Némesis por siempre

Durante la gran obra maestra llevada a cabo durante el Winter Festival, la vampiresa se había percatado que los otros seis bersekers en el lugar habían sido traídos por licántropos, su aroma estaba impregnado en las bestias levemente, pero con mucha más fuerza sobre el camión que lo había transportado hasta allí… claro que en ese momento no supo a ciencia cierta si fue obra de algún grupo de independientes, o de miembros de alguno de los clanes… así que una investigación se llevó a cabo, dando con que los garras rojas habían sido los que colaboraron en su cometido.

Tenía sumamente presente que el odio de los garras rojas hacia los vampiros en general era sumamente fuerte, no obstante, tenían algunos objetivos en común… así que “para tiempos desesperados, medidas desesperadas”… quizá la desesperación no los alcanzaba, pero el principio era básicamente el mismo… el enemigo de mi enemigo es mi amigo…. Uno de los subordinados que había mandado a investigar al respecto trajo hasta ella un mensaje, que ciertamente no le pareció mal del todo… una reunión con el líder de los garras rojas…

Claro estaba, que aquella reunión podría no ser más que una trampa, y pensó en un principio en enviar a Russell en su lugar, después de todo, el rumor que había hecho correr era que aquel vampiro de tres mil años era el líder actual de los hijos de Caín; ya que esto sin lugar a dudas, tendría bastante lógica y todos se lo creerían sin puestas a mayores dubitativas… pero, ante la posibilidad de aumentar la fuerza al unirse con aquellos que actualmente eran sus enemigos, para conseguir fines mayores, no podía permitirse que el milenario vampiro arruinase una interesante oportunidad…

No obstante, no iría hasta allá sin antes asegurarse de que no se trataba de una trampa, por lo que un par de horas antes de que hora de la reunión llegase, varios de sus hombres (los que poseían habilidades sensoriales más altas) llegaron hasta el parque donde se había concertado la cita, resguardando el perímetro de posibles licántropos, o algún tipo de peligro para su líder; pero asegurándose ellos de no ser detectados también… utilizando un tipo de perfume desarrollado por los de su especie para que su esencia y aroma no fuese reconocido, pasando ante cualquiera como un simple humano… utilizado generalmente en misiones de infiltración, y claro que aplicaba a la perfección para éste caso.

Una media hora antes de que la hora de la cita llegase los enviados a verificar la seguridad de la cita la contactaron, asegurándole que era seguro asistir, pero que ante cualquier cambio sería inmediatamente informada para que se alejase de aquel lugar…. La vampiresa por su parte se encontraba arreglada para la reunión… un bello vestido negro de corsé con encaje rojo obscuro adornándole era lo que llevaba puesto… su cabello lacio iba suelto, dejando algunas hondas en las puntas, cubierta toda por un elegante abrigo largo con capucha de color negro.

Antes de salir se colocó un perfume especial, distinto al que sus subordinados llevaban puesto… era uno que dejaba su aroma y esencia reconocida como vampírica, no obstante, era una muy distinta a la propia realmente… así quien la esperaba sería capaz de reconocerla como vampiresa, pero no tendría como memorizar su aroma o esencia… imposibilitando que la reconociese nuevamente en otro sitio… se puso un par de guantes de cuero negro y una máscara de color negro también, que solamente dejaba ver sus orbes azuladas.



Finalmente llegó hasta aquella feria, observando la gran cantidad de personas en el lugar, en definitiva un sitio idóneo para evitar una batalla ante su encuentro… habían luces de colores por doquier, pero solamente se sentían presencias humanas, a excepción claro, de la del ser que la esperaba, a quien encontró sobre una banca, llevaba también una máscara puesta, al parecer la desconfianza era mutua, pero a decir verdad no la sorprendió en absoluto aquello.

-Buenas lunas…

Le dijo como saludo con su voz usual, fría y gutural pero sin dejar de ser femenina y seductora… observando fijamente cada detalle de él… aquel encuentro no era demasiado de su agrado, no obstante, resultaba muy conveniente para sus planes.

El hombre, al parecer había recurrido en la misma idea de ella, cosa que se estaba volviendo costumbre entre ellos dos… pues el uso de la máscara era evidente en ambos… luego de que ella le saludara, él la recibió extendiendo su mano en dirección hacia ella, el contacto físico directo no era algo que acostumbrase utilizar, pero bueno, ser descortés tampoco era algo que la caracterizase… cuando de asuntos diplomáticos se trataban; por lo que de igual manera extendió su brazo derecho con suma elegancia (que la caracterizaba), tomándole la mano en un “apretón”.

Lo escuchó hablar afianzadamente en silencio… comenzaba aquella plática con una amenaza directa de destrucción para los que ella dirigía, lo cuál no sería lo más propio, asegurando que ella deseaba el mismo destino para los que él dirigía… no obstante, no era así del todo, realmente no les guardaba mayor aprecio, pero mientras que éstos no se metiesen en su camino le bastaría, tampoco era su prioridad eliminarlos… pero si se convertían en un problema acabaría con ellos sin pensárselo.

La frase que él pronunció justo antes de que su mirada se posicionara sobre el manto nocturno era sumamente cierta, y era esa, la razón por la que ambos estaban ahí aquella noche, tenían enemigos en común, y la idea de una alianza era algo que ella venía afianzando desde tiempo atrás, por lo que escucharlo pronunciar eso no le desagradó… era como decir… nos unimos para destruir a nuestros enemigos con tranquilidad y luego nos destruimos entre nosotros… la idea no resultaba mal… era un cese al fuego lo que planteaba, y eso estaba bien, pues… tampoco era como que se viese reuniéndose con él para plantear estrategias…

Sin lugar a dudas él era un espléndido orador, ella por su parte podría serlo, de requerirse, pero, la frialdad evidente que la caracterizaba la llevaba a pronunciar siempre las palabras más concisas y necesarias… como dirían “directo al grano”… aunque, utilizando demasiado las sutilezas en sus palabras… era un ser un tanto complejo; y bueno, sus instintos trabajaban para ella en forma distinta a como lo hacía sobre él… sin lugar a dudas esa manera de dirigirse a los demás era una de las razones por la que sus subordinados le seguían, aunque el hecho del excelente estratega que se dio cuenta era, también tendría mucho que ver en esto… ella por su parte, no tenía la necesidad de convencer a los demás con sus palabras… sus simples acciones bastaban para demostrar quién era, y que los demás la respetasen.

-El hecho de contemplar una alianza es lo que me ha traído hasta aquí… y lo que propones es lo más prudente…

Dijo pronunciando sus palabras lentamente, con su tono de voz usual… no pretendía darle un discurso igual al que acababa de darle, y le quedaría bastante claro con sus breves pero concisas palabras… aceptando con esto lo que le acababa de proponer.

-Un cese al fuego, hasta el momento en que nuestros mayores estorbos desaparezcan…

Debajo de su máscara una medio sonrisa se dibujó en su rostro…

-No me malinterprete… nunca he tenido la intención de eliminar a los suyos… pero si se convierten en un estorbo en mis planes, no dudaré en eliminarles sin piedad…

Dijo finalmente… sin quitarle la vista de encima por un solo instante.

Era claro que el odio que sentía hacia los vampiros aquel licántropo era sumamente profundo, pero no lo culpaba, desde el principio de los tiempos se habían orillado a ser así… aunque, para la vampiresa, no eran más que perros pulgosos, realmente no les restaba mayor importancia… les mataba sin piedad, si se metían donde no debían, simple… aunque esa es una ley que se imparte sin piedad a cualquiera que se entrometa en asuntos donde no son bienvenidos… algo completamente natural, pues la naturaleza vampírica siempre había sido esa, la de no mostrar contemplaciones y eliminar lo que estorbe en el camino para cumplir con sus objetivos.

Ahora que lo que decía, de que eran enemigos… era cierto, sus especies lo habían sido desde siempre, a pesar de ser especies hermanas… el odio inminente de los licántropos hacia los vampiros, había comenzado muchísimas eras atrás, cuando solamente existían los vampiros, y de estos, existían los que se sentían miserables por su naturaleza… siempre remitidos a las sombras, siempre con esa necesidad de sangre, e imploraron a la madre oscuridad que les librase de ese castigo, sin importar que su eternidad tuviese termino… fue entonces cuando se les libró de su pesar.

Aquellos vampiros que renegaban de su naturaleza, fueron transformados en lo que se conoce hoy como licántropos, éstos, odiaron a sus hermanos vampiros, quienes aceptaron su propia naturaleza como algo cercano a la divinidad… tan cercanos a la mano de los dioses… pudiendo dar y quitar la vida a voluntad. Los licántropos pudieron ver la luz del sol nuevamente, pero, no todo puede ser siempre flores… la oscuridad de la que habían salido no se permitiría el perder a esos, sus hijos en la luz por completo… por lo que durante las noches de luna llena, cuando la madre luna es la vigilante de la oscuridad, toda la sed reprimida por los licántropos debía de ser saciada… transformándoles, como castigo de renegar de lo que eran en un principio, en terribles bestias insaciables ahora no sólo de sangre, sino también de carne… aunque no todo fue malo, aprendieron que con el tiempo eran capaces de controlar los instintos, lamentablemente eso sucedía cuando el tiempo cercano al final de sus días se presentaba.

La historia de sus inicios, no era la única que mantenía sobre sí, la culpabilidad del odio tan arraigado de los licántropos hacia los vampiros… pues, durante las eras cuando los humanos eran más sencillos de dominar… los licántropos fueron tomados como esclavos, obligándoles a servir a los que alguna vez fueron sus hermanos, los seres a los que tanto odiaban… logrando con esto solamente que su odio se acrecentase (piensa en algo similar a underworld); y una vez que se libraron del yugo que les había sido impuesto, proponiéndose una enemistad de por vida… ahora los jóvenes cachorros que nacían, traían impregnado ese enorme odio hacia los vampiros, aún sin conocer las razones por lo que esto sucedía… simplemente tenían sobre sí el enorme impulso de convertirse en bestias y destruirles.

Una vez más el líder de los Garras Rojas, le dejaba muy en claro que pensaba eliminarles, bueno, era un pensamiento persistente, pero no pasaría de ser eso, un pensamiento… pues, estaba claro que ella no le permitiría arremeter contra los suyos tan fácilmente… dando completamente por seguro, que era absolutamente probable que les traicionase mucho antes de que el pacto que realizaban esa noche llegase a su fin, lo que no le causaba mayor inconveniente… después de todo, no puedes traicionar sin antes arriesgarte a ser traicionado… y era probable que él daba por sentando exactamente lo mismo, pues, sus pensamientos estratégicos eran poseedores de un grado de similitud notorio.

-Al igual que no estoy interesada en la igualdad entre el ganado y los de mi especie…

Dijo respondiendo a sus palabras, luego de que éste pusiese su propia mirada en sus manos, no eran tan distintos, ambos tenían la sangre de los de su propia especie sobre sí… pero la diferencia era que el código de los vampiros estaba siendo roto por los brotherhood, en cambio, él les había eliminado por el simple hecho de hacer lo que él mismo hacía esa noche… pactar con el enemigo…

-No obstante, mi prioridad es esa… no los conflictos con los de tu estirpe, mientras se mantengan en su territorio y no interfieran con los nuestros, no tengo mayor inconveniente con dejarles ser en libertad….

Esto lo decía por el hecho de haber salido a la luz pública… con los licántropos no existía ese gran problema, pues, seguían siendo un misterio para las masas… y sus conflictos con los vampiros se daban aún, a como se habían dado desde siempre… desde la oscuridad.

El hombre frente a sí, guardaba silencio, como masticando las palabras de la vampiresa, hasta que finalmente hubo optado por hablarle nuevamente… diciendo con un leve deje de molestia, que esperaba que la palabra ganado, la hubiese pronunciado en referencia a los humanos… y de hecho así era… para los de su especie siempre habían sido los humanos el ganado, pues, eran su rebaño; su alimento… los licántropos jamás podrían serlo, ya que un vampiro difícilmente optaría por alimentarse de uno de ellos.

El lobo seguía pronunciando palabras, diciéndole algo que tenía muy en cuenta, era cierto que las demás manadas intentarían detenerla por lo que había hecho, aunque no solamente ellos, muchísimos seres tratarían de detenerla… no obstante, el tratar no les aseguraba el conseguirlo… los caínitas eran muchos, y si perdían un miembro, transformaban dos más… afortunadamente los neófitos se dominaban por sus institnos, y el ser los asesinos que su naturaleza mandaba, los posicionaba siempre del lado de los suyos.

La llamaba mentirosa… y quizá lo era, pero en ése caso no le había mentido precisamente, más bien, le ocultaba algo de información, ya que, a pesar de la alianza que estaban formando, él no dejaba de ser su enemigo, por lo que obviamente no iría por ahí contándole todos los detalles de sus planes… y claro, la igualdad de razas no era algo que estuviese en sus iniciativas, pero esto no significaba que sus palabras no fuesen ciertas… no mentía al decirle que mientras no se metiesen en su camino, y en sus planes, no tendría mayor inconveniente en dejarles en libertad, pues así era realmente… las repercusiones que el traer a Mammón de regreso tuviese para los lobos, bueno… eso era algo que no le significaba demasiada importancia realmente.

-Bien… que así sea entonces…

Le dijo solamente… no gastaría tiempo en explicarle realmente las razones de fondo que pudiesen traer sus palabras… ¿para qué?... no es como que dejarían de ser enemigos por el hecho de explicarle esto, además… lo más probable era que simplemente no le creería una sola palabras, pues era demasiado claro que no confiaban el uno en el otro… cosa sabia, e infundada con justas razones.

Luego de una breve pausa, el licántropo frente a sí, comenzó a hablarle nuevamente, especificando, lo que para él sería conveniente mantener como pautas en el pacto que realizaban esa noche… el primer y segundo punto le parecieron adecuados, y el tercero también… no obstante, el hecho de que el mismo se diese a conocer no representaba un inconveniente para ella, pues simplemente estaban acordando un cese al fuego, no obstante, esto le dio motivos suficientes para pensar que la traicionaría mucho más pronto de lo que pensaba… por lo que ella debería de moverse, ya que ser tomada por sorpresa no era algo que le agradase, ni algo que dejase suceder tranquilamente… el cuarto punto en sí, tampoco le significó un inconveniente.

Pudo entonces haberle dicho lo que pensaba sobre el tercer punto, pero, realmente no le causaba mayor inconveniente… pues, estaba segura de la traición que ambos traían a sus cuestas junto a éste pacto… simplemente lo dejaría ser el tiempo pertinente, sacándole ventaja mientras fuese posible.

-Los puntos que has impuesto cubren lo necesario… estoy de acuerdo…

Dijo a secas, deseando dar por terminada aquella reunión… el estar platicando con un ser que le pregonaba enemistad por los poros, no era algo que le resultase demasiado agradable… más era necesario, por eso estaba allí.