Reencuentro de una memoia perdida

25 de Julio, 2014
Zona cero
10:00 p.m.

Escombros... era todo lo que podía observar... no sabía qué lo había causado, ni siquiera sabía quién era. Solo, solo recuerdo despertar en una habitación parcialmente destrozada, habían algunos cuerpos en el suelo, algunos extraños, tenían un olos desagradable, los otros... en apariencia humana, pero su olor... diferente, similar al.. al ¿mio? Imaginaciones mías, debía ser por estar en ese cuarto, desde entonces, solo eh estado vagando de un lugar a otro, pero en mi mente había una laguna mental, no recordaba absolutamente nada. Había estado sobreviviendo gracias a lo poco que podía encontrar entre los escombros, durmiendo en edificios aún en pie y que parecían seguros. Era inevitable encontrarme con esos.. esos demonios. La mayoría de las veces en pequeños grupos de tres, mi mente me decía que lo mejor era escapar, pero otra voz en mi mente decía que peleara, ese instinto de luhar, de acabar con ellas... No, debía ser precavido, solo en ocaciones cuando no me quedaba opción, peleaba dejandome llevar por ese impulso. Pero no era suficiente, yo solo no podía con ellas, y en las pocas ocaciones que ncontraba a otro sobreviviente, no pasaba mucho antes de que muriera por culpa de esas bestias. Lo último que recuerdo era una discución con un gran número de personas, y después, no lo sé. De eso mi mente no tiene recuerdo alguno, no sabía cuanto tiempo pasó desde eso.

Ahora me encontraba de regreso a mi refugio temporal, pues no sabía cuánto tiempo podría estar sin evitar algun demonio. Mi ropa estaba algo desgastada y vieja, hoy fue lo que pude llamar, un buen dia. Encontré algo de comida, que ahora llevaba en mi vieja mochila. Revisando algunos cuerpos, encontre un arma, miré el cadaver del policía y el carro estrellado a su lado, revisé y econtre un par de cargadores, eso bastaría por ahora. sabí que debía apresurarme, ya había caído la noche y tení que estar hace unas horas en mi refugio. Pero por otra pparte, mi instinto me decía que no había peligro alguno cerca, que podía caminar tranquilo en la oscuridad de la noche. Saqué una linterna de mi mochila para alumbrarme un poco, mientras que en mi otra mano llevaba la pistola para protegerme.

Suspiré fuertemente. Como ya se sabía el mundo no era el mismo, la destrucción y la anarquía ahora gobernaban en él. ¿Por qué? Porque unas personas que simplemente quieren hacerlo. Lo hacen como si fuera un deporte. Es la triste realidad que nos estaba azotando. Igualmente, ya había pensado mucho en ello y reflexionado. Mejor era dejarlo ir y seguir adelante.

Caminaba por los escombros, pasando por encima de ellos. Y haciéndolo con cuidado, no querría caerme y aunque no me pasara nada, si dolería y puede que mucho. El viento chocaba contra mi rostro y hacía que mi cabello se alborotara y estuviera sin control. Era una bonita noche después de todo, la luna estaba presente en su estado más hermoso, como luna llena. Seguramente los lobos estaban más activos, aunque el mito de que necesitaban al satélite de la tierra para transformarse era mentira, el mito podía influir en los que menos información tuvieran sobre ellos. Y hablando de ellos... Un olor particular y ya conocido me vino al olfato. ¿Qué carajo? Volteé buscando la fuente.

Pude lograr ver una figura a lo lejos era él... era James Kaiser. ¡Joder! ¿Seguía vivo? No lo podía creer. Fui corriendo en su dirección. -¿James? - Le pregunté en tono más alto de lo normal. Yo sabía que lo era. No estaba de más ver una cara amiga.

Solo me faltaban menos de cinco calles, solo un poco más y estaría seguro. Había demasiado silencio, incluso para ser un lugar en ruinas, esperaba por lo menos ver algún perro o gato vagando por las calles buscando dueño, lo que me puso a pensar acerca del estado anterior de los edificios ¿Había estado aqui antes? ¿Conocía a alguna persona de aqui? probablemente, no lo sé. Eso me llevó a pensar algo un poco más triste ¿Tenía familia? de ser así, no tenía ninguna esperanza de que aún siguieran vivos, aunque no tuviera recuerdo alguno de ellos. Quise pensar lo contrario, pero el panorama actual no ayudaba en nada. Mis pasos eran lo único que podía escuchar por aquellas calles completamente desiertas, mi linterna apenaspodía iluminar poco mas de 10 metros adelante, pero la luz de la luna alumbraba bastante bien en aquel cielo estrellado.

Seguí caminando sumido en mis pensamientos, había escuchado acerca de una resistencia al sur de mi ubicación, si tan solo pudiera llegar creo que habría una posibilidad de tener ayuda, pero tendría que movilizarme de dia.

Entonces algo me sacó de mis pensamientos, había escuchado una voz ¿Una voz? O ahora estaba empezando a enloquecer? - ¿Hola? -apenas pude alzar mi voz, no quería llamar mucho la atención y atraer a alguna criatura indeseable. Me detuve y levanté el arma para apuntar a donde dirigía la luz, buscando el origen del ruido. Al voltearme distinguí una figura que se acercaba, corría hacia mí. Podía distinguir el sonido de sus pasos, extraño. Apunté mi linterna mientras me preparaba a disparar. Por suerte no se trataba de ningun demonio, era una mujer. Pero no por eso bajé el arma -¿Quién eres? -

Me sorprendí al ver a James. Había pasado tanto tiempo luego de la última vez que nos habíamos visto, ¿qué habrá sido de él? ¿por qué estaba en este lugar específicamente? Pero luego vi que no me reconoció. Me sorprendí y pude notar que me apuntaba con una pistola, además de iluminarme con la linterna. No jodas. Él era James, no podía equivocarme. Todos tenían olores particulares y más aún los lobos.

-¿Quién soy? - Le pregunté mirándolo con cuidado. -Soy Christina, James! ¿No te acuerdas de mi? - Le hice otra pregunta mientras me acercaba poco a poco teniendo cuidado por si se le ocurría la loca idea de apretar el gatillo. -Te deberías de acordar... - ¿Qué pasaba con él? Su mirada era distinta, su aura no era la misma. ¿Algún efecto de toda la destrucción? No tenía ni idea y quería averiguarlo. Tanto tiempo sin verlo y que esté apuntándome con una pistola no es precisamente bueno.

Se acercaba despacio, un movimiento brusco y no dudaría en dispararle, aun así dudé un poco, no tenía experiencia para disparar un arma, mi mano temblaba mientras mi dedo se posaba lentamente sobre el gatillo. No. Debía mantenerme serio. Dijo llamarse Christina, pero ella me llamó por un nombre. ¿James? ¿Ese es mi nombre? No estaba seguro, y la verdad es que no recordaba mi nombre. ni siquiera recordaba haberla visto antes, muco menos conocerla - Creo que me estás confundiendo con alguien más - bajé el arma, no tenía caso usarla. Ahora solo me daría la vuelta y seguiría mi camino de regreso al refugio - Tampoco deberías estar aqui, es muy peligroso andar de noche -dije a manera de advertencia, esperaba que ya lo supera, pero nunca estaba de más prevenir.

Le dí la espalda y comenzé a caminar, seguro y ella encontraría a su amigo, hermano, conocido o lo que sea que fuera ese tal James. Apenas di un par de pasos escuché un grito del otro lado de la calle, voltée a ver, mi linterna no llegaba tan lejos, pero era una suerte. Con la luz de la luna pude distinguir una silueta de una persona que corría, la cual fue alcansada por otras siluetas que se le abalanzaron ensima y lo asesinaban. -Demonios... - ¡Maldicion! Lo peor era que una de esas cosas pareció vernos. Justo lo que me faltaba, maldita sea... hora de desaparecer, pero tampoco podía dejar a Christina en riesgo - Mi refugio esta cerca, sígueme - apresuré el paso, luego de correr por dos calles llegamos. Bajé por unas escaleras y abri una puerta - Es aqui, entra -mi refugio era lo que quedaba de un club nocturno. La entrada a este se encontraba bajo el nivel de la calle. Por dentro el lugar estaba algo sucio, la mayoria de las botellas en la repisa estaban rotas. Algunas luces apenas parpadeaban - Ponte cómoda, tengo asientos por todas partes -cerré pa puerta con seguro y arrastré un mueble para bloquearla. Luego me dirijí a la barra y saqué la poca comida enlatada que pude encontrar entre los escobros esta mañana.

Estaba confundida. ¿Cómo iba a pensar que James no era él? ¡Claro que lo es! Joder. Me rasqué la cabeza un momento mientras lo seguía viendo fijamente. ¿Qué habrá pasado? ¿Algún efecto de los portales le pasó factura? La verdad es que no sé que decir. Suspiré fuertemente y escuché sus palabras. -Es más peligroso para ti que para mi, James. - Dije con seriedad mientras observé como bajaba el arma y me aliviaba un poco. No quería ser brusca y por fortuna si soltaba la pistola, la tensión podría ir bajando vaya pasando el rato.

Volteé al escuchar el grito, maldita sea. Los demonios no estaban muy lejos de acá. Además, James había decidido irse caminando hacía donde fuera. -Hey! espera... - me callé cuando escuché lo que confirmaba que era la razón de ese grito. Cuando me dijo que lo siguiera me sorprendió... ¿por qué se llevaría a una desconocida a su refugio? bueno, tal vez si se acuerde de algo. Quería que se acordara. James podría ser un excelente amigo y buen aliado en estos momentos de oscuridad que azotaba al mundo. Continúe hasta que entramos en una especie de antiguo club nocturno. Interesante e innovador lugar para estar. Oscuro y seguro también. -Gracias por invitarme. Tendría que haber corrido bastante rápido de ahí si quería poder escapar. - Volví a suspirar cuando me sentaba donde sea. Tal y como me había indicado el lobo.

James aseguró la puerta. Y se sentó para buscar algo de comer. -Ahora amigo, ¿en serio no te acuerdas de mi? - Le pregunté con tranquilidad.

Me puse a ordenar las latas de comida, a como lo veía, tenía comida para dos días más ants de buscar otro refugio, pro ya que tenía una invitada, entonces solo era para un día solamente. En cierta forma me alegraba encontrar algo de compañía, facilitaría bastante buscar comida y refugio entre tantos escombros y destrucción, solo esperaba que no tuviera la misma suerte que mis anteriores compañeros. Dejé el arma sobre una mesa y la mochila sobre otro asiento -No me agradescas nada, lo importante es mantenernos con vida. Y ya te lo dije, no tengo idea de quién eres -me acerqué para ver por una de las pequeñas ventanas en la pared para mirar la calle, no se distinguía casi nada por la noche, pero por suerte tampoco podía notad nada fuera de lo usual, escapamos de esos demonios con éxito. Al menos por ahora.

Tomé asiento frente a mi invitada -Estás demasiado segura de creer quien soy. - dudaba que eso fuera posible, aunque más dudada d mi propia mente, ella podría estar en lo cierto o tal vez solo me engañaba y podría llevarme a una trampa, pero se notaba tan convencida de eso - Pero ya que no eh tenido contacto con otra persona en semanas, te seguiré el juego. ¿Qué eres de mí?- probablemente y ella fuera algún familiar mio, de ser así, no la recordaba.. maldita amnesia.. -¿Por qué tansegura de conocerme? ¿Qué tanto se supone que te conosco? - tenía varias dudas, si ella en verdad me conocía, entonces puede que me ayudara a saber qué pasó conmigo, por qué no puedo recordarla.

Ordenaba sus latas. Sonreí cuando respondió a mi agradecimiento. Pero lo que más me tenía intrigado era que no supiera de quien era yo, o lo peor: de quien era él mismo. Aún no lo entendía. Maldita sea. Necesitaba hacerle recordar de alguna manera, el asunto es que jamás aprendí como tratar situaciones así, nunca pensé que podría encontrarme con una. Una lástima. -Yo sé quien eres James. - Afirmé sus palabras mientras las decía con bastante seriedad mirando al Lobo.

-¿Qué soy de ti? Amiga, una muy buena amiga que tenía mucho tiempo sin verte. Me fue una grata sorpresa verte de la nada. - Suspiré y lo observaba. Joder, claro que lo era. El problema era él, no yo. -Eso no te lo puedo decir yo James, sólo tú con tu memoria devuelta. - Le dije mientras caía en cuenta de algo.

-¿Qué hora es? - Le pregunté de la nada a mi amigo. Me intrigaba saber. Saber si era temprano o muy tarde.

Su respuesta no era de mucha ayuda, pero por lo menos sabía que aún tenía una amiga con vida, aun no logaba recordar nada de ella, pero si estaba muy segura de conocerme entonces ya era un comienzo para recuperar la memoria. Eso me bastaba por ahora -Supongo que.. ¿La hora?- en un mundo al borde de la ruina, y con cada día preocupándome por sobrevivir, el tiempo era lo de menos, me guiaba más por la luz del dia y la noche, y según mis cálculos, eran cerca de las 11... me levanté para mirar por las pequeñas ventanas, estaba completamente oscuro -creo que 11.. o 12 de la noche, no estarás pensando salir, verdad...? Nos moveremos por la mañana - si mi amiga pensaba en salir tendría que esperarse, ademas, estabamos en un lugar seguro. Lo cual me llevó a pensar en...

Volví a mirarla, a decir verdad no contaba con tener visitas este día, oh, ¿a quien engaño? No esperaba encontrar a nadie con vida aún. Por lo que esto mee daba un pequeño problema - Chris... ah... - bostezé, señalé un asiento amplio al que había ggirado contra la pared - Puedes dormir en mi... cama - me acrqué a un asiento cercano y tomé un cojín -No es gran cosa pero es bastante cómoda aunque no paresca, yo dormiré en alguna mesa -caminé a una mesa de billard, solo por precaución tomé la pistola y la dejé al lado de mi improvisada almohada - Apagaré las luces cuando quieras, para no llamar la atencion de visitas indeseables

Su actitud había cambiado, poco a poco se iba calmando y adaptándose más a que estuviera aquí. Seguía sin saber quien era pero poco a poco sus memorias irían volviendo, o eso pienso. Sin importar. -No, tranquilo, no estoy pensando en salir. - Le respondí con una pequeña sonrisa. Pero lo malo era cuando se hiciera de mañana, ahí si no podría salir para nada. Carajo. No lo había pensado. James no se acuerda de lo que soy, no sabe que soy una vampiresa. Eso puede espantarlo o por lo menos no gustarle lo suficiente para botarme de su establecimiento. Pero tendría que decirle, no me gusta guardar secretos... Sólo que no sería tan directa.

Luego su comentario me sacó una pequeña risa. -Ay James, podrás haber olvidado quien eres pero sigues siendo tan tierno y adorable como siempre. - Le dirigí una sonrisa. -Muchas gracias por ofrecerme dormir en tu cama, seguramente esta muy cómoda como dices pero hay un pequeño problema... - Suspiré mientras miraba a otro lado. -... yo no puedo dormir. - Agregué mientras esperaba la reacción del Lobo.

No podía dormir...? Solo tenía una explicación para eso -Es el insomnio ¿cierto? es dificil dormir en estos dias sabiendo que todo es un riesgo tras otro- me había pasado antes, la horrible sensación de que algo puede estar cerca acechando y tener que mantenerme despierto vigilando, las noches sin dormir solo aumentaban las alucinaciones y cuando podía encontrar un lugar lo suficietemente seguro, dormía todo lo posible. Me acerqué a los interruptores, apagué unas cuantas luces, dejándo solamente la tenue luz de la barra - ¿Quieres algo? tengo un poco de carne enlatada -me acerqué a revisar la poca comida que tenía- O también puedo servirte algo...- me puse a buscar entre tantas botellas rotas.

-Aún queda... algo de ron... vodka... y.. más vodka... -puse un par de botellas en la repisa y saqué un pequeño vaso -Tú dime. Es agradable encontrar a alguien con vida y que sepa de mí, ¿Nos conocemos de sde hace tiempo, no? ¿Podrias decirme algo que sepas de mí, qué hacia antes de que esto pasara, cómo nos conocimos? -tenía bastantes cosas que preguntar y no desaprovecharía esta oportunidad