Tu visión de lo que sucede
Soy una hija de Caín, los vampiros debemos dominar a la raza débil. Somos la cúspide de la cadena alimenticia, la perfección hecha carne y los humanos deben cubrir ciertas necesidades, ya sea terminando con la muerte o no. Esos malditos hijos de mala madre, egoístas y destructores van a probar un tanto de su propia medicina... Se arrepentirán de todo el daño que han hecho, y lo pagaran con creces. Los vampiros ocuparemos el lugar que nos corresponde y la sangre correrá si es necesario. Los hijos de la luna son unos malditos sacos de pulgas, que no saben ni donde tiene la cara. Faltos de inteligencia o cualquier buena capacidad de razonar, son animales y deben ocupar su lugar en este mundo. En el suelo a nuestra derecha, como mascotas.
Descripción Física
Saorise mide 1,75 y pesa 57 kg. Su cuerpo fibroso es de curvas proporcionadas y busto dominante y firme. Su piel es muy pálida por naturaleza, sus ojos son azules y de pestañas espesas pero de color claro. Rostro ovalado, labios carnosos, ojos grandes. Pelirroja, de cabello ondulado hasta la cintura. Siempre suele llevarlo suelo. Viste de manera comoda pero elegante, con colores de toda la gama, pero tiene preferencia por colores oscuros. Tiene 203 años, mas aparenta estar en la veintena.
Descripcion Psicologica
Saorise esta llena de rencor por los humanos. Es una vampira de la vieja escuela. Despues de todos los sucesos que han pasado ante los ojos de Saoirse, esta es una criatura oscura y digna de temer. La parte retorcida que en ella vive le hace ser un ser malvado y frio, como un tempano de hielo. Atrae a los humanos con sus dotes, para después torturarlos y experimentar con ellos de las maneras mas despiadadas que jamás un ser racional halla podido imaginar. Pero lo malo no quita lo demás. Sus brotes de violencia surgen tras temporadas largas en las que se exilia a la soledad y el abandono espiritual que le produce la melancolía. Su condición de vampiro la mina por dentro y la hace sentir como un monstruo que esta condenado al mas ardiente de los infiernos. Cuando cede a la melancolía y la inunda su parte mas humana, el amor por esta raza la hace sumergirse entre los humanos para llenarlos del único amor que una “mujer” como ella es capaz de ofrecer, un amor enfermizo, obsesivo y oscuro, que condena al humano o humana a una, por lo general, certera muerte. A la vez es un amor pasional, erótico y elevado, que la hace transportar al sujeto a una dimensión donde solo el placer y el deseo son los dueños del lugar. Aun asi es una vampira, esta orgullosa de lo que es y no duda en expresarlo mediante la imposición de su clan, los Hijos de Caín... Los humanos ya han hecho demasiado daño.
Biografía
Saorise era la hija mediana de una familia humilde en Uladh, Irlanda. Sobrevivían como buenamente podían pues el acoso y el nuevo gobierno formado por el acta de unión. Esta no permitía que el gobierno intercediera a favor de los pueblerinos que como los Mac Cárthaigh, que iban adelgazando hasta tal punto que era imposible ocultar que estaban muriendo de inanición. Eran tiempos demasiado difíciles, la opresión de los irlandeses, el hambre en cada casa, la muerte de los pequeños… El gobierno estaba vendido, irlandeses que se vendían por títulos nobiliarios británicos y sin embargo el pueblo moría. Siobah, madre de Saorise, comenzó a prostituirse a espaldas de la familia, era demasiado el dolor que soportaba viendo morir a sus tres pequeñas, que cada día tenían los huesos mas marcados.
Así comenzaron a engordar todos los Mac Cárthaigh, las niñas recuperaban el brillo del cabello y el rubor en las mejillas, comenzaban a ser sanas de nuevo y su madre cada día sentía que perdía mas la vitalidad al ritmo que abandonaba su orgullo. Demacrada y a veces con señales de golpes regresaba a casa cada noche sin decir una palabra. Seammus, no podía ver a su esposa así… Ella era el ser que, después de sus hijas, mas amaba. No podía permitir que su mujer se ausentara de esa manera y no se explicaba de donde salía el dinero que pagaba la comida. Así la siguió una de las veces que la matriarca abandonó la casa familiar y cuál fue su sorpresa de hallar a su mujer vendiendo su cuerpo, el cuerpo que el besaba y acariciaba en las noches de intimidad. La locura se apodero de él y con un arranque de violencia demoledora se abalanzó sobre su mujer y el cliente al que estaba engatusando para ofrecerle sus servicios. La mató sin piedad, con ensañamiento y a él… bueno a él no había Dios que lo reconociese.
Con lo que Seammus no contaba era con que Saorise, cansada de las quejas y refunfuños del esposo de su hermana mayor, había salido a la calle tras él y había contemplado la sangrienta escena. Al ver a su hija Seammus tiró el cuchillo con el que había arrebatado la vida de su esposa y aquel desgraciado. No podía decir nada, ahora que había recuperado la cordura… Su mundo se había desmoronado.
—¿Qué… que has hecho? –fue lo único que la joven pudo decir antes de caer al suelo entre lagrimas
Seammus no podía dejar aquello así, el dolor lo consumía. La frialdad cubrió con hielo el amor paternal y tomando nuevamente el cuchillo se aproximo a su hija que se deshacía en lágrimas en el suelo. Cuando ella alzo la cabeza y retrocedió fue demasiado tarde corto el cuello de Saorise que cayó al suelo desangrándose. La muerte teñía aquel callejón y el cadáver de aquel cliente, aquel desgraciado… Se alzó. No era humano, las heridas habían desaparecido y sus ojos oscuros estaban enfocados en Seammus como un demonio, los colmillos que de su boca asomaban eran relucientes y afilados… Cayó sobre el asesino tomando de él hasta el último aliento. En el suelo, la joven Saorise moría. Abrazaba ya la dulce oscuridad, y daba gracias a Dios, por acogerla en su seno y librarla del sufrimiento que se desataría en su casa cuando toda aquella desgracia se conociera.
Pero la vida no le aguardaba aquel final, nunca le dijo porque, pero aquel hombre, demonio, criatura del mal, aquel vampiro tomo a Saorise con delicadeza y le hizo beber la sangre de una herida que él mismo se había infringido. Aquel acto en el que el tomo la sangre de la pelirroja y ella tomo la sangre de él hizo que Saorise renaciera, y que desde entonces nunca más fuera la misma.
Juntó a él, Saorise, volvió con su familia, tras un tiempo prudencial. Su hermana mayor había abandonado el hogar obligada por su esposo y junto al fuego, casi extinguido, de la chimenea se encontraba su pequeña hermana medio muerta de hambre y frio. La ira la consumió durante mucho tiempo, en el que fue un ser destructor y demasiado agresivo como para acercarse a su hermana, pero su progenitor vampirico protegió a la pequeña en lo que duraba el transito hacia la normalidad que Saorise estaba experimentando. Cuando por fin consiguió domar a la bestia maldita que amenazaba con dominarla permanentemente pudo poner agua de por medio, y así fue como Saorise, su maestro y la pequeña Eileen viajaron al “nuevo mundo”. Quizas Eileen se percató en algún momento, que su hermana y al que debía llamar “maestro” eran vampiros, o quizás simplemente pensó que padecían alguna enfermedad. Pero durante el tiempo en el que Eileen viajo con ambos vampiros nunca dijo nada sobre el comportamiento antinatural y extraño que tenían. 10 años después de comenzar a recorrer los Estados Unidos, Eileen cayó enferma, ahora era una joven mujer cuyo cuerpo era demasiado débil como para combatir la tuberculosis.
Ya no le quedaba nada… sus allegados estaban todos muertos… Estaba en America, y su maestro la había abandonado hacía 7 años. La soledad fue una etapa difícil de superar, los recuerdos y la tristeza era una droga que la embriagaba y hacía florecer más fuerte que nunca el monstruo que llevaba dentro. Los años se iban sucediendo y encontró en aquel continente todo lo que necesitaba, sangre joven e incauta de la que alimentarse y cuerpos vigorosos con los que hacer el amor hasta dejarlos tan exhaustos que solo la muerte les daba el descanso necesario. Volver al viejo mundo era asumir que no le quedaba nada, era asumir que necesitaba buscar algún rastro de su ideintidad, y no estaba preparada para eso. Decadas y décadas, con guerras, tratados y desvaríos por parte de los humanos… Los monstruos como ella debían estar inmersos en las sombras.
Pero algo cambio allá por el año 1957. Un jovencito de ascendencia latina, no debía tener más de 19 años, andaba por las calles de Brooklyn, Nueva York. Era demasiado tarde para que un muchacho decente siguiera callejeando y Saorise estaba demasiado hambrienta para ignorar un bocado joven y suculento como aquel, sin pensarlos dos veces se avalanzó sobre él cuando mas próximo estaba a las sombras. El joven intento forcejear y se la quedo mirando muy fijamente desistiendo de su intento de huir. Parecía que al verla no tenia miedo ya. Unos increíbles y profundos ojos azules, poco comunes entre personas de su ascendencia la miraron como el que veía algo hermoso. Eso desestabilizo a la bestia que llevaba dentro.
—Hola… –dijo el muchacho mirándola a los ojos fijamente antes de que Saorise lo mordiera sin piedad desangrándolo poco a poco hasta dejarlo seco.
Un aliento de vida, solo un hilo. Un último latido en el corazón del muchacho. Sin saber porqué a la vampira le dolió matar a aquella criatura. Una herida en su propio brazo dejaría caer en los labios del muchacho la sangre de la vida y en poco segundos el moribundo estaba bebiendo con avidez. Así crearía a su primer vástago. Michael Mendoza, nacido y fallecido en Brooklyn de padres mexicanos, y renacido como compañero de Saorise. Él era lo que ella tanto necesitaba, estabilidad, amor y compañía. Era el ser que le devolvía poco a poco un tanto de su humanidad.
Gracias a Michael, Saorise, comenzó a utilizar la integración al mundo de los humanos como medio de supervivencia, gracias a Michael muchos de los humanos de los que ella se alimentó no fueron completamente drenados y pudieron sobrevivir. Junto a él, ella encontraba el equilibrio. Pero llego el cambio de milenio, el fatídico 31 de diciembre de 1999.
Los humanos en Time Square estaban locos ante el recibimiento del nuevo año y milenio. Todo el mundo sobrenatural estaba inquieto y no era para menos… Aquel día cuando mucho de los vampiros antiguos encontraron la verdadera muerte, Saorise se salvó gracias al sacrificio de su querido Michael. Este le hizo enterrarse, asegurándole de que él estaría a su lado. Pero esa noche en la que tantos vampiros antiguos murieron Michael consiguió librar a Saorise de aquellos asesinos, poniéndole así fin a su vida
Tres días y dos noches tardo la irlandesa en darse cuenta de que nuevamente estaría sola en la eternidad y de que Michael se había ido para siempre. Desde entonces estuvo años malviviendo en la guerra que se genero desde que se descubriera la existencia de los vampiros. Pero ella no era una vampira cualquiera, llevaba viva dos siglos y Nueva York esra parte de su territorio desde hacía décadas. Con su influencia y su ira ella misma puso fin a la “no-vida” de muchos hijos de Caín. Desde entonces lleva doce años sumergida en una marea de confusión, provocado por el dolor de la perdida de Michael. Permanece oculta, como medianamente puede. No respeta ningún tratado, ni con licanos ni con humanos, vive como quiere y sin rendirle cuentas a nadie, ni al príncipe ni a los hijos de Caín, a nadie.
Habilidades
Saorise tiene un don natural para la caza y el disparo con cualquier tipo de arma, su puntería es asombrosa. Por su condición su velocidad, fuerza y agilidad es mucho mayor que la de un humano. Su control sobre las sombras es excepcional y lo usa mayoritariamente para esconderse y ocultarse, gracias a este control es una gran espía. El control que tiene sobre los humanos con su carisma es tan bueno como el de cualquier vampiro de 200 años