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Tras el festival |
Fue un mes de locura, el que transcurrió luego del Festival de Invierno, luego de los cepelios de las víctimas, el poder quedó en las manos del Gobernador, Everett Goodweatherm tendría el control total sobre la ciudad, pero Azuka había logrado parte de su objetivo: Los rumores de que el gobierno de Washington ya no estaba tan convencido de compartir el poder con los vampiros; la situación se estaba saliendo de manos, y los cainitas y garras rojas parecían estar ganando la partida. Pero ninguno de los artífices de la destrucción, pensaron que los berkeser se volverían un problema para todos, porque los vampiros que no fueron asesinado por ellos, se transformaron en berkeser, que se han transformado en una manada que deambula por las alcantarillas atacando a quien se les enfrente o quien esté en su menú del día. Humanos y Vampiros ya no tenían una alianza tan sólida como antes, y las desconfianzas estaban surgiendo. Mientras que en medio quedaban los licanos, o por lo menos, parte de ellos, Fenrir y Fianna, pero quien padeció la peor parte fueron los Fenrir que en el atentado perdieron a su líder, del que jamás encontraron el cuerpo. Quedaría en manos del nuevo líder de los Fenrir y de Gissiel Earhart, determinar el destino de su clan y tradiciones, pero entre los licanos, se sabía la atrocidad cometida por las Garras Rojas, comandados por Arthur Redclaw, que se habían vuelto muy fuertes. Por su parte, los rebeldes, el pequeño grupo de disidentes ya no parecían estar tan solos en su lucha, el gobierno de Washington los contactaría extra oficialmente para conseguir sus fines: controlar la ciudad, de una o de otra manera. Etienne LeBlanc, tendría que decidir.. |
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Cazando en el Central Park
Cazando en el Central Park
Octubre 11
11:30 PM
Parque Central
El viento se deslizaba con fuerza en las alturas de los colosos y arquitectónicos iconos simbólicos que Representaba el distrito metropolitano de Manhattan, en la ciudad de nueva york; donde el remanso de paz Argentaba con un platinado fuerte y hermoso las calles y los suburbios aledaños en Central Park. Un sosiego silencio capaz de enmarcar la belleza digna de un glorioso paisaje, acompañado esto por el gentil murmullo de Parsimoniosas aguas.
Un poco mas allá, atravesando los lechos de arboles, se encontraba el lago central, en donde la figura de un Joven, De piel naturalmente bronceada y cabellos castaños se divisaba. Sus ojos yacían velados, bajo el peso de Sus parpados, que seducido por el reflejo de la luna en el estanque, guardaba el más profundo silencio dentro de Un estado ascético y somnoliento. Su posición normalmente era recta como una varilla: El famoso estilo militar. Posición con que muchas veces se podía distinguir un cazador de un humano. Los latidos de su corazón se hacían lentos, armonizándose con la brisa.
Pero la pasividad del lugar perduraría. Hace varios días atrás Tala "Alias el Ruso" había recibido en manos de un hombre curioso, una extraña carta, en donde decía que buscase cazar a un Vampiro que había hecho su territorio en una área tan común como lo era el "Parque central". La paga le había sido entregada al mismo instante de haber recibido el sobre anónimo. Sin embargo, aunque ya eran las 11:30 PM, no podía irse sin atrapar al bastardo "mosquito subdesarrollado" que se alimentaba de personas inocentes. Realmente le era incomodo tener que aparecerse al día siguiente, por lo que se esperaría hasta las 12:00.
–Hmph.- Sus ojos se abrieron. Hermosos ojos negros perfectamente camuflados con la oscuridad y con un resplandor mítico; nacido desde la luz de la luna. Se puso en marcha, aún sintonizado con la quietud inmortal que había aprendido tras su largo entrenamiento. Su cuerpo estaba cubierto de una larga gabardina, negra como la noche, cual arrastraba más allá de sus pies, barriendo el piso, denotando su torso, de espalda ancha y cintura estrecha, iba caminando con cautela por las calles del parque, asegurándose que la bestia sanguinaria no estaba por los alrededores.
Última edición por Tala Kolv el Lun Sep 24, 2012 9:35 am, editado 2 veces
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Re: Cazando en el Central Park
Esta noche no era muy diferente de las otras, aunque la Luna fría iluminaba débilmente y algunas luciérnagas flotaban alrededor como motas de luz transformándose todo en una visión hermosa, el agua le ofrecía la tranquilidad apacible que ella necesitaba para relajarse y pensar. Miro el reloj luminoso de su teléfono móvil y se dio cuenta que a pesar de lo tarde que era no tenía ganas de llegar a su departamento. Se acercó al lago, traspasando la barrera y bajando una leve inclinación del terreno para sentarse en su orilla, se había quitado los audífonos, pero la música aun se reproducía y la melodía llegaba a sus oídos como un murmullo. Aquel momento, era el indicado para dejarse llevar por sus pensamientos, aunque no quisiera, porque acompañados de la música suave y la voz de la cantante podía traspasar cierto nivel de conciencia. Cerró los ojos repitiendo las palabras una detrás de las otras, cantando en voz alta porque después de todo no había nadie que pudiera escucharla allí.
Percibía su propia voz elevándose como un espiral. Siempre le había gustado cantar y en el instituto tenía una clase de música y canto, donde había aprendido a hacerlo de forma aceptable y donde además, tocaba el piano que era su gran pasión. Comenzó a mover sus dedos como si estuviera frente al piano, dirigiendo sus sentidos a descifrar que notas componían la canción que escuchaba y las reproducía luego con sus dedos tocando las teclas en el viento mientras cantaba. Amaba la música y también la inspiración, pero no se sentía cómoda con la razón por la que no podía dejar de escuchar esa canción, su titulo “Pensando en ti” reflejaba lo que estaba sucediendo y debía desterrarlo de su pensamiento antes de que fuera demasiado tarde.
Cuando abrió los ojos nuevamente la Luz de Luna reflejada en el agua la hacía parecer hecha de plata, suspiró y se pregunto cuantas maravillas habría en el mundo que deseaba descubrir, ver con sus propios ojos y que aun desconocía del todo.
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Re: Cazando en el Central Park
En minutos esta recorriendo las calles en su moto rumbo a la vivienda de la joven, llegando al edificio pregunta en al recepción por ella y le dicen que no a llegado, el hombre quiere entablar charla sobre quien es y hablar algunas cosas de ella pero no deja hablando solo al momento que se da vuelta a acomodar unos sobres de cartas de las correspondencias. Pronto se ve de nuevo en el camino pensando en donde estaría la pequeña, pero de la nada recuerda algo de su personalidad y por la cercanía al parque imagina puede estar por ahí, así que sin demora entra al parque y viendo el mapa busca las posibles ubicaciones de la chica, memoriza bien el mapa y se introduce entre las arboledas del lugar que a esa hora estas prácticamente solo excepto por los puntos de aglomeración.
Sigiloso y rápido se mueve de rama en rama deteniéndose en claros donde es posible pueda estar, pero no tiene suerte, sobre todo donde hay mucha gente y que en cierto modo sabe no esta, no cree que ella tenga comunalmente ánimos de pasar entre tantos humanos cuando se ha pasado gran parte de su vida junto a vampiros, así continua buscando y procurando no ser visto, llega hasta un al lago donde una silueta algo conocida le dice que ha encontrado a la pequeña y que ya se puede decir la conoce bastante bien, caminado tranquilo se mueve un poco lento aunque confiado a cada paso, sobre todo porque entre mas cerca mas nota su aroma convenciéndolo que es ella - Lilith - le llama para no asustarla, aunque imagina que ella ya lo ha sentido, termina de llegar y se sienta a su lado viendo el reflejo de la luna en el agua - deberías estar en casa descansado, ¿qué haces aquí sola?
Invitado- Invitado
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