad de la noche, así como solicitaría algo para beber mientras, un vaso de vodka quizás fuese demasiado excesivo y más con el aroma que debía estar despidiendo, es comprensible, pero la opinión de los demás me resultaría irrelevante especialmente ahora. Simplemente esperaría a que me atendiesen y al tener a alguien del personal cerca haría mi pedido.

-Un vodka o un wisky y ¿qué recomienda para comer está noche, señorita?-

por Invitado Sáb Sep 22, 2012 3:09 am

Estando de pie en la barra tomando los pedidos correspondientes me dirigí a entregarlos a la mesa designada por mi jefe, el cliente era un hombre de avanzada edad del cual no hubo un día en que no dejase de visitar el lugar.

En el momento que me disponía a retirar los platos de la mesa siete, el sonido de algunas tazas golpear contra el suelo captó mi atención. Cuando me giré rápidamente hacia donde provenía el pequeño alboroto, mis ojos visualizaron a un hombre joven con unas vestimentas muy poco común que al parecer venía en estado de embriaguez. Kathy la otra mesera con quien compartía el trabajo, comenzó a recoger los fragmentos de las tazas y platos del suelo, me pareció bastante extraño que no mostrara enojo puesto que ella era un chica bastante grosera cuando quería. Seguramente con el nuevo cliente se limitaba por ciertos puntos. Su debilidad eran los hombres atractivos y el nuevo cliente debió llenar sus expectativas, incluso pareció intercambiar alguna tipo de palabras con el nuevo visitante.

Me dirigí rápidamente hacia la barra para dejar los trastes, me giré de nuevo hacia él quien parecía hacer de la mano para que alguien lo atendiese.

-Encargate de ese cliente, Dafnée - dijo el señor Dompson con un timbre de voz enojada, para luego entrar llevarse lo que le había traído . No esperé ni un segundo más y me acerqué a la mesa. Kathy me hizo una mueca desde la barra.

Ups, creo que dañé su plan

Pensé en esos momentos para mi misma, aunque tal vez no le convenía tratar con extraños y sobre todo ebrios, pero ella nunca le importó. En el momento en que me detuve en la mesa, el hombre habló y yo no desaproveché ningún segundo en hacerle un escaneo rápidamente.

No es un vampiro... pero... por sus atuendos podría ser un... Tranquilízate Daf, serénate está ebrio y seguramente no se dará cuenta... además aun conservas tu lado humano Me tragué mis pensamientos

-De bebidas el vodka se nos ha terminado pero contamos con el Whisky puro de malta ¿si le apetece?- le tendí la cartilla del menú esperando que la lea. Aunque lo más seguro era que esperaba que yo le dijera los platos. -Eso depende de que desee pedir. como puede ver en el menú tenemos muchos aperitivos que la casa ofrece desde, postres, bocadillos , pero si está buscando algo más fuerte.- no dejé de mirarlo a los ojos en ningún momento puesto que para dar un buen servicio debía ser siempre atenta con los clientes.

-Tenemos el
*Arroz hervido con legumbres y pescado fresco
*Entrecot de ternera a la plancha con patatas y verduras
*Ensalada
*Espaguetis a la Carbonara o con salsa de tomate

Esperé pacientemente que el extraño visitante hiciera completo su pedido, por lo que empezaba a sentirme bastante nerviosa. Nadie en este lugar sabía que era realmente y es que con mi astucia podía ganarme a la gente como sea.

Solo espero que no cree problemas pensé para mi misma.

por Invitado Lun Sep 24, 2012 12:23 pm

Casi podría cronometrar el tiempo desde el momento en que alcé mi diestra para esperar por alguien que pudiese ofrecerme algo de la carta o siquiera mencionase la especialidad de la noche, trece minutos aguarde impaciente hasta que finalmente una de las jóvenes fue capaz de dignarse a tomar mi pedido. Al entregarme la carta, extendería mi diestra para posar el menú sobre la mesa y leerlo a duras penas con mi siniestra, mientras apoyaría el codo de mi brazo diestro para recargar la cabeza sobre la palma para escuchar los platillos nocturnos.

Suspiré pesadamente y con una mirada decepcionante casi trágica tras oír a la joven mencionar que poseían “Wisky puro de malta”, las especialidades de la cafetería se trataban más de platos fuertes que comidas ligeras como suelen ser ocasionalmente en la mayoría de los locales de alimentación, extrañado preguntaría por comidas ligeras, aunque las esperanzas de una respuesta fuese positiva o negativa se encontraba pareja…

-Todo lo que mencionas sería excelente para almorzar, pero quisiera algo ligero como cena y algo con suficiente alcohol para acompañarlo ¿tendrán algo así?-

Tomaría la carta para entregársela en manos nuevamente mientras los dedos de mi mano diestra, más específicamente mi pulgar e índice presionarían mis párpados para que mis orbes pudiesen reposar un poco después de un agitado y complicado día. Pero era realmente extraño, cada vez que estoy en una misión de caza, un sentimiento recorre siempre mi cuerpo, y en aquel mismo instante seguía. Nunca antes había fallado, siempre atinaba cuando sabía que había algún problema o quizá uno de esos bastardos estaba cerca. Quizás hubiese sido mejor haber pedido un café en vez de ron o wisky, no obstante, eso no me caracterizaba y mucho menos sería acorde con mi personalidad. Sin embargo, si mi sexto sentido estaba en lo correcto yo me encontraba en desventaja pues mi cuerpo no estaba reaccionando en su máximo. Esto sería una de las razones por la cual quería dejar de beber, pero como siempre, se rendía a los pies de su más preciado vicio.

Movería el rostro con lentitud hacia los lados, viendo cada redonda del lugar, notando a cada persona presente “-Rayos, esto se pondrá realmente mal si soy atacado ahora mismo.-“pensó para sí mismo, levantándose de la mesa rápidamente, en donde su cuerpo le hizo casi caer al suelo, por lo que tuvo que sostenerse de la mesa.

por Invitado Lun Sep 24, 2012 2:17 pm

En el momento que estuve a punto de leerle los platillos ligeros después de rodar los ojos ante su respuesta. El hombre se tambaleó sobre la mesa llamando la atención de algunos clientes quienes comenzaron a murmurar. Me dió la impresión de que parecía bastante intranquilo y tenso en el lugar como si temiese que alguien lo esté siguiendo o algo más que ello. Tragué saliva y dudé unos segundos antes de ofrecerme a ayudar a levantarlo.

-Señor, me parece que en su estado no debería pedir más licor, puedo darme cuanta que está un poco ebrio , asi que le recomendaría tomarse un café bien cargado. Eso le ayudará un poco a reponerse, no es bueno andar solo a estas horas de la noche. Hoy en día se presencias muchas cosas.- dije rápidamente en un susuro mirando a todos lados con el fin de comprobar que ningún cliente se sienta afectado o temiendo de que el nuevo cliente sea uno de ellos. Lo tomé de los hombros para ayudarlo a reincorporar en su asiento, haciendo todo lo posible para que la fuerza sobre humano que por mis genes vampiricos sobresaliera ante el hombre frente a mí.

El señor Dompson quien me observaba con el ceño fruncido de lejos pareció un tanto disgustado.

Seguí impulsándolo para que se sentara, esperando que su reacción no fuera nada desagradable por mi atrevimiento a tocarlo.

por Invitado Mar Sep 25, 2012 12:36 pm

Ojos tórridos los que vio puestos sobre sí mismo, tragando saliva como nunca antes había hecho. Su mirada azabache divagaba entre cada persona presente; con cierta tensión observo cada lugar, sitio de la cafetería donde estuviera una persona. Es entonces que sintió sobre los hombres dos delicadas manos femeninas. El corazón pareció chocar con su pecho, acelerándose cual auto de carrera, esperando que solo su sentido estuviera por primera vez equivocado. Un silencio profundo recayó en sus labios, levantando con lentitud el rostro.

Eran unos ojos encantadores los que había fijado a su frente, atrapaban con tan solo una simple mirada. –¿ Entonces eras tú?- inquirió, levantándose con rapidez del suelo, agudizando sus sentidos, efectuando un rápido rechazo, mientras con las manos abría su gabardina y dejaba notar sobre sus costados dos pistoleras –Hoy no es tu día de suerte vampira – musito, sacando ambas pistolas. Una era la PB, la cual se lleva muy bien con el silencio. Sin embargo, la segunda era la famosa APB-44 Stechkin. Diseñada con el objetivo de no crear ruido y dar tres veces de poder de impacto más que la PB común.

Apuntaría con rapidez hacia la chica, en busca de un perfecto atinar, Pero algo fallo. Su cabeza comenzó a dar vueltas, ya no tenia en la mira nada, por lo que cayó arrodillado, y bajo la mirada como si estuviese desmayado –no puedo mover mi cuerpo . Si vas acabar conmigo es tu oportunidad niña.-

por Invitado Miér Sep 26, 2012 2:04 pm

Mis ojos se abrieron espectantes ante ls palabras del cazador, mi corazón galopaba desenfrenado sobre mi pecho, bueno el que aún conservaba en mi parte humana y rápidamente los clientes se levantaban asombrados de sus mesas.

comentí un grave error en tocarlo, debo hacer algo, debo hacerlo o esto terminará por quitarme lo poco humano que he logrado conseguir en esta localidad.

pensé para mi misma cuando el hombre no logró dispararme, era como si la suerte estuviese de mi lado.. no más bien... el alma gitana de Norah apareció en esos momentos para protegerme... debía tranquiulizar al hombre frente a mi, debía hacerle entender que yo, no era como ellos, como los vampiros a los que el acostumbra a cazar, debía conseguir convencerlo. Sus ojos se fijaron sobre los miós exigiendome que yo eligiera su destino, llamando cada vez más la atención de las personas. Tenía miedo, mucho miedo y de pronto por mi cabeza se instalaron pensamientos malvados, tal vez si el no coperaba tendria que matarlo... pero no... yo no soy asi... si lo hice con mi padre era por que se lo merecía . Mas este hombre frente a mí, este joven solo intentaba proteger a los pocos humanos que quedan indefensos ante el peligro. Pero debe saber que yo no soy como esos vampiros... aun soy humana y trataba de llevar una vida normal, aunque mi condición muchas veces me recordara lo contrario.

-¿Qué ocurre Dafnée?.- se venía aproximando el señor Dompson un tanto confundido ante la situación. No debía permitir que ellos dudaran de mi posición... el es un hombre ebrio y seguramente no le creerían. No le creerían.

Dios... Norah... me dije mentalmente y antes de actuar tomé una inspiración profunda.

-Y-yo me encargo señor, Dompson.- leextendí mi mano deteniendolo para que no se acercara. El señor Dompson pareció entender. Entonces me arrodillé de un pie frente al hombre quien me miraba. El señor Dompson habló con los clientes de la cafetería que parecían alarmados.

-Escuchame.- le miré fijamente a sus ojos tratando de sostenerle la mirada. -No soy realmente lo que crees.- tomé su mano y la guié hacia mi cuello, en la parte en la que aún se sentía el latir de mi corazón- Por favor, solo estás alarmando a los clientes, si quieres que te aclare el motivo de mi estadía aqui, por favor, afuera y sin público estaría mejor.- no dejé de mirarlo fijamente esperando que aceptara. traté de hablar lo más bajo posible y simular ante los demás que estaba convenciendo al hombre para que se calmara .

por Invitado Vie Oct 05, 2012 11:21 am

“- Maldita sea. -“Pensó el ruso cabizbajo, sabiendo que quizá su final estaba cerca. Pero lo único certero en este mundo, era la borrachera que tenia y que siempre estaría vigente aunque estuviera sobrio. Sin embargo no solo era aquello, sino que su mismo aliado “El ron”, le jugó una mala pasada. Esa era una de las razones por la cual debía dejar de tomar tanto alcohol “–maldito traidor.-“maldecía con rabia a su más preciado vicio, cerrando los ojos con fuerza esperando que la joven chica diese el golpe final.

-no estaré aquí todo el día, si me vas a matar hazlo.- espetaría, escuchando luego las conversaciones que esta tenía con un sujeto. Aquello había hecho que una sonrisa surcara el labio inferior del ruso y se extendiera hasta sus orejas. Quizá no sería su final, pero lo que si sabía era que tenía un ángel ruso cuidando de él, desde algún lugar. Eso daba paso a recuperarse un poco para poder acabar con todo ese asunto.

Es entonces que sentiría la silueta de la Vampira. Sus manos se posaron sobre la desgastada gabardina, sobre los hombros del cazador. Eso le desagrado, su corazón palpitaba con rapidez, sabía que debía esperar todo de alguien de su calaña. Pero aunque sus palabras expresaban confianza y un poco de verdad, no podía confiar en alguien como ella. Entendía la situación perfectamente, esas personas estaban asustadas pero no por ella, sino por cómo había actuado el cazador.-bien, iremos a resolver este asunto fuera de este lugar.- musito, intentando levantarse del suelo para ponerse tan recto como una varilla y no demostrar debilidad.

por Invitado Miér Oct 10, 2012 8:22 am

Cuando el caballero delante de mí aceptó casi a regañadientes mi petición agradecí internamente que no fuera terco.

- Descuida .- le aseguré en un susurro. Para ser un cazador no era tan incomprensible como hace un tiempo atrás había tenido la mala suerte de ser agredida por uno que no escuchó mis intenciones.

Me separé de él con la intención de no volver a tocarle puesto que parecía desagradarle mi tacto; lo cual era lógico. Los cazadores por naturaleza detestaban a los vampiros.

Suspiré pesadamente mientras le encaminaba hacia la salida, mis ojos oscilaron lejos , comprobando que el señor Dompson y los demás clientes del la cafetería no dejaron de mirar hacia nosotros, tan pronto como llegábamos a la puerta las murmuraciones no se hicieron esperar. Kathy caminó pasando por mi lado con una sonrisa burlona para luego dirigirse a las demás mesas de los clientes. El ambiente turbio en la cafetería empezaba a tornarse tranquilo pero no dejaron en ningún momento de mirar al sujeto de gabardina que iba delante.
Antes de cruzar la salida giré mi rostro hacia donde estaba el señor Dpmson; para hacerle entender que no tenía de que preocuparse.

Cuando las puertas de cristal se cerraron y el frió de la calle golpeo con fuerza me estremecí. Pero no me detuve, al contrario traté de avanzar una cuadra alejada de la cafetería esperando que el hiciera lo mismo.

- Debe realmente estar ebrio como para sacar un arma de semejante calibre delante de todos sin importarle que puedo haber lastimado a alguien más que a mi persona .- Mascullé para luego voltearme hacia él. - Pero crea usted, que si fuera como los sujetos que acostumbra a cazar, no estaría en esa cafetería tonteando con los humanos que pueden ser mi comida en estos momentos. - dije aclarando mis ideas pensando una manera determinada de hacerle ver que no era peligrosa y que respetara la poca humanidad que había conseguido de esas personas. Tal vez estaba exponiéndome a que me matara, pero algo me decía en su mirada que el no lo haría. Debía darse cuenta que yo era diferente. ─Ahora por favor, váyase de aquí, no regrese a menos que esté en sus cincos sentidos, le aseguro que no voy a matar a nadie, soy tan inofensiva como cualquier humano, si algún día quiere darme cacería aun a pesar de lo que le estoy diciendo, no dude que le estaré esperando.─ Me marché sin más hacia la cafetería dejando al ebrio que medite

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