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Sipnosis
Memento Mori
Tras el festival

Fue un mes de locura, el que transcurrió luego del Festival de Invierno, luego de los cepelios de las víctimas, el poder quedó en las manos del Gobernador, Everett Goodweatherm tendría el control total sobre la ciudad, pero Azuka había logrado parte de su objetivo: Los rumores de que el gobierno de Washington ya no estaba tan convencido de compartir el poder con los vampiros; la situación se estaba saliendo de manos, y los cainitas y garras rojas parecían estar ganando la partida. Pero ninguno de los artífices de la destrucción, pensaron que los berkeser se volverían un problema para todos, porque los vampiros que no fueron asesinado por ellos, se transformaron en berkeser, que se han transformado en una manada que deambula por las alcantarillas atacando a quien se les enfrente o quien esté en su menú del día.

Humanos y Vampiros ya no tenían una alianza tan sólida como antes, y las desconfianzas estaban surgiendo.

Mientras que en medio quedaban los licanos, o por lo menos, parte de ellos, Fenrir y Fianna, pero quien padeció la peor parte fueron los Fenrir que en el atentado perdieron a su líder, del que jamás encontraron el cuerpo. Quedaría en manos del nuevo líder de los Fenrir y de Gissiel Earhart, determinar el destino de su clan y tradiciones, pero entre los licanos, se sabía la atrocidad cometida por las Garras Rojas, comandados por Arthur Redclaw, que se habían vuelto muy fuertes.

Por su parte, los rebeldes, el pequeño grupo de disidentes ya no parecían estar tan solos en su lucha, el gobierno de Washington los contactaría extra oficialmente para conseguir sus fines: controlar la ciudad, de una o de otra manera. Etienne LeBlanc, tendría que decidir..

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Overwhelming Evil [+18]

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Mensaje por Invitado Sáb Feb 09, 2013 2:45 am

8 de Junio, 2014

Zona Cero, Refugio de Alexander y Galatea. 19:00 p.m


¿ Que es esto que estoy sintiendo ?

¿ Porque no puedo seguir adelante con esto? Es sencillo, simplemente tengo que soltar mi brazo, que siga la simple trayectoria y todo habrá acabado. Tengo lo que necesito, tengo lo que quiero ¿ Por que no termino de una vez con todo este asunto? ¿ Por que es que mi brazo no se mueve mas? La sangre era algo que se sentía en el aire. No solo por el olor sino por el peso de la misma. No era sangre común, tampoco sangre liviana. Era sangre espesa, antigua y muy poderosa. Beberla le daría a cualquier cainita mucho poder, quizá...mas de lo debido. Tanto poder sería intoxicante sin duda alguna. Pero, independientemente de aquello, el no podía moverse. No podía terminar lo que había empezado al secuestrar a aquél anciano y sabio Cainita. No podía terminar su trabajo, parecía reacio a querer culminar aquella inmortal existencia. El demonio sostenía su puñal y simplemente no podía llevar a cabo un simple zarpazo que dejaría la cabeza del anciano en el suelo.

¿ Por que no puedo matarlo?

" Tu humanidad te retiene de hacer lo necesario, Alexander "


Sí, seguramente se tratara de aquello. Pero el había matado a muchos seres antes, porque este viejo provocaba aquello ¿ Que lo hacía especial ? ¿ O se trataba de un crecimiento indiscriminado de la humanidad de Alexander ? El anciano se encontraba sentado en una silla, atado por cadenas de plata, dicha cadena se encontraba ayudada por un par de clavos del mismo material para asegurar que el dolor y los músculos del anciano no se movieran. Era una sesión de Tortura por supuesto. El anciano sabía algo que el demonio necesitaba saber y por supuesto, Alexander lo había obtenido luego de muchas horas de sanguinaria tortura, de castigo y daño psicológico. Jugó con la mente ajena como se le ocurrió, le hizo ver cosas horrendas, jugó con sus sentimientos y finalmente, usó su punto débil en su contra. Tenía a alguien que le importaba de verdad. Un error que el viejo lamentaría por siempre en el otro mundo.

- ¿ Por que mierda no me matas de una vez? ¡Saca mi cuerpo de este martirio de una vez, demonio de mierda!

El puñal clavado en el pecho del anciano provocó que el mismo gritara por unos momentos pero al mismo tiempo, que se callara. La sangre que el mismo cuchillo sacó del cuerpo ajeno fue a parar a la ya manchada camisa blanca del demonio, que simplemente miró a los ojos al anciano y sonrió.

- Creo que si es momento de que lo mate, mi querido amigo - Dijo negando ligeramente mientras apoyaba su cuchillo en contra del cuello del viejo encadenado - Tendré que apagar por hoy ese lado...

La voz del demonio pareció volverse mas sombría mas oscura. Sus ojos pasaron de ser azules a tener una tonalidad roja, oscura, mucho mas maligna. El anciano al ver el cambio con sus cansados ojos, carraspeó algo inentendible y se removió en la silla, inquieto y sumamente asustado. De nuevas cuentas dejó de moverse al recibir un tajo en su estómago y que varias vísceras se le escaparan del cuerpo. Gritó y pareció desmayarse. Pero Alexander no lo permitió. Simplemente le cortó uno de los dedos de la mano y el anciano recuperó la consciencia. El mirar de Alexander era ya muy diferente.

- ¿ Que es lo que has apagado, in...infeliz!?

- Mi lado humano y con ello, tú única esperanza de salir vivo de aquí.

________________________

8 de Junio, 2014

Zona Cero, Refugio de Alexander y Galatea. 23:00 p.m

Los gritos ya habían cesado hacía mas de cuatro horas.

Galatea se encontraba en ese mismo momento en la cocina de aquél refugio. Era un lugar de lo mas acogedor, inteligentemente ubicado y con una especie de suerte fuera de este mundo, dado que nadie mas que el mismo Alexander había dado con el. La cachorra de Lobo se encontraba lavando los platos de lo que ella misma había cenado hacían un par de minutos. Había permitido que Alexander llevara a cabo aquella tortura en el refugio dado que la pequeña no le tenía el menor aprecio a los cainitas, mucho menos a aquel anciano que tan mala reputación tenía. Alexander la había acompañado en la cena y habían hablado de lo mejor que les había resultado a ambos aquella convivencia. Mejor de lo que ambos habían esperado, claro está. Alexander se beneficiaba mucho de tener un lugar que no era conocido por nadie y ella se beneficiaba de la protección que este le brindaba, del poder que el le prestaba a diario. El le había enseñado a combatir demonios y la muchacha había mostrado señales de tener un talento innato para el combate, por no mencionar un excelente manejo de los conjuros de exorcismo. Sin contar, que su mirar hacia Alexander, se volvía cada día mas tierno y amoroso...

- Ya dentro de poco terminarás con lo que yo tenga para enseñarte, Gala

La voz del demonio se hizo presente en aquella cocina.

- ¿ Seguro ? ¿ Tan rápido se te han acabado las lecciones, demonio ? - Dijo sonriente y algo desafiante, sin voltear a verlo a los ojos, su voz dejaba entrever un poco de angustia en aquellas palabras. Angustia muy bien disfrazada, cabía aclarar - Ha pasado rápido, la verdad...- Dijo ya mas en un susurro para si misma mientras continuaba limpiando, mirando sus manos y los utensilios de cocina que había usado para cocinar-

- Sí, la verdad es que ha pasado rápido, tienes mucho talento, por no decir que pareció que supieras ya muchas de las cosas que intenté enseñarte - Dijo sonriente el demonio mientras se acercaba a ella, lentamente- Te echaré mucho de menos cuando me vaya, Gala...- Dijo acortando ya la distancia con la cachorra de lobo, ya podía sentir su aroma desde aquella distancia -

- Y yo a ti, Alex - Dijo dejando de lavar por unos momentos para luego suspirar y girarse - ¿ Y como ha salido todo lo del interroga- ...

No pudo continuar que Alexander juntó sus labios en contra de los ajenos.

_____________________


9 de Junio, 2014

Zona Cero, Toxicity bar. 12:00 a.m
Ya la noche tenía otra apariencia. El centro de la perversión Neoyorquina de encontraba allí. Los demonios se habían hecho con el lugar hacía ya un tiempo y lo habían dispuesto para que funcionara como un lugar de placeres y peligros, deseos y muerte. Un lugar apropiado para que Alexander viviera su noche de libertinaje. Su humanidad permanecería apagada por un tiempo y esta no lo interrumpiría en absoluto en aquella velada. El ya se encontraba en aquella mansión, en el salón principal. Prostitutas iban y venían, esclavas de demonios, que eran dueños de sus respectivas almas y cuerpos. Hombres llevaban a cabo peleas y otros simplemente servían de sementales para complacer demonias o simplemente a alguna cainita que se sintiera insatisfecha con su marido o amantes helados.

- Un vaso de Vodka, si no es molestia...

Dijo mirando sonriente a la Bar man, era una succubo, visiblemente. Sería una servidora del capataz del lugar. Vaya poderoso demonio...

La presa de Alexander estaba en algún lado y él, se comería a la elegida, de mas de una forma.
Anonymous
Invitado
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Mensaje por Invitado Mar Mar 12, 2013 7:03 pm

Era una suerte que encontrara esos zapatos sin dueño en el aparador de una ostentosa casa de modas especial para vampiresas. En medio de todo el caos siempre había quien se aprovechaba de la situación e intentaban agradarle al bando que llevara la ventaja, los humanos cada vez se denigraban más hasta poder besar los pies de los inmortales o en ciertos casos, vestirlos. Aunque el dinero ya no garantizaba nada en lo que fuese Nueva York, la gente continuaba anhelando poseer más y más. Era una suerte que algunos descuidaran sus ganancias y otros extendieran la mano para alcanzarlas. Era una suerte que contara con los recursos suficientes para ir a ese prestigiado centro nocturno, así como lo era el bajo costo de hacerse de un espacio dentro a expensas de los regalos de su cuerpo que agradaban al guardia de seguridad.

Claire forjaba su suerte, haciendo que ésta quedara de maravilla en ella, tan bien como lo hacía su atuendo esa noche.

Vestimenta:

Al entrar la música le aturdió, haciendo vibrar su cuerpo a un ritmo agresivo pero no tanto como lo que le deparaba la noche. Como siempre, llegaba a conquistar el lugar con su presencia que interesaba para un rato y ella misma se abandonaba luego de encontrar al adecuado, mas no lo veía cerca. Prefería escoger estando sobria, no era estúpida aunque fuese una promiscua, así que la cacería comenzaba con esas miradas descaradas, que desnudaban al tiempo que se relamía los labios. También se negaba a los que le disgustaban, no importaba su naturaleza o poder, podía alejarse lo suficiente y sin represalias. En general le iba muy bien en el arte de seducir y tentar, contando las excepciones en las que terminaba moribunda pero con la energía suficiente para continuar al caer la noche siguiente.

En cuanto entró se acercó a un hombre apuesto con un finísimo frac, un hombre que estaba al tanto de su poderío, que miraba por encima del hombro a cualquiera. Se encontraba rodeado de mujerzuelas que no paraban de mostrar sus senos entre el escote, le acariciaban sutilmente la entrepierna y alimentaban el ego inmenso de ese tipo. Alguien que valía la pena hacer desatinar sin necesidad de venderse. Lo miró con diversión y cuando éste la observó de arriba a abajo ella volteó el rostro, avanzando a la barra, contoneando las torneadas piernas con autonomía, dando a desear algo sencillo como un andar femenino.

No volvió a dedicarle una mirada por el momento.

-Johnnie Walker.-pidió a la mujer que acababa de entregar un vaso de Vodka junto a ella.- Blue Label.-añadió, sabiendo que en ese lugar contaban con bebidas de tal prestigio.

Cruzó la pierna derecha sobre la izquierda, esperando su trago, golpeando con las uñas la superficie donde se recargaba.

Musica en el lugar:

Objeto de Interés:
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